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Paradigmas del cuerpo en la educación física

   
Profesor Departamento Estudios Educativos
Universidad de Caldas, Manizales
(Colombia)
 
Henry Portela Guarín
henrypor@uol.com.co
 

 

 

 

 
"Mientras que el animal se agota en su ser corporal, el hombre excede o lo supera... porqué él no es solamente cuerpo, no sólo vive como cuerpo, sino que también se experimenta a si mismo como cuerpo y vive su cuerpo como suyo; conoce su cuerpo, toma posturas frente a él, puede distanciarse de él: puede disponer de su corporeidad" (Gruppe)

Resumen
    El presente escrito recorre distintos momentos de la historia humana, en la que el cuerpo ha sido reflejo de contextos sociales, políticos y culturales específicos, y en los cuales la educación, y en nuestro caso la educación física, se ha preocupado por mantener ese "orden social" establecido. Se plantean las distintas formas como se muestra un cuerpo más biológico e instrumental que vivido e integral. Finalmente se reclama una pedagogía del "agrietamiento" que posibilite concebir un cuerpo valorado y sentido.
 
Summary
    The written present travels different moments of the human history, in which the body has been reflection of specific social, political and cultural contexts, and in those which the education, and in our case the physical education, he/she has worried to maintain that established social order. They think about the different forms like a body is shown but biological and instrumental that lived and integral. Finally a pedagogy of the " cracking " is claimed that facilitates to conceive a valued body and sense.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 42 - Noviembre de 2001

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    Analizar los paradigmas del cuerpo en la Educación Física, implica revisar las primeras expresiones corporales de los griegos las cuales giraban alrededor del arete, o sea de la virtud, pero la virtud entendida como el máximo estado de perfección al que puede llegar el ser humano. Al igual hacían girar su pensamiento en torno al arete en el sentido de virtud moral, orientada hacia el valor moral. En ese sentido la "Kalokagatia", síntesis de lo bello (kalos) y lo bueno (agatos), implica una articulación mental, moral y física, que generaba un desarrollo interior a partir del cultivo de la apariencia externa. Por eso asumo con Vasquez(1984) que en esta época de la Grecia arcaica, aún no aparecía la diferenciación entre alma y cuerpo, es el alma esencialmente un principio motor, no necesariamente diferente del cuerpo

    Son los filósofos griegos a decir de Vásquez (1984) los que introducen el dualismo, que luego reafirma el cristianismo. En su finalidad, el cuerpo y el alma se hallan ya separados: lo visible y lo invisible, lo que está destinado a perder su identidad y lo que siempre la conserva, lo mortal y lo divino, hombre superior (filósofo) - hombre inferior (el esclavo) quien sólo posee un cuerpo, un cuerpo colectivo y del que no interesa saber por su suerte. La otra dualidad, enmarcada en la oposición alma-cuerpo, es la polaridad hombre-mujer. La mujer esclava o noble, está destinada a servir al cuerpo del hombre, del hombre esclavo, del hombre noble quien es dueño de su cuerpo y por lo tanto, puede disponer de él. La mujer no accede ni siquiera al mundo del pensamiento, muchísimo menos a la posesión de un alma, que en el mejor de los casos, la haría inmortal.

    Las ideas platónicas sobre el cuerpo y sobre el alma iluminaron tanto el pensamiento de los romanos como de los padres de la iglesia en la Edad Media. Tales concepciones recorren el mundo moderno y los ideales de la educación física y de la pedagogía están imbuidos, aún en la época contemporánea, de conceptos idealistas sobre el cuerpo. Exigencia corporal extrema, rendimiento físico hasta el maltrato, formaciones militaristas, mecanicistas como maneras de purificar el alma.

    A decir de Foucoult (1987) durante los primeros siglos de nuestra era, la desconfianza en el cuerpo, en torno a las pasiones, la incidencia en la necesidad de dominar los placeres que proporcionan los sentidos, es el denominador común, sin embargo, con insistencia se recomienda el cuidado de sí mismo. Algunas escuelas dirigidas por filósofos se dedicaron a guiar las conciencias de sus alumnos hacia el cuidado de sí, pero también en las relaciones sociales se usaba orientar a los menores en la mirada hacia sí mismos.

