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Lecciones aprendidas en Fútbol de Primera: |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 53 - Octubre de 2002 |
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Fue su respuesta lo que nos sorprendió, no solo agradeció nuestro llamado sino que preguntó por qué había cesado nuestro trabajo. Luego de ello manifestó que varios integrantes del equipo se sintieron decepcionados por no haber podido cerrar el proceso iniciado.
Percepción de la relación con el entrenador y cuerpo técnico
Creemos que el entrenador genuinamente tenía buenas intenciones, aunque no tuviera del todo claro lo que hacíamos, estaba dispuesto a aprender.
No estaba 100 % convencido de nuestro trabajo en relación a la mejora del rendimiento deportivo.
Estaban interesados (junto con el ayudante de campo y el preparador físico) en nuestro aporte pero pocas veces lo pedían explícitamente.
Nunca esperamos que nos devolvieran un llamado, y de hecho muy pocas veces sucedió.
Nosotros le ofrecíamos posibilidades y él las tomaba o dejaba (por ejemplo, el seguimiento en partidos). Debimos hacerlo más seguido, particularmente cuando los resultados deportivos eran negativos.
Relación con demás integrantes del cuerpo técnico (médico, kinesiólogo, etc.): Fue aceptable aunque no se profundizó, no hubo tiempo para que la relación se desarrollara y que ganáramos su confianza. No pudimos realizar un trabajo verdaderamente interdisciplinario (por ejemplo, compartir la rehabilitación de lesiones, participación en el proceso quirúrgico de un jugador que debió ser intervenido).
Faltó decisión de nuestra parte para "exigir" más presencia.
Nunca tuvimos una oficina o consultorio donde atender o al menos algo para llamar "casa". Esto estaba relacionado con que el club no utilizaba un predio propio y variable entre diferentes lugares de entrenamiento.
Nunca entramos al vestuario: por un lado difícilmente va a venir el entrenador a decirte "pasá" (o "pasen en este caso"), pero es un lugar interesante para observar al grupo interaccionando.
Sugerencias:A partir de nuestra experiencia brindamos, en primer lugar, una lista algo extensa, aunque no exhaustiva, de consejos para el (o la) futuro/a practicante o para el profesional que ya se encuentra trabajando en el campo:
Honestidad, ser genuino, no aparentar ser lo que uno no es y "soltarse" en los contactos con los jugadores, particularmente los informales, con esto se apunta a ganar su confianza.
Desarrollar las habilidades comunicacionales. No asumir la postura de analista. Como continuamente resalta el Dr. García Ucha en sus presentaciones: el psicólogo del deporte debe ser experto en relaciones interpersonales.
Altísima motivación intrínseca (más allá de que la posición sea remunerada o no). Van a existir situaciones que simplemente hay que tolerarlas y tratar de encontrarles aspectos positivos.
Flexibilidad en:
horarios.
tipos de intervención.
tareas a desarrollar -por ejemplo, dar una mano al utilero si es necesario-, etc.
Replantear objetivos en relación a una "emergencia deportológica" (por ej., malos resultados).
Estar siempre listo (se pueden presentar pocas oportunidades para poder trabajar con la totalidad del grupo).
Altísima disponibilidad. También es importante, particularmente en una primera etapa, el hecho de simplemente "estar ahí", para que los deportistas se acostumbren a la presencia del psicólogo como un integrante más del cuerpo técnico.
Fomentar la demanda (siempre con tacto y timing adecuado). No esperar ser necesitado, actitud preventiva.
Constante comunicación con cuerpo técnico (casi diaria). La actitud para adoptar podría definirse como ser "cálidamente insoportable". Aunque esto lleve a perseguirlos telefónicamente cuando uno no pudo ir al entrenamiento, el objetivo es mantener el contacto y estar al tanto de lo que ocurre en el plantel.
No respetar a los jugadores más de lo necesario, no hay que olvidar que se trabaja con seres humanos y no con ídolos.
Estar informado. Mirar T.V. (el programa "Fútbol de Primera" es un referente), reconocer a los jugadores por los nombres cuanto antes (al ser un club chico pocos jugadores eran conocidos). Leer diarios, puntuaciones de rendimiento, etc.
Firmar un acuerdo/contrato de trabajo por escrito (aunque no haya un arreglo económico) para delimitar áreas de trabajo. El objetivo es dejar las cosas en claro desde el principio, aunque esto dentro de la informalidad del fútbol, y del deporte en general, resulte chocante.
Supervisión del trabajo (con un psicólogo idóneo).
Evaluar la experiencia periódicamente y después de que finalizó, esto lleva a analizar si se están alcanzando o no los objetivos (los del psicólogo más allá de los del equipo).
No crear falsas expectativas sobre el trabajo. No prometer cosas que no se van a cumplir.
