1 / 1

    En la primera parte de este artículo hemos realizado una revisión al proceso de evaluación del jugador en los partidos de baloncesto, centrada en las fórmulas MVP (jugador más valioso).

    Grosso modo, se ha procurado (i) despertar la atención para la importancia de este proceso en las tomadas de decisiones de los entrenadores relativamente a la gestión del entrenamiento y de la competición, así como para la motivación para atingir prestaciones de elevado nivel.

    Seguidamente se han presentado algunas de las fórmulas MVP más utilizadas y finalmente se ha realizado un análisis a los problemas que esta evaluación plantea a la hora de tomar decisiones. Se ha concluido que en lo que concierne a la definición de estos coeficientes de eficacia, las cuestiones más debatidas se prenden con (i) la selección de las estadísticas, ¿Cuáles son las estadísticas a incluir en las formulas?; (ii) la definición del peso relativo de cada estadística, ¿Será adecuado asignar pesos lineares a las estadísticas seleccionadas?; (ii) la normalización del resultado obtenido, ¿Se realizará al tiempo de juego y/o al número de juegos realizados?; (iii) la necesidad de una evaluación diferenciada para la eficacia global, ofensiva e defensiva y (iv) a su ajustamiento a las posiciones específicas de los jugadores en el juego.

    En esta segunda parte nos proponemos a debatir algunos de estos problemas y a presentar las alternativas que nos parecen más proficuas.

    La primera cuestión que se nos ofrece discutir es la definición del MVP. Tenemos claro que es el jugador que más contribuye para la prestación del equipo y en este sentido la evaluación de los jugadores deberá incluir datos relativos a está misma prestación colectiva.

    Los resultados de los estudios disponibles sobre la evaluación de la prestación de los equipos en situación de juego son relativamente consensuales. Básicamente nos dicen que el resultado final (victoria o derrota) depende en primera instancia de la prestación consistente en las estadísticas de los tiros, rebotes y faltas (Akers et al., 1991; Trninic et al., 1997; Sampaio, 1998, 2001). No obstante, si en el desarrollo del partido los equipos quedan igualados en estas estadísticas, lógicamente que la decisión se transportará para los momentos finales y en esta segunda instancia cualquier estadística puede decidir el partido.

    Por otro lado, las metodologías de análisis empleadas en los estudios más actuales tornan clara la necesidad de reformular el concepto de posesión de balón y de normalizar todas las estadísticas a 100 posesiones, como medio de neutralizar la contaminación impuesta a las estadísticas por el ritmo del partido (para más detalles ver Sampaio y Janeira, 2001).

    En suma, parece claro que la evaluación del jugador en los partidos deberá ser centralizada mayoritariamente en los tiros, rebotes y faltas, normalizados a 100 posesiones de balón. Seguidamente presentamos las estadísticas individuales que nos tienen producido mejor resultado.

1. Tiros de campo

    La prestación en este apartado deberá expresar la eficacia de un jugador en los tiros de campo y también tener en cuenta el número de veces que la consigue. En una primera fase se calculan los puntos por tiro (ver Ecuación 1).

Ecuación 1. Cálculo de los puntos por tiro (PT).
Leyenda: PA à puntos anotados;
TLA à tiros libres anotados;
TCI à tiros de campo intentados.

    Finalmente, se dividen los tiros de campo convertidos por los puntos por tiro.

2. Rebotes

    La evaluación de los rebotes defensivos y ofensivos se hace igualmente a partir de una idea de eficacia. En este sentido, se calcula el porcentaje de rebotes defensivos (o ofensivos) de un equipo en función del número total de rebotes que se han producido en una canasta (ver Ecuación 2).

Ecuación 2. Cálculo de la eficacia en el rebote defensivo de un equipo (%RD_E).
Leyenda: RDE à rebotes defensivos del equipo; RO_A à rebotes ofensivos del equipo adversario.

    Posteriormente, de esta estadística se extrae el porcentaje que se atribuye al jugador (ver Ecuación 3).

