Identidades pedagógicas en Educación Física |
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Licenciada Actividad Física y Deporte. Uflo. Buenos Aires (Argentina) |
María Eugenia García Sottile megsef@yahoo.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 49 - Junio de 2002 |
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La caracterización de los sistemas educativos a través de las Identidades Pedagógicas según el planteo de Juan Casassus
Una Identidad Pedagógica refiere a la dimensión sustantiva que desarrolla un modelo, un sistema educativo en particular. Por lo que llevará a los alumnos que en él se formen a generar un tipo determinado de destreza cognitiva. Las identidades pedagógicas que Casassus propone se relacionan con diferentes fuentes y finalidades.
La más tradicional es la Identidad Retroyectiva que se orienta hacia la construcción de una identidad nacional, de una cultura nacional. Con este fin recurre a la historia y busca en ella los contenidos sociales, políticos y culturales que pueda proyectar al futuro.
Es claro, sin embargo, que va ganando vigencia una identidad pedagógica diferente, la Identidad Proyectiva, que busca generar habilidades y destrezas instrumentales aptas para desarrollar en el mercado. La fuente de contenidos para la educación está, entonces, en el mercado. Y como sus necesidades son cambiantes también los contenidos deben adaptarse a sus tendencias.
Se reconoce también una tercera identidad pedagógica: la Identidad Introyectiva. Su fuente de recursos es el sí mismo (el nosotros mismos) ya que se orienta hacia la integración del yo y hacia la búsqueda del sentido para un tiempo de cambios constantes.
Casassus destaca que las tres identidades están siempre presentes aunque diferentes discursos y diferentes actores se centren más en una u en otra. En el pasado la identidad retroyectiva fue predominante, para ir dando lugar en los noventa a la identidad proyectiva, pero ya se están viendo emerger modelos en los que prima una identidad introyectiva.
En Educación Física (EF) podemos ver la utilidad de estas categorías, tanto en sus contenidos como en sus denominaciones.
Identidades Pedagógicas en función de los contenidos de la Educación Física. Modelos Tradicionales dentro del Sistema EducativoIdentidad Retroyectiva
En la Historia de la EF no son escasos, sino mas bien fundantes, los actores y los dispositivos de origen militar y médico2. Esta tendencia es clara ya desde las Olimpiadas de la Grecia Antigua y su rol político o en los movimientos gimnásticos del siglo XIX que fueron los promotores de la educación física escolar. La abierta y continua referencia a las tradiciones del movimiento corporal en la Grecia Clásica y a las tradiciones gimnásticas y deportivas en la Europa de los siglos XVIII y XIX ha sido eje vertebrador para una lectura convencional de la evolución seguida y esperada en la EF.
Así, en relación a los contenidos podemos ver que la identidad pedagógica retroyectiva resulta claramente identificable en la educación física militarizada, en la ritualización de los deportes como ámbito de exaltación de lo patriótico, en el deporte espectáculo en general como sublimación de la guerra (entre tribus, colores, por el sentido de pertenencia al fin). Y también en las prácticas higienistas y su función de control y formación de la fuerza de trabajo.
Identidad Proyectiva
Por otro lado, la apertura del currículo a ciertas nuevas expresiones deportivas surgidas de las culturas urbanas como el fitness o los deportes de alto riesgo que exigen mucho equipamiento y/o alta tecnología, en general diseñados para jóvenes saludables, responden al surgimiento de una identidad pedagógica proyectiva. En este modelo alcanzaron gran desarrollo los conocimientos que promueven el rendimiento, tales como la Fisiología del Ejercicio, la Psicología del Deporte, la Biomecánica, etc.
Esta adaptación de una identidad retroyectiva a una proyectiva no le resulta tan difícil a la EF tradicional, pues aunque se anexan nuevas actividades a los programas, no es necesario repensar los objetivos de estos, ya que siguen siendo válidas la búsqueda del rendimiento en función de la competencia, la agonística, el esfuerzo, la capacidad de forzar los limites (del medio, del cuerpo) y la imagen (alienada) del cuerpo siempre fiel a un modelo predeterminado por la moda... Así, podemos ver que esta apertura a partir de una identidad proyectiva está fuertemente relacionada con necesidades de mercado.
