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El Examen de Ingreso al IEF Romero Brest, de Buenos Aires.
Carta abierta a la comunidad educativa

  Docente en Educación Física
(Argentina)
Lic. Hugo Guinguis
hugoguinguis@hotmail.com

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 33 - Marzo de 2001

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"Escribo aunque más no sea para mí, porque no podría pensar sin escribir"
(de la autobiografía de Jean Piaget)

    En cumplimiento de mis obligaciones como profesor e integrante del Consejo Directivo del Instituto Superior de Educación Física Nro. 1 "Dr. Enrique Romero Brest" me encuentro inmerso en este momento en el proceso de ingreso de aspirantes al rol de alumnos del Instituto.

    Debo declarar a fe de sinceridad que las autoridades del mismo (Rector, Vicerrectores, Regentes, etc.) hacen lo mejor posible dentro de las pautas y los cupos establecidos para el ingreso y que se debe nombrar el esfuerzo puesto tanto por la gente de Capacitación, de Regencia de Prácticas y tantos Profesores y Personal Administrativo, (no cito los nombres para no olvidarme de ninguno), en función de esta compleja tarea.

    Vaya después de esta declaración la siguiente reflexión.

    El día miércoles 28 de febrero, por la tarde (con 39 grados de sensación térmica) respondiendo a la citación efectuada en diciembre del 2000 integré una mesa para tomar una de las pruebas del ingreso, "flexibilidad", la misma consistía en que el aspirante a ingresar, se sentaba en el suelo, delante de un cajón con una tabla numerada, se flexionaba lo más posible hacia delante y de acuerdo hasta donde llegaba, después de tres intentos, se consignaba la medida alcanzada en el casillero con su nombre..

    El mismo día por la noche, integré otra mesa donde el aspirante se colgaba de una barra fija y debía realizar la mayor cantidad de flexo-extensiones de brazos en un lapso de 30 segundos. Tenía una sola oportunidad y esa cantidad de ejercicios se anotaba en la planilla.

    También debo contar en este momento que el día 22 de febrero tomé y corregí varios grupos de "examen intelectual", en el cual debía controlar a los aspirantes cuando lo realizaban (una hora cuarenta y cinco minutos) y luego con las respuestas (es una prueba objetiva sistema opciones múltiples muy bien realizada) las vuelcan en la primera hoja (hoja de respuestas) sobre la cual corregimos, otorgando dos puntos por la respuesta correcta, cero puntos por la no contestada y se descuenta veinticinco (0,25) centésimos por respuesta incorrecta.

    Todos los puntajes así obtenidos sirven luego para determinar por orden de mérito su ingreso o no al Instituto, es decir, no ingresan los aspirantes que aprueban (obtienen un puntaje superior al que el determinado para el corte de acuerdo al obtenido por todos en el ingreso) sino quienes están primeros cubren las vacantes hasta que se agoten las mismas.

    Algunos números que "aclaran" el panorama...

  • 1900 cuadernillos de ingreso (aproximadamente) fueron vendidos por la cooperadora,

  • 1322 aspirantes se inscribieron para el examen de ingreso

  • 958 se presentaron el día 22 de febrero para el examen intelectual (los 374 ausentes pueden haber no aprobado el examen físico, no haber podido obtener la documentación correspondiente, darse cuenta que no alcanzaban los niveles mínimos para ingresar mientras practicaban o se preparaban para el examen, o cualquier otra razón que hace que desistan de su presentación)

  • 420 vacantes para primer año, divididas de la siguiente manera: 150 mujeres y 150 varones para el turno diurno (mañana y tarde) 60 mujeres y 60 varones para el turno vespertino.

    Una consideración más... en el examen "compiten" entre los aspirantes al turno diurno y en un examen aparte los del turno vespertino que para ello deben presentar certificado de trabajo, separados varones de mujeres. 53 mujeres se inscribieron para cursar en el turno vespertino, se disponen de 60 vacantes pero eso no significa que "todas" ingresen, solo ingresan aquellas aspirantes que "aprueban el examen", si "sobran" vacantes, las mismas no pueden ser cubiertas por aspirantes del turno diurno, así es la reglamentación.

    Realizando los cálculos correspondientes podríamos observar que:

  • De los inscriptos, (1322) 902 aspirantes no ingresarían.

  • De los aspirantes que rindieron el examen intelectual (958) 538 aspirantes no ingresarían.

    Se supone que "ingresarán los mejores"... pero, ¿los mejores que? ¿Los que tienen más fuerza de brazos, más fuerza abdominal, corren más rápido o saltan mejor, los que practican mejor un deporte que otros, los que tienen mejores condiciones físicas, o los que dado el perfil del egresado, van a ser mejores profesores de educación física?.

