IDEOLOGIA, POSMODERNIDAD Y EDUCACION FISICA:
DEBATE AUSENTE, IDEOLOGIA PRESENTE *
David Beer (Arg.)
¿QUE ES LA EDUCACION FISICA?
No es sencillo dar una respuesta directa y precisa sobre los alcances del concepto educación física, habida cuenta de su carácter simultáneo de disciplina con intención de obtener cierto rango científico y de disciplina pedagógica orientada a proceder técnicamente en distintos ámbitos, especialmente el educativo.En principio y pidiendo disculpas por romper quizás con algún encantamiento con nuestra disciplina, creo que la realidad está marcándonos que solamente la educación física se quedo en intenciones. Pero a riesgo de estar introduciéndolos en una trama escabrosa, creo que es conveniente que este espacio lo utilicemos para pensar en que tipo de intenciones son las que nos han llevado a este presente que es sin lugar a dudas complejo, confuso y sobre todo decisivo.
¿Qué es lo que se juega la educación física en nuestros días?. En mi opinión su existencia como disciplina escolar, deportiva, recreativa o todos los conceptos que quieran agregarle a la misma. Sí, la crisis abarca a no dudarlo dimensiones de alcances verdaderamente significativas.
Quisiera comenzar ubicándome en este momento histórico, en la llamada posmodernidad, a la que creo conveniente caracterizar.
Me hago las siguientes pregunta para el mundo en general y para América Latina en particular?, pos qué? qué es lo que se ha dejado atrás, qué es lo que se ha superado; en dónde; y, cuándo?.
Hemos superado la pobreza, todo aquel que lo desea y lo necesita consigue empleo, el sistema educativo se ha superado a sí mismo desde lo conceptual, lo científico y lo tecnológico?. Cómo se entra a la cibernética primermundista, con adolescentes que se desmayan por la falta de alimentación? o quizás con la disminución del presupuesto para la atención de los enfermos del S.I.D.A. en casi un 50 % de un año a otro?.
Tenemos aquí ya esbozada en mi opinión uno de los componentes principales de la posmodernidad: la sobrevivencia del más apto, mezcla de las teorías selectivas de Darwin, (la cual es ahora misteriosamente aceptada por la iglesia), y de las teorías Malthusianas de posibilidades de sobrevivencia demográfica.
Pero piensen ustedes y ubíquense conmigo en el tiempo histórico de las teorías que acabo de mencionar: plena revolución industrial europea, época de consolidación del capitalismo y épocas de imperiosa necesidad de teorías que justifiquen lo injustificable: la extrema desigualdad social, de la mano de las nuevas relaciones sociales de producción, de las nuevas relaciones laborales que incluían el salario semi esclavizado en las fábricas, de hombres, mujeres y niños.
Realizando un enfoque retrospectivo pensemos en la modernidad, tratemos de pensar conceptualmente en ella. La misma refleja una época del capitalismo incipiente, es la expresión en el pensamiento y en lo social del paradigma positivista, con su impronta "moderna" referida al orden social como condición indispensable para el progreso de la sociedad, de la ciencia y sobre todo del capitalismo.
Considero importante resaltar el hecho de que fue una época de alto compromiso y debate ideológico, ya que los siglos que enmarcan a la revolución industrial, fueron tiempos de confrontación y de constantes luchas en torno de la imperiosa necesidad de la clase emergente y posteriormente triunfante (la burguesía) de imponer las condiciones políticas, sociales y culturales mas propicias para su proyecto de acumulación económica, sobre la otro clase emergente: la obrera o la no poseedora, clase indispensable para la reproducción del capital.
Para poder consolidar el proyecto de dominación en lo económico, la burguesía creo el sistema público y nacional de educación, para llevar al plano mental lo que en el marco de la materialidad ya había conseguido.
La modernidad implico entonces conflictos, luchas, ciencia, conocimiento, compromiso en torno no solo del monopolio del excedente económico y su posterior concentración, sino también la lucha por la democratización del conocimiento a través de la distribución de los saberes significativos y la construcción y consolidación de los sistemas educativos nacionales.