Sin embargo, debemos reconocer que en el paso de la EF a las Ciencias de la Actividad Física dentro del nivel de la formación docente, también van ganando lugar las asignaturas que proponen una reflexión crítica sobre la propia matriz disciplinar, lo que, aún sin demasiada coordinación con las otras asignaturas, podría verse como un signo positivo en pos de la modificación del modelo.
Identidad Introyectiva en relación a otros Modelos dentro del Sistema Educativo
En relación a la Identidad Introyectiva y nuestra disciplina, quiero proponer el inicio de una reflexión que, en un nivel amplio, relacione nuestro objeto de estudio con los paradigmas cartesiano y sistémico, o dicho de otro modo, vigente y emergente. Esta relación será planteada recurriendo a algunos conceptos de la Ciencia de la Motricidad Humana (CMH).
Podemos adelantar aquí que de esta relación surgirá la necesidad de rever y clarificar nuestro objeto de estudio, en la medida que nos adentremos en la comprensión y formulación de un modelo sistémico de nuestra matriz disciplinar.
Propongo entonces mirar hacia los puntos de coincidencia que se presentan entre esta identidad pedagógica introyectiva y la Ciencia de la Motricidad Humana tal como la plantea el Prof. Manuel Sérgio.3
¿En qué podemos reconocer esta afinidad? Uno de los puntos de contacto es la abierta vocación de la Ciencia de la Motricidad Humana hacia la consolidación de un paradigma emergente Holístico o Sistémico, en contraposición al paradigma Cartesiano Dualista.
Por otra parte, como plantea J. Casassus, la identidad introyectiva se preocupa “de la búsqueda del sentido en este período de cambio constante”, lo que parece concordar con la definición de la Motricidad Humana planteada por M. Sérgio, en tanto “energía para el movimiento intencional de superación (o de trascendencia)”
Aquí, la intención de trascendencia nos libera del círculo vicioso de la tecnocracia, y al recordarnos lo subjetivo y la emoción subyacente en la acción nos devuelve la humanidad y la incertidumbre de lo indeterminado, de todo aquello que nunca podrá cerrar un círculo, quizás formar un espiral.
En la misma línea de pensamiento, y basándose en la producción de A. Sansvicens, Miquel Martínez presenta la Dimensión Introyectiva del Ser Humano como “la noción de conciencia, de mismidad, de sí mismo” por la que se “promueve la captación de las actividades propias y de la misma estructura del sistema, expresándose en fenómenos de conciencia y autodeterminación”4
Podemos ver así que, efectivamente, todas estas definiciones parten de una concepción donde la totalidad que se expresa no se limita a la suma de las partes. Donde hay una vocación hacia la complejidad, entendida como apertura a la paradoja de lo uno y lo múltiple. Donde no se busca la resolución sino la superación de la contradicción entre lo simple y lo no simple, entre las partes y el todo y desde aquí entre la sumatoria y la organización. Se busca que esta contradicción pueda ser superada sin ser negada y aun reconociendo su problemática5
La EF tradicional, por el contrario, se mantiene acríticamente dentro de un esquema cartesiano: si revemos la idea clásica de “educación por el movimiento” a la luz de las concepciones emergentes, resulta que no hay lugar para la Dimensión Introyectiva en ella, ya que en cuanto la educación por el movimiento se lleva a la práctica, sólo acaba siendo -en un altísimo grado- educación-de-lo-físico o educación para el movimiento, mientras que la Dimensión Introyectiva está claramente identificada con la Motricidad Humana que, según Manuel Sérgio, es “la energía para el movimiento centrífugo y centrípeto de la personalización”: con este nuevo enfoque se consigue, entonces, superar las concepciones centradas en el mero movimiento, ya que se apoya en la idea de energía, un estrato más profundo que da sentido, aglutina y actualiza no sólo lo que refiere al movimiento, sino a todo el sistema humano.
