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Psicomotricidad vivenciada. Propuesta educativa para el trabajo en el aula rural |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 49 - Junio de 2002 |
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Según Aucouturier, cualquier tipo de conocimiento construido, tiene una estrecha relación con la inteligencia y la afectividad, estas últimas dependen íntimamente de la vivencia corporal y motriz. La disciplina psicomotriz encuentra bases en los siguientes puntos:
Punto de vista neurofisiológico19:
El ser humano está animado por las interconexiones de tres sisteemas de regulación tales como:
El Sistema Cerebro-Espinal: Compuesto por la corteza cerebral, centros subcorticales, médula espinal y ramificaciones de los centros raquídeos y craneales. Controlan y regulan la actividad y características del sistema muscular estriado, encargados de la función locomotora de las distintas partes de cuerpo, al mismo tiempo a nivel cortical se establecen los fenómenos de conciencia, percepción y memorización.
El sistema simpático y parasimpático: Los cuales tienen como efectores a la musculatura lisa, encargados de importantes funciones tales como la nutrición, circulación y respiración.
El sistema hormonal: El cual modifica y regula la composición del medio interno y están conectados a nivel central (mesencéfalo), donde llegan las distintas aferencias sensoriales de los sentidos (vista, tacto, olfato, oído, gusto y kinestesia). Existen una serie de sensaciones que son capaces de provocar respuestas motrices y funcionales adaptadas sin haber sido percibidas y analizadas de manera consciente.
El desarrollo del neoencéfalo, permite al córtex controlar e inhibir en parte las reacciones del paleoencéfalo o corteza primitiva, aunque no las suprima. Estas conexiones corticomesoencefálicas permiten situar esta estrategia, ya que en una primera etapa es necesario que el niño viva su cuerpo de manera espontánea y primitiva por una supresión - inhibición cortical, pero luego en una segunda fase debe ser capaz de transformar esas vagas sensaciones en percepciones corticales precisas, analizarlas y luego conceptualizarlas. Esto parece ser proceso esencial del desarrollo de la inteligencia. Lo mismo ocurre en el plano afectivo cuando un estímulo llega a nivel central, provoca reacciones motrices y orgánicas. El tomar consciencia de las reacciones subcorticales le permiten llegar al niño al dominio corporal.
Punto de vista psicogenético
Aquí la psicocogenética nos enseña a comprender que el niño organiza poco a poco el mundo a partir de su propio cuerpo. El niño desde que nace integra el mundo que lo rodea, comienza a tomar consciencia de los límites del yo corporal y del "no yo", luego a medida que comienza a crecer, interacciona con las diversas estructuras de su cuerpo a través de datos visuales y propioceptivos, distinguirá y situará las diversas estructuras de su cuerpo, estableciendo en su mente el concepto de unidad, imagen corporal y conciencia corporal, una vez que ha organizado el mundo a partir de su cuerpo entra al mundo de los objetos y de los demás.
La Espaciedad: Partiendo de la organización de su propio cuerpo, del "yo" el niño irá ampliando poco a poco su espacio en su alrededor, y lo hace a través de dos actividades motrices esenciales como los son la locomoción y la prensión.
La temporalidad: La actividad motriz del niño, se expresa en una combinación espacio-tiempo, indiscutiblemente.
La percepción del niño: El se sitúa entre dos umbrales que constituyen los límites sensoriales de lo perceptible, aprendiendo a distinguir y producir estímulos de intensidad, ligados a la reactividad corporal motriz espontánea.
Punto de vista semántico
El niño a través del gesto, responde de forma primera y espontánea frente a un estímulo o situación, de una manera consciente o inconscientemente comunicando sentimientos, conceptos abstractos, nociones perceptuales, etc.
Durante esta evolución poco a poco irá desarrollando el lenguaje, elemento importantísimo en la comunicación, estableciendo directamente relaciones con sus iguales y abriendo puertas al entendimiento.
