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El Entrenamiento en los niños
y el Hockey sobre Césped

  Profesor de Educación Física, Instructor en Sobrecarga,
Preparador Físico de la primera división de hockey sobre césped
categoría damas de la Universidad Nacional de San Juan
(Argentina)
Eduardo E. Nacusi
turquito@infovia.com.ar

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 34 - Abril de 2001

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Introducción

    No existe ningún área del deporte moderno más discutida y más tratada con prejuicios que la educación física, la investigación motora y el entrenamiento con niños.

    Este artículo parte de la idea de que se puede influir positivamente en la capacidad deportiva, a través de una fomentación objetivada de las capacidades motrices y de las características propias de cada uno. Ello presupone por otra parte conocimientos psicológicos y pedagógicos.

    Este artículo está dirigido a entrenadores y profesores de Educación Física que diariamente se ven enfrentados con las cuestiones de carga, adaptación al niño y rendimientos exigidos.

    A base de conocimiento científico por un lado y experiencias extraídas del medio por mi persona y colegas, es que quiero dar argumentos que ayuden a clarificar algunos interrogantes, para conseguir mayor seguridad en el proceder y la actuación de cada uno de estos profesionales.


Niños....

    "Niño" es un concepto tan ambiguo, que hace necesario describirlo y definirlo para nuestras necesidades.

    Existen valoraciones y clasificaciones diferentes en los campos pedagógico, sociológico- familiar, jurídico y hasta económico, pero también en el campo normativo y valorativo. Para la psicología evolutiva, los conceptos niño e infancia se clasifican en una fase concreta, esta comprende entre el nacimiento y la maduración sexual.

    Crecimiento, desarrollo y maduración son términos que pueden emplearse para describir cambios en el cuerpo que se inician en el momento de la concepción y que prosiguen durante la edad adulta. La expresión crecimiento hace referencia al incremento del tamaño corporal o de cualquiera de sus partes. La expresión desarrollo hace referencia a la diferenciación a lo largo de líneas especializadas de función y por lo tanto, refleja los cambios funcionales que tienen lugar con el desarrollo. Por último maduración entendemos el proceso de adopción de la forma adulta y de llegar a ser plenamente funcional, y se define por el sistema o función que se está considerando. Por ej. por madurez esquelética nos referimos a tener un esqueleto plenamente desarrollado en el que todos los huesos han completado su crecimiento y osificación normalmente, mientras que por madurez sexual entendemos el hecho de poseer un sistema reproductivo plenamente funcional.


El desarrollo motriz

    Movimiento y juego son elementos del comportamiento infantil. En consecuencia las muestras de rendimiento motriz pertenecen al repertorio conductual de cada ser humano igual que del niño. El niño sano posee al nacer un repertorio motriz y conductual determinado ontogenéticamente ( durante la evolucion fetal del individuo ). A la vez podemos partir de la base de que este repertorio puede variar cuantitativa y cualitativamente en diferentes personas. La intensidad, el volumen y la dirección de las diferentes manifestaciones motrices se adjudican a la necesidad de movimiento en busca de la tan apreciada adaptación al medio en el que se encuentra inserto.

    El potencial motriz existente en el momento del nacimiento se va estructurando, orientando y diferenciando de varios procesos evolutivos.

    El desarrollo motriz queda determinado por períodos de crecimiento que se entienden como el incremento de la osificación del sistema esquelético y la consecuente limitación de la movilidad del cuerpo, o como fases sensitivas para determinadas tareas coordinativas, o como serie de modificaciones de las proporciones corporales entre si.

    La superación de una fase es necesaria para alcanzar la siguiente. A nivel motor esto queda demostrado por la jerarquía en los modelos motores conductuales.

    Hasta el segundo cambio estructural, que se inicia con la pubertad, el niño se encuentra, desde el punto de vista físico, en la fase de forma armónica infantil, en la que tiene éxito la formación motriz.


La madurez

    En los procesos de maduración se desarrollan los modelos motores y conductuales necesarios para la conservación de la especie y de la misma persona hasta llegar a la madurez ontogenética y filogenética.

    El aprendizaje del andar es uno de estos procesos de maduración que partiendo de movimientos descoordinados de cuerpo, manos y piernas, pasando por gatear, reptar, deslizarse y rodear, empujar, arrastrarse hasta estar de pie, llega al andar erecto.

    A medida que se consiguen funciones neuromusculares se incrementarán también rendimientos coordinativos y se alcanzarán movimientos globales del cuerpo. Por ello muchos rendimientos motrices son simples procesos de maduración para los cuales el aprendizaje y el entrenamiento tienen poca influencia.


La necesidades motrices del niño

    Las habilidades motrices básicas son puestas en acción atravez de la función lúdica, factor importante del desarrollo motor infantil. Del mismo modo que otras áreas de la conducta infantil son sometidas a un bombardeo incesante de informaciones que permiten al niño enriquecer sus estructuras nerviosas y acumular experiencia, en el ámbito motor sucede de igual manera. La motricidad del adolescente y el adulto tiene sus orígenes en estas edades de intenso desarrollo y crecimiento, de deseo de aventura y de toma de contacto con el medio, de autonomía motriz.