Podemos entonces agregar a las características planteadas por J. Casassus para los paradigmas vigente y emergente, algunas otras características propias de nuestro ámbito, encontrando así la siguiente relación:
Por supuesto esto es, como planteaba más arriba, el inicio de una reflexión abierta a ser modificada, profundizada y debatida: proponer un modelo que se identifica con el paradigma sistémico presentado no puede menos que ser una propuesta respetuosa de lo diverso.
Entendiendo que es lo flexible lo que permite llegar a lo concreto, para no caer en distorsiones es necesario sin embargo atender esta concepción desde una perspectiva promotora de un cambio real, puesto que de nada valdría un discurso que sólo se acepte en la medida en pueda ser fácilmente asimilado por los modelos dominantes.
Identidades Pedagógicas de la EF en función de sus denominaciones
Cabe aclarar que si bien el término Educación Física es el más extendido, históricamente se han utilizado también otras convenciones para denominar a la disciplina en cuestión, y estas diversas denominaciones responden en realidad a diferentes orientaciones y pensamientos que dan forma a la matriz cognitiva de la EF. Por lo tanto, resulta interesante establecer una relación entre esas denominaciones y las identidades pedagógicas:
Sobre disciplinas afines a la Dimensión IntroyectivaDesde otros ámbitos, que también se ocupan de la corporeidad y la motricidad humana, pero sin mayor conexión con la formación docente académica formal y vigente, la Dimensión Introyectiva ya esta sólidamente instalada.
Aquí me refiero en particular a las escuelas y técnicas de trabajo corpóreo que proponen el desarrollo de una consciencia más profunda del self, del complejo sistema humano; la atención al ser indiviso, a la unidad psico socio afectivo cognitivo motor que definimos en cada persona.
A las expresiones motrices desarrolladas por estas escuelas las podemos agrupar bajo la denominación de Prácticas Motrices Introyectivas6 (PMI) - han surgido de muy diversas culturas, algunas son muy antiguas y otras muy actuales pero coinciden en que por efecto de su práctica podemos generar una consciencia corpórea más permeable a la percepción y la vivencia de la propia complejidad. Nos estimulan a la captación de una integridad sólida y fluyente. Esto, sin dudas se manifestará en la motricidad, promoviendo - no meramente un uso del cuerpo sino - “un uso de sí mismo” optimizante, una vivencia de lo cotidiano más sensible que abra las puertas a un mayor bienestar.
Prácticas y Conceptos Afines . O prácticas y conceptos que definen
En contacto con profesores, alumnos y textos encontramos mayor afinidad entre las prácticas motrices centradas en la Dimensión Introyectiva con los conceptos de: salud integral, calidad de vida, creatividad, reflexión, senso-percepción, expresión, consciencia corporal / corpórea, postura, postura en, postura ante, atender, respetar, trascender, elegir, intuir, ligero, cómodo, balance, en contacto, raíz, continuo, fluido...
Así como, es más afín la relación del Deporte y el Fitness con los conceptos de: ‘mente sana en cuerpo sano’, con la competitividad, con mediciones y récords, con la Forma-Imagen que se ve o se muestra, con el esfuerzo para vencer obstáculos - y muchas veces esos obstáculos son los mensajes que envía la propia sensibilidad: son la percepción del dolor, del miedo, del agotamiento, la labilidad emotiva. También es un valor en este modelo la capacidad de anestesiar el dolor (metafórica y literalmente), el miedo, las emociones tan variables e irreverentes, porque es lo necesario para poder superar el reto deportivo.
Las Prácticas Motrices Introyectivas en la Propuesta Curricular
Ya decíamos que, estas escuelas y técnicas son escasamente reconocidos dentro de la educación formal, pero sí pueden ser reconocidos por su calidad científica y su vocación humanista en numerosos y probados casos. Por supuesto debemos tener presente que no todas las escuelas de trabajo corporal son equiparables en calidad e intenciones como no lo son tampoco todos los ámbitos académicos. Pero creo que abrir nuestro espacio de formación - formación teórica y práctica personal - a estas escuelas y sus expresiones motrices, para probar de que se trata y animarnos a aprehender con todos los sentidos y libres de prejuicios las experiencias que de ellas resulten y las nuevas concepciones de la corporeidad que de ellas surjan, promoverá sin duda un enriquecimiento de nuestra forma de pensar el cuerpo y el movimiento y de abrirnos a la paradoja de redescubrir lo complejo del sistema humano a través de una práctica simple.
