Valoración del somatotipo en adultos con sobrepeso y obesidad Assessment of somatotype in overweight and obese adults |
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*Licenciatura en Educación Física, Universidad Nacional del Oeste Docente de la materia Evaluación de la Actividad Física y el Deporte en la carrera Licenciatura en Educación Física de la Escuela de Humanidades en la Universidad Nacional del Oeste (Argentina) **Licenciatura en Nutrición y Bienestar Integral Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México) ***Profesorado Universitario de Educación Física y Deportes Universidad Abierta Interamericana (Argentina) |
Gerónimo Maximiliano Gris* Pamela Ibarra Vargas** Ezequiel Octavio Mazza*** |
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Resumen Introducción: El sobrepeso (SP) y la obesidad (OB) están ligados al incremento del riesgo de padecer enfermedades no trasmisibles, y el somatotipo es una técnica morfológica indicando la biotipología del ser humano. Objetivos: La finalidad fue examinar estudios de adultos con SP y OB para valorarlos desde la somatotipología. Métodos: En esta investigación descriptiva se efectuó una búsqueda de artículos científicos, y se los caracterizó principalmente por sus somatotipos medios (SM) y desvíos estándares. Se verificó la normalidad aplicándose el contraste de ajuste Shapiro-Wilk (p <.05), y posteriormente los datos no paramétricos fueron tratados con el test U de Mann Whitney para grupos independientes. Resultados: Las treinta y una muestras seleccionadas tuvieron una edad promedio de 50,9 ± 14,3 años; y su SM fue 6,2-5,9-0,8 (± 1,2; ± 1,6; ± 0,6). El SM del subgrupo SP fue 6,1-5,7-0,8 y el del OB fue 6,4-6,2-0,7; no existiendo diferencias significativas entre ellos (SAD = 0,6). Dichas muestras son distintas estadísticamente a cada conjunto denominado desnutrido (SAD de 2,5 a 9,2), deportivo (SAD de 1,8 a 7,5), y activo (SAD de 1,2 a 6,9). Discusión: Se pudo confrontar a 21 de estas agrupaciones con el índice de masa corporal (IMC). Sus relaciones fueron con la endomorfia (END) r = -0,008 y R2 = 0,000; con la mesomorfia (MES) r = 0,293 y R2 = 0,086; y con la ectomorfia (ECT) r = -0,754 y R2 = 0,568. Siempre las mujeres tuvieron más END, menos MES y más ECT que los varones. Conclusiones: El SM se ubicó en la somatocarta en la sección endomorfo-mesomorfo.La ECT fue el elemento que mejor se asoció al IMC, haciéndolo negativamente de forma media a considerable. Este SM es fácilmente distinguible en la sencilla representación llamada compograma. Palabras clave: Somatotipo. Sobrepeso. Obesidad.
Abstract Introduction: Overweight (OW) and obesity (OB) are strongly connected to the risk of suffering from no communicable diseases, and the somatotype is a morphological technique indicating the biotypology of human. Purpose: The objective was to examine studies of adults with OW and OB to evaluate them from a somatotypic point. Methodology: In this descriptive research a search for scientific articles was made, and are characterized mainly by their average somatotypes (AS) and standard deviations. The normality was verified by the use of the Shapiro-Wilk contrast (p <.05) adjustment and the post nonparametric data were treated with the Mann Whitney U test for independent groups. Results: The thirty one samples had, in average, 50.9 ± 14.3 years old; and his AS was 6.2-5.9-0.8 (± 1.2; ± 1.6; ± 0.6). The AS of OW subgroup was 6.1-5.7-0.8 and OB subgroup was 6.4-6.2-0.7; there are no significant differences between them (SAD = 0.6). These samples are statistically different from each set called undernourished (SAD from 2.5 to 9.2), sporty (SAD from 1.8 to 7.5), and active (SAD from 1.2 to 6.9). Discussion: It has been possible to confront 21 groups with body mass index (BMI). Their relations were with the endomorphy (END) r = -0.008 and R2 = 0.000; with the mesomorphy (MES) r = 0.293 and R2 = 0.086; and the ectomorphy (ECT) r = -0.754 and R2 = 0.568. In all cases women had more END, less MES and more ECT than men, more ectomorphic than men. Conclusions: The AS was placed in the mesomorph-endomorph area of the somatochart. ECT was the element best associated to BMI in a negative moderate to considerable way. This AS is easily distinguishable in the simple representation called compograma. Keywords: Somatotype. Overweight. Obesity.
