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   Como es de suponer el título guarda relación con el del trabajo del Profesor Angel Cappa¹ recientemente publicado en la revista.

    Comienzo señalando que en su artículo, Cappa pone de manifiesto con claridad algunos de los motivos por los cuales aún es resistida la inserción de los psicólogos del deporte en el fútbol (al menos en nuestro país). Al respecto coincido con él.

    Por una parte hay que decir que hubo y hay colegas que abordan el trabajo en el fútbol desde una perspectiva clínica, desconociendo o no teniendo en cuenta lo específico y particular del medio futbolístico. La anécdota del Real Madrid es un buen ejemplo de lo mencionado: creo que realizar un trabajo de desinhibición con futbolistas de elite de uno de los clubes más importantes del mundo (tal vez el más) parece un despropósito.

    Lo de João Carvalhaes, quien quedó en la historia y en la leyenda por sus evaluaciones a los brasileños en el 58, es otro excelente ejemplo de intervención errónea en el deporte.

    Curiosamente no era la primera vez que Garrincha "no daba el mínimo exigible".

    "Lo notablemente paradójico consistió en que por sus limitaciones físicas no lo aceptaron en el Fulmínense, ni en el Vasco da Gama, ni en el América". ²

    Comparto con Cappa lo que él señala. Un psicólogo no formado en deportología, implementando pruebas y técnicas aptas para otros campos pero no para el deporte, produce resultados negativos, tanto para el fútbol como para la Psicología del Deporte.

    Otro obstáculo importante para la incorporación de los psicólogos del deporte a los cuerpos técnicos de fútbol es el conocimiento parcial o aún el desconocimiento y los preconceptos que parte del medio futbolístico posee sobre los alcances e incumbencia de nuestra función.

    En tal sentido el artículo de Angel Cappa es también esclarecedor.

    No cabe duda que la relación jugador - entrenador es irremplazable. El psicólogo deportivo no sustituye a nadie. Cuando Cappa nos dice: "en el cuerpo técnico... entrenador y psicólogo se encuentran en el mismo papel...", ¿se está refiriendo a los entrenadores que manifiestan ser los psicólogos del equipo?

    Veamos una postura diferente:

     "Conociendo mas profundamente la psicología deportiva, pasé a reorientar todo mi trabajo, entendiendo mejor la importancia del psicólogo para el deporte colectivo. Además de apoyar la preparación de manera general, la psicología deportiva también ayuda a mejorar la inteligencia y la calidad de vida del atleta. Los beneficios son tan visibles que pasé a utilizar tales informaciones como parte de mi propio método de trabajo...".

    "...Procuro utilizar la psicología como una fuerza más dentro del cuerpo técnico, y Suzy Fleury, una profesional de calidad, viene para sumar, trayendo informaciones y experiencias para todos en el equipo. Con ella, nuestro trabajo asume un poco más el aspecto multidisciplinario de la preparación. Estoy tan convencido de la importancia de ese trabajo que, siempre que puedo, procuro tener ese profesional cerca de mí...".

    "...Aceptar la psicología deportiva es una demostración de evolución. Aquella mentalidad retrógrada y arcaica del entrenador que procuraba hacer prevalecer solamente sus decisiones está dando lugar a una postura más profesional." ³

    Conocimiento, colaboración, ausencia de preconceptos hacen al crecimiento y desarrollo de toda actividad humana. Quien haya visto jugar a Mané se habrá dado cuenta que, en la cancha, de eso sabía.

Notas

1. Cappa, Angel (2001) El fútbol no es cosa de locos. Efdeportes.com Nº 42.

2. Diario La Nación (1994) "Historia del Fútbol Argentino"; Nº 23. Buenos Aires.

3. Fleury, Suzy (1998) "Competência emocional". Prefacio de Wanderley Luxemburgo. Editora Gente. São Paulo.

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revista digital · Año 7 · N° 43 | Buenos Aires, Diciembre de 2001   © 1997-2001 Derechos reservados