El tema de la indumentaria es particular: no presupongan que les van a dar ropa de entrenamiento. Intenten clarificar esta situación ya que a veces pone en evidencia el tema de trabajar dentro del equipo o como consultor externo.
Ser políticamente astuto cuando se contacta gente de la institución. Analizar como circula la información y quien puede ser relevante a la hora de tomar decisiones.
Compartir la experiencia presentándola en un Congreso o en una publicación, ¿por qué no?
Consejos para entrenadores y/o deportistas
Si tienen un psicólogo trabajando, úsenlo, exprímanlo. No siempre va a dar en el clavo, ni esperen de él la verdad revelada, pero puede brindar aportes, con basamento científico, que pueden llevar el trabajo y nivel de autoconciencia/autoconocimiento/insight a un nuevo nivel (más profundo).
Arriesgarse a que trabajen con ustedes (por ejemplo, en mejorar la comunicación con el plantel y la transmisión de los mensajes), por supuesto que este es un desafío que supone una capacidad de autocrítica importante.
Involucrarse más con el proceso de trabajo del psicólogo, no "darle" el grupo y decirle "hacé lo tuyo" (o "hacé tu gracia"), sino saber realmente que es lo que hace.
DiscusiónDurante y después de la experiencia surgieron algunas cuestiones que pensamos podían ser planteadas como temas para debate o discusión. Aquí dejamos algunos puntos planteados. La intención es dejarlos sin resolución para que posiblemente sean analizados con futuras experiencias e investigaciones.
¿Cuánto se valora o qué compromiso genera un servicio por el cual no se paga? A la larga, ¿es un obstáculo o es parte del proceso de desarrollar el campo? ¿Sólo se respeta lo que cuesta? ¿Qué implicancias tiene el trabajo ad honorem en un ambiente movilizado por las altas sumas de dinero?
Lo mismo cabe para el hecho de aceptar cualquier trabajo en cualquier momento (y en esas condiciones: una vez iniciada la temporada, sin planificación adecuada, etc.). ¿Es conveniente aceptar cualquier trabajo, en cualquier condición, a cualquier precio?
Trabajar formando una dupla de psicólogos vs. el psicólogo trabajando individualmente. Al respecto resaltaremos tres aspectos que consideramos claves: comunicación, confianza y compromiso. Si bien algunos señalan que el número ideal es dos, no creemos que todos los profesionales se sientan cómodos trabajando en equipo con un colega, esto lo indicamos teniendo especialmente en cuenta que la mayoría de los psicólogos que provienen del campo clínico están acostumbrados a manejarse individualmente. También señalamos que es por demás interesante el análisis de fenómenos transferenciales y contratransferenciales.
Los posibles cambios de roles cuando entra un psicólogo (en este caso fueron dos) a un cuerpo técnico ya constituido. ¿Qué dinámicas nuevas se generan dentro de ese subgrupo? ¿Qué conflictos surgen? Y más concretamente: ¿quién ocupaba anteriormente el rol de "madre" que escuchaba y mimaba a los jugadores? (siempre existe alguien en esa función) ¿Cómo se siente por este cambio de rol (aliviado, desplazado o amenazado)? Al respecto, se debe tener cuidado de pisar roles de otros que ya están establecidos y respetar dichos lugares.
ConclusiónFinalmente, resaltaremos algunos puntos centrales:
Definir objetivos propios antes de empezar y revisarlos a lo largo del proceso.
Definir stándards de trabajo (límites - hasta donde voy a llegar - condiciones).
Clarificar estos objetivos y límites de trabajo con cuerpo técnico y dirigentes.
El trabajo interdisciplinario es fundamental en este proyecto. El estar asociado a un equipo que cuente con un médico, un preparador físico de suma confianza, hace el trabajo más llevadero y efectivo. Tengamos en cuenta que es el Profe quien pasa mayor tiempo con el equipo, es el hombre de confianza del plantel en la mayoría de los casos, por lo que el diálogo con él abre puertas de enorme valor para elaborar grupalmente.
Valoración del espacio. Si esperamos que el ambiente deportivo, y futbolístico en particular, respete y valore nuestro aporte y nuestro lugar como psicólogos debemos empezar por revisar y clarificar nuestra postura al respecto.
Bibliografía
ANDERSEN, M.B. (2000), Doing Sport Psychology, Human Kinetics, Champaign, IL.
HARDY, LEW, JONES, GRAHAM & GOULD, DANIEL (1996), Understanding Pshychological Preparation for Sport: Theory and Practice for Elite Performers, Wiley & Sons, West Sussex, England.
ROFFÉ, MARCELO (1999), Psicología del jugador de fútbol, Lugar, Bs. As.
ROFFÉ, MARCELO (2000), Fútbol de presión, Lugar, Bs. As.
VAN RAALTE, J.K. & BREWER, B. W. (Eds.) (1996), Exploring sport and exercise psychology, Washington, DC: American Psychological Association.
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