Entonces creo, que resulta imprescindible comentarles que un sistema educativo, una institución educativa es altamente democrática cuanto más alta es su calidad académica, resultando la misma de la producción al interior de las instituciones de saberes altamente significativos, entendiendo por significativo a aquello que no se aprendió por instrucción, o sea de memoria, por repetición, o por asociación, de manera tal que el aprendizaje está basado en los conocimientos preexistentes y una vez adquirido permite por un lado utilizarlo en múltiples y variadas situaciones y por el otro crear la base para la producción de nuevos aprendizajes significativos.
Me pregunto y les pregunto: estuvo lo significativo predominando en su formación a lo largo y ancho de su viaje por el sistema?, y atención que con lo significativo tenemos la base para la producción de los saberes socialmente válidos, aquéllos que permiten conocer la realidad a través de una mirada profunda y crítica, mirada que permite imaginar utopías que nos llevan más allá del horizonte. Desde mi perspectiva la respuesta es ampliamente negativa, por lo tanto no comprendo qué es lo que hay que superar, a que modernidad nos referimos?. A la de la pobreza conceptual, donde el debate y la ciencia están ausentes.
Está situación no es exclusiva de nuestro país en particular sino de América Latina en general, en donde los preceptos liberales educativos, educación igualitaria e ilustración no han sido alcanzados por la escuela pública.
Pensemos en lo que nos ofrece la posmodernidad: la falta de la historia o mejor dicho nos invita a no resignificar nuestro pensamiento, a no identificarnos con una sociedad, con una nación o dentro de poco con un país, sino que por el contrario nos interpela en forma constante, para demostrarnos que lo único posible es aceptar las nuevas reglas de juego económicas y sociales del nuevo proceso de reconcentración económica. Para ello desarrolla toda una red conceptual con el objetivo de darle a los debates sociales un sentido light. Por ejemplo , el concepto clase, lucha de clases, lo histórico, la cultura como producción, los conflictos cognitivos, la construcción del conocimiento y demás visiones y miradas teóricas alternativas son categorías en desuso que no sirven ya que son demasiado duras.
Así la modernización de la escuela se obtiene entre cuatro paredes de un sombrío ministerio, donde los que no están en las aulas, indican qué es lo que cuenta y que es lo que vale, de manera tal que solamente la palabra de los expertos es la que tiene valor por sobre la de los verdaderos productores de la acción pedagógica: los maestros y los alumnos.
Es así como todo aquello que nos lleva a pensar desde posiciones contrahegemónicas son cosas pasadas y sin valor, y desde este pensamiento se trata de imponer lo débil sobre aquello que, aún en las peores condiciones nos siguen aportando una visión y una luz de esperanza de que algo diferente es posible.
La posmodernidad cuestiona pues desde un lugar del poder, al psicoanálisis, al marxismo, a la sociología que analiza y no que mide encuestas, a la economía como ciencia social, a la teoría cognitiva, ya que Piaget pone demasiado énfasis en 2 (dos) cuestiones que a la nueva cultura le incomodan: el concepto de desarrollo de la inteligencia, como un concepto neutro y universal, lo que implicaría aclaraciones y debates por medio, ver Vigotsky) que no importa la clase social a la que uno pertenece, todos están en condiciones de aprender significativamente y de ser, y aquí viene la otra categoría que molesta, la de sujetos críticos. Por ende la vieja y vetusta educación pública con sus viejos principios nunca alcanzados: igualdad de oportunidades y educación popular, es también un campo de cuestionamiento constante.
Pero lo mas grave es la firme intención de dejar cada ves menos espacio para la categoría SUJETO, este desplazamiento conlleva tras de sí una verdadera patología cultural, ya que la alienación del sujeto en el mundo laboral de la modernidad es ahora reemplazada por el intento de convertir al sujeto en la nada, o como afirman otros autores (F. Jameson), es un momento donde se está en presencia de la voluntad del nuevo dominante cultural de darle muerte al sujeto, a través de la fragmentación del mismo.