Recepción: 31/07/2016 - Aceptación: 29/09/2016
1ª Revisión: 12/09/2016 - 2ª Revisión: 21/09/2016
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Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires, Año 21, Nº 221, Octubre de 2016. http://www.efdeportes.com/ |
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Abreviaturas
OB = Obesidad; SP = Sobrepeso; OMS = Organización Mundial de la Salud; IMC = Índice de Masa Corporal; END = Endomorfia; MES = Mesomorfia; ECT = Ectomorfia; SM = Somatotipo Medio; SAD = Distancia Actitudinal Somatotípica; SAM = Media Actitudinal Somatotípica; DN = Desnutrido; DP = Deportivo; y AC = Activo
Introducción
El sobrepeso (SP) se relaciona a la masa corporal incrementada en función de alguna referencia, como un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29,9 kg/m2 difundido por algunas organizaciones (OMS, 2015). La obesidad (OB) se expresa con una excesiva cantidad de grasa o tejido adiposo, y se corresponde a un IMC ≥ a 30 kg/m2 según varias instituciones (OMS, 2015; Peraza González, 2010). Por el contrario un IMC <18.5 es denominado bajo peso, comúnmente desnutrición (DN), delgadez o malnutrición por defecto (Peraza González, 2010; Ravasco, Anderson & Mardones, 2010).
El SP y la OB están estrechamente ligados a la elevación del riesgo de padecer enfermedades no trasmisibles. Entre ellas destacan las enfermedades cardiovasculares que según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 fueron la principal causa de defunción. Además en menos de los últimos 35 años la prevalencia mundial de la OB se ha multiplicado por más de dos veces. Así el panorama ofreció en el 2014 que el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían SP, y otro 13% padecían de OB (OMS, 2015).
Si bien como indicadores del SP y la OB en los adultos de población general puede utilizarse por su sencillez y reproductibilidad el IMC, existen otras formas de estimarlas antropométricamente como la cuantificación de la masa adiposa, la medición del perímetro de cintura, o la valoración de los pliegues cutáneos. El IMC se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2), y sin sustento global, varios artículos ponderan su aplicación específica (Amorim, Silva, Dantas & Fernandes Filho, 2004; Berdasco Gómez, 2002; Rosales, 2012).
También en la literatura se pueden encontrar estudios que relacionan estos extremos nutricionales con la biotipología o forma externa del cuerpo, pero son en menor cantidad y mayormente lo hacen de manera superficial. Si son profusamente utilizados en poblaciones deportivas y en personas activas.
Como dicen los creadores de la metodología actualizada, Heath y Carter en 1967 “el somatotipo es una descripción de la conformación morfológica presente.” Y “es un método para describir la variación individual en la especie humana”. Sus tres componentes ordenados se denominan endomorfia (END) que se vincula a la relativa redondez del individuo, mesomorfia (MES) que se refiere al desarrollo musculoesquelético relativo, y ectomorfia (ECT) que se conecta con la linealidad del físico.
Objetivos
El objetivo central es analizar profundamente a estudios con grupos de adultos donde preponderan las personas con SP y OB para valorarlos desde la somatotipología.
El propósito es poder otorgar al profesional interviniente de más herramientas diagnósticas para que al localizar determinados somatotipos, pueda corroborar lo que presumen estos signos de alerta.
Métodos
La investigación planteada dentro de un abordaje cuantitativo y de un esquema descriptivo, se encauza en un diseño retrospectivo, univariado, extensivo muestral y aplicado a estudios transversales.
