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Enfrentamiento al stress competitivo en atletas de alto rendimiento

Psicólogo del Equipo Nacional de Atletismo desde 1985 a la fecha
Docente en el Instituto de Medicina Deportiva
(Cuba)

Dr. Luis Gustavo González Carballido
lgus@inder.co.cu

    Se mencionan algunas de las concepciones más importantes acerca del problema del enfrentamiento, en particular el Modelo teórico de Anshel, denominado COPE, el cual ofrece interesantes orienta-ciones para el trabajo práctico.
     Se ofrecen resultados de un estudio de enfrentamiento al stress en una muestra de 46 atletas cubanos de alto rendi-miento, los cuales fueron evaluados durante competencias nacionales e internacionales. Se les aplicó un cuestionario de enfrentamiento elaborado por el autor, que estudia el manejo de la excitación, de los pensamientos y de la conducta durante las competencias.
     Por medio de ANOVA se determinaron las relaciones entre las respuestas al cuestionario e indicadores subjetivos y hemodinámicos de stress. Se observaron las respuestas que se asocian a la capacidad de razonamiento abstracto, ansiedad, introversión-extroversión y neurotismo. Por medio de un Cluster Análysis se determinaron cuatro agrupaciones de atletas con diferentes enfrentamientos, los cuales denominamos 1) Control para sí, 2) Control para la tarea, 3)Excitación Controlada y 4) Impetere.
     Se observó el enfrentamiento de dos campeones mundiales y se inició una fase experimental, en la cual se aplicaron estrategias conductuales cognitivas para modificar enfrentamientos ineficaces.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 32 - Marzo de 2001

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     Antes de establecer su teoría acerca del enfrentamiento, Lazarus, R.14 observó que la valoración subjetiva de las demandas por el medio no solo es variable de un individuo a otro, sino en un propio individuo en momentos distintos. Se puede afirmar que una situación puede cambiar para el sujeto de común a hostil con solo modificarse ligeramente alguna variable del contexto.

     La importancia de la valoración subjetiva condujo a Lazarus a considerar detenidamente las características personales del sujeto, su capacidad para aprender, las experiencias previas en percepción de situaciones de stress y la forma en que decide enfrentarlas. Estableció que la manera en que se enfrenta el stress depende de la duración e intensidad de la demanda, la información y experiencia previa, la genética, la capacidad adaptativa al estímulo y el apoyo social.

     El enfrentamiento tiene tanto de individual, que se dificulta su clasificación conforme a la extendida tendencia taxonómica, heredada de los métodos psicodiagnósticos tradicionales. Suls, J. y Fletcher, B.21, por ejemplo, no encontraron superioridad en una estrategia respecto a otras, mientras Folkman, S., Laza-rus, R. y otros5 observaron que diferentes tipos de enfrenta-mientos están más asociados a demandas situacionales que a carac-terísticas de personalidad. De acuerdo con esto, podría afirmarse que cada situación requiere de un enfrentamiento específico, por lo que la cuestión apuntaría al infinito, pues no hay dos situaciones que sean iguales.

     El multicampeón de Salto de Longitud cubano Iván Pedroso, demuestra efectivos enfrentamientos al stress competitivo. En la foto durante su mejor salto en el Campeonato Mundial de Atenas ‘97

     Los intentos por establecer mejores y peores estrategias suelen chocar con la imposibilidad de la verificación, ya que el sujeto se enfrenta al stress con estrategias combinadas que no permiten aislar los efectos de cada componente (Auerbach y Kilmann)3.

     Sin embargo, tales evidencias no deben conducirnos a renunciar al estudio del enfrentamiento ni a su manejo, ya que algunos autores han logrado establecer estrategias generales que corresponden a regularidades del comportamiento y ayudan a comprender e intervenir en el proceso. Así, Rukholm y Viverais17destaca-ron el papel de la personalidad en la efectividad del enfrentamiento a diversas situaciones de stress, mientras Halstead y Fernsler10 confirmaron la función del apoyo social en el mismo sentido.

     Keller, M.12, por ejemplo, reportó cinco categorías de enfrentamiento: compensación, manejo del stress, apoyo, implicación con otros y alteración del significado. Según esta autora, los sujetos mostraron altos niveles de satisfacción y efectividad con sus respectivos enfrentamientos, aunque no por ello constituyan un beneficio real para los individuos.

     Considerando, en fin, el enfrentamiento como la "cognición y las conductas que usan las personas para evaluar y reducir el stress y moderar la tensión que los acompaña" (Solomón y otros)20, es posible afirmar que su estudio contribuye a comprender la capacidad autorreguladora del sujeto y a lograr una intervención efectiva para su optimización. Para la Psicología del Deporte, esta labor también resulta compleja, por la coyunturalidad de la vivencia y el sentido personal de los eventos.