Lo que se trata de implementar es una nueva moral que descentre al sujeto y a su psiquis ubicándolo en un espacio ultrageneralizado, un mundo con un tiempo detenido, condenando al sujeto a la más absoluta soledad, y por consiguiente a una nueva dimensión en el campo de los afectos.
Quiero que se comprenda lo siguiente: el acorralar al sujeto y encerrarlo en un mundo sin pasado y sin futuro, implica la perdida de la perspectiva egocéntrica del mismo y por consiguiente la desaparición del estilo personal, ese que nos hace ser nosotros mismos.
La globalización (o la pretendida globalización), pretende construir, imponer a través de los medios masivos de comunicación, la heterogeneidad y el discurso carente de sentido y de normas.
Es así como se suceden imágenes en forma frenética, veloz y sin sentido a través del zapping, no permitiéndole al sujeto la profundización de la mirada, por lo tanto sólo se ve, pero no se mira.
Concuerdo absolutamente en la definición que hace F. Jameson de esta producción cultural, a la cual denomina "el pastiche", como la parodia, la imitación de una realidad que sólo existe a través de una máscara peculiar, es la parodia constante y sin sentido de la realidad.
La imagen es pues el resultado a obtener, el producto cultural a producir ya que es aquella cosa que nos permite en forma absoluta transformar a los bienes culturales en bienes económicos con valor de cambio y no con valor de uso.
UNA MIRADA CONTRAESQUIZOFRENICA
De lo hasta aquí expuesto creo que comienza ha dibujarse la cultura del simulacro, que trata de reemplazar a las lógicas preexistentes, por narrativas con sentido novelesco, es la época de la primacía de los "neo", de manera tal de, poco a poco, hacer desaparecer de la historia los referentes que construyeron la sociedad moderna, ya que ahora la historia se representa en el mundo de las imágenes, en textos novelescos, o en derredor de hechos sin sentido, es así como hoy, lo que se trata de producir desde el nuevo dominante cultural es la "historia pop", la del amor, la del simulacro y no la de los procesos, la lucha de clases, o sea el análisis profundo de las realidades construidas intencionalmente por los sujetos.Por lo tanto estamos en una época de desestructuración de lo social, del sujeto, de los afectos, de las ideologías y de todo aquello que huela a mejorar las condiciones de vida de las mayorías, a las cuales se les invita no muy cordialmente a emprender la retirada hacia donde sea, pero lejos del mundo de los privilegiados.
Esta es una época de desestructuración del esquema corporal, donde predomina el castigo sobre el cuerpo, el cual debe ser armonioso, musculoso, bello, estético, según nos muestran las imágenes de los modelos visuales. No importan los costos, no importan las anorexias, las bulimias, la desnutrición nada importa, sólo es válido el modelo.
Les pregunto entonces de qué hablamos hoy cuando decimos educación física, cuando pensamos que el movimiento es la "traslación del cuerpo en el espacio", estamos dándonos cuenta del posicionamiento ideológico que adquieren dichos términos y dichos conceptos?, creo y resignificando el pensamiento de Lacan, que hay sobre el campo de la educación física en América Latina y en Argentina, una verdadera situación de esquizofrenia, entendiendo a la misma como una ruptura constante y sin sentido de todos los significados y de todos los significantes, produciendo un mensaje como un espejismo colectivo y objetivo, absolutamente entrecruzado por la mirada conductista de las teorías de la comunicación que reducen a la misma, al emisor y al receptor y analizan la validez del mensaje en torno del efecto que tuvo este sobre el individuo. Atención distinguidísimos colegas aquí presentes, la posmodernidad intenta debilitar el pensamiento utilizando como táctica la no resignificación de las palabras, en este mundo ya no somos presos de lo que decimos y hacemos, en la posmodernidad hay impunidad para todo, de lo que se trata es lo que ya Marx había advertido en el siglo XIX: "vamos en camino hacia la miseria de la teoría", ya que lo esquizofrénico reduce todo a presentes puros y desconectados en el tiempo.