    Por supuesto esto no significa que durante las cursadas de materias prácticas, en los cuatro años de estudio, no deba haber exigencias técnicas o de rendimiento físico, sabiendo del compromiso corporal necesario para el docente de educación física, que utiliza el movimiento como su agente instrumental operativo.

    Agrego como dato de análisis para esta reflexión, los datos de aprobación y desaprobación de una de las materias del Instituto que se dicta en primer año (tomando en cuenta que la misma no tiene parte de realización práctica de parte del alumno en los exámenes cuatrimestrales, si se interroga sobre la práctica misma en el examen así como cuestiones teóricas) ya que el examen es solamente escrito.

Total aprobados, desaprobados, varones, mujeres en los tres turnos

  • Sobre un total de 390 ingresantes en el año 2000, 344 alumnos finalizaron, lo que representa que abandonaron 46, el 11.79%.

  • Sobre un total de 344 alumnos que finalizaron (no significa que hayan aprobado sus materias y promovido a segundo) primer año (sobre 390 ingresantes) en los tres turnos, resultaron:

  • 207 aprobados (60.17%): 95 varones (27,61%) y 112 mujeres (32,55%)

  • 137 desaprobados (39.82%): 89 varones (28,87%), y 48 mujeres (13.95%)

  • Sobre un total de 184 varones en los tres turnos resultaron 95 aprobados (51,63%) y 89 desaprobados (48,36%).

  • Sobre un total de 160 mujeres resultaron 112 aprobadas (70%) y 48 desaprobados (30%).

    Ese 40 % promedio de desaprobación (aproximado) entre los tres turnos (leer el porcentaje para cada turno) ingresó al Instituto superando en la "competencia por la vacante" a sus compañeros aspirantes en las distintas pruebas... ¿Qué hubiera pasado si los aspirantes no ingresantes rendían las pruebas cuatrimestrales de primer año?... ¿Estarían dentro del 60% o el 40 %?

    Sé que no hay respuestas fáciles, sé que este no es un tema nuevo, sé que las soluciones no están a la vista, sé que el problema es de las vacantes... pero también sé que en el turno mañana y tarde funcionan 5 secciones y a la noche solo 3, que en el campo deportivo existen aulas que se podrían acondicionar, que no es lugar físico lo que falta., sé que hay muchos docentes sin trabajo, así como debe haber médicos, abogados, filósofos o licenciados en ciencias de la educación y sin embargo en la Universidad no hay cupos de ingreso.. (por supuesto con esta afirmación me arriesgo a equivocarme, vayan si es así mis disculpas).

    Tal vez sea el momento que las AUTORIDADES RESPONSABLES (Llámese Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,, Dirección de Educación Superior. Consejo de Rectores, o quien corresponda) tomen carta en el asunto y juntos a la COMUNIDAD EDUCATIVA, (sería interesante conversar con los padres de los aspirantes no ingresantes cuando los mismos regresan a su casa con el resultado negativo del examen de ingreso) y a todos los "preocupados" poder encontrar otro sistema de admisión al Instituto y no ese tipo de "EXAMEN DE INGRESO", que incita a la competencia feroz entre ellos por esa "vacante", contradiciendo de esta manera los valores de tolerancia y cooperación para y con el "otro", el respeto por la diversidad, etc. que luego sostenemos e intentamos enseñar y transmitir durante la carrera, que deja tantos aspirantes afuera, sin posibilidades de estudiar en el sistema, (nadie les niega la posibilidad de hacerlo en otro Instituto o Universidad privada (que los hay excelentes) donde no hay examen de ingreso a aquellos que puedan pagarlo) lo que, tal vez para ellos, sea su verdadera vocación docente, continuando así con la otra parte del sistema: Jóvenes que por no haber podido ingresar van por ese año a un profesorado privado (recordar que la cuota aproximadamente es de 200 pesos mensuales más matrícula) aprueban primero y en segundo año piden el "pase" al Instituto Romero Brest sin rendir ningún tipo de prueba. (El sistema indica que con primer año aprobado, mientras existan vacantes, el ingreso es directo, sin restricciones) Mientras, quienes no han podido pagar su cuota en el privado, tal vez intenten nuevamente con mejor o igual suerte, "rendir y aprobar el ingreso".

    Lo gracioso dentro de lo trágico... en alguna ocasión nos han "acusado" a los docentes de ser demasiado exigentes en nuestras cátedras, los alumnos de primer año no promueven a segundo año (recordar que para promover de año solo pueden adeudar tres materias previas de las 15 o más que cursan anualmente, que abandonó la carrera el 11.79% de los ingresantes, tal vez por descubrir que no tenía interés o vocación docente) y las vacantes son cubiertas por "esos otros" que vienen de otros institutos o profesorados privados y que no habían "aprobado el ingreso". (¿Sabían que alguno de "esos" llegó a ser la abanderada del Instituto?).

    Muchas gracias por el oído.

Buenos Aires, 3 de marzo 2001


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