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Didáctica de la Educación Física: |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 42 - Noviembre de 2001 |
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Como señala Chevallard, en cualquier Didáctica Específica, la realidad del objeto es "el juego que se realiza -tal como lo puede observar y luego reconstruir en nuestras clases concretas- entre un docente, los alumnos y un saber...". Es lo que el autor define como un "sistema didáctico" de relación ternaria (1997:15) y que representa la esencia de los procesos de enseñanza y aprendizaje: la relación entre un docente y el discente y el conocimiento que se comparte y es objeto de la comunicación entre ambos.
Sin embargo, como reconoce el propio autor, no podemos tratar de ignorar otra "verdad" del funcionamiento del "sistema didáctico", cual es que la comprensión de lo que acontece en el interior del sistema no puede estar completa sin el análisis y la reflexión de los que sucede en el entorno de esa relación ternaria profesor/alumno/conocimiento. En este sentido, el didáctico debe ser entendido como un sistema abierto, no sólo en cuanto que las relaciones internas al aula pueden verse afectadas por las características del contexto sociocultural en la que se ubica, sino, también, porque entendemos que lo que acontece en el aula forma parte de una realidad más amplia en la que la enseñanza puede incidir proyectando su influencia.
En este sentido, la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje como objeto de estudio de la Didáctica de la Educación Física precisa de una mayor definición que permita explorar e investigar las diferentes dimensiones que afectan y sobre las que se construye el conocimiento disciplinar referido al binomio enseñanza y aprendizaje. Una de las posibilidades de reflexión nos la facilita Porlán Ariza (1993) al llamar la atención sobre la complejidad del objeto de estudio señalado y tratar de sintetizar y seleccionar una serie de dimensiones que se manifiestan en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por su interés, reflejamos en este punto, si bien apoyadas por las opiniones de otros autores y nuestra propia reflexión, una breve síntesis de las dimensiones a las que alude el autor referido.
4. Dimensiones que se manifiestan en los procesos de enseñanza y aprendizaje: atención desde la DidácticaEl autor señala diversas dimensiones presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje que son inherentes a la propia naturaleza humana y que deben ser consideradas como parte integrante de dichos procesos. En este sentido, en cuanto que los contextos de la realidad estudiada por la disciplina se constituyen por grupos de personas, además de los elementos de carácter material, existe una dimensión humana, que como tal se manifiesta por medio de la dimensión teleológica e ideológica de la Didáctica.
En efecto, los grupos de personas actúan orientados por determinados fines e intenciones e influenciados socialmente por instancias y contextos externos a ellos mismos. Tomar en consideración las intenciones y los significados que a ellas le confieren los protagonistas de los procesos de enseñanza y aprendizaje debe ser uno de los propósitos de la Didáctica de la Educación Física, con el objeto de ayudar a comprender, cuestionar y transformar las influencias y condicionantes que actúan sobre esos procesos.
La tercera dimensión a la que alude Porlán Ariza: la dimensión sociopolítica de la Didáctica. Los procesos de enseñanza y aprendizaje, que estudia y en los que interviene la Didáctica de la Educación Física, están socialmente orientados hacia un fin único de socialización de las nuevas generaciones en la cultura dominante. La reproducción y transformación social, como un diálogo dialéctico, se encuentran presentes en el propósito de incorporar a estas nuevas generaciones a los subsistemas productivo, político, cultural, etc.. Este hecho no puede ser ignorado por la Didáctica de la Educación Física en sus planteamientos, ya que los propios procesos de enseñanza y aprendizaje pueden recibir diferentes orientaciones en orden a la reproducción o transformación de las estructuras en las que se desarrollan. El análisis de las relaciones sociedad-educación que se ponen de manifiesto en las prácticas corporales deben estar presentes en la reflexión y acción didácticas.
En nuestra opinión, la cuarta de las dimensiones introducidas por el autor: la "comunicacional y psico-social", es una consecuencia de las anteriores en la medida en que "las personas que participan en estas actividades dirigidas a fines mantienen diversos tipos de interacciones comportamentales, afectivas y cognitivas...", constituyendo "un tipo de sistemas sociales y comunicacionales abiertos y dirigidos a fines" (Porlán Ariza, 1993:252). Ya hemos aludido a esta dimensión cuando señalábamos como objeto de la Didáctica de la Educación Física al conjunto del binomio enseñanza y aprendizaje entendido como "el sistema de comunicación intencional.." (Contreras Domingo, 1990:23), sin embargo, nos parece interesante resaltar esta dimensión, en cuanto a la llamada de atención que supone hacer referencia a los diversos tipos de interacciones que se producen en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las manifestaciones culturales del movimiento, en los que la interacción motriz ni es la única fundamental ni se puede comprender y mejorar sin la consideración de los demás tipos de interacción: cognitiva, psicoafectiva y socioafectiva.
La quinta se refiere a la dimensión "organizacional e institucional" de la Didáctica. A la institucionalización de los procesos intencionales de enseñanza-aprendizaje señalados por diferentes autores y de los que ya nos hemos hecho eco en este apartado, Porlán Ariza añade "un cierto grado de organización y jerarquización" de los sistemas de comunicación mantenidos por las personas implicadas. Esta organización y jerarquización se extiende desde el microsistema de un aula o gimnasio hasta un macrosistema de orden superior constituido por los centros educativos y formando parte "del conjunto del sistema social" con el que interactúa (1993:252). La Didáctica de la Educación Física debe, en su propia determinación de los procesos de enseñanza y aprendizaje que dirige, contemplar esta dimensión organizativa y jerárquica que facilite la integración de los diferentes niveles de la realidad social y educativa desde las experiencias cognitivo-motrices más próximas -y por tanto vivenciadas- a las más complejas y abstractas.