    Hay que proveer a los niños de la máxima libertad de movimientos y promoverla con espacios, equipamientos adecuados. En palabras de los especialistas en psicomotricidad, el niño ante este enriquecimiento psicomotor desarrollará el conocimiento de su propio cuerpo, las nociones de espacio, evolucionando de lo topológico hacia niveles superiores: la noción de tiempo, la coordinación etc.

    Si estas necesidades naturales del niño se tienen en cuenta (la motivación), que actúa como reductora de los impulsos. Se produce en el niño el deseo marcado de comprobar sus capacidades hasta los límites de sus posibilidades. A partir de entonces no existirá en el entorno del niño ningún árbol que sea demasiado alto, ningún muro que sea demasiado estrecho, ningún terreno que sea demasiado aventurado para no ser incluidos dentro de las vivencias motrices y lúdicas.

    En el campo del entrenamiento deportivo no existirá acrobacia que sea demasiado arriesgada ni ejercicio demasiado raro para no comparar las fuerzas en ello. Los límites de las capacidades parecen estar situadas en la imaginación y no en lo biológico.

    Esta necesidad de movimiento se aumenta por las tendencias individuales de mejora y perfección.

    El miedo tiene una importancia relativamente baja, el niño no es aún consciente de la envergadura de su actuación, va experimentando hasta llegar a los límites de lo posible.

    Se despierta el deseo de comparación, se miden los rendimientos propios con los progresos de los demás. En cuanto ve una posibilidad el niño está dispuesto a competir.

    Los niños viven y aprenden de ideales, en su afán aún inconsciente de llegar a ser adulto.

    Igualmente son capaces de integrarse en programas de entrenamiento que a primera vista significan una fuerte carga o sobrecarga. Ello refuerza la imagen de una disposición francamente ilimitada de los niños para el esfuerzo.

    No solo existe entrenamiento en el ámbito deportivo, el aprender a tocar un instrumento, el cruzar la calle, el atarse los zapatos, o el aprender a leer son programas de entrenamiento que se aplican a corto o largo plazo, para desarrollar o perfeccionar determinadas destrezas. Todos se basan en planes de entrenamiento y estaciones de control fijados mentalmente o por escrito.

    El entrenamiento en el deporte es un proceso planificado y complejo, con el fin de aumentar el rendimiento deportivo. Desde el punto de vista biológico se realizan para ello estímulos motores por encima del umbral de excitación que se repiten sistemáticamente con el fin de establecer adaptaciones morfológicas y funcionales.

    Esto es una exigencia que para el deporte de alto rendimiento se va teniendo cada vez más encuenta, pero que no se cumple a un nivel bajo.

    Sobre las cargas para los niños todavía, se sabe poco o casi nada, las investigaciones científicas no han terminado para poder dar resultados finales.

    El entrenamiento con niños se puede entender como un entrenamiento preparatorio para un desarrollo objetivado del rendimiento, donde se ofrecen tanto las formas motrices multifuncionales como formas específicas del deporte por entrenar. A través de formas jugadas deben adquirirse experiencias motoras variadas, tenerse las primeras vivencias con el deporte específico a través de ejercicios objetivados, y encontrarse posibilidades de cooperación trabajando conjuntamente.

    La finalidad consiste en una expansión de todas las posibilidades motoras para conseguir un amplio repertorio motriz, a base de la cual se podrán aprender formas motrices específicas con mayor facilidad, rapidez y de forma más estructurada. El objetivo no es un incremento demasiado rápido de los rendimientos deportivos.

    El entrenamiento con niños debe orientarse en las necesidades de los niños y no tanto en procesos reguladores del rendimiento.


Posibilidades y riesgos

    Con respecto al tema deportivo no existe otro campo tan controvertido para la opinión pública.

    La hipótesis existente parte de la base que deporte infantil es igual a trabajos forzados .

    Se manifiestan los siguientes inconvenientes de una forma relativamente global.

  1. Se cuestiona la actividad realizada en el deporte infantil.

  2. Se pone en duda que el deporte de alto rendimiento de los niños no dañe su desarrollo (niñez perdida), privación del tiempo libre.

  3. Se temen efectos secundarios negativos para la génesis de la personalidad etc.


Razones para un entrenamiento temprano

    El entrenamiento con niños existe desde que existe el deporte moderno. Casi ninguna de la princesas del hielo como así también las gimnastas deportivas empezaron en la adolescencia, la mayoría empezó o comienza desde temprana edad 4 años. De una forma sistemática se entrena a los niños. Los éxitos espectaculares de algunos atletas entrenados desde temprana edad.

