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Evaluación del jugador en los partidos de baloncesto:
(i) revisando algunas formulas para identificar
al jugador más valioso (MVP)

   
* Gabinete de Basquetebol, Departamento de Desporto da
Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro
** Gabinete de Basquetebol, Faculdade de Ciências do Desporto e
Educação Física da Universidade do Porto
(Portugal)
 
 
Jaime Sampaio*
Manuel António Janeira**
Eurico Brandão**

ajaime@utad.pt | ebrandao@fcdef.up.pt
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 49 - Junio de 2002

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    La evaluación del jugador en los partidos de baloncesto es un proceso que despierta mucha atención de los entrenadores e investigadores (Price & Rao, 1977; Gomez & Moll, 1980; Smith, 1981; Bradshaw, 1984; Brown, 1991; Heeren, 1994; Swalgin, 1994; MacKinney; 1996; Rowe & Boutmans, 1997; Perkins, 1999). De un modo muy particular, Bradshaw (1984) e Swalgin (1994) consideran que este proceso es fundamental para auxiliar los entrenadores en las tomadas de decisiones relativamente a la gestión del entrenamiento y de la competición, así como para la motivación para atingir prestaciones de elevado nivel. A reforzar esta importancia, Perkins (1999) refiere la necesidad de los medios de comunicación presentaren estas informaciones a sus audiencias, como medio de motivación y esclarecimiento.

    Groso modo, la expresión final de este tipo de evaluación converge para el análisis de las estadísticas representativas de la prestación global, ofensiva o defensiva de los jugadores en los partidos.

    El enorme interese en estas estadísticas, en el enfoque deportivo y comercial, ha originado un ambiente propicio a su desenvolvimiento y, simultáneamente, ha promovido su divulgación en cuantidades inmensurables. Brown (1991), refiere que el aparecimiento de nuevas estadísticas, además de expresar una evolución natural en el entendimiento de este proceso, está también asociado a la necesidad de se ajustaren a las diferentes “filosofías de juego” de los entrenadores.

    Particularmente en la última década, estas “filosofías de juego” han sufrido alteraciones significativas como consecuencia de la natural evolución del juego y de la sofisticación de los métodos y medios de análisis (Turcoliver, 1995; Sampaio, 1999). En este sentido, este conjunto de consideraciones parece explicar la enorme cantidad de sugestiones que se pueden encontrar disponibles en la literatura. De esta forma y como nos refiere Perkins (1999, p.1): “The job of evaluating player performance is a never ending task for coaches.”

    En el presente trabajo pretendemos revisar algunas de las propuestas más conocidas y empleadas en todo el mundo. Kay (1966) ha sido seguramente uno de los autores pioneros en el estudio de la evaluación de la prestación de los jugadores en los partidos. En su trabajo, ha presentado una estadística que ha denominado de total basketball proficiency score (TBPS), cuyo cálculo se realiza a través de la atribución de determinadas puntuaciones a cada una de las siguientes estadísticas:

  1. Tiro de 2 puntos anotado (+2 puntos)

  2. Tiro de 2 puntos fallado (-1 punto)

  3. Tiro libre anotado (+1 punto)

  4. Tiro libre fallado (-1 punto)

  5. Asistencia (+1 punto)

  6. Rebote defensivo (+1 punto)

  7. Rebote ofensivo (+2 puntos)

  8. Robo de balón (+1 punto)

  9. Falta cometida (-1 punto)

  10. Perdida de balón (-1 punto)

    En el final de la recogida de los datos, la suma de todas las puntuaciones parciales corresponde al valor final del TBPS (TBPS= A+B+C+D+E+F+G+H+I+J).

    A pesar del autor haber validado esta estadística a través de su relación con la opinión de los expertos, esta claro que el TBPS no esta ajustado a la evolución de juego (e.g., no contempla las estadísticas de los tiros de tres puntos). Para corregir este problema, Janeira (1988) incluyo en este coeficiente los tiros de 3 puntos anotados (con una ponderación de +3 pontos) y los tiros de 3 puntos fallados (con una ponderación de -1 punto).

