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Monopolio televisivo y «gerenciamiento»: el fútbol como mercancía
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 26 - Octubre de 2000 |
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Pero la nueva ofensiva de las empresas se concretó con las eliminatorias del mundial 2002. En un principio, incluso se iban a poner los encuentros de las eliminatorias en el sistema pay per view, tanto en el cable como en la televisión digital. La situación se tensionó aún más cuando los canales de aire de Capital Federal se vieron imposibilitados de hacer frente a las pretensiones de la empresa TyC, dueña de los derechos. Rápidamente se movilizaron distintos intereses. El poder ejecutivo nacional, a través del secretario de medios intentó negociar la televisación en directo por aire, pero no llegó a un acuerdo. En forma paralela, la Cámara de Diputados se apuró a dar media sanción a un proyecto de ley que garantiza el acceso a los juegos de selección. El Senado aun no se ha expedido sobre el tema, en especial por las incertidumbres legales acerca de imponer leyes sobre contratos ya celebrados entre privados.
El proyecto de ley, que espera la aprobación de la Cámara de Senadores, sostiene que "las asociaciones deportivas y/o los titulares de derechos de transmisión televisiva de encuentros de fútbol en los que participe la Selección Nacional Argentina, organizado por la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado), la CSF (Confederación Sudamericana de Fútbol) o el COI (Comité Olímpico Internacional), deberán garantizar la transmisión en directo de dichos encuentros a todo el territorio nacional", lo que tendrá que concretarse "a través de una emisora de TV abierta por localidad". El artículo tercero dice que "el Estado nacional no reconocerá conductas, acciones o derechos emergentes de relación contractual alguna, que tiendan a limitar o restringir la competencia entre los medios televisivos, o que constituya abuso de posición dominante y/o monopólica de ese mercado, afectando no sólo intereses económicos de terceros, sino también el bien general de la comunidad relativo a su legítimo derecho de esparcimiento". Esta propuesta deroga a toda norma que se oponga a su texto, deja en manos de la Secretaría de Cultura y Comunicación su aplicación, y dispone que su incumplimiento sea sancionado con las penalidades previstas en la Ley de Radiodifusión.
En el medio de esta polémica, TyC reconoció una ganancia de, al menos, 3.850.000, en una solicitada publicada en la edición 4.200 de El Gráfico, perteneciente al multimedios de Ávila y Nofal. La empresa aseguró que le pagó 15 millones a la AFA y los vendió en 14 millones a los MSO CableVisión y Multicanal y en 4.850.000 dólares a TyT (consorcio formado por TyC y la brasileña Traffic) para su comercialización en el exterior. TyT también está involucrada en el problema porque fue quien vendió por 19 millones de dólares los derechos de transmisión de los nueve partidos que el seleccionado argentino jugará de visitante y de los 72 encuentros protagonizados por el resto de los conjuntos nacionales durante el certamen. No se debe olvidar que todas estas empresas tienen intereses comunes, ya que Traffic es manejada por el fondo Hicks, que controla el CEI, uno de los principales miembros accionarios de TyC. También hubo espacio para presentaciones judiciales de individuos particulares, amparados en el derecho a la información, pero ninguna pudo hacerse efectiva.
Una de las mejores maneras de comprobar en forma descarnada los objetivos empresariales de la televisión es leer atentamente las declaraciones de Carlos Ávila, la cara visible de TyC. En una entrevista concedida a La Nación Tevé, 28 al 3 de marzo de 2000, y titulada "Ávila, rey de torneos sin competencia", el empresario reconoció que "el hecho de que las eliminatorias del Mundial vayan codificadas va a beneficiar al fútbol oficial, porque hará crecer el mercado de las cajitas -explica Ávila-. Esas cajitas que se adquieren para ver las eliminatorias vana quedar en los hogares y van a permitir que técnicamente podamos transmitir dos o tres partidos simultáneos, y cada cual podrá elegir qué partido comprar. Entonces van a crecer los ingresos: la tecnología va a permitir el mayor ingreso por la televisión" (p. 4).
En el derecho suele decirse que "a confesión de partes, relevo de pruebas". Ávila deja en evidencia cuál es el rol que ocupa la selección de fútbol, como la llave hacia la consolidación de una tecnología audiovisual frente a la pasividad de un estado incapaz de generar políticas públicas al respecto, que excedan el marco de los partidos de la selección de fútbol y el mundial.
