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La evaluación psicológica en el trabajo aplicado al fútbol
Gema Martín García y Ricardo de la Vega Marcos

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 38 - Julio de 2001

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D. Capacidad de control del pensamiento

    Esta capacidad hace referencia a la influencia decisiva que tienen los pensamientos en el rendimiento del deportista. Como ya sabemos, esta variable se encuentra muy relacionada con otras como el nivel de activación, la autoconfianza del jugador o su capacidad de concentración.

    Hablar de control de pensamientos y de evaluación nos obliga, como veremos más adelante, a penetrar en el terreno resbaladizo de lo estrictamente subjetivo, donde la relación y la confianza existente entre el jugador y el psicólogo deportivo se muestra como uno de los aspectos que ayudan a explicar con mayor exactitud el éxito de nuestro trabajo y de nuestra intervención.

    Los pensamientos distractores, como no podía ser de otra manera, se encuentran especialmente relacionados tanto a aquellos momentos de la competición en donde las expectativas no se ven confirmadas, como a los momentos en los que se utilizan destrezas y habilidades técnicas o motrices en las que el jugador percibe que “no es muy hábil”. La definición de todos estos aspectos nos aporta una clave esencial para el proceso de evaluación e intervención en esta variable.


3. Sistema de evaluación psicológica aplicada al fútbol

    La última parte de este artículo vamos a dedicarla a establecer, aunque sea de forma breve y escueta, las principales herramientas con las que cuenta el psicólogo profesional especializado en deporte para conocer en qué medida cada uno de los jugadores de manera individual domina cada una de las destrezas psicológicas básicas que ya hemos señalado en el apartado anterior 2.

    En concreto, nos parece importante comenzar por señalar cuál es el proceso que consideramos idóneo para realizar la evaluación de la manera más correcta posible y respetando al máximo la validez ecológica del proceso evaluativo. Estos pasos son los siguientes:

  1. Observación del rendimiento del jugador en los entrenamientos y en los partidos. Un primer paso en cualquier proceso de evaluación consiste en observar las conductas objeto de estudio. Para poder realizar esta observación podemos optar por realizarla en vivo, o bien por hacerlo en diferido; en este último caso necesitaremos tener grabada la información para su posterior análisis. En este sentido, un aspecto complejo al que debe prestarse atención es el de la manera en la que registramos la información que nos interesa, puesto que podemos optar por un registro narrativo de lo que sucede o, lo que nos parece más conveniente, utilizar un código de observación que nos ofrezca información lo más objetiva posible sobre la frecuencia y/o la ocurrencia de las conductas que nos interesen observar 3.

  2. Acceso a la información subjetiva que maneja el jugador mediante entrevistas y autorregistros diseñados al efecto para cada una de las habilidades psicológicas que trabajemos. Pese a que nos parece importante contar con el mayor número de información objetiva posible, somos plenamente conscientes de la importancia de la subjetividad en el establecimiento de juicios acerca del rendimiento deportivo, una subjetividad que, sin duda alguna, juega un papel importante en el rendimiento deportivo al encontrarse estrechamente relacionada con algunas variables psicológicas esenciales como pueden ser las expectativas de proceso y de rendimiento, o la autoconfianza.

    En este sentido, y al igual que sucede en los demás puntos señalados en el proceso de evaluación, consideramos oportuno el diseño de autorregistros específicos aplicados al fútbol que nos ofrezcan información pertinente sobre los aspectos más importantes de cada entrenamiento y de cada partido. De esta forma, tenemos un seguimiento progresivo de nuestros jugadores y una información que podemos revisar de forma continua sobre el estado psicológico subjetivo de cada uno de nuestros jugadores.

    Por otro lado, también nos parece apropiado el empleo de test adaptados específicamente al deporte como medio para acceder a información que nos pueda parecer pertinente (por ejemplo el TAIS, o el test de Loehr, entre otros).

  3. Evaluación en el propio campo de entrenamiento mediante la ejecución práctica de las habilidades futbolísticas y psicológicas presentes en el rendimiento deportivo, sirviéndonos para ello de una serie de ejercicios diseñados al efecto.