Punto de vista epistemológico
La epistemología genética estudia la adquisición de conocimientos y procesos intelectuales que permitirán organizar un pensamiento lógico, y esta experimentación de la adquisición nace de la actividad perceptivo-motriz. Permitiendo un análisis perceptivo y su posterior paso a lo abstracto donde el niño relaciona lo vivido.
La práctica psicomotriz permitirá al niño estar en una situación de creatividad y expresión a través del movimiento, liberando impulsos y motivaciones, descubriendo y relacionando frente a una situación que se le presente. 20
Cuadro comparativo entre psicomotricidad clásica y Psicomotricidad Vivenciada21
Psicomotricidad Vivenciada, bases y objetivosSe busca una educación que comience de la vivencia, que use el descubrimiento progresivo de las nociones fundamentales y de sus múltiples combinaciones, que explote todas las posibilidades de expresión para desarrollar todas las estructuras que conforman al niño, planteándose como objetivos: el desarrollo de la creatividad, la comunicación y el pensamiento operatorio.
Permite al niño desde edad temprana, tomar conciencia de su cuerpo, y mediante el juego libre y espontáneo, desarrollar sus cualidades perceptivo motrices, manifestar su sentir variado, a través de su expresión motriz, y el lenguaje.
Todo esto irá conformando, desarrollando y apoyando el desarrollo de sus potencialidades, obteniendo así un individuo capaz de hacer frente a cualquier situación o estímulo, y lo prepara para insertarse sin problemas en la sociedad. A continuación damos una definición que permiten aclarar el concepto y sus características:
Aucouturier, B: “Movimiento al servicio de hacerse hombre entre hombres, movimiento para sentir el amor y el rechazo, para entender el yo y el otro, para situarse como vivo y cambiante en el tiempo, para desplazarse en un espacio y para manipular objetos donde se discriminaran primero relaciones concretas y luego abstractas”. 22
Fundamentos teóricos y prácticos de la Psicomotricidad VivenciadaFundamentos teóricos
Nuestra práctica psicomotriz se basa en dos principios importantes como lo son:
La globalidad y la expresividad psicomotriz: La globalidad se puede entender como el estrecho vínculo existente entre las diversas estructuras que conforman al hombre como lo son su estructura somática, afectiva y cognitiva. Debemos entonces considerar al niño como un ser global que debe expresarse sin mutilación, dando significado a todos los parámetros de su entorno.
Del mismo modo, el niño al establecer una relación con el mismo y con sus iguales mediante acciones corporales, esta poniendo de manifiesto su expresividad psicomotriz. El niño aprende del mundo, recoge un sinnúmero de elementos que posteriormente irán conformando sus diversas estructuras motrices y cognitivas. Dentro de las tareas metodológicas de la Psicomotricidad vivenciada se deben distinguir tres condiciones:
Un ajuste a la expresividad del niño, condición que habla de los procesos formativos globales del ser humano y el respeto a la manera de ser de cada uno.
Un sistema de actitudes y de acción por parte del especialista (profesor). éstas se refieren a la persona, que es facilitadora y agente segurizante, que permite que la personalidad del niño se exprese de manera espontánea.
La tecnicidad o competencias técnicas que debe lograr el profesor, y que constituye, parte de la preparación del especialista y que junto con una formación personal y práctica forman una trilogía en donde todos sus componentes se han de desarrollar simultáneamente23.
Fundamentos prácticos
El fundamento práctico de la Psicomotricidad propuesta es el juego, el cual es más que una simple diversión, es la manera propia del niño para expresar sus sentimientos, de descubrir el mundo, de interactuar con su cuerpo, sus iguales y con los objetos. A través de él, podrá interpretar el mundo y consolidar sus aprendizajes. Piaget24, considera al juego como una simple asimilación funcional, en la cual todos los comportamientos que pueda tener el niño son susceptibles de convertirse en juego cuando se repiten por asimilación pura, es decir, por simple placer funcional. El juego es el complemento de la imitación al principio y luego aparece por medio del ejercicio de las actividades por el solo placer de dominarlas y extraer de allí un sentimiento de virtuosidad o potencia.