    En la Edad media, el pensamiento depende en gran medida de las concepciones de los padres de la iglesia o la patrística, época entonces dominada por el cristianismo. Es la negación del cuerpo como testimonio de la existencia, el bien y el mal, el alma y el cuerpo. Pero en esta concepción el cuerpo es la maldad, es el pecado, lo que condena al hombre ya que la mujer, ni siquiera tiene alma. Dice Santo Tomás que el cuerpo de la mujer es lo que condena al hombre, quien es superior; el hombre no es responsable de su perdición a causa del cuerpo, es la mujer, elemento de perdición. Así en la Edad Media cuerpo es sinónimo de cárcel, carne, prisión, concepción del alma, de ahí la urgencia en liberarse de él, para el hombre tornarse en espíritu.

    A propósito Schitt (1991), recuerda las reglas de la maduración del cuerpo:

Que la cabeza esté bien derecha, que no se tuerzan los labios, que no se abra la boca exageradamente, que no se mire para atrás, que los ojos no vayan mirando para el suelo, que no se incline la nuca, que las cejas no estén ni subidas ni caídas... la modestia... virtud que en la búsqueda de la belleza moral destila siempre y en todo lugar una gran moderación del cuerpo y del alma.

    Debe el alma someter el cuerpo que habita para vivir al margen de él o para que el compuesto que forman responda a las normas de belleza ideal, ya que el cuerpo no es solo la envoltura exterior del espíritu sino también lo que lo simboliza, su imagen sensible.

    De la época contemporánea, enmarcada en un contexto filosófico positivista, se llega a la visión fisicalista del hombre considerado como un objeto que debe adecuarse a lo útil y práctico, sin capacidad y sentido racional. Peyorativamente lo dice Linton Ralph (1976), que:

Por su anatomía y fisiología, el hombre es simplemente un mamífero y no de los más especializados. Su cerebro y en general todo su sistema nervioso, está algo más desarrollado en el sentido de una mayor complicación, si se le compara con el de los restantes mamíferos. Del mismo modo las características psicológicas que le han elevado a su privilegiada posición, difiere solamente en grado de las que exhiben las especies afines, a no ser que la ciencia esté equivocada por completo, llegamos a la conclusión de que nosotros no somos ángeles caídos, sino antropoides erguidos.>1

    En ilación con lo anterior, Kosik (1987) argumenta como "El capitalismo es el sistema de la total cosificación o enajenación, sistema dinámico, cíclico que se dilata y reproduce en la crisis; sistema en el que los hombres se presentan bajo las máscaras características de funcionarios o agentes de este mecanismo, es decir, como partes o elementos suyos"2 . La sociedad capitalista surgida en el Racionalismo, la Ilustración y el enciclopedismo, crea la técnica como medio de relación del hombre con la naturaleza y consigo mismo. Instaura las estructuras económicas y políticas como realidades superiores al hombre, a la mujer y por ende a la sociedad, inaugurando una relación entre cosas; de ahí que el papel de la ciencia dentro del capitalismo, consista en administrar y utilizar como cosas al mundo, al hombre, a la mujer y a la sociedad. "En la economía capitalista se opera un cambio recíproco de personas y cosas, la personificación de las cosas y la cosificación de las personas"3 .

    Dentro de esta sociedad cosificada, con categorías como: Productos, ganancias, dinero, utilidad, el cuerpo a decir de Bernard (1980) "queda desrobotizado, alienado y al servicio del rendimiento industrial o en ultima instancia, al servicio de la sociedad capitalista", se busca un propósito en la educación física: lo ordenado, lo dispuesto por otros, la demostración; pero también las practicas deportivas que apuntan al fin, no interesando los medios.