    Las razones para el inicio de los entrenamientos en edades tempranas son múltiples

  1. efecto para deporte de un alto índice de movimientos coordinados ( por ejemplo gimnasia artística, gimnasia rítmica, patinaje artístico, natación.

    Si añadimos el tiempo promedio de desarrollo y estabilización del rendimiento, resulta obvio el inicio temprano.

  2. El desarrollo de competición para niños que todavía hoy consiste en un traspaso de las formas competitivas de los adultos al campo de los niños sin adaptación. Puesto que el entrenamiento deportivo solo tiene sentido si se puede participar en competiciones, el entrenamiento de los niños se modificará decisivamente cuando las federaciones hayan creado competiciones adecuadas.


Directrices para un entrenamiento con niños

Según Andresen (1979)

  • Los atletas, pero también los padres y educadores de los niños y adolescentes enfocados al rendimiento, tienen que estar informados a fondo respecto a las oportunidades y riesgos que se encuentran en este campo, para prevenir cualquier manipulación.

  • Se debe insistir a las personalidades para que usen sus influencias en las entidades deportivas, a fin de que los niños los usen de modelos a seguir.


Entrenabilidad en edades infantiles

    La capacidad de rendimiento motor de una persona queda determinada por el nivel de las cualidades motrices implicadas. Atravez de la maduración y el aprendizaje se desarrollan los diferentes sistemas de una persona, todo ello unido a un mecanismo funcional expresado por la coordinación global del cuerpo.

    Según las exigencias motrices en las diferentes edades, los esquemas motores quedarán almacenados en la memoria estática infantil de una forma muy completa y diferenciada o en caso contrario muy rudimentaria y superficial.

    Mientras se desarrollan las capacidades motrices con diferente rapidez de desarrollo e independientemente entre si. Se van relevando períodos de relativa baja influencia con etapas de desarrollo rápido.

    Dentro de este proceso de aprendizaje, el rendimiento motor se ve influenciado por diferentes cualidades las cuales le dan forma a esta capacidad de rendimiento del niño.

    Estas cualidades son:


Coordinación

    La coordinación es el efecto conjunto entre sistema nervioso central y la musculatura esquelética dentro de un movimiento determinado, constituyendo la dirección de una secuencia de movimientos.

    Como evento de dirección, la coordinación no tiene carácter innato, sino más bien se desarrolla por la confrontación activa con las tareas que vienen dadas por el entorno social y material.

    El grado y la calidad de las funciones de coordinación influyen sobre la velocidad y la calidad de los procesos de aprendizaje de destrezas y técnicas deportivas. Estas capacidades permiten el grado de adaptación rápida a condiciones variables y aseguran de esta manera superar las múltiples situaciones de actuación.

    En la fase entre el nacimiento y el cuarto año, el desarrollo de las cualidades decide sobre la calidad del comportamiento motriz. La mayoría de las perturbaciones coordinativas se inician en esta fase.

    El repertorio de posibilidades crece con los estímulos, que le llegan al niño. Por recibir el niño pocos estímulos, determinadas cualidades se forman menos.

    La mejoras coordinativas experimentan su mayor grado de crecimiento entre los 4 y 7 años. Las necesidades expansivas, la curiosidad y los impulsos lúdicos exigen cada vez más nuevas formas motoras. El lujo motriz (Meinel, 1978) disminuye, los movimientos se convierten en más claros y orientados. No se modifican espontáneamente, sino sistemáticamente.

    La etapa escolar da buenas posibilidades para mejorar los rendimientos coordinativos.


Flexibilidad

    Por flexibilidad (movilidad) se entiende la capacidad de aprovechar las posibilidades de movimiento de las articulaciones lo más óptimamente posible.

    Es dependiente del tipo de articulación, de la longitud y elasticidad de los ligamentos, de la resistencia del músculo contra el cual se ha de trabajar en el estiramiento y de las partes blandas situadas alrededor de la articulación.

    Los niños pequeños poseen una elasticidad elevada a causa del aparato esquelético que aún no está solidificado.

    Se pueden producir daños si las articulaciones se entrenan de forma poco económica, desequilibrada o con sobrecarga.


Resistencia

    La resistencia se entiende en el deporte como la capacidad del hombre de soportar la fatiga por el mayor tiempo posible.

    Para realizar ejercicios de resistencia motriz de diferentes tipos, según la especialidad de la tarea, el ser humano es capaz de agotar o bien de utilizar diferentes sistemas de capacidades de su organismo.

    Los sistemas importantes relativos a este contexto quedan representados con el concepto de capacidades aeróbicas y anaeróbicas.

    En la edad preescolar, los niños pueden trabajar aeróbicamente entrenándose con la motivación correspondiente y sin cambios de velocidad ni límites de tiempo. Las fuentes esenciales de peligro parten del aparto infantil locomotor y sostén que aun no está del todo desarrollado. Teniendo en cuenta estas limitaciones, los niños pequeños ya pueden conseguir rendimientos de resistencia.


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