Podemos distinguir tres grandes estructuras que caracterizan el juego infantil25:
El juego de ejercicio o juego sensoriomotriz (0 - 2 años), el cual es el primero en aparecer y es el que caracteriza el desarrollo preverbal, estos juegos provocan asimilación funcional, como una manera de obtener placer del movimiento.
El juego simbólico (2 - 7 años), el cual surge junto al lenguaje, el niño comienza a representar estructuras y formas ausentes, transforma la realidad y le da vida a los objetos.
El juego de reglas o juego cognitivo, aquí el niño comienza a establecer relaciones sociales e inter-individuales, se constituye principalmente durante los 7 a 12 años de edad.
El juego surge de una necesidad natural, que nos permite desarrollar nuestro ser físico, intelectual y espiritual, ya que nos provee de un sinnúmero de situaciones, que nos llevan a poner en práctica nuestras habilidades, permitiendo de esta manera provocar cambios, reafirmar, y complementar nuestras potencialidades en permanente desarrollo.
Esta cualidad no es propia de los seres humanos y se encuentra presente en la mayoría de integrantes del reino animal. Podemos deducir que el juego se presenta como una estructura básicamente educativa, que es la base de nuestro estudio. Podemos rescatar de diversas caracterizaciones:
El juego es placer, es conducta, es aprendizaje, es libertad, es comunicación, permite pasar de lo sensoriomotriz a lo lógico concreto, permite la socialización y conformar la identidad social26, permite la construcción del esquema corporal, imagen corporal y concepto corporal (conciencia corporal). 27
Para propiciar una orientación significativa del juego se crean dentro de la práctica Psicomotriz Vivenciada estrategias destinadas a estimular cada uno de los aspectos del desarrollo del niño. Estas estrategias son:
Los espacios, que están fuertemente ligados al juego del niño.
El espacio del placer sensoriomotor.
Espacio del juego simbólico.
El espacio cognitivo o de construcción.
Los materiales, que están presentes en los diferentes espacios, ayudan al niño a descubrir su expresividad psicomotriz.
La sala, gimnasio o campo, es el lugar físico donde se viven los espacios, el juego es permitido, pero a través de un asegurador. 28
Psicomotricidad y placer sensoriomotrizEl placer es el elemento más significativo, es el mecanismo principal para lograr los objetivos propuestos, fundamental para lograr la internalización, y descubrimiento de los niños.
Según Valdés29, es común relacionar el placer sensoriomotor con actividades motrices tales como correr, andar, saltar, o trepar, es decir, actividades orientadas hacia el espacio y los objetos exteriores del niño. “Sin embargo estamos pocos acostumbrados a vincular el placer sensoriomotriz a actividades motrices centradas en las sensaciones corporales de origen propioceptivo30. El placer sensoriomotor es la expresión evidente de la “unidad”, de la personalidad del niño, puesto que crea la unión entre las sensaciones corporales y los estados tónicos-emocionales y permite el establecimiento de un proceso formativo global” 31. La Psicomotricidad en cuanto es la disciplina que estudia desde un enfoque global la particular manera de ser y estar en el mundo, el niño, va a propiciar vivencias sensoriomotrices necesarias para hacer de los aprendizajes, procesos más auténticos y significativos para él.
El placer sensoriomotriz: para comprender mejor aún, lo que es el movimiento, debemos hacer análisis desde la perspectiva de la filogenia32, a los orígenes de la vida. No hay vida sin movimiento y la suspensión de su movimiento, para cualquier materia viva es la muerte. En principio, el movimiento es interno, incesante, de la materia viva; en la evolución filogenética, se añade y asocia a ese movimiento biológico, el movimiento dirigido hacia el exterior, orientado por el deseo, la nutrición y el desplazamiento. Entonces, si aplicamos el principio de necesidad biológica de movimiento, podemos concluir que se puede crear a partir de ahí mismo toda organización física hecha de deseos, satisfacciones y placeres.
