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    Cada vez que un entrenador o director técnico se hace cargo de un equipo deportivo o un atleta es esperable que este llegue con un proyecto compuesto básicamente de la descripción de QUÉ es lo que se propone lograr (visión - metas - objetivos), en CUANTO tiempo (para cuando va a estar hecho), con QUIENES lo va a llevar a cabo (equipo técnico, jugadores, dirigentes), CÓMO piensa desarrollarlo (plan de acción), PORQUÉ ese es el camino deseable (fundamento del proyecto), PARA QUÉ se realiza (qué se espera lograr con este trabajo).

    Tradicionalmente los entrenadores hacen un análisis de la situación actual del Club o institución, equipo, Liga, recursos, historia, y en función de esta realidad definen QUÉ es posible para ese proyecto y sobre todo QUÉ es lo que se necesitaría para lograr un resultado sin precedentes para ese equipo.

    El listado de lo necesario se transforma en una larga lista de :" si tuviéramos esto se podría....", casi siempre aparecen factores como el dinero ( si tuviéramos este dinero podríamos comprar jugadores y aspirar al título), tiempo ( si me dieran más tiempo para trabajar podría armar un equipo competitivo), historia ( acá tenés que jugar siempre a salir campeón / a luchar el descenso), apoyo de los dirigentes ( si los dirigentes apoyarían al equipo cuando pierde saldríamos del pozo), y la lista de necesidades para crear un resultado se va ensanchando.

    Muchos proyectos se van abandonando porque no son viables sin el presupuesto adecuado, los jugadores necesarios o porque nunca antes se ha logrado.

    Este listado surge de un pensamiento de trasfondo que dice : " cuando tenga todo lo que necesito voy a poder producir los resultados y si no tengo esto no voy a poder hacerlo y no sería razonable realizarlo sin tener lo que necesito".

    Esta es la causa de muchos proyectos que nunca se llevan a cabo y sobre todo es una potencial explicación / justificación / excusa para no producir los resultados declarados. "No me dieron tiempo", " No tuve el apoyo de los dirigentes", "El equipo no respondió ", etc.

    Cualquier cosa que el técnico crea que necesita se va a convertir en su futura excusa.

    Esta falta de rigurosidad, genera comentarios de los entrenadores donde confunden la historia con los resultados, la explicación no es el resultado.

    Las cosas que aparezcan en la lista no son necesarias, lo que necesitan es LA ACCIÓN BASADA EN LA VISIÓN.

    Mientras un equipo tenga como contexto la necesidad de requisitos para producir un resultado lo que va a producir son excusas.

    No estoy diciendo que todos pueden todo, estoy diciendo que todos los equipos están equipados para producir resultados que no estén basados en su historia y la realidad, sino que incluyan esta historia y la realidad en la creación de resultados nuevos.

    Estamos hablando de resultados que dada la inercia del pasado no serían posibles, resultados que requieren la creación de las condiciones para el logro.

     Este es el trabajo de líder deportivo, introducirse en lo que aún no ha sido creado y alinear a un equipo de personas para hacerlo realidad, manifestar en hechos aquello que declaran como posibilidad (su visión).

    La tarea del líder deportivo no es hacer más de lo mismo, mejorar lo que ya ha sido hecho o hacer algo diferente, esto sería reaccionar a lo que ya es, reacción no es creación.

    El líder deportivo se apoya en el contexto de lo que ve como posible de crear, en un grupo de personas comprometidas con esa visión, en la acción enfocada, en una relación de responsabilidad con los resultados.

    La visión es una apertura para el futuro, se va a ver como irrazonable desde la perspectiva del pasado y va a desafiar, si no a amenazar, el sentido común prevaleciente y las prácticas aceptadas del statu quo.

    Cuando la visión inspira y es el contexto para la coordinación de acciones destinadas a ese fin, logró su cometido.

    Cuando nuestras acciones están manifestando nuestra visión y creamos resultados concretos, puedo asegurar que estoy operando desde un nuevo lugar y la realidad circunstancial se va organizar en torno a ella.

    La visión en sí misma no produce ningún cambio en la realidad y las circunstancias, lo que sí hace es proveer un nuevo contexto desde el cual observar las circunstancias, la situación, y nos da una perspectiva desde la cual hacer elecciones que no vimos en ausencia de la visión.

    La visión es sólo fantasía si no están acompañados de ACCIÓN.

    Una visión vive como un profundo compromiso personal para un posible futuro.

    Sin la visión el futuro estará en constante lucha con el pasado, prosperar en la visión requiere que esta sea real (no es lo mismo que razonable), que cree las bases y la inspiración para que los jugadores se relacionen y actúen de maneras sin precedentes.

     El dilema es si vamos a tener el coraje para movernos en la invención del futuro en vez de reaccionar a las circunstancias.

    El líder deportivo tiene aquí una oportunidad para intervenir, no desde lo que ya sabe, sino en la reinvención de sí mismo.

    Es en este camino de reinvención donde el Coaching Ontológico (1-2) aparece como disciplina capaz de transformar quienes estamos siendo como entrenadores / técnicos, de manera de generar nuevas acciones y resultados extra-ordinarios en el rendimiento deportivo.

Notas

1. Héctor Chaskielberg. "Actos linguísticos. Del entrenador el líder deportivo". Lecturas: Educación Física y Deportes Nº 20.

2. Héctor Chaskielberg. "Liderazgo deportivo:resultados realisras y resultados extra-ordinarios" Lecturas: Educación Física y Deportes Nº 22.

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revista digital · Año 7 · N° 40 | Buenos Aires, Setiembre de 2001   © 1997-2001 Derechos reservados