    Con los mismos propósitos del estudio anterior, Gomez & Moll (1980) construyeran una estadística denominada rendimiento individual en los partidos (RIP) y aconsejan su utilización como medio de combate a las análisis exclusivamente centradas en los puntos anotados por los jugadores. El cálculo del RIP se realiza de forma semejante al TBPS y se hace de la siguiente manera:

  1. Rebotes ofensivos e defensivos (+1 punto)

  2. Otras formas de conquista de la posesión de balón - robos, disputas,... (+1 punto)

  3. Perdida de la posesión de balón - violaciones, malos pases,... (-1 punto)

  4. Tapones (+1 punto)

  5. Asistencias (+2 puntos)

  6. Tiros de campo fallados (-1 punto)

  7. Tiros libres fallados (-1 punto)

  8. Faltas ofensivas provocadas (+1 punto)

  9. Puntos anotados

    Posteriormente, el RIP es calculado por la siguiente ecuación:

RIP= I + (A+B+D+H)+ 2E - (C+F+G)

    Los autores refieren que si el resultado obtenido es inferior al parcial “I” (puntos anotados) debe de ser considerado flaco.

    En 1981, Garba presenta un coeficiente de eficacia individual desarrollado anteriormente por Valkova (1974), cuya preocupación esencial es ajustar la eficacia de los jugadores al tiempo en que jugaran. A partir de la idea original, el autor propone la utilización de las siguientes estadísticas:

  1. Total de rebotes / tiempo de juego

  2. Robos de balón / tiempo de juego

  3. Tiros de campo (porcentaje de eficacia x número de tiros anotados) / tiempo de juego x 100

  4. Tiros libres (porcentaje de eficacia x número de tiros libres anotados) / 10000

  5. Perdidas de balón / tiempo de juego

  6. Faltas cometidas / tiempo de juego

    Este coeficiente de eficacia individual es calculado por la suma de todas las puntuaciones parciales consideradas positivas (A+B+C+D), al cual se retiran posteriormente las puntuaciones parciales consideradas negativas (E+F).

    La escala de este coeficiente puede variar entre 0 e 11 puntos, correspondiendo las puntuaciones más altas a las mejores prestaciones. Grosgeorge (1990) critica este tipo de evaluación considerando que el resultado obtenido a través de este coeficiente valoriza demasiado los rebotes y no valoriza suficientemente los tiros libres.

    Brown (1991) sintió la necesidad de construir una estadística exclusivamente centrada en la prestación defensiva de los jugadores y así nos presenta el defensive intensity chart (DIC). Segundo su autor, el DIC pretende medir e valorizar la actividad defensiva de los jugadores en los partidos. Estos resultados servirán como una motivación extra en este tipo de tareas. Su cálculo se realiza a través de la suma de las frecuencias registradas en las siguientes estadísticas:

  1. Intercepciones

  2. Recuperaciones de balones muertos

  3. Robos de balón

  4. Tapones

  5. Faltas ofensivas provocadas

  6. Tiros alterados

  7. Contactos con el balón

    A pesar de ser una perspectiva muy interesante, la evaluación de la prestación exclusivamente defensiva es una tarea aun más complexa, pues como nos refiere Turcoliver (1997): “defense is very difficult to quantify… Basketball's Joe Dumars has been on five All-Defensive teams for no obvious statistical reason…The hardest part about studying basketball has been assessing defensive contributions. Although several other columns have been written on defense, none have really taken a different perspective with it … players like Joe Dumars and Glenn Rivers, who prevent their assignments from scoring by not allowing them good looks at the basket. They don't get many defensive rebounds or blocks and don't steal the ball much, but they shut down their men.“

    En una línea de orientación muy semejante a las anteriores, Bradshaw (1984) presenta una propuesta basada en las siguientes estadísticas y puntuaciones:

  1. Tiros anotados (+2 puntos)

  2. Tiros fallados (-0,8 puntos)

  3. Tiros libres anotados (+1 punto)

  4. Tiros libres fallados (-1 punto)

  5. Asistencia (+1 punto)

  6. Rebote defensivo (+0,75 puntos)

  7. Rebote ofensivo (+1 punto)

  8. Intercepciones (+0,5 puntos)

  9. Recuperaciones de balones perdidos (+1 punto)

  10. Robos de balón (+2 puntos)

  11. Falta ofensiva provocada (+3 puntos)

  12. Tapones (+1 punto)

  13. Conquistas de saltos entre dos jugadores (+1 punto)

  14. Luchas por el balón ganadas (+0,5 puntos)

  15. Perdida de balón (-2 puntos)

    En el final de este proceso de atribución de puntuaciones parciales se suman todas (A+B+C+D+E+F+G+H+I+J+K+L+M+N+O).