Quisiera aclarar esto brevemente: la teoría tiene en mi opinión 2 (dos) caminos: o es sumamente descriptiva (positivismo), o de lo contrario es un instrumento de análisis y reflexión que sirve para desarrollar una mirada crítica de la sociedad.
Les pregunto y los invito a reflexionar: desde que perspectiva se desarrolla la teoría de la educación física en nuestro país?, hay relación con alguna teoría de la educación, teoría de la educación dije y no teoría de la enseñanza (didáctica), realmente hemos profundizado sobre esta temática?.
Les doy mi perspectiva: en principio les quiero mencionar una primera relación que es fundamental: la de la ideología con la teoría, con las disciplinas, con la ciencia y con todo lo que el sujeto haga y deje de hacer, y ya que de hacer estamos hablando menciono la segunda relación: la ideología se materializa en la práctica, con lo cual infiero una tercera y definitiva relación: no hay práctica sin ideología.
Señores no les parece que con valor debemos revisar la ideología de las prácticas de la educación física en los últimos 90 (noventa) años? ya que si no revisamos lo que hicimos y lo que hacemos no tendremos claridad hacia donde vamos. Quiero ser sumamente claro en este punto, no se trata de pensar si enseñamos bien o mal una técnica deportiva, o un movimiento, se trata de preguntarnos qué enseñamos y desde donde, en el particular y sumamente ideologizado mundo del sistema educativo.
Atención que estamos en presencia de un nuevo mundo, de nuevas relaciones cibernéticas, de un mundo que pierde en forma acelerada su profundidad y amenaza convertirse en una estrella luminosa, una ilusión como un mundo de imágenes fílmicas o televisivas carentes de sentido y de control.
Entonces donde nos ubicamos? resistimos, o nos convertimos en más de lo mismo?. Si somos más de lo mismo, pensemos en un buen vídeo para que miles de personas nos imiten y neguémosles la oportunidad de ser sujetos del aprendizaje y sujetémoslos a un modelo, entonces el ser de la educación pasa por ser un docente o un monitor del tipo "Jean Fonda".
Estoy planteando como propuesta, el revisar nuestra práctica a la luz del prisma ideológico, revisión que creo nunca o casi nunca se ha hecho. Cual es el perjuicio que nos ocasiona la falta de debate significativamente educativo?: justamente la dispersión generalizada de nuestra disciplina, alrededor de las múltiples prácticas deportivas hacia las cuales nos dirigimos como docentes.
Esto trajo aparejado un conocimiento inconcluso y disperso lo cual permitió que poco a poco nuestro campo profesional y laboral haya sido invadido por pseudos especialistas en determinadas técnicas corporales (aerobics, streching, step, etc.) lo cual retrajo aún más nuestro ya de por sí achicado y ajustado campo laboral.
Colegas, no quiero ser ofensivo con nadie pero a veces pienso que la educación física navegó en una eterna posmodernidad, con todas las características que mencioné sobre está, hemos sido verdaderos adelantados en torno del mirar el afuera y no el adentro, hemos durante años enseñado a moverse bien, a utilizar bien el cuerpo, hemos desde mi parecer negado al sujeto como tal, forzándolo a Coopers, Harvards, a golpear técnicamente la pelota, a formar y otros contenidos que creo lejos están de posibilitar la conformación de una disciplina con rigurosidad académica lo cual permitiría en otra etapa la conformación de la misma en una ciencia. Voy ahora a expresar otra problemática derivada de la posmodernidad: "la ilustración dualizada", esta consiste en una veloz fuga del conocimiento hacia adelante por lo cual para saber, es necesario realizar un conjunto de formaciones profesionales de posgrado que aseguran el acceso al conocimiento científico, es así como surgen cada vez con mayor asiduidad propuestas de posgrado y de posposgrado, llamadas licenciaturas, masters o doctorados.
