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Análisis diacrónico de la acción de juego en fútbol
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 49 - Junio de 2002 |
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Hemos creído que ambas son necesarias para poder ‘edificar’ el andamiaje que permita el registro contextualizado y exhaustivo de los aspectos conductuales de interacción que hemos considerado relevantes del juego.
Por motivos de espacio, de los dos criterios que conforman los formatos de campo de la acción de juego en el fútbol (SOCCAF), únicamente, y para este trabajo, vamos a considerar el criterio de interacción. De las 68 categorías que componen este criterio, y después de llevar a cabo diferentes agrupaciones con relación a los contextos de interacción y conductas estratégicas que los equipos pueden desarrollar en el transcurso del juego, tanto cuando el balón está parado cuando está en juego, se han utilizado un total de 29 categorías que representan de forma exhaustiva y excluyente la dinámica de la interacción del juego.
Tabla 1. Categorías del Sistema de observación de la acción de juego en fútbol. 2.2. Sujetos
Para llevar a cabo el análisis de este estudio se han codificado y registrado diez encuentros disputados en la segunda fase (competición de tipo eliminatoria) del mundial de Francia’98: Francia - Brasil, Croacia - Holanda, Francia - Croacia, Brasil - Holanda, Francia - Italia, Brasil - Dinamarca, Croacia - Alemania, Holanda - Argentina, Francia - Paraguay, Brasil - Chile. La elección del número de partidos a observar se obtuvo a través de la optimización de un plan de medida en un análisis de generalizabilidad.
2.3. Material
El material utilizado para la codificación del flujo comportamental con el fin de efectuar el análisis estadístico y secuencial ha sido: magnetoscopio con sistema VHS, monitor de televisión, ordenador portátil con microprocesador pentium I (166 Mz de velocidad, 32 Mb de RAM y 4100 Mb en disco duro), paquete estadístico SPSS v. 6.1 para windows, programa de análisis secuencial SDIS-GSEQ v. 2.0 (Bakeman y Quera, 1996) y el programa GT v.1.0 de Ysewijn (1996). Una vez registrado cada partido, los datos fueron filtrados por un archivo de instrucciones (*.gsq) de elaboración propia, que detecta tanto errores formales como errores conceptuales en el registro del flujo comportamental.
2.4. Procedimiento
Se ha configurado un protocolo de observación que nos ha permitido obtener una buena calidad de los datos observados realizados por distintos grupos de observadores que previamente fueron entrenados. Mediante el uso de la teoría de la generalizabilidad se ha estimado, entre otras cosas, el número mínimo de partidos que han sido necesarios para poder generalizar los resultados (once partidos).
Para realizar los análisis secuenciales y estimar el max lag correspondiente, el mismo equipo de observadores codificó diez partidos de fútbol de competición de la segunda fase del Mundial de Francia’98. Posteriormente se utilizó el programa SDIS-GSEQ (Bakeman y Quera, 1996) para estimar los patrones correspondientes.
3. Resultados3.1. Análisis de la calidad de los datos
Para contrastar la calidad del dato se codificó un encuentro de fútbol del Mundial de Francia’98 en tres momentos diferentes, llevada a cabo por dos equipos de observadores distintos, entrenados previamente de acuerdo a las especificaciones al respecto (Anguera, 1990). En el seno de cada uno de los equipos se utilizó la concordancia consensuada (Anguera, 1990). Uno de los equipos observadores codificó dos veces este encuentro. Una vez finalizada la codificación se calculó la concordancia intra e interobservadores, utilizando para ello el índice Kappa, la teoría de la generalizabilidad y un estudio de correlaciones. Los indicadores estimados para la calidad de los datos registrados aparecen recogidos en la tabla nº 2 (Castellano, Hernández Mendo, Gómez de Segura, Fontetxa y Bueno, 2000).
Tabla 2. Índices de concordancias (inter e intra) para las distintas macrocategorías
del sistema taxonómico y del conjunto total de las categorías.3.2. Análisis secuencial
Las medidas de secuencialidad permiten establecer relaciones de dependencia en el flujo de las conductas emitidas por un individuo o más al mismo tiempo. Con este tipo de análisis se busca identificar la probabilidad de transición entre conductas por encima de lo determinado por el azar (Sackett, 1987). Esta probabilidad no implica relaciones lineales directas entre dos eventos seguidos en el tiempo. La relación no debe verse desde el punto de vista determinista, sino desde el punto de vista probabilístico o estocástico, es decir, el primer evento es simplemente el antecedente y el segundo el consecuente, con un determinado grado de probabilidad de transición de carácter asociativo.
