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La influencia de la activación sobre el rendimiento en pruebas de |
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*Dr.en Educación Física. Profesor del Colegio Guadalete **Dr. En Educación Fisica. Departamento de Educación Física. Universidad de Granada ***Dr.en Medicina.Departamento de Educación Física.Universidad de Granada (España) |
Damián Ossorio Lozano*
dol53@eresmas.com Leontino García Pérez** jmm00046@teleline.es Juan Carlos de la Cruz Márquez*** |
Resumen: Nuestros alumnos, en general, ante situaciones que exigen un esfuerzo físico moderadamente exigente, actúan de manera incontrolada, siendo este efecto más acusado si los resultados que obtienen son sujetos a control o evaluación. El objetivo de este trabajo es determinar el grado de influencia de la activación sobre los resultados que obtienen los escolares ante una situación de máxima alerta como es un examen. Para ello hemos utilizado el test de Cooper como examen y tres niveles de exigencia: diagnóstico, control de la mejora y evaluación final. Se trata de profundizar en el conocimiento de la influencia de la "actitud" sobre los resultados objetivos. Se trata de averiguar el nivel óptimo de activación que cada individuo puede soportar ante una elevada exigencia psicofisiológica. En este estudio han participado 21 alumnos de bachillerato, varones con una media de edad de 17 y 4 meses, con experiencia previa en la prueba del test de Cooper a nivel escolar. Todos ellos fueron sometidos a un proceso de adaptación progresiva al esfuerzo así como a un programa de entrenamiento de mejora de la resistencia aeróbica través de carrera continua. Previamente a cada una de estas situaciones experimentales (diagnóstico, control, evaluación) se les aplicó el CSAI - II, cuestionario que mide la ansiedad cognitiva, somática y la autoconfianza que manifiesta un deportista antes de una prueba. Los resultados parecen confirmar que el rendimiento aumenta cuando aumenta la activación. Y en líneas generales, el rendimiento obtenido en las tres situaciones ha sido más alto a medida que la activación aumentaba. Palabras clave: Activacín. Exigencia física. Adaptación al esfuerzo. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 30 - Febrero de 2001 |
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Introducción
Resulta frecuente encontrar gran número de deportistas que a medida que se acerca la competición experimentan estados de ansiedad incontrolados que se traduce en un progresivo deterioro del control de la situación y la pérdida de eficacia motórica, fisiológica y cognitiva.
También son explicables situaciones en las que el deportista en vez de incrementar los niveles de activación refleja desinterés, apatía o falta de motivación hacia la competición.
Según Hanin (1980), los deportistas tienen un estado óptimo de activación donde el rendimiento es máximo, de tal manera que habría ayudarles a identificar y dominar los niveles de arousal para que se mantuviesen dentro de una zona de óptimo funcionamiento.
Brustad y Weiss (1987). Encontraron que los niños con alta ansiedad competitiva se distinguen de los que presentan baja ansiedad en que los primeros poseen más frecuentemente preocupaciones en relación al rendimiento.
La relación ansiedad rendimiento deportivo ha sido suficientemente investigado por la Psicología del deporte. Esta relación se ha tratado de explicar a través de los estudios de Yerkes y Dodson(1908) y otros autores como Martens y Landers, 1970; Klavora, 1978; Gould, Petlichkoff, Simon y Vevera, 1987, generalmente en situaciones deportivas que poco tienen que ver con el entorno escolar y sus peculiares connotaciones.
La práctica deportiva escolar no sólo es un elemento de competición, sino que posee un enorme potencial psicológico. Esta práctica determina en muchos casos la supremacía y afianzamiento de la propia personalidad, y a la vez dota al individuo de una gran relevancia dentro del status social al que pertenece.
La mayoría de los profesores consideran que la evaluación es uno de los actos docentes que más repercusiones tiene sobre el alumnado. Se diseñan pruebas dirigidas exclusivamente a comprobar la calidad y cantidad de las ejecuciones del alumno, obviándose en todo momento la comprobación de aspectos perceptivos y emocionales que lleva implícito toda tarea motriz.
