Respuestas fisiológicas en los niños. Evaluaciones aptitudinarias |
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Profesores en Educación Física (Argentina) |
Matías Scavo Rodrigo Anaya y José María Alurralde matiasscavo@rnonline.com.ar |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 53 - Octubre de 2002 |
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Introducción
En el intento de encontrar bibliografía relacionada al entrenamiento sistemático en niños, nos encontramos casi siempre que la mención de las mismas se refiere al adulto y por lo general a los deportistas. Así sea para adaptarse al ejercicio simple u ocasional o al ejercicio regular, el niño -como el adulto- experimenta respuestas fisiológicas particulares.
Los niños han sido víctimas de muchas especulaciones con relación al ejercicio físico, sus efectos, sus dosis y sus peligros. Recientes evidencias de la Fisiología Evolutiva y de las Ciencias del deporte, fundamentalmente de la Pediatría del Ejercicio (3; 1; 6; 4), nos aportan la información necesaria para incrementar la calidad de los estímulos que van a recaer en el infante.
Este estudio se centra en el intento de recabar datos “fisiológicos” frente a la necesidad de encontrar las más adecuadas formas de trabajo (intencionales y sistemáticas) en niños y jóvenes, en el afán de mejorar su “nivel aptitudinario”.
Revisión y TeoríaEl tema del entrenamiento de resistencia aeróbica durante la niñez, ha tenido un interés considerable en los años recientes. Numerosos estudios fueron dados a luz, intentando demostrar la entrenabilidad aeróbica en niños de edades pre-puberales. El medio más directo para valorar la capacidad de los niños pre-púberes para responder fisiológicamente al entrenamiento de resistencia es la medida de la potencia aeróbica máxima (VO2max.) antes y después de un período de entrenamiento.
Desde 1986, se han llevado a cabo varios estudios de este tipo.
Pate y Ward (1990) han revisado la literatura del entrenamiento pediátrico que compilaron con criterios rigurosos preestablecidos. En este análisis se incluían los estudios sólo sí: 1- se incluía un grupo control bien emparejado (la inclusión de controles no entrenados en tales estudios ayuda a identificar la presencia o ausencia de un verdadero efecto de entrenamiento); 2- el protocolo de entrenamiento se podía interpretar con facilidad en relación con la intensidad, frecuencia, la duración, la densidad y el volumen del programa; 3- se empleaban medidas fisiológicas; 4- se llevaban a cabo análisis estadísticos, y 5- los resultados se publicaban en una revista científica bien revisada.
La evidencia en prepúberes demostró, por ejemplo, un aumento del VO2max. en un rango del 1,3% al 20,5% (promedio del 10,4%) en el grupo entrenado. En tanto en el grupo control, el cambio observado fue del -3,3% a +9,9% (promedio del 2,7% de incremento). Estos datos nos aportan el conocimiento de dos evoluciones disimiles del sistema cardiocirculatorio: Una por crecimiento y maduración, y otra por crecimiento, maduración y entrenamiento.
En tanto en la población de adolescentes, en el grupo entrenado se observó un incremento entre 9,7% a 17,3% (promedio del 14,4%) y no se observaron cambios significativos en el grupo control.
La conclusión más sólida de esta revisión demuestra que tanto los niños como los adolescentes pueden lograr adaptaciones fisiológicas al entrenamiento de resistencia. (18)
“En el campo específico de la Educación Física primaria y/o secundaria, sería interesante destinar uno o dos períodos de 4 a 5 semanas al año para lograr una mejora del VO2max. y luego realizar otro tipo de actividades procurando mantener las mejoras alcanzadas”.
Incuestionables evidencias de la ciencia ubican al ejercicio físico, específicamente al trabajo aeróbico, como verdaderamente esencial en edades infantiles. La propuesta pedagógica de la actividad aeróbica desde la niñez es un medio insustituible para combatir al Síndrome Hipocinético. (8)
Este síndrome hipocinético o carencia de actividad física está interrelacionado con los factores de riesgo cardiovasculares y con afecciones metabólicas.
La falta de actividad física y el estilo de vida sedentario (factor de riesgo primario) (23) conducen, además, a un deterioro psicomotor, con serios compromisos cognitivos y sociales. Al respecto, en estudios de Shepard y Volle, los autores encontraron una elevada correlación entre el incremento de la actividad motriz y el mejoramiento de funciones intelectuales escolares, en niños de escuela primaria. (8)
Los relevantes aportes de la ciencia ubican a los factores de riesgo cardiovasculares no como exclusivos de los adultos, sino como un problema pediátrico. Las investigaciones indican que las patologías cardiocoronarias (que se manifiestan entre los 50 y 60 años) tienen su origen en la edad infantil, hecho que se agrava con la falta de movimiento o de hipoactividad.
