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Mujer y deporte en Medellín y su área metropolitana
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002 |
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El cambio del estado civil en la edad adulta de las mujeres generalmente trae consigo una reorganización del tiempo para desempeñar las actividades de la vida diaria. En las mujeres del estudio, el tiempo que invierten las mujeres casadas en la práctica deportiva es limitado, lo cual es demostrado al hallarse una diferencia significativa (P= 0.035) entre el estado civil y las horas de dedicación que invierten las mujeres a la práctica deportiva, ya que de 35 deportistas casadas el 89% dedican 6 horas semanales o menos, mientras que de 111 deportistas solteras el 51% dedican más de 6 horas al deporte. Este dato ratifica el supuesto de que los roles o responsabilidades de índole familiar que asumen las mujeres casadas limitan el tiempo de dedicación al deporte.
Al indagar en las mujeres no deportistas bajo que condiciones practicarían deporte, las razones están asociadas fundamentalmente con la disponibilidad de tiempo, es decir, el ser deportista depende del tiempo libre que se tenga en la vida cotidiana (Tabla 6).
Tabla 6. Condiciones que tienen las mujeres no deportistas para practicar deporte
Además, cuando se les pregunta a ambos grupos, cuales son las razones por las que no practican su deporte preferido, el problema de la falta de tiempo vuelve a ser predominante (Tabla 7).
Tabla 7. Condiciones para practicar el deporte preferido en las deportistas y no deportistas
De otro lado, el nivel educativo parece incidir positivamente, ya que al relacionar el tiempo de dedicación para la práctica deportiva y el nivel educativo en el grupo de las deportistas, se halla una asociación (P = 0.032) al encontrarse que el 49% de 75 mujeres con una formación académica superior dedican más de 6 horas semanales a la práctica, mientras que solo el 31% de 61 mujeres con una formación académica básica dedican el mismo tiempo (Tabla 8). Es posible que quienes tienen una formación académica superior tienen un conocimiento mas amplio sobre las ventajas de la practica deportiva, de tal forma que cuando deciden hacerlo invierten un tiempo adecuado para ello, contrariamente a las mujeres que tienen una formación académica básica quienes quizás poseen una actitud diferente hacia el deporte.
Tabla 8. Relación entre el tiempo de dedicación semanal y el nivel educativo de las mujeres deportistas
3. Conflictos de roles: ¿Hay deportes que no se corresponden con la idea de lo femenino?Afirman Davisse & Luoveau (1998) que a partir del momento en que las mujeres se alejan de los espacios y roles que se les habían asignado, pierden ciertos atributos otorgados a lo femenino e incluso algunas son catalogadas de masculinas. Esto debido a la apropiación por parte de las mujeres de algunas prácticas sociales, especialmente de algunos deportes que tradicionalmente eran patrimonio exclusivos de los hombres. También es cierto que aquellas que practican deportes "no tradicionales para mujeres" encuentran en ello “ parte de su personalidad" (Davisse & Louveau, 1998). Se convierte en una necesidad de expresión y afirmación del yo; además, representa la capacidad de emprender nuevos retos y de construirse como un ser humano autónomo, capaz de autorrealizarse.
Por ser este asunto un aspecto revelador de los imaginarios sobre los masculino y lo femenino en relación con el deporte, se consultó a las mujeres del estudio, encontrándose que de 150 mujeres deportistas, el 62% opinan que todos los deportes son apropiados para mujeres, no sucede de la misma manera con las 150 mujeres no deportistas, ya que la opinión se encuentra distribuida entre un 51% que los consideran apropiados y un 49% que no comparten esta opinión. Este resultado puede explicarse, asumiendo que el hecho de participar en actividades deportivas genera cambios en las formas de concebir el deporte, la cultura, las relaciones de lo masculino y lo femenino, la asignación de roles y funciones según el sexo, lo que no se refleja en las mujeres no deportistas quienes quizás por el desconocimiento acerca de la lógica del deporte, las relaciones y las motivaciones que allí se movilizan, hace que en ellas se reproduzcan mitos acerca de que algunos deportes no deban ser practicados por mujeres.