La última puerta
Pero existe un último eslabón que el mercado necesita para terminar de definir el proceso de concentración económica en el deporte argentino: la privatización, gerenciamiento o tercerización como se ha llamado eufemísticamente a esta apropiación de los clubes de fútbol. Todo parece conducir a un futuro cercano en el que los clubes argentinos dejarán de ser entidades civiles sin fines de lucro para convertirse en sociedades anónimas, tal cual ocurre con los equipos italianos y la mayoría de los españoles. Las precarias condiciones económicas de las instituciones en el fútbol argentino amenazan con llevar hacia la muerta anunciada de la actual estructura del deporte nacional.
Este proceso es bastante más complejo que una simple privatización, ya que si bien la quiebra de Racing Club como ejemplo más notorio y mediático, parecería indicar una pronta liquidación de la actual composición jurídica de los clubes en el país, se pueden encontrar algunas variantes. Estas diferencias tienen que ver con la manera en que los clubes puedan enfrentar la nueva época. Los dos extremos de la forma en que se "gerenciará" el fútbol profesional en la Argentina fluctúa entre los paradigmáticos casos de Boca Juniors y Quilmes Athletic Club, que pueden ser tomados como la punta de lanza de este movimiento.
Boca Juniors logró a comienzo del mes de junio de 2000 un acuerdo de gerenciamiento con la empresa ISL, aunque los dirigentes hablan de tercerización. Lo que se maneja es una situación en la que los privados aportan dinero a cambio de hacer sus propios negocios. Esas inversiones contemplan montos importantes para jerarquizar los planteles. Debe aclararse que Boca no cedió el manejo del fútbol ni de ninguna disciplina deportiva sino la explotación del marketing con intención de captar sponsors internacionales (que incluye la estática, derechos de TV, indumentaria, amistosos, página web, el canal de cable de Boca que está en gestación, el merchandising y los sponsors de las camisetas de las distintas actividades). Por lo tanto, Boca continuará controlando la venta de jugadores, abonos a palcos y plateas, cuotas sociales y recaudaciones.
Las condiciones básicas del acuerdo contemplan un plazo de 10 años con opción a otros diez en los que el club le otorga los derechos de marketing a ISL a cambio de cerca de 30 millones de dólares por año, con un incremento anual del 3%. Los ingresos obtenidos por la empresa se repartirían del siguiente modo: todos los ingresos -hasta 10 millones de dólares- que superen el canon que la empresa le dará a Boca anualmente, se reparten 50% para cada uno. Y si la cifra supera los 10 millones, ISL se quedará con el 70% y Boca con el 30% restante.
International Sport Licensing (ISL) es una empresa con sede en Suiza que nació en 1978 para comercializar los derechos de TV de la FIFA. Esta es una empresa de la familia Dassler, propietaria de Adidas, y se encarga de la imagen de clubes como Metz, Olympique, Torino y Flamengo de Brasil. Entre sus sponsors más importantes se cuentan Adidas, Coca Cola, Gillette, Kodak, Fuji, Philips, Toyota y VISA. Además de manejar la imagen de varias de las principales entidades deportivas del mundo (UEFA, FIBA, ATP, entre otras) ya gerencia el fútbol del Flamengo de Brasil. El secretario de deportes del gobierno de Menem, el ex puma Hugo Porta, es el gerente latinoamericano de la firma, y el también ex puma Gabriel Travaglini es quien maneja la firma en el país.
