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Tendencias de la evaluación en
Educación Física

   
ISCF “Manuel Fajardo“
(Cuba)
 
 
Dr. Alejandro López Rodríguez
Lic. César Vega Portilla

alelopez48@yahoo.es
 

 

 

 

 
Resumen
    La evaluación en educación física, en la última mitad del siglo XX, experimentó distintas formas de entender y proyectar su acción a partir de la posición teórica y metodológica asumida por los docentes y especialistas a cargo de su instrumentación y aplicación.
    Hoy es cada día más evidente la necesidad de un enfoque integral físico educativo dirigido a la persona en su totalidad, en la atención a la diversidad, en la consideración de la variabilidad como elemento esencial en el aprendizaje motor, en la contextualización y socialización, y en el cuidado del medio ambiental (López y Moreno 2000)
    El presente artículo, derivado del contenido del libro recientemente publicado por los autores: “Tendencias contemporáneas de la clase de educación física“ (López y Vega, 2001), presenta un análisis histórico - lógico del comportamiento de las normativas de evaluación en Cuba en el período 1960 - 1990, así como un conjunto de consideraciones sobre el nuevo modelo que se desarrolla a escala internacional.
    En el artículo se abordan aspectos relacionados con la tipología de la evaluación (¿Cuantitativa y/o Cualitativa?), la acción de los sujetos (¿Externa y/o Participante?) y su metodología (¿Medición y/o Observación?), entre otros aspectos.
    Palabras clave: Evaluación. Tendencias. Evaluación integral.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 53 - Octubre de 2002

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Introducción

    La evaluación en educación física, en la última mitad del siglo XX, experimentó distintas formas de entender y proyectar su acción a partir de posiciones teóricas y metodológicas diversas asumidas por los docentes y especialistas enfrascados en su concepción, instrumentación y aplicación.

    El desarrollo de la teoría y de la investigación en el campo de la evaluación ha permitido superar el restringido concepto de la misma como constatación del nivel de aprendizaje alcanzado por el alumno.

    Miguel Angel Pradas Val, del INEF de Lleida y otros autores españoles coinciden en afirmar que la evaluación de la enseñanza que lleva a cabo el profesor de educación física y del programa que se desarrolla en la práctica no es algo diferente a una autentica investigación. De hecho, haciendo extensible el discurso de Stenhouse (1987) al tema que nos ocupa, podemos decir que la evaluación puede interpretarse como un proceso de indagación sistemática y autocrítica de la enseñanza.

    Enric Sebastiani y D. Blázquez (1998), en el trabajo titulado “Innovaciones y Desafíos en la Evaluación de la Educación Física“, nos ofrecen un enfoque más preciso de la evaluación cuando señalan que a pesar de haber estado asociada tradicionalmente a la calificación y a la atribución de una nota, el concepto de evaluación reviste actualmente una idea y un significado totalmente diferente .La evaluación es concebida en estos momentos, como la reflexión critica sobre los componentes y los intercambios en cualquier proceso, con el fin de determinar cuáles están siendo, o han sido, sus resultados y poder tomar las decisiones más adecuadas para la positiva consecución de los objetivos perseguidos.

    Sin embargo, el impacto de las diferentes tendencias se mantiene vivo hoy en la mente y en la acción de un número significativo de docentes en su desempeño profesional.

    Nuestra experiencia en numerosos cursos y actividades metodológicas con profesores latinoamericanos y nacionales donde hemos abordado el tema de la evaluación así lo demuestra.

    Ante la pregunta: ¿QUÉ Y PARA QUÉ EVALUAR?, las opiniones por lo regular están divididas:

    Unos a favor de la medición, mediante test y tablas normalizadas, como la única vía para cuantificar los resultados y garantizar así una evaluación objetiva. Otro que defienden la importancia de la observación, de la evaluación cualitativa, resaltando el papel de la experiencia, del “ojo clínico”, del profesor en la evaluación de los logros de sus alumnos y la necesidad de evaluar los progresos atendiendo a sus diferencias individuales. Mientras un tercer grupo resalta la importancia de la evaluación en la posibilidad de comprobar la eficacia de la acción docente, para mejorar su propia programación de clases y como consecuencia, los logros de sus alumnos.