En la otra punta aparece la ilustración específica, que consiste en saber mucho de algo o de una sola cosa, por ejemplo ser instructor de.
Creo que la mayoría de los presentes coincidirán conmigo en caracterizar a dichas ofertas (excepto algunas pocas excepciones), como de muy bajo nivel académico y entrecruzadas mucho más por una lógica empresarial y de lucro que por una preocupación por mejorar el nivel de nuestra querida pero alicaída educación física, detengámonos por un momento, la desaparición de la escuela pública, del sistema público de enseñanza, está en estrecha relación con el mercantilizar el conocimiento, y ubicarlo en el plano desigual del mercado y no en el marco de los derechos inalienables de los sujetos y de los deberes básicos de cualquier estado y gobierno que se precie de ser democrático.
Sin embargo no se debe mirar para otro lado y reconocer que algo pasa si ese lugar fue ocupado por quienes fue ocupado, y no por los institutos nacionales de formación docente. Podemos revisar el porqué: falta de docentes de nivel universitario, ausencia de equipos de investigación, ausencia de posición en torno a esta problemática que es de índole político-educativa, ausencia de debates en torno a las ciencias de la educación, etc.
Pensemos juntos: en este proceso, en que posición estamos hoy?, a media agua, en una situación ecléctica donde por lo general nos resulta más fácil criticar sin fundamento teórico con la cual muchas veces parecen y aparecen disputas personales, con lo cual nos permitimos no revisar y no resignificar nuestra propia realidad, la cual ni forma desde el conocimiento científico, ni desde un saber mucho de algo, creo que la formación del docente de educación física es verdaderamente una formación inconclusa.
Por lo anteriormente expresado, los egresados de nuestros institutos tienen una formación muy general, aproblemática y fragmentada, la cual coincide y creo que por coincidencia lo que agrega preocupación y un problema a lo ya manifestado con la mirada posmoderna de fragmentación y exclusión social del sujeto, o dicho en términos posmodernistas el moderno ciudadano o en términos conceptuales reales el consumidor, que es lo que estoy afirmando: que en la mayoría de los institutos de formación de docentes de educación física hay una construcción de un perfil profesional que no condice en nada con lo que muchos pensamos en torno de los docentes que necesita la escuela pública hoy: reflexivos, cuestionadores, democráticos por actitud y por calidad de los saberes que enseñan y comprometidos con la educación popular.
Si es que aún no se comprende el hilo de mi trabajo, centralizado en darle a la ideología y a su materialización, la práctica, el lugar importantísimo que ocupan voy a tomar una problemática mas que atraviesa nuestra disciplina: la del tiempo libre en el siglo XXI.
Se puede pensar está cuestión desde 2 (dos) aspectos, uno aproblematizador y por ende funcional por absoluto al sistema de dominación y otro realista y cuestionador. El primero planteará el tema del ocio creativo en los tiempos de la robotización, la cual da como resultante, dada su propia especificidad de acortar notoriamente los tiempos laborales, un mayor tiempo libre para el hombre en el cual debemos actuar para que ese tiempo sea un tiempo valioso de realización de actividades lúdicas y placenteras para el individuo. Este es el reto.
Este análisis lo escuché en un Congreso Panamericano de educación física realizado en Argentina hace pocos años. Realmente me fui muy preocupado y para ser sincero les diría que asustado, ya que plantear la problemática de la desocupación no como lo que es (un verdadero drama social y una verdadera desestructuración de sujetos y relaciones familiares) sino como un asunto sobre el cual se debería realizar un abordaje desde las técnicas de la recreación, implica un posicionamiento ideológico a favor de la desocupación y un desconocimiento de la realidad que nos rodea, como así también un apartamiento que considero trascendente de lo que denominamos educación popular. Desde ya que esos temas sociales si son abordados en las escuelas de formación de técnicos en recreación, en donde el tiempo libre es analizado desde una perspectiva político filosofía tal cual lo hicieran y mencionaran los mas distinguidos filósofos de la Grecia clásica.