     Roth y Cohen16 clasificaron en dos grandes grupos las estrategias de enfrentamiento al stress competitivo: la de aproximación y la de evitación. Según ellos, la primera es preferi-ble cuando la confrontación con el stressor es inevitable, la situa-ción controlable o la medida del éxito está en términos prolongados, después de un período de inactividad seguido del stressor. Sin embargo, el enfrentamiento alternativo (ignorar el stressor) es apropiado cuando las fuentes emocionales son limitadas, hay baja autoconfianza/baja autoestima, la situación no es controlable o la medida para el éxito es inmediata, a corto término.

     Aunque cada estrategia ofrece ventajas y desventajas, se plantea que la adopción de una u otra depende de la disposición del atleta, es decir, si es buen ejecutor o mal ejecutor, según las definiciones de Bandura al respecto. Estas estrategias no son necesariamente excluyentes.

     Muchas estrategias de enfrentamiento se han observado en el deporte, como el desarrollo de imágenes mentales, el autoconvencimiento, los programas de inoculación del stress, el automonito-reo positivo, la reducción de la novedad, la dirección del pensamiento hacia las respuestas subsecuentes y expectativas positivas, la minimización de ciertos tipos de cognición, reducción de la autoreflexión, desestimación de mensajes displacenteros, desarrollo de habilidades para separar la información relevante de la que no lo es, etc.

     Anshel, M.H.1 estableció un modelo teórico de enfrentamiento al stress en el deporte, el cual fue examinado con éxito posteriormente en 33 deportistas, demostrándose que los grupos experimentales tuvieron menos experiencias negativas que el de control2. Este modelo presenta cuatro características que lo distinguen:

  • Se refiere al stress agudo, mientras los demás son más compatibles con formas crónicas.

  • Otorga al atleta un rol más activo y, sobre todo, consciente.

  • Mientras otras concepciones resultan meramente cognitivistas, el modelo de Anshel (COPE) no descuida el enfoque fisiológico y conductual.

  • Sus estrategias son planeadas en secuencia relativa al grado de maestría

  • maestría y familiarización del atleta.

     Se estructura sobre la base del control emocional (C), organización de los estímulos stressores (O), plan de respuesta (P) y ejecución de habilidades (E).

     Las principales direcciones de trabajo que se practican en la actualidad para educar el enfrentamiento, según el autor, son: favorecer las atribuciones causales internas sobre el éxito, ya que alienta aproximaciones de reto y promueve emociones positivas (lo cual fue encontrado también por nosotros) (González, L.G.)7, apoyar el uso de estrategias cognitivo-conductuales, técnicas de inoculación del stress, uso de chequeos de manipulación, identificación de estrategias funcionales conforme individualidad, uso de estrategias que reduzcan efectos displacenteros, estudio del locus de control, entre otras. Debe asegurarse que los atletas sean entrenados para el enfrentamiento al stress competitivo por personal especializado, para evitar la "parálisis por análisis", que ocurre cuando se adoptan arbitrariamente diferentes estrategias conductuales cognitivas y el sujeto se centra más en ellas que en el sentido de la competencia.


El stress es inherente al deporte, porque es necesario conciliar un elevado nivel de activación con determinado ordenamiento de acciones, en un contexto que exige o excede los recurso adaptativos con que cuenta el deportista. En la foto, tomada de New Studies in Athletics, revista de la IAFF, 2.98, el relevo femenino canadiense durante los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.


Resultados de un estudio de enfrentamiento al stress competitivo en atletas de alto rendimiento
     Se diseñó un instrumento que explora el enfrentamiento de modo individual y trata de determinar el manejo de la excitación, de los pensamientos y de la conducta. (Ver Anexo Nº 1). Fue aplicado a una muestra compuesta por 46 atletas cubanos de alto rendimiento, conforme a las siguientes variables.

Tabla Nº 1. Muestra
Sexo
Modalidades
Nivel alcanzado
Edad
Exper.
M    F
1 2 3 4 5 6
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Media
Media
33   13
2 8 7 4 2 2 3
5 5 9 10 7 4 2 3 1
25.2
11.4

Donde:
Modalidad
Nivel alcanzado
1. Saltos
2. Lanzamientos
3. Velocidad
4. Eventos Múltiples
5. Marcha Deportiva
6. Fondo
1. Campeón Olímpico y/o Mundial
2. Campeón de la Copa del Mundo
3. Medallista Olímpico y/o Mundial
4. Medallista Panamericano
5. Medallista Iberoamericano
6. Medallista Centroamericano
7. Medallista Nacional
8. Miembro de la Preselección Nacional
9. Miembro de la Preseleción.Juvenil

     El objetivo del estudio fue determinar la relación entre cada componente del enfrentamiento, evaluado por medio del cuestiona-rio, y algunos indicadores de eutress (estado positivo, anabólico, caracterizado por elevado control de la tarea, con-fort, optimismo, combatividad y alta producción de catecola-minas) y de distress (estado opuesto, incómodo, que reduce el umbral de tolerancia a la fatiga y se acompaña de altas producción de cortisol). Según estudio previo (pendiente de publicación) los incrementos de tensión arterial media en reposo, previos al inicio de las competencias, se asocian a aumentos del nivel de excitación general, los incrementos de la tensión sistólica y diastólica se asocian a estados de eutress y distress respectivamente, y la cantidad de tensión subjetiva permite apoyar y enriquecer el sentido de estas relaciones. Así, por medio de la ANOVA, se estudió el comportamiento de estos indicadores para cada respuesta al cuestionario de enfrentamiento. Los resultados pueden observarse en la siguiente tabla.