No todos los clubes correrán la misma suerte de Boca, en condiciones de afrontar este proceso en condiciones favorables, que inclusive pueden llevarlo a incrementar notoriamente sus ingresos y aumentar su papel hegemónico en el fútbol argentino. El interés que despertó en otras empresas, como los grupos Hicks, Octagon, SFX Sports y AIG (American International Group) le ha permitido optar entre otras posibilidades. Apenas River Plate, y con alguna suerte alguna otra institución como San Lorenzo o Independiente, estarían en condiciones de obtener ventajas algo parecidas. Está claro que Boca y River pueden obtener acuerdos mucho más ventajosos que otras instituciones, con una capacidad de generar recursos mucho menor. La adquisición por parte de Exxel Group del fútbol de Quilmes, en un acuerdo que ha sido cuestionado severamente, parece perfilarse como el tipo de "gerenciamiento" que predominará en el fútbol argentino. Exxel abonará 5 millones de dólares para sanear la deuda del club (es de un millón) y proveer de infraestructura a las inferiores a cambio de manejar toda la estructura futbolística del club del sur del Gran Buenos Aires. El contrato es por diez años y contempla un presupuesto mensual para el fútbol de 120.000 pesos. Exxel se queda con el 40% de los pases de los jugadores pertenecientes al club (con más dos años de contrato) y con el 50% de los que firmaron hace un año o menos. De los juveniles que están por hacer su primer contrato, el Exxel embolsará el 60% de los pases. Y también será dueño del 75% de los jugadores de las inferiores. Y finalmente, el 80% de los ingresos que no tengan que ver con ventas de jugadores será para el holding.
El llamado "gerenciamiento" tampoco es del todo novedoso en el fútbol argentino. Uno de los casos más importantes fue el de Argentinos Juniors, que cedió el manejo del fútbol profesional a TyC para el certamen 93-94. La empresa que monopoliza los derechos de televisación del fútbol intentó llevar a Argentino a la ciudad de Mendoza para transformarlo en el equipo representante de la región cuyana. La operación fue un fracaso desde todo punto de vista -incluso Carlos Ávila no niega en reconocer que es un negocio en el que no piensa reincidir. Por esa misma época, Mauricio Macri vio frustrado por muy poco su proyecto de quedarse con el fútbol profesional del Deportivo Español y trasladarlo a la ciudad de Mar del Plata, un mercado potencial y subexplotado para el fútbol profesional.
Esos intentos se enmarcaron en una estrategia de marketing primitivo que ha sido reflotada recientemente y que se basa en una lógica superficial y de sentido común que supone que todas las grandes ciudades deberían tener un equipo -aunque sea por decreto- en el fútbol profesional. Así, los discursos periodísticos, especialmente los que trabajan bajo el control del multimedios deportivo de TyC, aseguran con plena seguridad que, por ejemplo, Córdoba debe tener un solo club que represente a la ciudad y que la Capital Federal tiene demasiados equipos, frente a ciudades como Tucumán, Mendoza o Mar del Plata sin representación en primera. Evidentemente, estos comentarios no sólo desconocen la historia del fútbol argentino y la legitimidad de las confrontaciones deportivas sino que demuestran una ignorancia manifiesta hacia los procesos de construcción de la identidad futbolística (Gil, 1998) en ciudades como las que mencionan. Los proyectos que se encararon desde esa línea de pensamiento fracasaron rotundamente, tanto en lo económico como en lo deportivo. El mejor ejemplo de ello es Aldosivi de Mar del Plata, que tras quedar a un paso del ascenso a primera división en 1998 sus directivos le entregaron el control deportivo al entrenador Jorge Solari y la gestión económica al Multimedios La Capital. Apenas dos años después, Aldosivi perdió el lugar de Mar del Plata en el Nacional B (descendió al Argentino A) y hasta ha quedado en medio de una seria crisis institucional que lo ha obligado a vender su sede.