Para hallar las muestras con SP y OB se hicieron intensas búsquedas en línea de artículos científicos en las áreas de la salud y la actividad física dentro de las bases de datos o académicas informatizadas y bibliotecas electrónicas o virtuales denominadas ProQuest, MEDLINE, Scopus, SciELO, ScienceDirect, Latindex, AccessMedicine, BVS, SIRS, Springer, CSIC, LILACS, SPORTDiscus, y en los sitios Dialnet, Google Académico, y Free Medical Journals. Las palabras claves utilizadas fueron somatotipo, somatotype, obesidad, obesity, sobrepeso, y overweight. Para la selección de los artículos o tesis se tuvieron en cuenta como criterios de inclusión que la muestra sea mayor a 18 años, que el somatotipo fuera realizado por la técnica de Heath-Carter y se expresara su valor numéricamente, que se evidencie alguna variable antropométrica que denote exceso nutricional, y para otorgar un cierto grado de contemporaneidad que fuera realizada hace menos de 20 años. Al respecto además de la utilización del IMC, se puede distinguir a la OB en algunos estudios particulares cuando la grasa o masa adiposa es superior al 20 % en el sexo masculino y al 30% en el sexo femenino (Ravasco et al., 2010), o cuando el pliegue tricipital es mayor o igual a 19,5 mm en varones o a 35,1 en féminas (Najjar & Rowland, 1987).
Con el sentido de cotejarlas con otros grupos se examinaron casos de desnutridos, es decir sujetos malnutridos por defecto (Roy & Chowdhury, 2013), de deportistas de alto rendimiento, o sea competidores primordialmente de varias selecciones nacionales (Carter, Aubry & Sleet, 1982; Lentini, Gris, Cardey, Aquilino & Dolce, 2004), y de personas activas, esto es practicantes regulares de ejercicio físico y de apariencia saludable (Gris, Dolce, Giacchino & Lentini, 2004; Rodríguez, Almagia, Yuing, Binvignat & Lizana, 2010).
Se caracterizaron estadísticamente a las muestras con SP y OB a través de sus Somatotipos Medios (SM) y sus desvíos estándares, de sus aspectos físicos de acuerdo a cada componente, de sus graficaciones en el compograma y en la somatocarta además de sus áreas dentro de esta última, de sus coeficientes de correlación y de determinación, y debido a la cohesión conceptual del término biotipológico, de pruebas basadas en la Distancia Actitudinal del Somatotipo (SAD) con miras de verificar la diferencia u homogeneidad entre los promedios grupales.
Cabe explicar que dicha expresión originaria Somatotype Attitudinal Distance (Duquet & Hebbelinck, 1977), puede encontrarse en algunos lugares con otras propuestas denominativas como Distancia Espacial do Somatotipo (SSD) en Brasil (Araújo, 1985), o Distancia Morfogénica del Somatotipo (SAD) en España (Esparza Ros & Alvero Cruz, 1993). Para su cálculo se utilizó la siguiente ecuación:
Este examen tridimensional y más genuino del somatotipo (SAD) es análogo al modelo bidimensional y más usual llamado Distancia de Dispersión del Somatotipo (SDD) de Ross & Wilson (1973), puesto que a medida que aumentan los resultados se incrementan las desigualdades entre los conjuntos comparados.
Tanto como Hebbelinck, Carter & de Garay (1975) establecieron que una SDD ≥2 dispone un alejamiento estadístico entre los biotipos (p <.05), el Dr. Claudio Gil Soares Araújo (1985) luego de trabajar una década con el somatotipo de Heath-Carter en Brasil, demostró en lenguaje matemático que una SAD ≥1 se relaciona con modificaciones corporales significativas.
Accesoriamente para observar algún grado de desigualdad con muestras de otras poblaciones y aun sabiendo que separar al somatotipo en constituyentes individuales implica ciertos riesgos, se decidió mostrar las resultantes entre cada componente. Para ello se verificó la normalidad aplicándose el contraste de ajuste Shapiro-Wilk (p <.05), y en consecuencia los datos no paramétricos fueron tratados con el test U de Mann Whitney para grupos independientes. Salvo que se exprese lo contrario, se escogió un nivel de significación estadística del 95 % (p <.05).