Para llevar a cabo el análisis secuencial se ha utilizado el programa SDIS-GSEQ de Bakeman y Quera (1996). La direccionalidad de las transiciones secuenciales guarda una lógica dentro de la dinámica del juego, de tal forma que habrá categorías que sólo sean analizadas desde el punto de vista prospectivo o retrospectivo. A continuación pasamos a revisar cada uno de los patrones obtenidos con la técnica de retardos:
A. Los patrones detectados pertenecientes al inicio de la posesión con balón parado se especifican a continuación.
1. Para la determinación de este patrón de conducta las transiciones excitatorias de retardos son analizadas desde una perspectiva prospectiva, según la dinámica lógica del juego, con la finalidad de conocer las conductas que proceden de la conducta IRFM (interrupción reglamentaria a favor de obligada puesta en juego del balón con la mano, el saque de banda), adoptada ésta como categoría focal.
Se ha obtenido un patrón de estructura lineal, IRFM - MMC - INT. Consideramos que se trata de un patrón bastante corto de conducta, en el que el max-lag se sitúa en el retardo número dos, correspondiendo con la conducta INT (interceptación llevada a cabo por el equipo adversario). Como transición excitatoria positiva inmediata (primer eslabón) hemos estimado la conducta MMC (el equipo observado continúa con la posesión del balón en la zona media, estando la zona media y la retrasada del equipo adversario por delante del mismo), que se ajusta a la lógica del juego. La puesta en juego del balón realizada con las manos tiene más probabilidades de ser realizada con eficacia, es decir, sin pérdida de posesión del balón para el equipo que la realiza. La continuación de la posesión del balón por parte del equipo observado en el contexto de interacción MM se ajusta al hecho de que exista un mayor número de saques de banda en las zonas centrales del terreno de juego y que los equipos opten por decisiones estratégicas que no supongan el riesgo de perder el balón.
2. Para la determinación de este patrón de conducta las transiciones excitatorias de retardos son analizadas desde una perspectiva prospectiva, según la dinámica lógica del juego, con la finalidad de conocer las conductas que proceden de la conducta IRFP (interrupción reglamentaria a favor de la obligada puesta en juego del balón con el pie: saque de puerta, saque de centro, faltas, córner y penalti), tomada ésta como categoría focal.
Se ha obtenido un patrón de estructura lineal con el siguiente itinerario categorial: IRFP - INT - MMC. Consideramos que se trata de un patrón corto de conducta, en el que el max-lag se sitúa en el retardo número dos, correspondiendo con la conducta MMC (el equipo observado continúa la posesión del balón en la zona media, estando la zona media y la retrasada del equipo adversario por delante del mismo). Al contrario de lo que ocurre en el patrón IRFM, la transición excitatoria positiva inmediata es la conducta INT (interceptación llevada a cabo por el equipo adversario), lo que da muestras de la escasa precisión y eficacia de las puestas en juego del balón realizados por los equipos. Aún así, para el retardo segundo comprobamos la existencia de una continuación de la posesión del balón por parte del equipo observado en el contexto de interacción MM. Esto es debido a que la gran mayoría de las interrupciones reglamentarias que son interceptadas por el equipo adversario se dirigen hacia contextos medios de los equipos que se encuentran habitualmente en las zonas medias del terreno de juego.
B. El estudio de la secuencialidad de las categorías que componen la macrocategoría de recuperación ha sido abordado exclusivamente desde una perspectiva prospectiva, una vez consideradas las ocho categorías como conductas estratégicas de recuperación del balón llevadas a cabo por los equipos, y que han sido desarrolladas en los diferentes contextos de interacción. Una vez se han mantenido los criterios de secuencialidad prospectiva lógica, estos han sido los patrones de conducta obtenidos.
1. Para la determinación de este patrón de conducta, las transiciones excitatorias de retardos son analizadas desde una perspectiva prospectiva con respecto a la conducta estratégica de recuperación del balón por parte del portero del equipo observado (GT), tomada ésta como categoría criterio.
Se ha obtenido un patrón de estructura lineal. Consideramos que se trata de un patrón corto de conducta, en el que el max-lag se sitúa en el retardo uno, correspondiendo a la categoría RAC (el equipo observado continúa la posesión del balón en la zona retrasada, estando todo el equipo adversario por delante del mismo). El patrón es fácilmente interpretable y lógico, ya que, una vez recuperado el balón por parte del portero del equipo observado, éste es jugado habitualmente hacia la zona retrasada de la configuración espacial del equipo, es decir, hacia los jugadores más próximos al portero, mediante un pase corto o medio. Esto hace permanecer a todo o casi todo el equipo adversario delante del balón.
2. Para la determinación de este patrón de conducta las transiciones excitatorias de retardos son analizadas desde una perspectiva prospectiva con respecto a la conducta estratégica de recuperación del balón por parte de la zona retrasada del equipo observado, estando todo el equipo adversario por delante del mismo (RAT), tomada ésta como categoría focal.
Se ha obtenido un patrón de estructura arborescente con una bifurcación diádica en el retardo dos, que se colapsa y vuelve a la linealidad en el retardo tres. Consideramos que se trata de un patrón medio de conducta, en el que el max-lag se sitúa en el retardo número tres, correspondiendo a la categoría RAC (el equipo observado continúa la posesión del balón en la zona retrasada, estando todo el equipo adversario por delante del mismo).
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