Ecuación 3. Cálculo de la eficacia en el rebote defensivo de un jugador (%RD_J).
Leyenda: %RD_E à porcentaje de rebotes defensivos del equipo;
RD_E à rebotes defensivos del equipo;
RD_J à rebotes ofensivos del equipo adversario.

3. Tiros libres

    La evaluación de los tiros libres consiste en una estadística de eficacia, que se basa en el porcentaje de tiros libres y el número de tiros libres convertidos.

Ecuación 4. Cálculo de la eficacia en el tiro libre (ETL).
Leyenda: %TL à porcentaje de tiros libres; TLC à tiros libres convertidos.

4. Faltas

    En el apartado de las faltas simplemente se calcula la relación entre las faltas recibidas y las cometidas.

Ecuación 5. Cálculo del las faltas (F).
Leyenda: FR à faltas recibidas; FC à faltas cometidas.

5. Control del balón

    La relación entre las asistencias y las pérdidas de balón expresa el control del balón.

Ecuación 6. Cálculo del control del balón (CB).
Leyenda: A à asistencias; PB à perdidas de balón.

    Tomemos como ejemplo el segundo partido de la serie final del playoff de la liga ACB, disputado entre los equipos del F. C. Barcelona e Real Madrid F. C. (ver Tabla 1.).

Tabla 1. Datos estadísticos del segundo partido de la serie final del playoff de la liga ACB,
disputado entre los equipos del F. C. Barcelona e Real Madrid F. C.

    La evaluación del jugador Jasikevicius se realizaría de la siguiente manera:

1. Tiros de campo

PT = (13-2) / (9+4)
PT = 0,85

Tiros= (4+1) / 0,85
Tiros= 5,91

2. Rebotes defensivos

%RD_E = 23 / (12+23)
%RD_E = 0,66

%RD_J = (0,66 x 2) / 23
%RD_J = 0,057 = 5,7%

3. Rebotes ofensivos

%RO_E = 16 / (24+16)
%RO_E = 0,4

%RO_J = (0,4 x 1) / 16
%RO_J = 0,025 = 2,5%

4. Tiros libres

ETL = (1 x 2)
ETL = 2

5. Faltas

F = 1 / 4
F = 0,25

6. Control del balón

CB = 5 / 3
CB = 1,67

    Con el cálculo de estos datos se concluye la primera parte del tratamiento. Seguidamente, necesitamos de medir el ritmo del partido. O sea, la interpretación de los datos obtenidos deberá se normalizada en función del ritmo del partido, porque existen diferencias entre los datos estadísticos de un jugador cuando el partido es más rápido (e.g., 80 posesiones de balón) ó más lento (e.g., 60 posesiones de balón). Por otro lado, este es un procedimiento fundamental para que se pueda comparar la prestación de los jugadores en partidos distintos.

    Como metodología para el cálculo de las posesiones de balón utilizamos la ecuación 7. (Adaptada de Turcoliver, 1990):

Ecuación 7. Cálculo de las posesiones de balón del equipo (P).
Leyenda: TCI à tiros de campo intentados;
RO à rebotes ofensivos;
PB à perdidas de balón;
TLI à tiros libres intentados
(Adaptado de Turcoliver, 1990).

    Tal como sugiere el autor después de calcular las posesiones de los dos equipos a través de la ecuación se utiliza el valor medio como medida de las posesiones del partido. Estés son los resultados para el ejemplo previamente utilizado (ver Tabla 2.):

Tabla 2. Calculo de las posesiones de balón en uno

    Ahora ya estamos en condiciones de finalizar la evaluación, realizando la normalización de las estadísticas à 100 posesiones de balón. Retomando el ejemplo anterior, la evaluación de los tiros de campo del jugador se multiplica por 100 y se divide por las posesiones del partido.

1. Tiros de campo

PT = (13-2) / (9+4)
PT = 0,85

Tiros= (4+1) / 0,85
Tiros= 5,91
Tiros= (5,91x100)/75,6
Tiros= 7,82

    De esta forma, eliminamos la contaminación que el ritmo del partido impone a las estadísticas y se torna posible comparar las prestaciones de los jugadores a lo largo de la temporada con mayor validez.