Como todos los organismos, el hombre se mueve a alguna parte porque necesita cosas; cosas que no tiene y que le hace falta para existir. Según se explica en manuales de psicología33, la carencia de estas provoca en los organismos alteraciones internas, desequilibrios y tensiones que se traducen en movimientos, en actos instrumentales encaminados a conseguir del ambiente exterior lo que falta en el interior. Una vez conseguido esto, la “inquietud descansa”. En rigor, esto es lo que ocurre: al conseguir lo que necesita el organismo recupera el equilibrio interior que eventualmente ha sido alterado por la falta de lo necesario34 y en consecuencia, cesa la búsqueda.
A ello hay que añadir que, cuando el molesto desequilibrio que provocan las necesidades se elimina o reduce, el sujeto experimenta un placer que sirve de gratificación, esto es, de recompensa a los esfuerzos del organismo35.
Para Piaget36 la actividad sensoriomotora tendría significaciones que se referirían a las actividades motrices y significantes (o contenidos) que se relacionan con el elemento sensorial. El conocimiento para Piaget es primeramente “una acción sobre el objeto“. Para él todos los mecanismos cognoscitivos reposan sobre la motricidad. Sin embargo, como se aclara, lo que Piaget entiende como motricidad no es el acto motor37, sino la acción en su conjunto, es decir la praxias motrices38. Así como el niño nace con una serie de mecanismos sensoriomotores “instalados“ y la inteligencia verbal o reflexiva se apoya sobre una inteligencia práctica o sensoriomotriz. Con ello reconoce la función significativa del período sensoriomotor en el desarrollo de las estructuras cognitivas39.
El profesor Bernard Aucouturier, según Valdés40, reconoce que el niño tiene necesidades fisiológicas para vivir, y que es necesario que estas necesidades sean satisfechas para sentir agrado; esta satisfacción es agradable en todos los aspectos, a nivel neuronal y mental; en todo el cuerpo se vive la satisfacción. Es así, como para Aucouturier el placer sensoriomotriz es una excitación somática que tiene representaciones psíquicas en el individuo. Sin embargo, el placer sensoriomotriz debe ser reconocido como la plataforma, como el camino real del cambio en el niño, ya que es la expresión más evidente de la “unidad” de la personalidad del niño, puesto que crea la unión entre las sensaciones corporales y los estados tónico-emocionales y permite el establecimiento de la globalidad, una globalidad total, en la cual el educador debe respetar del niño su sensomotricidad, su emocionalidad, su sexualidad, su tiempo, su manera absolutamente original de ser y estar en el mundo, de vivirlo, de descubrirlo, de conocerlo, todo esto a la vez41.
Debemos reconocer, además que el placer sensoriomotriz no evoluciona sino existe una intensa movilización sensorial y tónica-emocional; el niño debe vivenciar el placer de movimiento, aunque también puede existir un placer sensoriomotriz vivido casi en inmovilidad, como lo es por ejemplo la relajación tónica. El asumir y vivenciar una intensa movilización sensorial tónico-emocional aporta siempre un sosiego, mediante la reducción de tensiones, que abre cada vez más variadas y matizadas, es decir, que el placer sensoriomotriz después de su reconocimiento evoluciona hacia una dinámica de comunicación y de creación. Efectivamente el juego simbólico, el dibujo espontáneo, el canto, las construcciones, son sus consecuencias directas y favorecen la adquisición de la inteligencia verbal o reflexiva. Es así como el placer sensoriomotriz se despliega hacia aproximaciones culturales cada vez más amplias, indispensables para la afirmación de la persona42.
Otro aspecto significativo que debemos tener presente es que, dentro de la gestación del placer, el niño hace la unión entre el placer y el “otro”, debido a que el “otro” es capaz de reproducir un espejo de reconocimiento para él. A partir de este hecho, el placer hace al niño completamente dependiente del otro. Esto significa que la simbolización surgida es dependiente del otro. Este encuentro con el otro “somático” corporal tiene una representación del orden psíquico, y es así como el placer es la unión somatopsíquica, favorecida a partir del otro y que le ayuda a tener una imagen positiva de sí mismo. El displacer opera del mismo modo: el niño se pone en movimiento, que en este caso es desagradable; por tanto hay condiciones psíquicas de este displacer, que son las representaciones, los recursos agradables y desagradables.
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