El hacer buscando la simplicidad, nos puede guiar a la vivencia de la complejidad, es la práctica la que nos permite hablar lo tácito, comprensión y expresión desde dentro y hacia adentro.
También es importante tener presente la afinidad de las PMI con las Prácticas Expresivas (como Danza, Danzaterapia, Expresión Corporal, Contact Improvisation, la Formación Corporal del Actor, las Técnicas de Circo,...) siempre que se enfoquen desde una propuesta de desarrollo humano, pues en esta interdisciplinariedad surge un campo vastísimo para la investigación y la experimentación, nuevo dentro de nuestra disciplina.
Podríamos aun encontrar numerosas coincidencias con las asignaturas más tradicionales dentro de la formación docente en EF, porque desde una concepción sistémica ya no pensaríamos en compartimentos estancos, sino en interrelaciones - en función de la persona y también en función de las organizaciones -.
Si bien es cierto que las Prácticas Motrices Introyectivas se presentan como el camino más claro, más directo, de optimizar la dimensión introyectiva, también - por lo dicho anteriormente - es importante su coordinación dentro de una trama disciplinar congruente, así podrá generarse una sinergia que promueva en los estudiantes-practicantes mayor compromiso y comprensión de la energía promotora de un movimiento intencional de trascendencia.
Es importante recalcar que con este enfoque no se propone una revolución para los contenidos de la EF. Revolución que destrone un modelo e instale otro tan monopólico y acrítico como el primero. No es cuestión de censurar los deportes y los juegos competitivos, el estudio de la anatomía y la fisiología. Sino proponer una pregunta, una invitación a la curiosidad.
Y una invitación a modo de conclusión
Si notamos a priori, la profunda influencia que han ejercido prácticas como el Yoga, el Tai-Chi-Chuan o el Aikido en la cultura occidental en pocas décadas, así como la generación de escuelas occidentales de trabajo corporal consciente (Feldenkrais, Eutonía, Alexander y muchas otras) y la difusión que han alcanzado. Si estamos dispuestos a evaluar la validación que estas líneas de trabajo han encontrado en la ciencia convencional y reconocemos la evidencia de sus logros en el plano terapéutico, por ejemplo: donde otras técnicas ofrecían pocas expectativas de éxito o solo proponían tratamientos cruentos. Si acordamos en esta simple observación, entonces podemos convenir que al menos vale la pena mirar hacia este espacio (espacio de investigación y de conocimientos, y también al espacio interno y propio) y probar como se siente moverse en él.
Notas
Juan Casassus “Cambios Paradigmáticos en Educación” Unesco Chile.
Miguel Vicente Pedraz “Teoría Pedagógica de la Actividad Física - Bases Epistemológicas“ Editorial Gymnos, 1988.
Manuel Sérgio “Um corte Epistemológico - Da educaçao física á motricidade humana” Instituto Piaget, 1999
Miquel Martínez “Inteligencia y Educación” Ediciones PPU,1986
Edgar Morin “Introducción al pensamiento complejo” Gedisa Editorial, 2001
Coincide la denominación INTROYECTIVA, para las prácticas motrices con la denominación de la 3ra. dimensión educativa que propone Casassus . Coincide con el término utilizado por el Dr. Lagardera Otero y col. - quienes refieren a “conductas motrices introyectivas”, ellos lo hacen desde un marco praxiológico y adoptan el enfoque sistémico de la Pedagogía Cibernética de Sansvicens Marfull y M. Martínez. En ambos aspectos define la captación del sí mismo como punto de partida.
revista
digital · Año 8 · N° 49 | Buenos Aires, Junio 2002 |