    Estos procedimientos se repiten para todas las estadísticas, con excepción de los rebotes defensivos y ofensivos.

    En la Tabla 3. encontramos los resultados finales de la evaluación individual del partido anteriormente presentado.

Tabla 3. Datos estadísticos transformados del segundo partido de la serie final
del playoff de la liga ACB, disputado entre los equipos del F. C. Barcelona e Real Madrid F. C.

    Adicionalmente a estos resultados también se puede calcular la prestación de los jugadores por minuto. Esto se hace, transformando el tiempo de juego (minutos:segundos) en minutos de juego. (e.g., 27:40 equivalen a 27+(40/60)=27,67 minutos).

    El Baloncesto es un juego de 5x5, no son 5 juegos de 1x1. Los equipos son constituidos por jugadores con papeles diferenciados y, al mismo tiempo, difíciles de disociar. O sea, se debe entender la prestación de un jugador como una contribución interactiva para un colectivo y, como tal, esta prestación tiene que ser debidamente asociada a ese colectivo.

    Desde el punto de vista del análisis de las estadísticas de los partidos, las diferencias entre bases, aleros y pivots refutan la posibilidad de identificar un MVP (jugador más valioso) con alguna validez científica. En el Fútbol, esto es aun más evidente: ¿Cuál es el mejor jugador Luís Figo ó Iker Casillas? Naturalmente que no se pueden comparar.

    Por otro lado, la cuestión de la evaluación defensiva de los jugadores aún queda por resolver. En el momento, lo que nos parece más interesante es realizar esta evaluación a través de la evaluación ofensiva de su adversario más directo. O sea, evaluamos la prestación defensiva de Jasikevicius a través de la comparación entre los datos medios de la prestación ofensiva de la temporada y los datos de la prestación ofensiva del partido de Djordjevic (su adversario más directo).

    En los tiempos actuales las tomadas de decisión de los entrenadores son cada vez más difíciles de realizar. Al más alto nivel, la presión de los media, del público, ... es enorme y pueden afectar el juzgamiento de los entrenadores al instante de tomar decisiones que, por su inmediatez, tienen que ser casi siempre subjetivas.

    La utilización consistente de un sistema de evaluación de los jugadores (y de los equipos) con más validez no va a ser ninguna fórmula mágica para resolver los problemas de los equipos, pero creemos que es un paso decisivo para aportar algo más de objetividad a todas las decisiones.

Referencias

• Akers, M., Wolff, S. & Buttross, T. (1991). An empirical examination of the factors affecting the success of NCAA division I college basketball teams. The Journal of Business and Economic Studies, 1 (2), 57-71.

• Sampaio, A. (1998). Los indicadores estadisticos más determinantes en el resultado final en los partidos de basquetbol. Lecturas: Revista Digital de Educáción Física y Deporte, 11.

• Sampaio, A. (2001). Análise do jogo em Basquetebol: Estudos e perspectivas. In Tendências actuais da investigação em Basquetebol (editado por F. Tavares, M. Janeira, A. Graça, D. Pinto, E. Brandão), pp. 16-30. Porto: FCDEF.

• Sampaio, A. & Janeira, M. (2001) Uma caminhada metodológica na rota das estatísticas e da análise do jogo de Basquetebol. Lecturas: Revista Digital De Educácion Física Y Deporte, 39.

• Trninic, S. Milanovic, D. & Dizdar, D. (1997). Dove è la differenza tra le squadre vincenti e quelle perdenti nella pallacanestro? Scuolla dello Sport, 38 (15), 25-35.

• Turcoliver, D. (1990) Established Methods. Journal Of Basketball Studies (http://www.tsoft.com/~deano/)

	http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
revista digital · Año 8 · N° 50 | Buenos Aires, Julio 2002   © 1997-2002 Derechos reservados