    Y en éste proceso, la ciencia puramente intelectual, que transforma al hombre en una unidad abstracta, inserta en un sistema científicamente analizable y matemáticamente descriptible, refleja la metamorfosis real del hombre producida por el capitalismo.

    El carácter cosificado de la práctica, expresado con el término ocuparse, significa que en la manipulación no se trata de la obra que se crea, sino que el hombre es absorbido por el mero ocuparse y "no piensa" en la obra. El ocuparse es el comportamiento práctico del hombre en un mundo ya hecho y dado; es manejo y manipulación de aparatos en el mundo, pero no es en modo alguno creación de un mundo humano".4 Didicilmente el cuerpo es expresión artística, lúdica, o autoreconocimiento.

    Lo anterior, Un recorrido por momentos de la historia que nos muestran experiencias de la corporeidad instrumentalizada (Trigo y Rey 2000): Cuerpo como herramienta de producción laboral, al que hay que cuidar para que sea más eficiente; utilización y entrenamiento del cuerpo para obtener un récord; una educación física mecanicista y que empezó desde la misma gimnasia sueca y militarista; una educación física desde las opciones orgánicas que propician parámetros de medición del cuerpo, para exhibirlo o para comercializarlo.

    Ubicar lo anterior en la Educación Física no corresponde a una intención universal, sino que obedece a intereses particulares, propios de contextos específicos en la historia humana; se evidencia que se han dado tantas concepciones del hombre como tipos de hombre han sido moldeados por las diversas estructuras sociales que se han sucedido. Por ejemplo en Colombia se habla de un hombre ausente de la sociedad, concebido como simple producto a ser utilizado al máximo. Lo que el hombre es, como dice Dilthey, solo lo sabremos por una seria reflexión sobre el proceso histórico.

    "La educación constituye uno de los procesos utilizados por la sociedad para moldear a su imagen las nuevas generaciones. Mediante ella, recrea en los educandos sus modos de pensar, de sentir y de actuar y les ofrece a estos las posibilidades para desarrollar su personalidad y participar en la transformación de la realidad".5 Así la concepción de hombre y de mujer corresponde a una praxis determinada necesaria y propia que les reduce a simple reflejo de las estructuras de cada momento histórico.

    Los marcos filosóficos de las reformas educativas son todo un resultado de una concepción biologísta y pragmatista del hombre que espera de la educación, la habilidad para formarle instrumento útil, eficiente, productivo en el contexto de la sociedad capitalista, en ese rumbo no ha sido ajena la educación del cuerpo.

    En ese sentido, el racionalismo y otras formas de pensamiento visualizan y valoran al hombre como energía y capacidad técnica que propician eficiencia y rendimiento. El avance vertiginoso de la técnica y su afán de riqueza condicionan varias escuelas filosóficas para que conceptúen al hombre como simple objeto físico sometido a las leyes naturales, cognoscible como cualquier elemento biológico a quien se puede controlar y sobre quien se predica y condiciona para evitar perturbaciones sociales.

    Esta concepción reduccionista de los valores, capacidad y potencialidad humana es la que impera actualmente. Sus parámetros orientan y estructuran las políticas educativas de la denominada cultura occidental, sus aspiraciones a través de la educación, forjan conductas deseables a fin de conservar el engranaje social, descartando la formación del pensamiento.

    Así, Ralph Linton llama la atención sobre lo fundamental del acomodamiento de cada individuo al grupo social que dice pertenecer. De lo contrario tiene que verse privado de los privilegios y bondades que éste solo otorga a quienes le rinden tributo; negando la concepción biologísta acerca del hombre, cuyas leyes de selección natural dan origen a la violencia como mecanismo de selección, de superación y de permanencia quedando así en desventaja quienes se someten y acatan puesto que entran a constituir la plataforma y medio de subsistencia de quienes someten y dominan (ver Escuela Violenta).

    Se evidencia así la intencionalidad de la educación cuyo propósito central dentro de la sociedad, es el de lograr los comportamientos y las conductas deseables que garanticen la consolidación y continuidad de lo estatuido y sustentado ideológicamente como conveniente a todos.