Pues bien, el docente es agente de cambio cuando tiene conciencia de la necesidad de ese cambio en primera instancia, lo cual le permite en un segundo momento la utilización de las herramientas específicas que el posee (los contenidos) para colaborar e impulsar el cambio.
Pensando en un gran filosofo italiano (A. Gramsci), quién analizó la existencia en el sujeto de 2 (dos) sentidos: uno al que denomino común y sobre el cual dijo que es el más común de los sentidos y otro al que denominó sentido filosófico, al cual se llegaba conociéndose a uno mismo, conociendo la realidad que nos rodea y conociendo el mundo que nos rodea, para luego sí transformarlo, creo que la educación física realiza su escasa producción desde un sentido común, acrítico. Como consecuencia de esto en vez de haber un lenguaje educativo propio, lo que hay es un dialecto, o sea la ausencia de la ciencia por simplificación de las cuestiones.
Creo que es el momento de cambiar, el dialecto por el lenguaje y de iniciar el proceso de consolidación académica y teórica de la educación física con la perspectiva de a mediano plazo constituirla en una ciencia propia, ubicada en el campo universitario y en un paradigma crítico, insertándola firmemente en torno de las problemáticas sociales y de las educativas ya que considero que lo que hay que construir no es una ciencia del deporte.
Debemos ocuparnos de las demandas por mayor y mejor educación, resignificando nuestra propia cotidianeidad y reformulando nuestros conceptos, los lugares en donde se ejerce el poder y mirar al sujeto y al cuerpo desde una perspectiva diferente, comprender mejor al capitalismo y al estado y sus aparatos (o sea a nuestro patrón). Ubicar el rol del docente como lo que debería ser: un intelectual, y pensar en categorías como emancipación, sujeto, resistencia desde una perspectiva político educativa como herramienta para la transformación en torno de la construcción de una educación liberadora para el sujeto, se realizaría así un giro copernicano en los contenidos de la educación física.
También es importante la incorporación de nuevos actores a esta nueva perspectiva, como así también la actualización intensiva de los responsables de la formación de docentes. Todo esto implica la creación de la carrera universitaria, no con un sentido de fuga hacia adelante o elitista, sino como propuesta de instrumentar la excelencia académica en espacios públicos basándonos en la conformación y formación de investigadores que aporten nuevos y actualizados conceptos a nuestra disciplina, como y principalmente nuevos problemas a resolver mediante la investigación.
Resolvamos pues el teorema shakesperiano, SEAMOS, para ello hay que ser capaz de cambiarse y de cambiar a los otros, y este sí que es todo un reto.
Hago pues en este Congreso un llamamiento a construir una nueva disciplina que sea capaz de convertir los contenidos presentes en la educación física en contenidos verdaderamente significativos, entendiendo por estos a aquellos que pueden ser utilizados de múltiples maneras en numerosas y muy variadas situaciones, los que los convierte en contenidos socialmente válidos, por lo tanto estamos inmersos o deberíamos estarlo en el proceso político inherente a la conformación y consolidación de nuevos contenidos: el de la lucha por la legitimación contra la deslegitimación, por favor atrevámonos a cambiar, luchemos por ello.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
(*) Trabajo presentado en las Jornadas Internacionales de Educación Física, Buenos Aires, 1996.
- Revista Espacios. (1986): Numero 4/5.
- Jameson, F. (1996): El capitalismo tardio. Cefyl. Buenos Aires.
- Lyotard, Jean (1984): La condicion posmoderna. Ed. Cáaatedra. España.
- Vattimo, G. (1993): El fin de la modernidad. Ed. Gedisa. España.
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Lecturas: Educación Física y Deportes, Año 1, Nº 3. Buenos Aires. Diciembre 1996.