Conceptos preliminaresEl "arousal" o nivel de activación puede definirse como la intensidad de la conducta (Gill, 1986), como una función que da energía al organismo (Landers y Boutcher, 1986), que oscila desde un profundo sueño (estado comatoso) en un extremo y una elevada excitación (ataque de pánico) en el otro (Malmo, 1959). El "arousal" se refiere a la activación psíquica, fisiológica y motora. Por si no es ni positivo ni negativo, aumenta cuando realizamos una actividad placentera así como cuando se está inmerso en una situación amenazante o preocupado por algún error.
El incremento del nivel de "arousal" produce reacciones psicológicas o cognitivas y respuestas fisiológicas. Sin embargo Martens (1987 b) prefiere hablar de "energía psíquica" en lugar de "arousal" porque en los programas de Entrenamiento Mental centrarse en la activación mental no es lo mismo que centrarse en la activación del cuerpo. La activación mental puede producir activación del cuerpo, pero también puede no hacerlo y viceversa. La "energía psíquica" es el vigor, la vitalidad y la intensidad con que funciona el pensamiento. Este autor divide la energía psíquica en positiva cuando hay ilusión y alegría y negativa cuando se experimenta ansiedad o ira.
Nivel de Activación y RendimientoEs claro que todos necesitamos un cierto grado de "tensión" cuando nos planteamos un reto. Este nivel de "tensión" es diferente según cada individuo y para cada tarea.
En general, existe coincidencia entre los diversos autores sobre las características que lo delimitan. Para Puni (1970), lo denominan estado de disposición combativa. El deportista experimenta intensas emociones que resultan agradables, pues cualitativamente son expresión de seguridad en sus propias fuerzas y en el éxito. Ante cada situación es capaz de utilizar todo lo aprendido de forma que si es superado no siente ninguna culpabilidad. Es capaz de dirigir hacia la ejecución los máximos esfuerzos musculares respaldados por la puesta en función de los máximos esfuerzos volitivos.
Para Loehr (1990), quien lo denomina estado ideal de rendimiento, se caracteriza por una sensación de relajación y soltura, de calma, quietud interna, sin ansiedad o nerviosismo; una sensación de estar cargado energéticamente, de optimismo y actitud positiva; un sentimiento de goce y diversión en la competición.... El deportista está mentalmente alerta con una gran sensación de autoconfianza y autocontrol emocional.
Dos son las hipótesis más conocidas utilizadas para explicar la relación entre el nivel de activación (arousal) y rendimiento, la primera es conocida como la teoría de la activación (drive), y la segunda es la ley de Yerkes-Dodson o la hipótesis de la U invertida.
La teoría del driveEstos trabajos han establecido diferencias entre sujetos con ansiedad elevada de aquellos con ansiedad baja. Han medido el nivel de activación a través de evaluaciones de ansiedad rasgo. La mayoría con escalas como la Manifest Anxiety Scale (MAS) de Taylor (1953). Estas escalas asumen que la ansiedad es un estado crónico en el tiempo y en todas las situaciones. El rasgo de ansiedad es una disposición que se manifiesta sólo cuando existen situaciones estresantes. Si estas situaciones no existen no tiene porqué haber diferencias en el rendimiento.
Hipótesis de la U invertidaLa hipótesis de la U invertida postula una relación curvilínea entre la activación y el rendimiento, donde la mejora del rendimiento, aumenta con el nivel de activación hasta un punto óptimo, pero más allá de este punto si la activación sigue aumentando empeora el rendimiento.
Martens y Landers (1970), realizan un estudio sobre el rendimiento motor de escolares, hallaron que el grupo de personas con un rasgo de ansiedad moderado rendían significativamente mejor que el grupo de sujetos con ansiedad alta y baja teniendo en cuenta las condiciones de estrés. Del mismo modo que sujetos ante una situación de estrés moderado, rendían significativamente mejor que sujetos en situaciones altas o bajas de estrés, independientemente de las diferencias en ansiedad.
