Características de la dinámica de la preparación física durante el período preparatorio |
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Facultad de Cultura Física Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos” (Cuba) |
Dr. C. José E. Carreño Vega Dr. C. Román de Armas Pérez jcarrenov@yahoo.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002 |
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Introducción
El análisis del estado del deporte mundial, muestra que el logro de un alto nivel organizacional y metodológico de la actividad deportiva con los niños, adolescentes y jóvenes, en gran medida determinan el éxito de uno u otro país en la arena internacional. Por eso constituye un hecho, que en nuestro país, al igual que en otros de los países más fuertes del mundo, en el orden deportivo, se le preste una gran atención a la preparación de las reservas deportivas.
Objetivos
Determinar la dinámica de las variables medidas durante el período preparatorio por edades.
Constatar los períodos en que más se desarrollan las diferentes capacidades motoras en el grupo de edades dadas (potencialidades motoras).
MetodologíaPara dar respuesta a esta problemática y obtener una representación del comportamiento de la preparación física durante la preparación del luchador se puso en práctica una metodología propia que comprendió la validación metrológica de los tests, su aplicación (medición); el procesamiento estadístico que comprendió el calculo de los estadígrafos de tendencia central y dispersión.
Análisis y discusión de los resultadosDurante el análisis de la dinámica de los resultados en las variables que tributan a la preparación física general y especial de los luchadores de 12 a 15 años, a través de cada uno de los períodos preparatorios y estos resultados relacionarlos gráficamente, puede apreciarse que las variables de carácter general se caracterizan, por una ganancia notable de sus valores durante la etapa de preparación general y una determinada pérdida de estos durante la etapa especial, fig. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, lo cual es reconocido en la literatura y por los especialistas como una necesidad de reacomodo de las capacidades motoras cediendo espacio al desarrollo de capacidades especiales. No obstante, se distingue el caso de las variables veloc-60 (Carrera de 60 m planos) y Res-1500 (Carrera de 1500 m planos) que contrario a lo anterior muestran ganancias notables de sus valores durante las dos etapas de preparación, por cada uno de los años, incluso en el caso de la veloc-60 su ganancia se hace más notable en la etapa de preparación especial (fig. 6). Este fenómeno, en el caso de la resistencia aerobia (Res-1500) la literatura especializada y la práctica deportiva reconocen un efecto retardado de este tipo de trabajo que surte efecto a más largo plazo, mientras que en el caso de la velocidad este efecto tiene lugar a más corto plazo. Entonces ¿Qué ocurre con la velocidad?
En el caso de la velocidad se podría referir que en la literatura especializada (Menshikov y Volkov, 1986) a partir de un criterio bioenergético se explica que para el perfeccionamiento de la potencia anaerobia alactácida no es necesario un largo período de tiempo, sin embargo el mejoramiento de la capacidad alactácida (Krf) se logra a más largo plazo, pudiera entonces decirse que el uso reiterado de cargar de este tipo, características del entrenamiento del luchador provocan un mejoramiento de la capacidad de este sustrato energético hacia el final del período preparatorio, lo cual repercute en los resultados de la carrera de 60 m planos durante la etapa de preparación especial por ser esta la base energética fundamental de dicha carrera. A esto pudiera agregarse que en estas edades se distingue un mejoramiento de la fuerza muscular y que la etapa de preparación especial comprende un aumento sustancial del tiempo a dedicar al perfeccionamiento de la técnica, lo cual junto a la fuerza es reconocido en la literatura como fundamentos para el mejoramiento de la velocidad. Sobre este particular seria conveniente profundizar en investigaciones futuras.
Por su parte las variables que tributan a la preparación especial se caracterizan por una ganancia continua de sus valores durante todo el período preparatorio (fig. 8, 9 y 10), a propósito, las variables Volte-10 (10 Volteo vs tiempo) y Volteo-R (Máximo de proyecciones con volteo en un minuto) consideradas por el resultado del análisis de factores principales (rotación oblimín) tablas 5, 6, 7 y 8 como las que mejor caracterizan la actividad del luchador, muestran ganancias notables de sus valores durante la etapa de preparación general a los 12 y 13 años de edad, a los 14 esta ganancia cambia hacia la etapa de preparación especial, mientras que a los 15 años los incrementos son parejos en ambas etapas y menos notables que en los años anteriores poniéndose de manifiesto el principio de la adaptación a largo plazo, observándose una tendencia a la optimización, (fig. 8, 9 y 10).
También salta a la vista en las figuras que después de un receso en la práctica organizada del deporte en cuestión, al iniciar el siguiente período preparatorio se registra una pérdida de los niveles de preparación que se habían logrado. Este fenómeno durante la etapa de 12-15 años tiene lugar indistintamente, sin que se denote una tendencia, incluso al iniciarse la preparación a los 14 años y después del receso acostumbrado los valores de fuerza máxima lejos de empeorar son mejores que los mostrados al término de la preparación especial (fig. 1 y 2), lo cual se refleja con valores positivos en la fuerza relativa y fuerza velocidad (fig. 3, 4 y 5), mientras que la variable Veloc-60 (fig. 6) muestra una pérdida poco sustancial, al parecer por su estrecha relación con los valores de fuerza que se poseen.