Resultados
Las muestras con SP y OB de adultos con una edad promedio de 50,9 ± 14,3 años (rango 21,0-79,6) que se ofrecen en la Tabla 1 fueron las encontradas en la revisión de la literatura. Catorce pertenecieron exclusivamente a un solo sexo y 3 a ambos sexos (Bittencourt Mercanti, Bezerra, Fernandes Filho & Struchiner, 2004; Buffa, Lodde, Floris, Zaru, Ptuzy & Marini, 2007; Castellanos, 2014; Chiappa, Guntzel, Agne & Saldanha, 2002; De la Torre Díaz, Muñoz Daw, Ruvalcaba Murillo & Velásquez Almada, 2008; Ibañez, Poveda, Goñi & Rebato, 2014; Jiménez-Monreal, Murcia, Gómez-Murcia, Bibiloni, Pons, Tur et al., 2015; Jiménez Herranz, 2014; Jiménez Monreal, Murcia, Gómez Murcia, Bibiloni, Pons, Tur et al., 2015; Katzmarzyk, 1997; Martínez Segura, Rizo Baeza, Sánchez Ferrer, García-Galbis, & Cortés Castell, 2014; Mendonca, 2009; Ochoa Martínez, Hall López, Alarcón Meza, Rentería, Botelho Teixeira, Lara Zazueta et al., 2012; Ramos, Moreno, Murad, Pedrosa, Oliveria, Feijó et al., 2011; Rittmaster, 2004; Valdés, Godoy & Herrera, 2014).
Tabla 1. Datos de las muestras de personas con sobrepeso (SP) u obesidad (OB) y sus somatotipos medios (SM)
El SM de dichos estudios fue 6,2-5,9-0,8 (± 1,2; ± 1,6; ± 0,6 respectivamente). Fundado en las escalas de calificación se estableció que una END en un rango de 5,5 a 7,0 indica alta adiposidad relativa, grandes depósitos de grasa subcutánea, redondez en tronco y extremidades, y mayor acumulación de gordura en el abdomen; que una MES de 5,5 a 7,0 expresa alto desarrollo músculo esquelético relativo, diámetros óseos amplios, músculos grandes, y articulaciones considerables; y que una ECT menor a 2,5 implica baja linealidad relativa, abundante masa por unidad de estatura, y extremidades relativamente voluminosas (Carter & Heath, 1990).
Las asociaciones entre componentes fueron para la END con la MES de r = 0,530 (R2 = 0,281), para la MES con la ECT de r = -0,627 (R2 = 0,393), y para la ECT con la END de r = -0,572 (R2 = 0,189). Si bien no fueron fuertes las relaciones, se interpretó que a una mayor END le correspondió una gran MES, y cuanto más elevados fueron estos dos elementos más baja fue la ECT. Los rangos fueron en END de 4,0 a 8,8; en MES de 2,5 a 9,0; y en ECT de 0,1 a 2,3.
Aunque en la clasificación de las 13 categorías del somatotipo, apoyadas en las áreas de la somatocarta, no encuentran beneficios prácticos todos los autores (Araújo, 1985), se ajustó su SM general a “endomorfo-mesomorfo” u originalmente “mesomorph-endomorph”. En el mismo sector estuvieron los subgrupos de SP (SM = 6,1-5,7-0,8) y de OB (SM = 6,4-6,2-0,7) cuando fueron analizados separadamente, al igual que las muestras masculinas con SP y OB (SM = 5,5-5,8-0,8). El promedio de los casos femeninos con SP y OB fue “endo-mesomórfico” u oriundamente “mesomorphic endomorph” (SM = 7.0-6.2-0.7).
Es interesante destacar que en estos grupos existieron diferencias significativas en las formas corporales entre sexos (SAD = 1,5), pero no las hubo entre subdivisiones del exceso nutricional (SAD = 0,6).
La distribución de los conjuntos con SP y OB fue heterogénea como puede observarse en la Figura 1, pues el Somatotipo Actitudinal Medio (SAM) es de 1,9. Esta diversidad no fue exclusiva de un género particular dado que se evidenció tanto en los casos de mujeres (1,8) como en los varones (1,6).
