|
|
---|---|
Estudio somatométrico en escolares asmáticos sometidos a un regimen de campamento
|
|
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 35 - Abril de 2001 |
2 / 2
En el sexo masculino (Tabla Nº 5), observamos que existieron cambios cualitativos en 9 y 11 años en cuanto al índice acromioilíaco, en 9 años de un tronco rectangular pasó a ser trapezoidal y en 11 años de trapezoidal pasó a intermedio. En relación con el miembro superior, en 10 años, de macrobraquio pasó a braquibraquio; y en 11 años, de metriobraquio pasó a braquibraquio. El macrobraquio se mantuvo en 9 años en ambas mediciones. Las piernas fueron largas en todas las edades estudiadas y fue mas aguda esta situación en 10 años en ambas mediciones y en 9 años en la primera medición; en los hombros no existieron cambios cualitativos, y se presentaron en 9 y 10 años hombros medios que se agudizaron en 9 años en ambas mediciones; mientras que el grupo de 11 años presentó hombros estrechos. En cuanto a la pelvis observamos cambios solamente en 9 años, pues de pelvis media pasó a ser estrecha; el tórax se presenta en todas las edades estrecho y se agudiza cuantitativamente en 9 años en ambas mediciones y en los 11 años en la primera medición.
Tabla Nº 5. Comportamiento de las características morfológicas en asmáticos. Sexo masculino.
De forma general podemos decir que en ambos sexos las extremidades inferiores fueron largas, con una agudización desde el punto de vista cuantitativo en 10 años en el sexo masculino en ambas mediciones; el tipo de hombro que predominó fueron los medios, con un solo cambio cualitativo en 9 años en el sexo femenino; la pelvis fue mas estrecha; con excepción de 9 años en el sexo masculino que en la primera medición se presentaba la pelvis media; el tórax fue estrecho tanto en un sexo como en otro.
Los resultados de la circunferencia torácica (normal, en inspiración, en espiración y excursión torácica) se encuentran en la Tabla Nº 6, donde fundamentalmente centraremos la atención en la excursión torácica por se éste el parámetro que nos habla de la movilidad necesaria de la caja torácica para realizar la ventilación pulmonar. En este sentido existe un aumento en la misma de una medición a otra en todos los casos, con excepción del grupo de 10 años masculino, donde existió un descenso. El mayor incremento se produjo en el grupo de 11 años del sexo masculino, donde este parámetro aumentó en 7.6 cm.
Tabla Nº 6. Resultados del estudio de la circunferencia torácica en niños asmáticos
Al observar los índices respiratorios (Tabla Nº 7), podemos constatar que los valores en el índice vital donde está establecido que los valores normales para el sexo femenino es de 50 y para el masculino es de 60, no encontramos en ninguna de las edades estos valores normales. Además se observó un descenso de los mismos en la segunda medición con respecto a la primera; con excepción de 10 años en el sexo masculino que se incrementa ligeramente. Con relación a las edades estudiadas observamos que en el sexo femenino existe un incremento con excepción de 10 años, donde hay un descenso; mientras en el masculino este parámetro se incrementa, con excepción de 11 años. En lo referente al índice espirométrico, que lo establecido es que para el femenino sean de 22 a 24 y para el masculino de 23 a 25 los valores normales, podemos ver que en ninguno de los grupos estudiados existen éstos, encontrándose muy por debajo de lo establecido. Debemos señalar que existe un descenso en ambos sexos en la segunda medición con relación a la primera, a excepción de 10 años en el sexo femenino, que hay un incremento. Al analizar las edades y el sexo, existe un incremento en la primera medición de una edad a otra en ambos sexos, a excepción de 11 años que desciende.
Tabla Nº 7. Resultados de los índices respiratorios en niños asmáticos.
En cuanto al índice de presión espirométrica, que es muy importante en estos casos, pues es el que asegura la salida del aire de los pulmones, se observa un incremento en la segunda medición en ambos sexos, con excepción de 10 años en el sexo masculino, que existe un ligero descenso. En relación con las edades estudiadas se observa un descenso en el sexo femenino en la primera medición al igual que en la segunda, donde exceptuamos al grupo de 11 años; mientras que en el sexo masculino la excepción es 11 años, donde existe un incremento. En las demás edades se puede ver los valores mayores en el sexo femenino en 9 años y los menores en 10 años en la primera medición, mientras que en la segunda el mayor está en 10 años y el menor en 11 años y en el sexo masculino los valores mayores fueron en ambas mediciones en 10 años y los menores en 9 años.
DiscusiónLos resultados expresados en la Tabla Nº 1, donde en el sexo femenino, en 10 años, los valores son superiores en todos los parámetros que en 11 años, puede deberse a diferentes factores; éstos son:
Factores hereditarios (baja estatura en los padres).
Factores muestrales (muestra pequeña).
Discordancia entre la edad biológica y la cronológica.
Con respecto a la comparación entre sexos, las hembras obtienen mayores valores que los varones debido a que en este "período de la gran infancia que comprende desde los 7 años hasta los 10 y 11 años en las muchachas y hasta los 12 y los 13 años en los varones, es donde se inicia la diferenciación morfológica sexual" (2,14), es decir, se comienza a producir los primeros síntomas de la precocidad femenina (9,13).
Resultados parecidos a estos encontró Jordan (4) en su trabajo "Desarrollo Humano en Cuba", donde expresa que "a partir de 9 años, debido a que experimentan cambios puberales, las niñas tienen mayor estatura".