Tabla Nº 2. Análisis de Varianza aplicado a las respuestas del cuestionario de enfrentamiento y su relación con indicadores de stress.
Items
Cuest.
Delta
T.A.M.
Delta
Sist.
Delta
Diast.
Ctdad.
Tensión Subj.
1.2
 
 
 
X (+)
1.4
 
 
X (-)
 
2.1
 
 
 
X (+)
2.2
 
 
 
XX (+)
2.3
 
 
X (-)
X (-)
2.7
 
 
 
XX (+)
2.8
 
 
 
X (-)
2.9
 
X (+)
 
 
2.1
 
 
X (-)
 
2.13
 
 
 
X (+)
2.14
 
 
 
X (+)
2.15
X (+)
X (+)
 
 
2.17
 
 
 
XX (+)
2.18
XX (-)
 
XX (-)
XX (-)
3.3
 
 
X (-)
 
3.4
 
 
 
X (+)

Donde:
Delta T.A.M. significa incremento tensión arterial media
Delta Sist. significa incremento tensión arterial sistólica
Delta Diast. significa incremento tensión arterial diastólica
X significa nivel de significación menor de 0.05
XX significa nivel de significación menor de 0.01
(+) significa altos incrementos asociados al item
(-) significa bajos incremento asociados al item

     En cuanto al manejo de la excitación se puede observar:

  • Los que buscaron su reducción (item 1.2) fueron los que sintieron una mayor cantidad de tensión subjetiva. (p menor 0.05)

  • Los que expresaron abiertamente la excitación tuvieron menor incremento de tensión diastólica. (p menor 0.05)

     En cuanto al manejo de los pensamientos se aprecia:

  • Los que emplearon pensamientos amortiguadores en el enfrentamiento (items 2.1 y 2.14) fueron los que tuvieron tensión subje-tiva alta.

  • Los que emplearon pensamientos mágicos (item 2.2) tuvieron un muy significativo de tensión subjetiva (p menor 0.01)

  • Los que emplearon pensamientos de control consciente (item 2.3 y 2.8) sintieron menos intensamente la tensión subjetiva y tuvieron un incremento menor de tensión diastólica (p menor 0,05)

  • Los que utilizaron pensamientos de descontrol ajeno (items 2.7 y 2.15) tuvieron un incremento muy significativo de tensión subjetiva (p menor 0.01), tensión arterial media (p menor 0.05) y sistólica (p menor 0.05).

  • Los que emplearon más pensamientos de persistencia del obstáculo (item 2.9) tuvieron un incremento significativo de tensión sistólica (p menor 0,05)

  • Los que emplearon más pensamientos ergogénicos de eficacia (item 2.10) sufrieron menos tensión diastólica (p menor 0,05)

  • Los que emplearon más pensamientos mímicos (item 2.18) tuvieron menos tensión subjetiva, diastólica y media de modo muy significativo (p menor 0,01)

     Resulta interesante que los pensamientos de expectativa de éxito no se asociaron a los indicadores de stress evaluados y que el tipo de pensamiento que más aleja el stress es el mímico, específicamente aquel que se dedica a reproducir la forma en que debe trabajar durante la competencia.

     En cuanto al manejo de la conducta:

  • Los que la manejaron tácticamente (item 3.3) tuvieron una disminución significativa de la tensión diastólica (p menor 0,05)

  • Los que adoptaron un control postural de la conducta (item 3.4) fueron aquellos que más tensión subjetiva experimentaron (p menor 0,05)

     Las relaciones observadas, que sin dudas contribuyen a comprender la dinámica psicológica del enfrentamiento, se impregnan de una inexcrutable dicotomización: ¿los indicadores de stress se mueven por efecto del manejo que se hace de la excitación, los pensa-mientos y la conducta, o estos últimos se adoptan a posteriori, para reducir el stress que se experimenta?

     La respuesta a esta pregunta no puede ser determinante, porque el problema científico del enfrentamiento rebasa su alcance. El enfoque a adoptar debe derivarse de la aplicación de la categoría Actividad que, como se sabe, integra los factores aparentemente polares en una unidad, ajena a la simple relación causa-efecto. Así, el estudio del enfrentamiento al stress en atletas exige un tratamiento individual, despojado de intentos ordenadores o cla-sificatorios. Las respuestas al cuestionario deben constituir un pretexto para la exploración casuística.


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