    Un punto esencial y en el que no han penetrado a fondo los profesionales que trabajan en la psicología del deporte, quizás por desconocimiento del mismo, es la aplicación de pruebas de campo que, a modo de entrenamiento habitual, nos sirvan para establecer pautas objetivables sobre cuál es el nivel de dominio de las habilidades psicológicas básicas por parte de cada uno de los jugadores de nuestros equipos. Está claro que la asesoría técnica y el trabajo multidisciplinar es esencial en este punto y que el aspecto motivacional se encuentra directamente implicado porque los jugadores sienten que están realizando algo que tiene relación con aquello que les gusta, que no es otra cosa que el entrenamiento y el trabajo con balón.

    Para cada una de las habilidades psicológicas básicas es deseable el diseño de una serie de situaciones de entrenamiento que nos ofrezcan una puntuación sobre el nivel psicológico de ese jugador en ese factor. La manera de objetivar esta información es sirviéndonos de las conductas externas manifiestas y del feedback que nos ofrecen los aparatos de biofeedback que empleamos en todo momento y que, sumados a la información subjetiva, nos ofrecen un panorama bastante extenso y a la vez conciso y concreto sobre cuáles son los aspectos en los que debe mejorar cada uno de los jugadores.

  4. Nueva confrontación de los datos recogidos con el rendimiento el jugador en los partidos de competición. El último punto de este ciclo del proceso evaluativo se cierra con la filmación y registro del rendimiento del jugador en los partidos, ya sean amistosos o de competición oficial, de manera que podemos contrastar la información recogida en los autorregistros, con la que tenemos en el vídeo (participación del jugador, situaciones potenciales en las que se ha visto implicado, consecuencias de las acciones exitosas y de las que no obtiene el resultado esperado, etc.).


Notas

  1. Para profundizar más en el tema de la toma de conciencia y su importancia en el deporte en general y en el fútbol en concreto, ver Del Valle, 1999 y De la Vega, 1999; De la Vega y Moreno, 2000.

  2. El análisis de otras variables psicológicas que afectan más directamente al equipo deportivo en su conjunto, lo hemos dejado al margen por excederse de los intereses del presente artículo aunque, sin duda alguna, no podemos concebir un proceso de evaluación en fútbol que no tenga en cuenta estas variables.

  3. En este sentido no viene de más recordar la importancia de la validez y la fiabilidad de nuestras observaciones, requisitos que deberíamos cumplir en todo momento.


Referencias bibliográficas

  • CARRON, A. V. & GRAND, R. R. (1982). Team climate questionnaire: Form B. London, Ontario: Faculti of Psysical Education, Un. Of Western Ontario.

  • CORBIN, C. B., NIELSEN, A. B., BORDSDORF, L. L. & LAURIE, D. R. (1987). "Commitment to physical activity". International Journal of Sport Psychology, 18, 215-222.

  • DEL VALLE, S. (1999). La autorregulación de una acción motriz: el equilibrio invertido. Tesis doctoral no publicada. Facultad de Psicología. Madrid: U.A.M.

  • DE LA VEGA, R., (1999). Tesina de Investigación "Reflexión sobre la acción motriz en el golpeo con el interior en fútbol". (Pendiente de publicación).

  • DE LA VEGA, R., MORENO, A. (2000). "El proceso de reflexión y toma de conciencia como herramienta facilitadora del rendimiento en el fútbol". INFOCOES,1, 28-58.

  • DUDA, J.L. (1989). "Relationship between task and ego orientation and the perceived of sport among high school athletes". Journal of Sport & Exercise Psychology, 11, 318-335.

  • GONZÁLEZ, J. L. (1996). El entrenamiento psicológico en los deportes. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva.

  • NIDEFFER, R. M. (1980). Attentional Focus-Self-Assessment. En Suinn, R. Psychology of Sports Methods and aplications. Burgess Publishing Company Mineapolis. Minesota. (281-290).

  • VALEY, R.S. (1986). "Conceptualization of sport confidence and competitive orientation: Preliminary investigation and development". Journal of Sport Psychology, 8, 221-246.


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