    Uno de los coeficientes de evaluación de la prestación de los jugadores en los partidos más utilizados por los entrenadores es el tendex, desarrollado por Dave Heeren en 1988. Este coeficiente se constituye como la base metodológica de una publicación anual (Basketball Abstract) donde son evaluadas las prestaciones de todos los jugadores que disputan el campeonato profesional norte-americano (NBA).

    El tendex se calcula a través de la siguiente ecuación:

    Tendex = Puntos anotados + Total de rebotes + Asistencias + Tapones + Robos de balón - Perdidas de balón - Total de tiros fallados

    Por otro lado, Manley (1990), uno de los analistas norte-americanos mas prestigiados, centraliza el proceso de seriación de los jugadores en los resultados de la siguiente ecuación linear:

    Eficacia Individual = Puntos anotados + Rebotes + Asistencias + Robos de balón + Tapones - Tiros fallados - Tiros libres fallados - Perdidas de balón

    En 1994, Ken Swalgin presento el basketball evaluation system, diseñado a partir de tres conceptos así definidos:

  1. criterios de prestación, i.e., las estadísticas a recoger - las más importantes son los porcentajes de tiros de campo y tiros libres, rebotes, faltas cometidas, perdidas de balón, asistencias, tapones y robos de balón;

  2. contexto de prestación - la evaluación deberá ser realizada separadamente para los bases, aleros y pivots;

  3. precisión en la evaluación, i.e., realizada en función del tiempo de juego de los jugadores y de valores referenciales.

    Recientemente, Perkins (1999) hace referencia a un coeficiente denominado points responsible (PR) desarrollado por Larry Lindsay, entrenador auxiliar del equipo de East Wake Zebolun. Se calcula a través de la siguiente ecuación:

PR = (A+F) + 2 (B + C + D + E) - 2 (G + H) - (I + J)

  1. Puntos anotados

  2. Total de rebotes

  3. Asistencias

  4. Robos de balón

  5. Faltas ofensivas provocadas

  6. Tapones

  7. Tiros de campo fallados

  8. Perdidas de balón

  9. Faltas cometidas

  10. J. Tiros libres fallados

    En los días de hoy, las facilidades en la divulgación y en la velocidad de acceso a la información a través de la Telemática han alargado, de forma muy substancial, las propuestas disponibles para evaluación de la prestación del jugador en los partidos. Las contribuciones más representativas de esta tendencia son presentadas por Doug Steel1, por la Mays Consulting Group2 e por el IBM Watson Research Center3 .

    Los coeficientes de eficacia presentados por Doug Steel han sido construidos a partir del tendex (Heeren, 1988, 1990, 1994). En este sentido, el autor nos presenta un coeficiente de eficacia global, un coeficiente de eficacia ofensiva e un coeficiente de eficacia defensiva, calculados de la siguiente forma:

    Tendex global = [Puntos anotados - Tiros fallados - (Tiros libres fallados / 2) + (1,25 x Robos de balón) + (1,25 x Asistencias) + Tapones + Rebotes - (1,25 x Perdidas de balón) - Violaciones - (2 x Faltas anti-deportivas) - (Faltas cometidas / 2)]

    Tendex ofensivo = [Puntos anotados - Tiros de campo fallados - (Tiros libres fallados / 2) + (1,25 x Asistencias) + Rebotes ofensivos - (1,25 x Perdidas de balón) - Violaciones] / Juegos disputados

    Tendex defensivo = [(1,25 x Robos de balón) + Rebotes defensivos + Tapones - [(2 x Faltas anti-deportivas) - (Faltas cometidas / 2)] + (Tendex ofensivo medio del adversario directo - Tendex ofensivo del adversario directo)] / Juegos disputados