Este aumento vertiginoso de la fuerza es explicado por los estudiosos de la materia, como la consecuencia del aumento de los músculos, el perfeccionamiento tanto del sistema nervioso central, como del aparato neuro-muscular periférico. (V.M. Volkov, 1974). Por su parte O.N. Markianov, (1974) relaciona este fenómeno con el aumento anual del peso corporal que en esta etapa se hace más importante, a lo que M. Grosser, H. Ehlenz y E. Zinmermann (1991), así como G. Lambert, (1993) agregan el aumento de la liberación de andrógenos (testosterona y otros), lo cual mejora las condiciones para un desarrollo de la fuerza a costa de efectos anabólicos proteicos (hipertrofia muscular).
Por lo antes expuesto, el autor, está en condiciones de considerar que todas las causas que se esgrimen en favor del aumento de la fuerza y que se relacionan con la etapa de 12 a 15 años de edad, en el caso de los luchadores cubanos, indica que tales transformaciones tienen lugar en gran medida en los primeros años de la adolescencia, y que hacia los 14 años las condiciones para el desarrollo de la fuerza muscular en general y de la fuerza máxima en particular se hacen más favorables.
A esto le da consistencia la revelación de este fenómeno en el estudio nacional, así como en el estudio longitudinal con el grupo de Matanzas.
Otro elemento que se constató durante el estudio de la preparación física de los luchadores entre 12 y 15 años, y concretamente en la relación de sus direcciones, general y especial, es que las variables que comprenden la preparación física general, al iniciarse un nuevo ciclo de preparación, se conservan más que las variables que comprenden la preparación física especial. Ello, sin dudas, está dado por el hecho de que la preparación física general permite la longevidad de la forma deportiva y la especial la calidad de la misma.
Lo anterior confirma que el sistema de preparación establecido para el entrenamiento de los luchadores escolares cubanos se realiza en marcos favorables, con respecto por lo menos a la preparación física general y especial. En cuanto a lo que pudiera ser la resultante de ambas, (forma deportiva) está aún por confirmar en investigaciones dirigidas al respecto.
Finalmente resulta vital referirse al período de tránsito entre un ciclo y otro de preparación que en nuestro país, aún cuando durante la planificación del entrenamiento de los escolares se considera, en la práctica, su cumplimiento en este grupo de edades, cuando los escolares permanecen en sus casas, en centros vacacionales, etc., sin la supervisión de sus entrenadores, no se cumple. En opinión de algunos de nuestros especialistas lejos de provocar una pérdida temporal de la forma deportiva como en principio pretende el período de tránsito, lo que ocurre es una pérdida total de dicho estado.
En opinión del autor, la posibilidad de hacer cumplir el período de tránsito en estas edades seria sumamente favorable. No obstante durante el estado óptimo de preparación física de los jóvenes luchadores, el uso del análisis de factores principales (rotación oblimín), tablas 5,6,7 y 8 reveló que el tiempo que media entre el final de un macro y el inicio del otro no desvirtúa la relación entre las capacidades que caracterizan el entrenamiento del luchador, al observarse un comportamiento similar en la primera y tercera medición, esta última que comprende la influencia del entrenamiento a través del período preparatorio. Esto quiere decir que el tiempo que media entre un macro y otro, al menos en luchadores escolares cubanos, no provoca que al iniciarse la preparación después de un receso del entrenamiento organizado, las relaciones entre las capacidades se conviertan en casuales, sino que se mantienen los factores que caracterizan la especialidad entrenada, sólo que a un nivel cuantitativamente inferior.
ConclusionesLos resultados de la investigación realizada nos permitieron concluir lo siguiente:
Las variables que caracterizan la P.F.E. (Relevo, Volte-10, Volteo-R y P.Gim), muestran ganancias notables de sus valores durante la etapa de preparación general a los 12 y 13 años, a los 14 esta ganancia cambia hacia la etapa de preparación especial, mientras que a los 15 años los incrementos son nivelados en ambas etapas y menos notable que en los años anteriores, poniéndose de manifiesto el principio de la adaptación a largo plazo, observándose una tendencia a la optimización.
El nivel de desarrollo de las posibilidades de fuerza muscular observado a través de las pruebas orientadas al control de esta capacidad, unido a la ganancia de fuerza máxima (musculatura extensora de las piernas el tronco y los miembros superiores) durante el período de tránsito de 13 a 14 años de edad, indicar que hacia los 14 años las condiciones para su desarrollo son favorables.
El tiempo que media entre un macro y otro, al menos en luchadores escolares cubanos, no provoca que al iniciarse la preparación después de un receso del entrenamiento organizado, las relaciones entre las capacidades se conviertan en casuales, sino que se mantienen los factores que caracterizan la especialidad que se entrena, sólo que a un nivel cuantitativamente inferior.
La zona de mayor incremento para las capacidades motoras condicionales (Fuerza, Velocidad y Resistencia) en luchadores escolares de 12 a 15 años, se ubicó entre 13-14 años; mientras que en la propiedad anatómica flexibilidad y concretamente en la flexibilidad de la columna vertebral esto ocurre entre 12-13 años de edad.
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