Es importante destacar en el total de las 300 mujeres encuestadas, la opinión de 169 mujeres quienes declaran que todos los deportes son apropiados para mujeres, porque al parecer, se empiezan a "resignificar" aspectos que la cultura ha impuesto acerca de lo femenino/masculino. “El deporte como parte integral de la sociedad y de la cultura, afecta de formas muy variadas la vida de las personas y de los grupos sociales" (MCPeherson y otros 1989. Citados por García. 1998), aunque sea un proceso lento que implica además la irrupción en muchos otros aspectos para que se logren transformaciones sociales.
Las diferencias entre las mujeres deportistas y no deportistas se observa en las opiniones respecto a la creencia de que hay deportes no apropiados para mujeres, en las primeras, predomina el boxeo, por considerarlo agresivo; mientras en las segundas, es el fútbol, por percibirlo como un deporte poco femenino. Estas diferencias de opinión se hacen significativas porque develan igualmente que las mujeres deportistas tienen menos prejuicios acerca de la asignación de sexo a los deportes, aunque el aspecto de la agresividad, cualidad "denominada masculina” es algo que predomina en este grupo, mientras que las no deportistas consideran que el fútbol es un deporte que no se corresponde con el mundo femenino, "lo cual señala la reproducción de estereotipos que aún prevalecen en Medellín acerca de este deporte, porque se dice que quienes lo practican pierden la feminidad y son catalogadas, en su mayoría, como marimachos" (Gallo & Pareja, 2001).
Además, tradicionalmente, el desarrollo de la motricidad gruesa y de las capacidades condicionales que se expresan en deportes como el fútbol, el boxeo y la lucha han sido privilegiadas para los hombres y el desarrollo de la motricidad fina y de las capacidades coordinativas que se manifiestan en el patinaje, la danza y la gimnasia han sido dirigidas hacia las mujeres, lo que hace que existan en los imaginarios unas prácticas deportivas "más adecuadas" para los hombres y otras “más adecuadas” para las mujeres.
En este sentido, la opinión de las mujeres sobre los deportes que prefieren practicar son los que se corresponden con la idea tradicional y con las capacidades motrices más desarrolladas en ellas (Tabla 9), aspecto que además se corrobora al encontrarse un interés hacia deportes individuales en ambos grupos, correspondiente al 82% de 131 mujeres deportistas y al 77% de 149 mujeres no deportistas.
Tabla 9. Deportes que las mujeres prefieren practicar
Respecto a los deportes que más antipatía les representa aparecen nuevamente el fútbol y el boxeo, agregándose a ellos la lucha grecorromana (Tabla 10). De esto se deduce que en nuestra sociedad aún se reproducen en el imaginario los estereotipos sexistas mencionados anteriormente, apareciendo un rechazo hacia aquellas prácticas que exigen vigor, fuerza y contacto, pues su elección implica enfrentarse al mismo tiempo con los comentarios de que estas actividades no concuerdan con las definiciones tradicionales de feminidad y éste puede ser uno de los motivos por los cuales las mujeres decidan no practicarlos, y sigan predominando los estereotipos tradicionales de feminidad expresados en las preferencias deportivas de las mujeres.
Tabla 10. Deportes de mayor antipatía
Al relacionar el nivel de formación académica y la mayor antipatía que manifiestan las mujeres no deportistas se encuentra una asociación (P= 0.04). Esta relación se da porque en las mujeres no deportistas que tienen educación superior se encuentra que el 79% tienen mas antipatía hacia el boxeo y la lucha grecorromana, mientras que el 21% la antipatía es hacia el fútbol. Llama la atención que a pesar del alto nivel educativo de las mujeres del estudio predominen aún antipatías sobre algunos deportes y, más aún, por la razón de considerarlos agresivos y poco femeninos, lo que confirma la existencia de estereotipos tradicionales acerca de lo masculino y de lo femenino.
Al relacionar la edad y el tipo de deporte que les causa antipatía hay diferencias significativas en las mujeres deportistas (P= 0.00) y en las mujeres no deportistas (P= 0.05) encontrándose que la media de quienes respondieron la antipatía hacia el boxeo y la lucha grecorromana es 26 años + 7 y de quienes respondieron que el fútbol es de 20 años + 3. En el grupo de las mujeres no deportistas la media de quienes respondieron la antipatía hacia el boxeo y la lucha grecorromana es 23 años + 7 y de quienes respondieron el fútbol es de 18 años + 3.