    No obstante, cada vez es mayor el número de profesores que se incorporan al grupo que, integrando los elementos anteriores, presta su atención a la evaluación como proceso, destacando sus aspectos formativos desde un enfoque integral físico educativo.

    Estas tendencias han tenido una materialización en la práctica de la educación física escolar a través de normativas oficiales sobre evaluación. El epígrafe que desarrollamos a continuación tiene como objetivo ilustrar este aspecto.


1. Análisis del comportamiento de las Normativas de Evaluación
en Educación Física en Cuba, en el período 1960-1990

    Casi coincidiendo con el triunfo revolucionario se promulga, por el Ministerio de Educación, la Resolución 274/1960 sobre la evaluación docente, la cual estaría vigente hasta 1965.

    En ella se establecía la obligatoriedad de aprobar la Educación Física para el pase de año escolar y se elimina la posibilidad de los arrastres (aspectos que perduran hasta la actualidad). Además establecía un requisito mínimo de asistencia del 75% y una bonificación de 0.5 puntos por cada asistencia superior al 75%.

    En dicha resolución se establecían los tipos de controles, así como, el por ciento de puntuación correspondiente, como sigue: Tabla 1

Tabla 1

    Como se puede apreciar la medición a través de la prueba o test de Eficiencia Física tenía el mayor peso de la calificación, mientras que el aspecto cualitativo se reduce a un 20% en forma de criterio del profesor sobre la calidad de la labor realizada.

    En este periodo inicial en que se llevo la Educación Física a todos los rincones del país hay que considerar que no se contaba con la cantidad necesaria de profesores de esta especialidad, muchos de ellos eran empíricos. En aquel entonces, los maestros de aula impartían la educación física, se organizaron cursos emergentes para formar en corto tiempo a los profesores, se desarrollo un fuerte movimiento de monitores y alumnos ayudantes y lógicamente todo ello influyo en los planes y programas de educación física de la época y también en la evaluación.

    En esta etapa se desarrolla lo que hemos llamado “período gimnástico - masivo” por el énfasis de contenidos gimnásticos en los programas y la celebración de grandes festivales al estilo de la Espartaquiadas.

    En 1966 se promulga una nueva resolución que ratifica el 75% de asistencia, pero elimina la bonificación. Sin embargo, cambia totalmente el criterio anterior centrado en la Eficiencia Física por la Participación Deportiva. Tabla 2

    A partir de esta fecha comenzaba a desarrollarse, coincidiendo con el auge de los Juegos Escolares Nacionales, lo que hemos denominado “período físico - deportivo”, que aún tiene gran arraigo.

Tabla 2

    En esta etapa el Deporte se convierte en el medio fundamental de la Educación Física, con un amplio movimiento de competencias intra y extra murales.

    En opinión de profesores de la época y en los análisis de los informes estadísticos se aprecia que no existen cifras de alumnos suspensos, lo que se convierte en una interrogante, que puede tener varias explicaciones una de ellas es que los contenidos de los programas eran asequibles a los alumnos, o cierto desconocimiento de los profesores del sistema de evaluación, hay que recordar la gran cantidad de maestros que no tenían la titulación requerida

    Pero en 1971 la Evaluación en Educación Física va a experimentar un cambio de centro total. Se promulga la Resolución No.349/71 del Ministro de Educación, que pone en vigor la evaluación cualitativa.

    A diferencia de las normativas anteriores centradas en la Eficiencia Física o la Participación Deportiva, la evaluación cualitativa pone en el centro al alumno y su desarrollo, lo que constituye un enfoque pedagógico humanista y revolucionario para el momento.

    La asistencia mínima se eleva al 80%, se plantea la fórmula Asistencia = Participación = Desarrollo y se otorga la calificación por categorías cualitativas: Muy Bien (MB); Bien (B); Aceptable (A). No existe el Desaprobado.

    Las pruebas de Eficiencia Física se realizaban al inicio y final del curso y la evaluación era por desarrollo, comparando individualmente los resultados finales con los iniciales. Las habilidades motrices se evaluaban sistemáticamente a través de la observación del profesor de los logros de los alumnos.