Williams y Jenkins (1986) concluyen que el estrés es mejor predictor del rendimiento que la ansiedad y que ambos, estrés y ansiedad precompetición, no correlacionan.
Medidas de la activaciónLa activación es un proceso que se manifiesta de múltiples formas tanto corporales como psicológicas, por tanto debe ser evaluada utilizando diferentes procedimientos. Las medidas más utilizadas suelen ser de dos tipos: fisiológicas, y psicológicas.
Las medidas fisiológicas registran los cambios asociados a la sobreactivación a través de las propiedades eléctricas de la piel, incrementos en la tasa cardiaca, presión sanguínea, tasa respiratoria, tensión muscular y patrones de las ondas eléctricas del cerebro.
Las medidas psicológicas se llevan a cabo mediante tests psicométricos que evalúan diferentes efectos del incremento de la activación. Unos tests consiguen medidas unidimensionales como el "Inventario de Ansiedad Estado Rasgo" (Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1970) y el "Test de Ansiedad en el Deporte Competitivo" (Martens, 1977). Otros tests son multidimensionales como el "Cuestionario de Ansiedad Cognitiva y Somática" (Schwartz, Davidson y Coleman. 1978) y el "Inventario 2 del Estado de Ansiedad Competitiva" (CSAI-2), (Martens y otros, 1983).
Las bajas correlaciones entre medidas fisiológicas han sido explicadas por Lacey, Bateman y Van Lehns (1953) mediante el principio de "la respuesta autonómica estereotipada". Para soslayar este problema, Duffy (1962) recomienda el uso de medidas múltiples como indicativo de la respuesta de arousal, que son mucho más complejas de lo que se pensaba. Sin embargo, el aumento en la comprensión de los procesos fisiológicos, el continuo abaratamiento y sofisticación de los equipos, potencian la utilización de medidas fisiológicas que son los mejores indicadores de la respuesta de arousal.
Un nuevo desarrollo en la construcción de los cuestionarios de ansiedad es la tendencia hacia la utilización de más instrumentos multidimensionales. Dos cuestionarios, uno general (Schwartz, Davidson & Goleman, 1978), y otro específico de competición (Martens, Burton, Vealey, Smith & Bump, 1983) han subdividido la ansiedad en componentes somáticos y cognitivos. La ansiedad somática o corporal es evaluada por cuestiones tales como "¿Cómo están de tensos los músculos de tu cuerpo?". La ansiedad cognitiva estaría indicada por respuestas afirmativas a cuestiones tales como ¿Te angustias mucho?". Se cree que dividiendo la ansiedad en sus componentes se comprenderá mejor su naturaleza y se podrán diseñar terapias más efectivas.
MétodoLa muestra
La investigación se llevó a cabo en el colegio Guadalete, ubicado en El Puerto de Santa María en el entorno de la Bahía de Cádiz. La muestra se obtuvo de dos grupos de alumnos varones estudiantes de bachillerato , con una media de edad de 17 años y cuatro meses. Cuentan con experiencia previa en la prueba del test de Cooper. Poseen un nivel básico de formación deportiva que el centro les brinda dentro de las escuelas deportivas. Igualmente, a través de la asignatura de Educación Física.
La elección de los sujetos se realizó a partir de las puntuaciones obtenidas en un test de 1000 m aplicado a un total de 62 alumnos. A partir de estos resultados se seleccionaron las 40 mejores marcas, despreciando las puntuaciones extremas. El grupo quedó formado por 21 sujetos, el resto fue despreciado por diversas causas : lesión, enfermedad, falta de asistencia a clase, traslado, etc.
La situación experimental del grupo fue la misma, lo único que varió fueron las indicaciones previas a la prueba del test de Cooper correspondientes a los tres niveles de la variable independiente.
