Fútbol, Cultura y Sociedad: imágenes y palabras. |
Liliana Barela |
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 22 - Junio 2000 |
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Liliana Barela, Lidia González y Roberto Di Giano
Centro Cultural San Martín, Buenos Aires, Abril de 2000Liliana Barela
Subsecretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
El fútbol constituye uno de los temas más atractivos para preguntar, para cuestionar, para replantear qué pasaba con esa identificación con un cuadro de fútbol, qué pasa con ese sentido de pertenencia y esa fidelidad que supera prácticamente todas las fidelidades. Uno puede cambiar de profesión, de marido o mujer, de sexo, de partido político, pero la verdad que de equipo de fútbol no cambia nunca. Por eso, en ese momento armamos esa movida y publicamos un libro “Nosotros y el fútbol” y adherimos a esta propuesta entusiastamente.
No voy a abundar en reflexiones; quiero felicitar a Lidia González y a todo el equipo del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires y a toda la gente de Filosofía y Letras de la UBA que trabajó para llegar a esto, a los autores y comentaristas de los videos y los que posibilitarán e instarán seguramente a la reflexión.
Si me dejan un minuto más, seguro que si me tienen paciencia, podré, porque me tenté mucho en traer (ya que no lo pudimos traer a Galeano), quise traer algo de él, el de la mejor frase sobre el fútbol “Esa música del cuerpo y la fiesta de los ojos”, para que lo escuchemos juntos y con esto dar por terminada mi participación.
En uno de los capítulos de ese libro tan rico, Galeano contaba que Enrique Pichón Rivière pasó toda su vida penetrando los misterios de la tristeza humana y ayudando a abrir la jaulas de la incomunicación. En el fútbol encontró un aliado eficaz allá por los años cuarenta, Pichon Rivière organizó un equipo de fútbol con sus pacientes del manicomio. Los locos, invatibles en las canchas del litoral argentino practicaban jugando la mejor terapia de socialización. “La estrategia del equipo de fútbol es mi tarea prioritaria”, decía el psiquiatra que también era entrenador y goleador del equipo. Medio siglo después, los seres urbanos estamos todos más o menos locos, aunque casi todos vivimos por razones de espacio fuera del manicomio, desalojado por los automóviles, arrinconados por la violencia, condenados al desvínculo, estamos cada vez más apilados, cada vez más solos y tenemos cada vez menos espacio de encuentro y menos tiempo para encontrarnos.
En el fútbol, como en todo lo demás, son mucho más numerosos los consumidores que los creadores.
El cemento ha cubierto los campos baldíos donde cualquiera podía armar un picadito de fútbol en cualquier momento y el trabajo ha devorado el tiempo de juego.
La mayoría de la gente no juega, sino que ve jugar a otros desde el televisor o la tribuna, cada vez más alejada de la cancha.
El fútbol se ha convertido como el carnaval, en espectáculo para masas, pero así como en el carnaval hay quienes se lanzan a bailar a la calle, además de contemplar a los artistas que bailan y cantan, también en el fútbol no faltan los espectadores que de vez en cuando se hacen protagonistas por la pura alegría, además de mirar y admirar a los jugadores profesionales. Y no sólo los niños, mal que bien, por lejos que estén las canchas posibles, los amigos del barrio, los compañeros de la fábrica, la oficina o la facultad, se las arreglan todavía para divertirse con la pelota hasta que caen agotados, y entonces, vencedores y vencidos, beben juntos, fuman y comparten una buena comilona, placeres que el deportista profesional tiene prohibidos.
A veces también las mujeres participan y meten sus propios goles, aunque en general la tradición machista las mantiene exiliadas de estas verdaderas fiestas de la comunicación.
Lidia González
Directora del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires
Les doy las buenas tardes, a todos. Veo periodistas, estudiantes, analistas del tema del fútbol, curiosos y seguramente, hinchas, a muchos de ustedes.