Como se pudo observar, en el somatotipo que existe una tendencia al aumento de la mesomorfia y de la ectomorfia en sentido general, cuestión ésta que puede estar relacionada con las actividades desarrolladas en ese período como fueron: viajes a la playa, juegos con pelotas y gimnasia básica combinados con algunos ejercicios respiratorios. Esto guarda relación con los resultados obtenidos en la composición corporal donde se observó que en sentido general existe una reducción del componente graso y un aumento en los valores del componente muscular; lo que indica la positividad de la actividad física en el organismo y aumentan los niveles relativos de la masa corporal activa (MCA) (7,6,1,11), a pesar que estas actividades recreativas no tenían un carácter sistemático y dosificado.
Los resultados de las características morfológicas tienen cierta relación con los planteados por Vandervael (14), para éstas edades, en especial con el resultado de la clasificación de las piernas largas, pelvis y tórax estrecho, pues para la extremidad superior se plantea por este autor las características de los brazos largos (macrobraquio); así como para la anchura biacromial, donde la clasificación es de hombros estrechos, debido al crecimiento longitudinal que a expensas de las extremidades inferiores sucede para estas edades; sin embargo, los resultados encontrados no responden a las características planteadas, lo que puede ser producto de la afección que poseen o incluso de algún retraso en la concordancia entre la edad cronológica y la biológica.
Con respecto a los resultados encontrados en los índices de presión espirométrica y la excursión torácica, en la cual la tendencia es a aumentar de una medición a otra, pensamos que esto guarda relación, pues en dependencia de que el índice aumenta los músculos intercostales que intervienen en la respiración se fortalecen, lo que provocar un mayor movimiento de las costillas en particular y de la caja torácica en general; sin embargo, estos incrementos cuando los relacionamos con dos parámetros básicos del proceso de crecimiento y desarrollo (talla y peso), vemos que aún es insuficiente la capacidad vital respiratoria que poseen los pulmones para asegurar el almacenamiento del aire con vistas a ventilar los mismos, esto explica los resultados insuficientes detectados en los diferentes subgrupos; así como el decremento de una medición a otra en estos índices, lo que demuestra que aunque se realizaron algunas actividades físico-recreativas combinadas con ejercicios respiratorios, éstas resultaron insuficientes.
Conclusiones
Se observaron en los parámetros de talla, peso y superficie corporal valores superiores, en sentido general, en el sexo femenino que en el masculino.
Los somatotipos, en sentido general, de la clasificación mesoendomórfica pasaron a la endomesomórfica.
En la composición corporal se detectó una reducción del componente graso, así como un aumento del componente muscular y óseo. Esto se hizo mas agudo en el sexo masculino.
Las características morfológicas de los asmáticos fueron de piernas largas, pelvis y tórax estrecho, hombros medios, extremidades superiores cortas y tronco trapezoidal en sentido general.
Existió un incremento de la excursión torácica en prácticamente todas las edades estudiadas, y se agudizó el mismo en el sexo masculino.
En el índice de presión espirométrica se observó un incremento de una medición a otra; sin embargo, existe una tendencia en el sexo femenino a reducir el mismo a medida que aumenta la edad.
Los índices vital y espirométrico resultaron bajos desde el punto de vista cualitativo; y se redujeron de una medición a otra.
Es necesario continuar el trabajo, pues se aplicar un programa de Educación Física nuevo, donde se realizarán actividades mas orientadas, sistematizadas y dosificadas; así como mas integral, pues como se pudo apreciar la solución del problema (aumento de su capacidad físicofuncional) no está en la concentración de los asmáticos en una zona de playa; sino en el programa (bien dosificado y orientado) de actividades física-deportivas que se desarrollen.
Bibliografía
Alonso, R. y H. Pila. Experiencia de un método en la preparación de atletas. Ed. Ciencias Médicas. La Habana. 1986.
Alonso, R. Educación Física Terapéutica. Material de Estudio. Facultad de Educación Física. Universidad de Brasilia. 2000.
Comas J. Lecturas de Antropología Física. La Habana. Instituto del Libro. 1970.
Heath, B..; J..E..L. Carter Un método modificado del somatotipo. Am J Phys Antrop. 57-74 1967.
Jordan, J. Desarrollo Humano en Cuba. La Habana. Ed. Científico Técnica. 1979.
Koslov, B.V.; A.A. Gladicheva. Fundamento de la Morfología Deportiva. Moscú. Ed. Cultura Física y Deporte. 1977.
López, A. Sobre la composición corporal de los gimnastas. Una comparación de dos métodos antropométricos prácticos. La Habana. ESPA. I Jornada Metodológica. 1978.
Malkoska, M. Sobre los problemas de la estatura corporal de los gimnastas. Gymnastika 21: 3-8. 1975.
Mateigka, J. The testing of physical officiona. Am J Phys Antrop. 223-230. 1921.
Parizkova, J. Particularities of lean body mass and fat development in growing boys as related to their motor activity. Acta Paediatr BELG. Suppl (28): 233-244. 1974.
Pospisil, M. Manual de prácticas de antropología física. Ed. Científico Técnica. La Habana. 1987.
Rodríguez, L.; C. Rodríguez. Estudio longitudinal del crecimiento y desarrollo en nadadores. INDER. La Habana. Boletín Científico Técnico. 1976.
Sheldon, W.; S. Stevesn; W. Tucker. Las variedades del físico humano. New York. Harper Brother Publisher. 1940.
Tanner, J.M. Educación y desarrollo físico. La Habana. Instituto del Libro. 1971.
Vandervael, F. Notions de biometric human. Ed. Desoerlige. 1943. p. 156.
Weiner, J.S.; Lourice, J.. Human Biology (IBP). A guide to fields methos. Blaclwell scientific publications. Oxford Ok. 1969.
| Inicio |
revista
digital · Año 7 · N° 35 | Buenos Aires, Abril de 2001 |