Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital

YO REDIMENSIONO... TU REDIMENSIONAS...: EDUCACION FISICA Y DOCUMENTACION
Osvaldo Daniel Medina (Arg.)

¿Será posible conjugar este verbo? Todavía recuerdo como si fuera hoy la misión que nos encomendaran nuestros grandes dinosaurios en la era del prestigioso INEF: "La Educación Física debe ser re-dimensionada".
Claro está para cualquiera que lo haya intentado, que no se trata de decir nomás: Che! acompañame que voy a redimensionar la Educación Física.
Un día de esos en los que miraba tranquilamente el diario, un aviso salió de una de las páginas y me invitó a entrar en un apasionante mundo: La Documentación. Por supuesto que como la mayoría de las personas que se encuentre leyendo este artículo, no sabía muy bien de que se trataba la cosa, pero el aviso hablaba de: tratamiento de la información, bases de datos, redes información, etc. Y claro está, mi sistema neuronal pareció desgarrar sus telarañas y pensé: qué mejor herramienta para reubicar en nuestra sociedad a la tan querida Educación Física, que el desarrollo de verdaderos sistemas de información para el área.
Por supuesto que la idea no me salió tan redondita, pero por allí andaba la cosa.
Es obvio que con el pensamiento del típico argentino, porteño, con pocos viajes internacionales sobre sus hombros pero con formación terciaria y universitaria; pensaba que en algún lugar del mundo, alguien tendría una idea parecida: sistematizar la información del área de la Educación Física, el deporte, etc., etc.
Aunque no hace falta relatar lo duro que resultó el aterrizaje cuando comprobé que en muchos países la torta ya estaba totalmente cocinada, merece la pena compartir algunos detalles del suceso.
Todo comenzó cuando en la cátedra de Introducción a la Documentación cada alumno debía elegir un área delimitada del conocimiento y detectar fuentes de información para un futuro centro de documentación que tendría como usuarios a los profesionales del área...
De allí surgió una reacción en cadena, mezcla de amarguras y alegrías.
Amarguras, porque la cruel realidad del subdesarrollo se hizo presente como una muralla de esas que uno ve gigantescas: los sistemas de información y la documentación en Argentina necesitan su re-dimensionamiento (¡otra vez sopa!).
Alegrías, porque la Educación Física tiene su propio peso en algunos lugares del planeta como así también las fuentes y los sistemas de información para dicha área.
Relataré a continuación, algunas de las alegrías en relación a las fuentes y a los sistemas de información relacionados con las actividades físicas.
El primer hallazgo: la editorial Human Kinetics ¹.
¡Oh! Sorpresa la del "profe" de Neuquén, acostumbrado a su única obra de cabecera la conocida Stadium, cuando se enteró que aquella sola editorial del norte, poseía allá en el año 1993: ¡diecinueve! (19) títulos de publicaciones periódicas relacionadas con la actividad física y el deporte (Journal of Sport Rehabilitation, Journal of Teaching in Physical Education, etc., etc.).
¡Oh! Sorpresa la del "profe casi investigador" -cuyas citas bibliográficas se circunscribían al escaso material conseguido en bibliotecas generales del ámbito universitario, las bibliotecas de los amigos y a los escasos documentos originales propios- cuando se le ocurrió consultar en el Centro Lincoln de la calle Florida en Buenos Aires, el Directorio de Bibliotecas Especiales y Centros de Información en su edición de 1991 (Directory of Special Libraries and Information Centers). En una vista rápida pude encontrarme con 14 bibliotecas especializadas en el área de la educación física y el deporte, además casi todas ellas con catálogos automatizados y servicios en línea.
Obviamente, la cosa no terminó allí y continuó al descubrir que la actual Asociación Internacional para la Información Deportiva (International Association for Sports Information, IASI), comenzó a darle importancia al tratamiento documental considerado ya entonces como uno de los factores del crecimiento deportivo, a partir del año 1960 en la época de la Oficina para la Documentación y la Información (Bureau for Documentation and Information o BDI).
Ante tal descubrimiento, la pregunta fue: ¿ dónde estabas amor de mi vida que no te pude encontrar?.
Está bien, no nos vayamos a los casos extremos, citemos como un ejemplo de objetivos claros y de cumplimiento en plazos no eternos, el caso de la Universidad Internacional Deportiva de Andalucía hoy Instituto Andaluz del Deporte. En el año 1984, inició sus actividades; en 1987 crea el Departamento de Documentación y Difusión; en el año 1990, logra la construcción de un edificio de 2500 metros cuadrados y en el año 1993 crea la primera red Iberoamericana de centros de Información y Documentación deportiva en español: SPORTCOM. ²
Claro está, que la idea de conformar una red no basta, hay que plasmarla en la realidad.
En nuestro país la realidad es otra.
Por un lado la existencia de verdaderas unidades de información especializadas se restringen a muy pocas áreas del conocimiento. Y precisamente el área de la Educación Física, no es una de ellas.
Esto es muy fácil de comprobar utilizando un método, seguramente, poco científico pero capaz de soportar el estudio más riguroso: simplemente basta con pedirle a diez docentes del área que le mencionen tres unidades de información que lo mantengan actualizado científicamente en el cumplimiento de su función docente. Espero estar equivocado, pero creo que el resultado no sería muy alentador.
Por otro lado, si bien existen valiosos intentos en la generación de documentos primarios y en el ofrecimiento de servicios de información y documentación para el área de la Educación Física y el Deporte ("Actualización en Ciencias del Deporte", "Lecturas..." o el SIDIEF del I.E.F. J. Coll de Mendoza), no se puede hablar de una cobertura ni siquiera mínima, de las necesidades existentes a este respecto en nuestro país, ni mucho menos hablar de sistemas nacionales que apoyen el deseo de formar una red cooperativa. Deseo éste, que fue evidenciado en el "Primer curso argentino de Información y Documentación deportiva" organizado por el Instituto J. Coll en julio de 1995.
De hecho, si bien nuestro país tiene dos representantes en Sportcom, uno el mencionado Instituto y otro la Secretaría de Deportes de la Presidencia de la Nación; este último pese a ser nuestro representante ya que con nuestros aportes solventamos su existencia, no participó del curso; y además, hoy en día sigo consultando el material bibliográfico como antes: por esfuerzos personales, esfuerzos de algunos amigos como "Lecturas..." o por documentos que me envía en forma gratuita el Instituto Andaluz del Deporte. Parece que para el estado español si existo...
Como nunca me sentí Robin Hood ni el Chapulín Colorado, creo no ser yo el que asigne responsabilidades a ese respecto. Lo que sí puedo hacer, es señalar que en cada momento en nuestro país, algún docente de nuestra área:

repite esfuerzos ya realizados en investigación de todo tipo,
se maneja con conocimientos científicos caducos o poco actualizados,
y en los pocos casos de aquellos que tienen acceso a fuentes de información, generalmente no pueden aprovecharla en forma eficiente, por ser desbordados por la falta de un tratamiento documental que procese el caudal originado por la actual explosión de información.
RECETA MAGICA PARA CONFORMAR UNA UNIDAD DE INFORMACION ESPECIALIZADA QUE FUNCIONE EFICIENTEMENTE EN LA ARGENTINA DE HOY:
¡Ah! Se la creyeron. Lamento comunicarles que no hay recetas mágicas, solo puedo enumerar algunos ingredientes que se pueden concretar con trabajo y que no pueden faltar en un servicio de este tipo en nuestro país.

Utilizar estrategias que respondan al Marketing de Servicios llamado también Servucción.
El docente de Educación Física (pese a nuestra constante función de todólogos) no basta para alcanzar el éxito. Es necesario contar imprescindiblemente con una persona capacitada en el tratamiento documental (puede ser algún bibliotecario de la nueva ola o algún documentalista que encuentren por allí perdido).
En nuestro país (por la escasa edición de documentos y por las dificultades de distinto orden para adquirir los existentes), hay que darle mucha importancia a la creación de bases de datos que reunan lo que en documentación se llama: Fuentes Humanas. Que no es ni más ni menos que la utilización racional de los conocimientos que tienen muchos ilustres del área del movimiento, pero que no están publicados.
Es imprescindible ofrecer un servicio que se acerque a los usuarios y no en sentido contrario, como lo es la Diseminación Selectiva de la Información o DSI. Que en documentación, no es otra cosa que lograr que frecuentemente los usuarios o clientes, se sorprendan tranquilamente en sus casas o lugares de trabajo, con documentos que seguramente van a necesitar al día siguiente, sin necesidad de llegar a plantearse el problema de si tienen o no material sobre ese temática.
Crear convenios con unidades similares para alcanzar un aprovechamiento óptimo de los escasos recursos tanto humanos como materiales.
Notas del Editor
1. Http://www.humankinetics.com
2. Http://www.uida.es
Lecturas: Educación Física y Deportes, Año 1, Nº 3. Buenos Aires. Diciembre 1996.