    Urge entonces una pedagogía del agrietamiento que haga superar un cuerpo pecado, escándalo, perdición, condenación, desconocido y negado por el espíritu; un cuerpo ignorancia eclipsado por la razón; un cuerpo conducta y comportamiento que corresponda a los propósitos del engranaje social; un cuerpo máquina que satisfaga los cálculos de eficiencia y rentabilidad; evidenciando así como:

"Abordar el cuerpo enseñado no supone pretender describir una realidad institucional, sino que se trata de determinar una realidad institucionalizada, - en la que toda nuestra educación es en cierta medida... el ajuste de nuestro cuerpo de conformidad con las exigencias normativas de la sociedad".6

    Queda en entredicho la escuela cuyo pretexto ha sido el concebirla como espacio para la transmisión de la cultura y surge como desafío una pedagogía que asimile escuela a espacios para la creación multiforme, posibilitando un ambiente para la plástica y la movilidad corporal que conduce a lo impredecible, no calculado, no previsto, donde comienza a ganar espacio el escándalo, el absurdo, el error, la delicia del hacer y decir no estatuido sino soñado, deseado, por diferente, por original... Un cuerpo que vive, que es expresión, que es proceso, y como tal, de condiciones afectivas, cognitivas y motrices que posibiliten nuevas y constantes exploraciones hacia la constante revalidación de la naturaleza humana, bien compleja por cierto.

Es el momento de propiciar "La experiencia de un nuevo espacio-tiempo, hay que elaborar un lenguaje múltiple y construir rejas de paso para simbolizar lo singular, lo complejo y lo móvil. De esta manera tomamos posiciones para hacer de la escuela un lugar de creación cultural en el que la estructura misma del saber (y en primer lugar la conceptualización del espacio y del tiempo) depende de emprender una aventura estético científica en un medio plástico el cual es estudio y laboratorio en el que el contenido pedagógico está en perpetuo cambio, gracias al medio técnico natural que es móvil y polivalente, construible y desconstruible".7

    La persona se manifiesta a través y con su cuerpo, pero esas manifestaciones - emociones, sentimientos pensamientos- son parte de ese cuerpo. El ser posee un cuerpo, pero no es un cuerpo exclusivamente objetual, es un cuerpo que vive, que es expresión. El Humanes a decir de Trigo y Rey (2000) trigo ya no sólo "posee" un cuerpo (que sólo hace) sino que su existencia humana implica HACER, SABER, PENSAR, SENTIR, COMUNICAR Y QUERER.


Notas

  1. Linton, Ralph. Estudio del Hombre. México, 1976. Pág 15.

  2. Karel Kosic. Dialéctica de lo Concreto. México. Editorial Grijalbo. 1967. Pág 199.

  3. Karel Kosik. Ibiden. Pág 211.

  4. Karel Kosik. Dialéctica de lo Concreto, op.cit. Pág 87.

  5. MEN, Fundamentos Generales del Currículo. Bogotá. Pág. 22.

  6. Daniel Denis. El cuerpo enseñado. Ediciones Paidos. Barcelona. 1980. Pág 24.

  7. Denis. Ibiden. Pág 198.


Bibliografía

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  • PLATÓN, Apología de Sócrates en Obras Completas, Tmo I. Compañía Editorial Continental. México. 1957.

  • PLATÓN y el Sistema de Ideas. Pág 197.

  • PLATÓN. La República de los Justo. Romanos 8, 5-7

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  • SANCHEZ, Vázquez, Adolfo. Filosofía de la Praxis. Pág 33.

  • SVENGRABE, Manual de Evaluación. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Fotocopia. 1982. Pág 46.

  • TITO 1, 1-2

  • REY Ana y TRIGO Eugenia. Motricidad...¿Quién eres? E.: Revista APUNTS INEFC. No 59. Barcelona 2.000.

  • VASQUEZ, Benilde. La Educación Física en la Educación Básica. Gymnos. Madrid. 1989.


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