En conclusión, los dispositivos culturales parecen ser aún eficientes para mantener los imaginarios enajenadores sobre el deporte, sin embargo, se encuentran menos prejuicios en las mujeres deportistas acerca de la concepción de deportes con asignación de sexos, lo que marca una diferencia importante con las mujeres no deportistas, mostrando que el deporte contribuye a generar en las mujeres una emancipación de los imaginarios que la sociedad ha tradicionalmente perpetuado.
Conclusiones
La actitud de las mujeres hacia la práctica deportiva es influida por las percepciones que tiene la familia, en especial el padre y la madre frente a la participación de sus hijas en el deporte. Esta percepción esta determinada por el nivel educativo, encontrándose que a mayor nivel de formación mayor aceptación y motivación hacia la practica deportiva.
La escuela y la clase de educación física ejercen poca influencia en la motivación de las mujeres hacia las prácticas deportivas, sin embargo, quines encontraron gusto por la clase de educación física se sintieron inclinadas a seguir practicando deporte.
El nivel de éxito alcanzado en competencias deportivas durante la niñez y la adolescencia influye para continuar con las practicas deportivas en la edad adulta, sin embargo, no continúan practicando con fines competitivos en la edad adulta por asumir otros roles sociales.
Los roles sociales asumidos por las mujeres en la edad adulta como el estudio universitario y el cambio de estado civil, disminuyen las posibilidades de su participación en actividades deportivas. Las mujeres con una formación académica superior tienen poco tiempo a la práctica, al igual que las mujeres adultas y casadas, en comparación con las mujeres jóvenes y solteras que invierten más de 6 horas semanales el deporte.
En la mayoría de las mujeres persiste la idea de que hay deportes que no concuerdan con lo femenino como el fútbol, el boxeo y la lucha grecorromana, los cuales son considerados muy agresivos y poco femeninos. Por lo tanto, las mujeres prefieren practicar deportes individuales como la gimnasia, la natación y el patinaje.
RecomendacionesA partir de los resultados de este trabajo se vislumbran la necesidad de generar nuevas rutas investigativas desde una perspectiva cualitativa que permita comprender los sentidos construidos socialmente relacionados con el deporte en un contexto histórico determinado. Esto permitiría ubicar en Colombia las condiciones y posibilidades del deporte femenino y continuar construyendo la categoría social género - deporte como indicador de desarrollo social.
Algunos interrogantes que quedan postulados son los siguientes:
¿Qué papel cumple la clase de Educación Física a nivel educativo para iniciar a las mujeres hacia el deporte?
¿Por qué las mujeres abandonan el deporte competitivo a partir de los 18 años, teniendo en cuenta que durante la infancia y la adolescencia obtuvieron éxitos deportivos?
¿Cómo las mujeres organizan su rutina diaria para cumplir los diferentes roles sociales y que significa en el contexto colombiano que el tiempo libre sea una razón fundamental para las mujeres practicar deporte?
¿La práctica deportiva de las mujeres potencia la autonomía permitiendo su empoderamiento social?
¿La participación de las mujeres en el deporte genera resignificaciones acerca de los contenidos de lo femenino y de lo masculino?
¿Cuáles son los mecanismos de control social en el ámbito deportivo que mantienen los estereotipos tradicionales asignados a las mujeres?
Finalmente, consideramos que las entidades encargadas del deporte competitivo en Medellín y su Área Metropolitana deben ofrecer mayor apoyo y oportunidades de participación a las mujeres, si efectivamente desean contar con un número significativo que los represente a nivel nacional e internacional.
De igual forma, las instituciones encargadas de la formación de profesionales en Educación Física deben incluir en el proceso de formación la temática deporte y género, ya que esto permitirá orientar las prácticas sociales en torno a la equidad de género y de esta manera, generar procesos de transformación en el deporte y en la estructura sociocultural colombiana.
Nota
Macroproyecto liderado por el profesor Ph.D. Herbert Hopf. Universidad de Göttingen, Alemania.
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