Desde el Instituto Histórico hemos tenido la coincidencia con el área interdisciplinaria del Deporte de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA de organizar esta jornada sobre “Fútbol, Cultura y Sociedad”. Está conmigo Roberto Di Giano y me gustaría contarles por qué desde el Instituto Histórico (ya Liliana les ha adelantado), pero porqué el tema del fútbol en el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, y hemos abordado este tema porque el fútbol como fenómeno cultural ha corrido paralelamente a nuestra historia desde que empezó a jugarse en los potreros detrás de las estaciones del ferrocarril entre gringos y criollos, porque desde los inicios fue el espacio donde se integraron lenguas, dialectos, costumbres, donde ricos y pobres se podían medir por la destreza de sus cuerpos.
Desde la historia de la ciudad, el fútbol nos preocupa como un hecho que pone en juego el valor de la identidad. Jugamos con la camiseta del barrio, pero también nos ponemos la de un equipo grande y aún defendemos la camiseta nacional frente al mundo. Historia de rivalidades, de pasiones sublimadas en cánticos, en ingenio, pero tambien en violencia.
Los escritores, historiadores, artistas, se han ocupado del fútbol con la misma vehemencia con que discuten una jugada. Desde Sebrelli, que denuncia la utilización psicológica de las masas hasta Soriano, que transforma las piruetas en ilusiones.
Deporte de masas, legitimado magistralmente en “El hincha”, la película de Discépolo de 1951, donde hace una valoración positiva de las manifestaciones populares. El fútbol, a pesar de tanto negocio encerrado, nos permite todavía festejar aunque sólo sea un triunfo dominguero.
Bueno, creo que aquí, en esta jornada, vamos a poder apreciar a través de imágenes, de videos y de discusiones a cerca del tema de la identidad, el fútbol y política, el fútbol y los cánticos populares, creo que vamos a poder analizar esta cuestión que nos preocupa, ¿no?. El fútbol, en realidad, forma parte de nuestra vida y creo que si no nos preocupa, también es para pensarlo. Bueno, muchas gracias por su presencia a todos.
Roberto Di Giano
Area Interdisciplinaria de Estudios del Deporte, FFyL, UBA
Como integrante del área de estudios interdisciplinaria del deporte, es muy gratificante haber organizado estas jornadas conjuntamente con el Instituto Histórico, porque es una institución que alienta permanentemente la investigación y ya ha realizado eventos donde un fenómeno cultural como el fútbol fue el tema convocante. Pero quería también hacer una pequeña reseña del área nuestra que funciona en el marco de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, porque estamos construyendo una tradición en materia de estudios en la Argentina que representa en principio la continuidad de muchos años de esfuerzos individuales, para tomar luego, a partir de la creación del Area en el año 1997 la fuerza de lo colectivo.
Hemos abierto así un camino novedoso para las ciencias sociales y, si cabe la cita, llevamos a la realidad aquel proverbio del sobrio poeta sevillano “se hace camino al andar”, ya que el deporte ha sido históricamente, en campos de estudios, subvaluado por los científicos sociales de nuestro país y por las instituciones encargadas de financiar investigaciones. Estos esfuerzos los realizamos porque estamos convencidos de que a través del Deporte, y fundamentalmente, del fútbol, que es una de las manifestaciones culturales más importante de los argentinos, se pueden comprender aspectos importantes de nuestra sociedad en diferentes momentos históricos, y a través de los logros que vamos alcanzando, dejamos establecida una tradición que es, por supuesto, de naturaleza dinámica, para que pueda seguir enrequeciéndose con nuevos aportes.
De esta manera invitamos a los investigadores que no se conforman con aquello de plegarse a esa seguridad que otorga la repetición de saberes y de procedimientos a sumarse a esta tarea de generar conocimientos más vitales y originales, estrechamente vinculados a nuestra rica y diversa realidad cultural.
revista
digital · Año 5 · N° 22 | Buenos Aires,
junio
2000 |