Esta integración de los diferentes niveles de la realidad social y educativa, a la que aludíamos en el párrafo anterior, es susceptible de producirse a través de los contenidos de enseñanza y aprendizaje que forman parte de la cultura del grupo social. Aspecto que nos lleva a introducir la sexta de las dimensiones señaladas: la dimensión epistemológica de la Didáctica. Como sugiere Porlán Ariza, la disciplina se centra en los contenidos escolares y "en los diferentes niveles de organización.... la comunicación se establece en relación con contenidos de diversos tipos.." que juegan "un papel estructurador en la organización del sistema" (Ibidem).
La séptima hace referencia a la dimensión ética de la Didáctica. Este autor señala -como característica relevante que afecta al proceso de enseñanza y aprendizaje que estudia la Didáctica- la falta de igualdad que se produce en el poder que se representa en la diferenciación de papeles que se dan en el sistema educativo, y por tanto la necesidad de que las relaciones que se producen estén guiadas por un código ético. Como señala Contreras Domingo (1990), citando a Tom, la enseñanza compromete moralmente a quien la realiza, precisamente, por ese desigual reparto de poder y de influencia del profesor sobre el alumno.
La dimensión ética está, en nuestra opinión, muy presente en la octava de las dimensiones: la dimensión profesional de la Didáctica. Dimensión que afecta directamente al profesor en cuanto que la Didáctica de la Educación Física supone una actividad profesional para la que es preciso que se realicen "procesos de iniciación, formación y desarrollo profesional". En el caso que nos ocupa, la Didáctica es nuestra ocupación profesional y, al mismo tiempo, un contenido de enseñanza y aprendizaje para los estudiantes que se preparan para la función docente. Los procesos de iniciación, formación y desarrollo profesional de los estudiantes para profesor avanzan en paralelo a la propia formación y desarrollo profesional de los formadores. En este sentido es en el que afirmábamos la presencia de la dimensión ética en la profesional. Nuestro comportamiento y actitudes influyen en la propia forma de entender y comprender, por parte de nuestros alumnos, la profesionalidad docente.
La novena de las dimensiones se refiere a la actividad selectiva, sancionadora y evaluadora de la Didáctica. El alumno se encuentra inmerso en un proceso dirigido al logro de determinados fines y, por tanto, sometido a la evaluación, a posibles sanciones y a una selección. Las escuelas son, en opinión de Jackson (1996:50), "básicamente recintos evaluativos" en los que el alumno debe asimilar que sus palabras y producciones "sean evaluadas por otros". En la construcción y estudio del objeto de la Didáctica de la Educación Física, esta dimensión debe ser comprendida y cuestionadas las formas en que se presenta e influye en las otras dimensiones. El poder de la evaluación es tan fuerte que acaba por condicionar todo el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Vinculada a la dimensión epistemológica de la Didáctica ya citada, diríamos que implícita en ella misma, se encuentra la décima de las dimensiones a las que hace referencia Porlán Ariza: la dimensión específica de la Didáctica. Esta dimensión alude al hecho de que la comunicación que se establece en los procesos de enseñanza y aprendizaje, entre profesores y alumnos, gira en torno a los contenidos específicos seleccionados y, por tanto, en ocasiones, esta comunicación se encuentra condicionada por la relación que muchos de estos contenidos, en cuanto a la forma y análisis de la realidad que representan, mantienen con los saberes organizados y estructurados en disciplinas y áreas de conocimiento. Esta dimensión, en nuestra opinión, supone un filtro a través del que son reinterpretadas muchas de las anteriores. La fuerte influencia disciplinar se deja sentir en los propios métodos de enseñanza y debe ser cuestionada desde las propias Didácticas Específicas.
La undécima, y última de las dimensiones señaladas por Porlán, alude a la "dimensión curricular oculta" de la Didáctica. El autor se refiere a los "procesos comunicacionales subterráneos y soterrados que a veces difieren significativamente del contenido académico de la comunicación" (1993:252). Como refiriera Jackson (1996), existen características de la vida en las aulas que no resultan evidentes para el observador casual.
La Didáctica de la Educación Física, como disciplina que estudia los procesos de enseñanza y aprendizaje, no puede (no debe) ignorar que dichos procesos orientan aprendizajes no explicitados en las intenciones educativas. El análisis que la Didáctica de la Educación Física debe promover sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y el contexto en el que se programa y se desarrolla, debe contribuir a cuestionar los valores y actitudes que inconscientemente se transmiten junto con los contenidos seleccionados o los métodos de enseñanza elegidos o las propias prácticas de evaluación. Como afirma Kirk, "es evidente... que los valores y actitudes trasmitidos a través del currículum oculto impregnan todos los aspectos de la vida escolar" (1990:142), por lo que deben hacerse visibles.
En resumen, bien podemos señalar que el objeto de la Didáctica de la Educación Física se encuentra enmarcado en los procesos de enseñanza y aprendizaje, integrando en la concepción de tales procesos el conjunto de dimensiones señaladas anteriormente que son susceptibles de ser analizadas y que se manifiestan en los propios procesos. En definitiva, se trata de procesos de relación humana en un contexto social que, en parte, se encuentra configurado por el enfrentamiento de intereses sobre la propia definición de enseñanza ( y más ampliamente de educación) y, consecuentemente, sobre la función que ésta debe desempeñar en la sociedad actual.
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