    Tal como en la mayoría de las sugestiones anteriormente presentadas, el recurso a formulas con ponderaciones lineares no se constituye como un método muy preciso, pues como nos dice Turcoliver (1990): “… the game of basketball is not linear, meaning that an increase in a positive statistic does not lead to a constant increase in points or wins, even in an expected value (probabilistic) sense. There is a statistical correlation between, say, blocks and points, but do we have any good reason to believe that 10 blocked shots in a game will mean twice as many points to our team than 5 blocked shots will? Even if it did mean twice as many points, why is this simply added to the linear weights formula since blocks contribute defensively to taking away potential points allowed?”.

    De una forma semejante, la empresa Mays Consulting Group ha desarrollado un coeficiente de eficacia global denominado magic metric (MM), que se calcula a través de la siguiente ecuación:

    MM = (1,8 x Tiros de 2 puntos anotados) + (0,9 x Tiros libres anotados) + (3 x Tiros de 3 puntos anotados) + (0,65 x Rebotes) + (0,9 x Asistencias) + (0,8 x Tapones) + Robos de balón - (0,65 x Tiros de campo fallados) - (0,5 x Tiros libres fallados) - Perdidas de balón

    Finalmente, una de las propuestas mas recientes fue presentada por el IBM Watson Research Center conjuntamente con la Comisión de Tecnologías de la NBA. Este coeficiente (MVPIBM) se calcula a través de la siguiente ecuación:

    MVPIBM = [Puntos anotados + Rebotes + Asistencias + Robos de balón + Tapones - (Tiros intentados + Faltas cometidas + Perdidas de balón) + (Victorias del equipo x 10)] x 250 / [(Puntos anotados + Rebotes + Asistencias + Robos de balón + Tapones - (Tiros de campo intentados + Faltas cometidas + Perdidas de balón)]

    En la literatura disponible, no hemos podido encontrar estudios de validación de la mayoría de los coeficientes de eficacia presentados, con excepción del TBPS propuesto por Kay (1966). Todavía, el proceso de validación de estos coeficientes es complexo (Safrit, 1990; Baumgartner & Jackson, 1995). Normalmente, los autores conducen el proceso de construcción de los coeficientes de eficacia para diversos criterios de validación, de los cuales se destacan: (i) las evaluaciones de ejecución técnica (Rowe & Boutmans, 1997); (ii) la opinión de los entrenadores (Kay, 1966; Brown, 1991; Rowe & Boutmans, 1997), (iii) el número de victorias conseguidas por el equipo (Turcoliver, 1990, 1996b; Heeren, 1994) o (iv) el número de puntos anotados por el equipo (Perkins, 1999).

    Como se puede verificar, el estado actual del conocimiento en esta área, a pesar de merecer enorme atención, no es consensual. En realidad y en lo que concierne a la definición de los coeficientes de eficacia, las cuestiones más debatidas se prenden con (i) la selección de las estadísticas, ¿Cuáles son las estadísticas a incluir en las formulas?; (ii) la definición del peso relativo de cada estadística, ¿Será adecuado asignar pesos lineares a las estadísticas seleccionadas?; (ii) la normalización del resultado obtenido, ¿Se realizará al tiempo de juego y/o al número de juegos realizados?; (iii) la necesidad de una evaluación diferenciada para la eficacia global, ofensiva e defensiva y (iv) a su ajustamiento a las posiciones específicas de los jugadores en el juego.

    Por otro lado, se pueden colocar igualmente cuestiones relativas a la validez externa de estas formulas, o sea, ¿Será que se ajustan a la evaluación de los jugadores en divisiones formativas?; ¿Será que se ajustan al baloncesto femenino?

    En el presente momento, si es difícil escoger que alguna sugestión presentada por la literatura, más difícil se presenta el proceso de interpretar los resultados obtenidos. Aquí, La cuestión que se pone es muy simple y simultáneamente muy complexa: ¿Qué implicaciones deben tener los resultados para la gestión del entrenamiento y de la competición?