    La evaluación final se conformaba de la forma siguiente:

    Esta tendencia que estuvo aplicándose hasta 1978, tuvo muchos partidarios pero también muchos detractores. Estos últimos argumentaban la necesidad de volver a la evaluación cuantitativa como vía para prestigiar a la asignatura al promediar con el resto de las asignaturas a los efectos del escalafón estudiantil y tener así un instrumento para exigir la asistencia y mayor participación de los alumnos en las clases.

    En los años finales de la década del setenta se produce en nuestro país un proceso de revalorización de la educación física, se detectan aspectos negativos que tenían que ver con la jerarquización que esta disciplina tenía en los centros escolares de los diferentes tipos y niveles de educación. A tenor de las medidas tomadas para erradicar las dificultades, se produce un cambio en el sistema de evaluación. A nuestro modesto entender la evaluación cualitativa se anticipo en el tiempo y no hubo la comprensión adecuada de la misma.

    Finalmente triunfa la tendencia cuantitativa y se promulga la Resolución 418/1979 que restablece la calificación por puntos, eleva al 90% el mínimo de asistencia y establece el aprobado en 70 puntos (anteriormente era 60%).

    Los tipos de controles y por ciento de puntuación fueron como sigue:

Tabla 3

    Un elemento novedoso es la introducción de la revalorización, dando derecho a los alumnos a una segunda comprobación para mejorar la nota.

    A pesar del cambio a números de la calificación aún se mantiene un peso importante de evaluación cualitativa a través de los controles sistemáticos. Pero lamentablemente esto no duraría mucho tiempo. Tabla 4

    La Resolución 528/1986 elimina la evaluación sistemática como evaluación incidente en la calificación. Esta situación se mantiene en la actualidad.

Tabla 4

    Continúa la tendencia a equipararse con el resto de las asignaturas: De ¡Primero a Cuarto grado!, siendo la evaluación cualitativa, se traduce a números al final de cada período.

    Es evidente que tanto la evaluación cuantitativa como la cualitativa en un concepto de evaluación como calificación, así como la medición y la observación experta del profesor como métodos de constatación, ha estado presente en todas las normativas de evaluación antes mencionadas.

    Sin embargo, también queda evidenciada la necesidad de precisar los aspectos pedagógicos y metodológicos de la Evaluación en Educación Física con un enfoque integral en correspondencia con las tendencias actuales.


2. Hacia una evaluación integral

    En los 80, se había venido desarrollando en Cuba una concepción más integral que tenía en cuenta al profesor y al alumno en la evaluación en educación física.

    Bajo el titulo “El control y autocontrol constante” Ruiz y López (1985: 55 -59) se planteaba la necesidad de una evaluación sistemática “por parte del profesor y el alumno en el cumplimiento de las diferentes tareas planteadas”.

    El control se decía, “ es una función didáctica mediante la cual el profesor comprueba el aprovechamiento obtenido por sus alumnos y cuyos resultados le sirven, al mismo tiempo para analizar y valorar su propio trabajo, es decir, que el control que ejerce sobre sus alumnos es la base para autocontrolar su propia labor docente”.

    Mas adelante se señalaba: “ La observación directa en la labor diaria constituye una vía de control operativo muy efectiva... para derivar, en caso necesario, las medidas que den solución a las dificultades que se presenten...”


    En relación con el alumno se planteaba:

    ¿"No es una necesidad del proceso docente educativo lograr la asimilación consciente, promover la independencia cognoscitiva en los alumnos y que ellos sean capaces de autocontrolarse?”

    “La labor del profesor en este sentido va dirigida a enseñarlos a descubrir por sí mismos los errores en que incurren...” “ El trabajo en dúos, tríos, en grupos, en circuito y estaciones, donde unos trabajan mientras los otros observan... constituye una forma de organización idónea para lograr dicho objetivo”.


3. La co - evaluación

    Coincidiendo con el período de los años 80, se desarrolla en Europa y en especial, en Francia, una tendencia “que asocia a los alumnos a la evaluación de sus aprendizajes”. Méard, J.A. (1987)

    Esta tendencia en la evaluación se desarrolla paralelamente con enfoques de la pedagogía no directiva .

    Lo novedoso de la co - evaluación estriba en vincular a los alumnos a la evaluación de sus aprendizajes, en contraposición con la tendencia tradicional centrada en el test y la evaluación experta del profesor.


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