Definición de variablesVariable Independiente:
La activación que está presente en tres niveles :
Ante una prueba de diagnóstico : valorar el nivel de resistencia aeróbica inicial.
Ante una prueba de control con calificación : calificación de la tercera evaluación.
Ante una prueba de evaluación final : calificación final de curso
Variable Dependiente:
El rendimiento medido a través del Test de Cooper en metros
ProcedimientoLos 21 sujetos elegidos fueron sometidos a un programa de adaptación progresiva a través de carrera continua. También se les aplicó la batería Eurofit. Obteniéndose unos valores medios respecto a la condición física en la mayoría de las pruebas.
En dicho período se les informó respecto al tipo de experiencia que iban a realizar, así como todo lo referente al cuestionario CSAI - II..
Terminada la fase de adaptación dio comienzo un programa de entrenamiento de la resistencia aeróbico. Dicho programa consta de dos sesiones de 50 min. de carrera continua durante 15 semanas consecutivas. El objetivo de este programa fue capacitar a los alumnos para mantener un ritmo constante de carrera durante 30 min.
El tiempo de carrera continua aumentó de dos en dos minutos cada tres sesiones, comenzando en 20 min. y terminando en 30 min.. De los 50 min. de que consta cada sesión, 30 de ellos representan el volumen de trabajo, el resto se complementa con juegos o deportes modificados, todos ellos sencillos, de baja complejidad, masivos en cuanto a participación y sin a penas material. Los 20 min. restantes se distribuyeron de la siguiente forma: los 10 primeros al calentamiento y los 10 últimos a ejercicios de relajación segmentaria.
Material
El Illinois Self-Evaluation Questionnaire o Competitive State Anxiety Inventory-2 (CSAI-2)
Es un instrumento que permite evaluar el estado en el que se encuentra un deportista antes de la competición.
El CSAI-2 está formado por tres escalas: Ansiedad Cognitiva, Ansiedad Somática (o fisiológica) y Auto-confianza respecto al rendimiento en la competición inmediataTest de Cooper
Pista de atletismo de 250 m de perímetro. Cronómetro.
Análisis de los datos
Finalizadas las tres sesiones de evaluación y terminado el programa de entrenamiento se procedió al análisis de los datos. Se tomaron los niveles de activación conjuntamente con los resultados en el test de Cooper en cada una de las tres situaciones experimentales.
Posteriormente, para comprobar la existencia de diferencias significativas entre el nivel de ansiedad y rendimiento deportivo, se ordenaron las puntuaciones de cada nivel de activación (cognitiva y somática) estableciendo tres niveles de ansiedad en el grupo de sujetos para cada una de las tres situaciones (diagnóstico, control y evaluación final).
A continuación se realizó un ANOVA para cada una de las medidas de la ansiedad, con el propósito de verificar si las diferencias observadas entre los distintos niveles de activación tienen una repercusión directa sobre el rendimiento. También se realizó un análisis de correlación entre el rendimiento y los distintos niveles de ansiedad.
ResultadosLas tres situaciones experimentales están lo suficientemente alejadas en el tiempo como para que los tres niveles de la variable independiente no influyan entre sí. Es cierto que el rendimiento se verá afectado entre una situación y otra, pero su influencia va a ser constante en todo el grupo.
Análisis de la variable "activación"El promedio de la ansiedad aumentan conforme aumenta el nivel de exigencia de la prueba. En cambio, la autoconfianza lo hace diminuyendo de manera proporcional a la importancia de la misma(veánse tabla 1 figura 1).
Porcentualmente al 33,33 % de los sujetos en la prueba de diagnóstico le corresponde una activación El 66,66 % presenta un nivel de ansiedad medio, lo que corresponde con el grupo más numerosos de sujetos, 17 en total de los 21.
En la prueba de control, el 19,04 % de los sujetos obtiene una activación baja, el resto un 80,95 % presenta niveles intermedios.
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