    Por todo lo que se hemos presentado y discutido, la necesidad de desarrollar un método más válido para la evaluación del jugador en los partidos de baloncesto es evidente. Desafortunadamente, aun no hemos podido llegar a la consistencia con que se evalúan los equipos (ver Sampaio e Janeira, 2001), pero lo intentaremos en una oportunidad muy próxima.


Notas

  1. Web - http://home.rmi.net/~doug/

  2. Web - http://www.magicmetric.com/

  3. Web - http://www.research.ibm.com/


Referencias

  • Baumgartner, T. & Jackson, A. (1995) Measurement For Evaluation In Physical Education And Exercise Science. William C. Brown, Dubuque, IA.

  • Bradshaw, D. (1984) Motivation Through Basketball Statistics. Coaching Review, 7, 52-54.

  • Brown, D. (1991) Scouting And Statistics. Dale Brown Enterprises, New York.

  • Garba, S. (1981) Evaluation Des Performances Des Joueurs Et Des Equipes De Basket Ball. Trener, 9, 426-427.

  • Gomez, J. & Moll, J.A. (1980) Tecnica de entrenamiento y dirección de equipo. Augusto E.P. Teleña, Madrid.

  • Grosgeorge, B. (1990) Observation Et Entrainement En Sports Collectives. INSEP, Paris.

  • Heeren, D. (1988) Basketball Abstract 1989. Prentice Hall, Englewood Cliffs, New Jersey.

  • Heeren, D. (1990) Basketball Abstract 1991. Prentice Hall, Englewood Cliffs, New Jersey.

  • Heeren, D. (1994) The Basketball Abstract. Masters Press, Indianapolis.

  • Janeira, M. (1988) Perfil Antropométrico Do Jogador De Basquetebol No Intervalo Etário De 13-15 Anos E A Sua Relação Como Os Níveis De Eficácia No Jogo. Trabalho de Síntese APCC. FCDEF-UP.

  • Kay, H. (1966) A Statistical Analysis Of The Profile Technique For The Evaluation Of Competitive Basketball Performance. Master’s Thesis, University Of Alberta.

  • MacKinney, S. (1996) Stats All There Is To It. Scholastic Coach, 66, 26-28.

  • Manley, M. (1990) Basketball Heaven 1991 Edition. Bantan Doubleday Dell Publishing Group, New York.

  • Perkins, L. (1999) Evaluating Player Performance. The Basketball Highway (http://www.bbhighway.com)

  • Price, B. & Rao, A. (1977) A Model For Evaluating Player Performance In Professional Basketball. In: S. Ladany & R. Machol (Eds.) Optimal Strategies In Sports (116-122) North Holland, New York.

  • Rowe, P. & Boutmans, J. (1997) A Statistically Based Model For Individual Performance Assessment (IPA) In Basketball. (No Publicado).

  • Safrit, M. (1990) Introduction To Measurement In Physical Education And Exercise Science. Times Mirror/Mosby College Publishing, New York.

  • Sampaio, A. (1999) Análise Do Jogo Em Basquetebol: Da Pré-História Ao Data Mining. Lecturas: Revista Digital De Educácion Física Y Deporte, 15 (http://www.efdeportes.com/efd15/datam.htm).

  • Sampaio, J. & Janeira, M. (2001) Uma caminhada metodológica na rota das estatísticas e da análise do jogo de Basquetebol. Lecturas: Revista Digital De Educácion Física Y Deporte, 39 (http://www.efdeportes.com/efd39/estad.htm).

  • Smith, D. (1981) Multiple Offense And Defense. Prentice Hall, Englewood Cliffs, New Jersey.

  • Swalgin, K. (1994) The Basketball Evaluation System: A Scientific Approach To Player Evaluation. In: J. Krause (Ed.) Coaching Basketball. National Association Of Basketball Coaches. Masters Press, New York.

  • Turcoliver, D. (1990) Established Methods. Journal Of Basketball Studies (http://www.tsoft.com/~deano/)

  • Turcoliver, D. (1995, May) A Comparison Of Rating Methods. Journal Of Basketball Studies. (http://www.tsoft.com/~deano/)

  • Turcoliver, D. (1997, September 18) In Defense The Scheme's The Thing. Journal Of Basketball Studies (http://www.tsoft.com/~deano/)


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