Conclusión
Se ha intentado demostrar cuál es el lugar que el fútbol ocupa en el sistema económico argentino, utilizado por empresas monopólicas para conseguir la maximización del beneficio económico, en una alianza tácita con el Estado para descargar los costos sobre el contribuyente. La televisión digital y la modalidad pay per view necesitan, como nuevos sistemas de distribución, que sus costos de inversión sean sostenidos por los contribuyentes, creando mercados o imponiendo nuevos costos sobre mercados ya asentados, como el cable. El retiro de la señal por canal abierto del fútbol de la selección argentina para Capital Federal y Gran Buenos Aires de las eliminatorias para el mundial del 2002 apenas sirvió para despertar una oleada de indignación ciudadana que motivó que por primera vez el congreso de la Nación se planteara la posibilidad de legislar en la materia. Así es que nació una populista medida de obligar a los dueños de los derechos de televisación a garantizar la emisión por televisión abierta en todo el país, mediante una ley sancionada en unanimidad por el congreso. "Para muchos argentinos, sobre todo la gente de menores recursos, la ilusión es poder gritar un gol mientras se juega el partido, no después", sostuvo una de las coautoras del proyecto, la diputada Alicia Castro. Otro legislador, Juan Domingo Zacarías, del justicialismo, sostuvo que los partidos son una cuestión de "soberanía". Una vez más, medidas coyunturales, que impiden entender la profundidad de un proceso mucho más complejo, que genera exclusión, desigualdad y que niega la consigna básica del acceso. Un problema que es mucho más importante que la forma en que se televisa la selección nacional. Lo que ni los legisladores ni los funcionarios del ejecutivo no logran -o no quieren- ver es que:
"aquí es donde, más que nunca, se hace esencial la mediación de la enseñanza. Con la condición, sin embargo, de que ésta recupere esa dimensión fundadora del servicio público que es permitir tomar perspectiva en relación con el pragmatismo de la lógica comercial. Pues si los hombres nacen iguales ante la ley, no nacen iguales ante el mercado y esa desigualdad pone constantemente en peligro el ejercicio de la soberanía del ciudadano y de los pueblos" (Mattelart, 1990: 130)
Este trabajo no pretendió explicar las razones de la situación económica de los clubes en Argentina ni culpar de la delicada situación económica a la acción de la televisión, como se hace ingenuamente desde algunos sectores periodísticos enfrentados a la corporación que maneja la distribución del fútbol profesional. Se ha querido describir el proceso de acumulación llevado adelante por las empresas que se apropiaron de un bien colectivo como es el fútbol en el que quedan muy pocas puertas por atravesar. Se puede notar con claridad cómo las empresas aprovechan los zonas que el Estado deja libre para introducir allí sus estrategias comerciales. La repetida queja de Ávila ante los medios de que "no se puede legislar para atrás", muestra la sorpresa de quien comenzó a construir su imperio cuando la propiedad estatal de los canales de televisión dejó abierto una serie de caminos que nunca desaprovechó.
Mar del Plata, julio de 2000
Notas
TyC muestra la siguiente composición accionaria: 40% de AT&T, 20% de Ávila/Nofal, 20% de Telefónica y 20% del CEI. De cualquier manera, Carlos Ávila nunca resignó el control directivo de la empresa.
Dentro del complicado mapa de convergencia de las telecomunicaciones en la Argentina, el otro punto de contacto entre el Grupo Clarín y el CEI es el Grupo Cisneros, capitales mediáticos de origen venezolano, que participan en una de las nuevas ofertas de televisión satelital (Direct TV) junto con el Grupo Clarín, y es uno de los principales inversores del Grupo Hicks, que cuenta con el 40% del CEI.
El fondo de inversiones norteamericano Hicks, Muse, Tate & Furst. montó a principios del año la señal Panamerican Sports Network (PSN), dentro de la estrategia para competir en el difícil mercado de los canales deportivos, y aprovechar la posición que este grupo inversor posee no sólo en la Traffic brasileña sino en Torneos y Competencias a través del CEI. PSN transmite los partidos del fútbol italiano, la Fórmula 1, encuentro del circuito ATP Tour de Tennis y de la WTA, además de que emitió los juegos de la Copa Libertadores y apunta a transmitir partidos de la NBA. Este es un primer paso hacia el intento de conformar un holding deportivo mundial, para el cual el fondo ha destinado una inversión progresiva de cerca de 900 millones de dólares.
Bibliografía
Garnham, Nicholas (1994) "Contribución a una economía política de la comunicación de masas", en M. de Moragas (ed.): Sociología de la comunicación de masas. Vol I. Escuelas y autores, Barcelona: Gustavo Gili.
------------------------(1997) "Economía política y estudios culturales: ¿reconciliación o divorcio?" en Causas y Azares. Los lenguajes de la comunicación y la cultura en (la) crisis, Buenos Aires, Nº 6, Primavera 1997.
Gil, Gastón Julián (1998) "Mar del Plata y su identidad futbolística. El caso de Aldosivi en la Primera B Nacional". Ponencia ante las IV Jornadas de Investigadores de la cultura, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, 16 al 18 de noviembre. Mesa: "Deporte, significaciones y prácticas".
La Nación (2000) "La selección en TV abierta". Suplemento Deportivo, 7 de abril, p. 7.
Mattelart, Armand (1990) La publicidad; Barcelona: Paidós.
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