Ratifica estas consideraciones un reciente estudio realizado en Argentina, el estudio “FRICELA”. Según el informe FRICELA, el 80% de los chicos argentinos tienen valores de colesterol superiores al nivel deseable (140 mg/dl), un 35% supera el tolerable (170 mg/dl) y uno de cada diez inicia la vida adulta con hipercolesterolemia (más de 200 mg/dl). El estudio mostró que la presión arterial aumentaba con la edad, afirmando que uno de cada siete chicos tiene valores altos (130/85; equivalente a 180/110 de adultos). Concluyente y alarmante respecto al “Sedentarismo”: a los 18 años sólo dos de cada diez hace actividad física (10)
La obesidad “hija” del sedentarismo, desencadena hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Medidas como el cociente cintura/cadera, o el Indice de Masa Corporal (cociente entre el peso/talla2), son correlacionadas fuertemente con el nombrado factor de riesgo cardiovascular: La obesidad.
Las tablas indican valores de IMC como estándar de salud (Unión Americana para la Salud, Educación Física, Recreación y Danza - AAHPERD) (2):
Todos estos elementos motivan nuestro accionar docente inequívocamente hacia generar actividad programada en la infancia con decidida intencionalidad educativa, generando salud e incrementando la calidad de vida de la población infantil.
Material y métodosSujetos
Se contó con la participación voluntaria de 178 alumnos sanos (alumnos de colegio Bosque del Plata). Fueron evaluados todos los alumnos de dicho colegio, abarcando desde el primer año del primer ciclo hasta el primer año del polimodal.
Análisis estadísticoSe aplicaron métodos de estadística descriptiva (expresándose los datos como media y desviación estándar).
ProtocoloTodos y cada uno de los alumnos realizaron el test “Course Navette”, en el cual se les pidió correr el mayor tiempo posible en una distancia de ida y vuelta de 20 mts., siguiendo la velocidad impuesta que aumenta a cada minuto, por medio de una banda magnética que emite sonidos a intervalos regulares que le indican al sujeto que se ubique en uno u otro de los extremos del trazado de 20mts.
Todos y cada uno de los alumnos fueron evaluados en su peso y su talla respectivamente.
El peso y la talla fueron evaluados por la mañana temprano. El método utilizado fue el de la estatura del sujeto erguido en el plano de Frankfort (14).
Tres alumnos de cada año (elegidos al azar) fueron evaluados en el test “Shuttle run”.
Durante el desarrollo de “El córner gol” y “Los cuatro arcos” se controló la frecuencia cardíaca a alumnos de diferentes edades, también elegidos al azar. Se invitó a estos sujetos a realizar una semana mas tarde un trabajo de resistencia aeróbica a % de la V.M.A., y en el cual se controló la frecuencia cardíaca durante todo el esfuerzo.
CORNER GOLEn el “Corner Gol” dos equipos juegan entre si, teniendo cada uno un jugador en el “corner” del arco en que atacan. Estos jugadores son los lanzadores para lo cual cada uno tiene seis pelotas. El resto de los jugadores se hallan en el campo de juego y deben subir y bajar (atacar y defender) alternadamente, intentando convertir goles a partir de los centros ejecutados. Ninguno de los equipos juega con arqueros, y los goles se deben realizar antes que la pelota toque el suelo. Si llega a tocar el suelo, el equipo pierde la posibilidad de convertir y debe bajar para defender. Esto permite que el juego tenga una dinámica de “ida y vuelta”.
Los arcos están separados a 30 metros aproximadamente.
Los jugadores lanzadores van rotando con sus compañeros de campo, entre cada tiempo de juego.
Los tiempos de juego son de 1,30 min.Duración de la carga: 1.30min.
Micro pausas activas: 1min.
Macro pausa activa: 3min. (luego de la repetición número 6)
Intensidad promedio: 84% de la FC máx. teórica
Frecuencia: 2 estímulos por semana.
Repeticiones: 12 x 1.30min.
Volumen: (trabajo mas pausa): 32min.
CUATRO ARCOSEn los “Cuatro Arcos” tres equipos juegan entre sí. Uno comienza atajando (distribuidos los jugadores en cada uno de los cuatro arcos) y los otros dos equipos jugando.
Los arcos se ubican de la siguiente manera:
Entre A1 y A3 hay 30mts. y entre A4 y A2 hay 30mts.
Los jugadores pueden hacer goles en cualquiera de los cuatro arcos.
Hay un cuarto equipo que trabaja la resistencia aeróbica alrededor de la cancha.
Luego se van invirtiendo los roles de la siguiente manera: el grupo que corre alrededor de
la cancha va a jugar, uno de los que juega a atajar, y el que ataja a correr.Utilizamos 2 bloques de 15 x 5. Cinco minutos corren alrededor de la cancha,
luego van a jugar dos veces cinco minutos (dos rotaciones) y luego atajan cinco minutos.
Estos cinco minutos representan la pausa del trabajo.
Entre el primer y segundo bloque hay una pausa de 5 min.
destinada a estiramientos suaves.Duración de la carga: 5min.
Pausas activas: 5min.
Intensidad promedio: 76% de la FC máx. teórica
Frecuencia: 2 estímulos por semana.
Repeticiones: 2 bloques
Volumen: (trabajo mas pausa): 45min.A su vez se monitoreo la FC a los alumnos durante el desarrollo de diferentes clases de EF, en las cuales el juego fue el medio predominantemente utilizado.
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