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Bases generales para el entrenamiento
en Carreras de Aventura

   
Estudiante de Educación Física
(Argentina)
 
 
Ricardo Vaiani
rdvaiani@hotmail.com
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002

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    En los últimos tiempos el deporte aventura ganó en notoriedad y en adeptos, y fue generando un circuito que cada vez reclamó más en cuanto a que los competidores comenzaran a pensar en sus formas de entrenamiento.

    En el momento de establecer el mecanismo para diseñar un plan de entrenamiento surgen algunos datos importantes que se deben tener presentes tales como las distintas actividades que se conjugan dentro de este tipo de competencia; en estas carreras suelen aparecer por ejemplo, el ciclismo ya sea de montaña o en ruta, el trekking, el canotaje, la escalada, el rappel, entre otros.

    Teniendo en cuenta todas estas actividades, la preparación debe apuntar a una formación integral, ya que depende tanto de parámetros físicos, biológicos y psíquicos, como de una preparación técnica como sucede, por ejemplo, en el momento de afrontar las distintas instancias de escalada.

    Cada una de estas acciones presenta características particulares. Por lo general en los diversos equipos que compiten, alguno de sus participantes tiene un punto fuerte dentro de las actividades, con lo cual a la hora de planificar se puede tomar como referencia y adecuar los planes para generar dentro del grupo una homogeneidad que sea capaz de consolidar al equipo, además de dotarlos de recursos para enfrentar la competencia de la mejor manera posible.

    A este tipo de competencias se las considera muchas veces como de resistencia, pero en muchos casos las características físicas se ven empañadas cuando se debe afrontar alturas en las cuales el clima les juega una mala pasada y se pierde la noción de sentido sin saber para dónde ir. Por esta causa cuando se trata de un deportista atleta - corredor, considera que no tendrá problemas a la hora de enfrentar la carrera de la Aventuras.

    Todas estas consideraciones podrán parecer algo simplistas y hasta banales, pero a la hora de comenzar la carrera todas las previsiones que se tomen durante la preparación general, se valorarán y hasta se considerarán en el momento de finalizar la competencia.

    En suma, todas las consideraciones previas que se puedan tomar antes de comenzar la preparación proporcionarán una cantidad de informaciones que el entrenador evaluará y seleccionará para volcarlas dentro de la planificación de las sesiones del entrenamiento; entre ellas se pueden tener en cuenta las características de cada participante, las experiencias previas, la edad, el estado o condición física actual, ya que muchos empiezan la actividad por necesidad de realizar algo que los mantenga en estado y a la vez los recree dentro de una marco natural.

    Ya se ha dicho en párrafos anteriores que esta actividad se debe encarar de manera integral, lo cual significa que no sólo se debe preparar al deportista en sus capacidades físicas sino también considerando la capacidad psicológica y el aspecto nutricional. Si esto no se cumpliera y la carrera se preparara de forma aislada, podría generar que en algún punto el deportista empiece a presentar cansancio por mala nutrición o desee abandonar por creer que no puede más.

    Así, se puede afirmar que esta actividad es multidisciplinaria, no sólo en la consideración de la carrera en sí sino también en su preparación física, y esta es la razón principal por la cual merece un enfoque de tal magnitud.

    A la hora de presentar todas las bases para comenzar en la planificación de este tipo de deporte es necesario saber y entender la importancia de cada información y aporte que las diferentes materias puedan suministrar, con lo cual se enriquecerá la labor y la calidad del entrenamiento.


Preparación para la Carrera de Aventuras

    Ahora bien, resta develar cómo saber cuáles son las bases y desde dónde posicionarse para comenzar con el diseño del entrenamiento. Para ello, en principio, se debe tener en cuenta la preparación física.

    Dentro de la preparación se debe considerar qué capacidad es la que tiene un mayor predominio dentro de la carrera, obviamente sin desmerecer las otras capacidades. En general la resistencia surge como la predominante, pero se debe considerar en términos más específicos qué tipo de resistencia, es decir si se trata de una clase aeróbica o anaeróbica, y esto estará determinado por el grado de participación de cada tipo de sistema; de todas formas este punto merece un desarrollo y análisis más complejo, pero no es este tema el que hoy nos ocupa.

    Por otro lado, junto con la preparación física, el estado mental del deportista influye de manera muy importante en el desarrollo de un plan de entrenamiento para afrontar este tipo de carreras; por ello un apoyo psicológico durante el entrenamiento favorecerá la labor no sólo del entrenador sino también de la buena predisposición de los deportistas para encarar las distintas sesiones de trabajo.

    A todo esto se le suma el aspecto nutricional, ya que la base de todo buen rendimiento es tener una dieta balanceada de comidas (correcto balanceo entre carbo hidratos, grasas y proteínas) que permita a los deportistas conseguir el máximo de rendimiento energético ya sea durante las sesiones de entrenamiento como así también durante la carrera.

    Este tema es de central importancia ya que en el momento de la carrera se deben ingerir grandes cantidades de líquido que no se logran incorporar durante una sesión, por lo cual, hay que ir adecuando al cuerpo para que pueda asimilar eficazmente los nutrientes que en definitiva determinarán el éxito o el fracaso.

    Además, es importante tener en cuenta el conocimiento de las distintas técnicas de escalada, rappel, tirolesa, etcétera, ya que aunque el nivel de exigencia de este tipo de actividades no sea alto, el conocimiento de los aspectos básicos de estas técnicas, lograrán que en el momento de afrontarlos no sea un elemento que influya negativamente en el tiempo de la carrera; cabe resaltar que entre cada punto de control hay un tiempo mínimo en el cada equipo debe arribar.

    Hasta aquí, a grandes rasgos, se ha tratado de expresar lo que debe ser el centro de atención por parte del preparador físico o entrenador a la hora de planificar el entrenamiento deportivo para este tipo de actividades; todo esto sólo es una pequeña parte de lo que debe ser una planificación integral, aún faltan los rasgos específicos del entrenamiento que determinarán las posibilidades en términos de rendimiento deportivo de lograr buenas actuaciones o llegar a ser un deportista especializado en este tipo de carreras.


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revista digital · Año 8 · N° 52 | Buenos Aires, Septiembre 2002  
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