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    En el número 34 de esta revista publicamos el artículo "Perfeccionamiento curricular...", donde se hizo referencia no solo al redescubrimiento y cuantificación de la influencia bioenergética en el organismo, sino a su contextualización en la esfera deportiva. En aquella ocasión se trabajó con el deporte de karate-do, con el objeto de materializar mi tesis doctoral, pero ya están creadas las condiciones para extrapolar y generalizar las experiencias al resto de las especialidades competitivas. Si en este artículo no se profundiza en muchos aspectos históricos, o teórico-metodológicos, es debido a que en el material anterior ya se abordaron dichos temas y no deseamos ser repetitivos, máxime cuando este puede ser asumido como la extensión del anterior. Para este trabajo se tomaron los resultados obtenidos luego de aplicar algunos contenidos de la Cultura Física Oriental en una serie de deportes, la mayoría de ellos equipos nacionales, los cuales solicitaron la asesoría especializada de nuestro Laboratorio de Terapias Especiales, que a continuación se enumeran.

    En ninguno de los casos existió diferenciación del proceso de entrenamiento deportivo entre los correspondientes grupos experimentales y control, con la única salvedad que los primeros recibieron la aplicación de diversos contenidos de la Cultura Física Oriental. La comparación de las mediciones al inicio y al final del macrociclo de entrenamiento permitieron no solo constatar los porcentajes de incremento, sino la superioridad de los grupos experimentales y control, como muestra la siguiente tabla:

    Esta corriente de utilización de la bioenergía en el entrenamiento deportivo no es nueva, y se aprecia que en la esfera internacional también se utilizan estos contenidos por parte de atletas élite como el recordista mundial de inmersionismo Jaques Mayol, el doble campeón olímpico de esgrima Ramón Fonst, y los multicampeones y recordistas mundiales y olímpicos Carl Lewis e Inge de Bujin, de atletismo y natación respectivamente. Todos ellos practicaban diferentes artes marciales, lo cual reafirma que la influencia está en el componente que las unifica a todas: la bioenergía. Algunas de estas experiencias han sido anteriores a las nuestras, por lo cual desde el punto de vista de contenido solo hemos sido continuadores de esta corriente. En cambio, desde el punto de vista de la forma de utilización, debido a la extensa búsqueda bibliográfica realizada, podemos reconocer que estamos ante una utilización que se diferencia del empirismo que ha caracterizado a sus precedentes, puesto que es la primera vez que se utilizan estos contenidos, sistematizados y particularizados dentro del proceso de preparación deportiva, y con objetivos concretos y directamente relacionados al mismo.

Bibliografía

    La fuente bibliográfica utilizada este trabajo consistió en los Trabajos de Diploma archivados en el Laboratorio de Terapias Especiales del Instituto Superior de Cultura Física, donde se han llevado a efectos los experimentos correspondientes a la utilización de los contenidos bioenergéticos de la Cultura Física Oriental, con el objeto de incrementar el nivel de preparación deportiva, y consecuentemente los resultados competitivos.

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revista digital · Año 7 · N° 39 | Buenos Aires, Agosto de 2001   © 1997-2001 Derechos reservados