Otra representación gráfica del somatotipo es la propuesta de Araújo, Gómes & Moutinho (1978). Es un método simple, práctico, didáctico y funcional denominado Compograma que se dispone en la Figura 2 con cuatro muestras de SP y OB seleccionadas por muestreo aleatorio simple sin reposición (Buffa et al., 2007; Ibañez et al., 2014; Katzmarzyk, 1997; Valdés et al., 2014). En ella se puede visualizar notoriamente las cifras altas en END y MES, y las bajas de la ECT.
Se pudieron brindan mayores detalles del conjunto SP y OB al compararlo con alguno de diferente condición como “desnutrido” (DN), “deportivo” (DP) o “activo” (AC), tales son los presentados en la Tabla 2 (Carter et al., 1982; Gris et al., 2004; Lentini et al., 2004; Rodríguez et al., 2010; Roy & Chowdhury, 2013).
Tabla 2. Datos de las muestras comparativas y sus somatotipos medios (SM)
Las 31 muestras de SP y OB analizadas como unidades tridimensionales fueron diferentes estadísticamente a cada subgrupo DN (SAD de 2,5 a 9,2), DP (SAD de 1,8 a 7,5), y AC (SAD de 1,2 a 6,9).
Haciendo un desglose parcial por componente versus las agrupaciones de SP y OB solamente no fueron estadísticamente diferentes las mesomorfias con DP y con AC (DN: END p =,001 – MES p =,002 – ECT p =,001 / DP: END p =,001 – MES p =,062 – ECT p =,001 / AC: END p =,002 – MES p =,062 – ECT p =,002). Por consiguiente la END y la ECT fueron los ingredientes que más distinguen a muestras de estas clases.
En la Figura 3 se visualiza bidimensionalmente las posiciones de cada colectivo comparativo de la Tabla 2 frente al SM de los casos con SP y OB.
Los compogramas de los grupos comparativos son exhibidos en la Figura 4. En las agrupaciones de DN fue claro como los valores de las ectomorfias tendieron a superar a sus otros dos componentes, contrariamente a lo que sucedió en las de SP y OB. En las muestras de DP las mayores cuantías se encontraron en las mesomorfias. En los grupos de AC aparentemente no existió una regularidad determinada, salvo que las mesomorfias fueron más grandes que las ectomorfias.
Figura 4. Compogramas de las muestras comparativas
Discusión
Se pudo confrontar a 21 de estas muestras específicas en malnutrición por exceso con el IMC. La ECT fue la que mejor se correlacionó (r = -0,754 y R2 = 0,568), siendo considerable su asociación negativa. La MES obtuvo una calificación positiva débil (r = 0,293 y R2 = 0,086), y con la END prácticamente no existió conexión alguna (r = -0,008 y R2 = 0,000). De manera similar se hizo aisladamente con los 16 grupos de SP y con los 5 de OB, hallándose respectivamente en los coeficientes de Pearson para las endomorfías valores de 0,104 y 0,163; para las mesomorfias de 0,122 y 0,006; y para las ectomorfias de -0,544 y -0,677.
Ante lo expuesto en el parágrafo precedente se dedujo que en colectivos con SP y/o OB el componente somatotípico que mejor las combinó con el IMC fue el ectomórfico, por lo tanto a mayor IMC, menor ECT.
En su libro de 1990 Carter y Heath mencionan estudios con personas obesas, uno con 90 del sexo femenino y otro con 24 del masculino. Sus medias del somatotipo fueron respectivamente de 10,9-4,8-0,7 y de 9,4-5,3-0,5. Trabajando con las agrupaciones actuales de OB se encontraron SM para las 4 femeninas de 7,2-5,3-1,0; y para las 5 masculinas de 5,8-6,1-0,6. Entre sexos de ambos períodos se encontraron diferencias corporales (Coincidentemente las SAD fueron de 3,7), pero siempre las mujeres fueron más endomórficas, menos mesomórficas y más ectomórficas que los varones.
Conclusiones
Se pudo caracterizar somatotípicamente a estas muestras adultas de SP y OB con un promedio de 6,2-5,9-0,8 y localizarlo en un área de la somatocarta denominada “endomorfo-mesomorfo”.
Separados por sexos o en su totalidad, estas agrupaciones demostraron variabilidad en sus formas externas del cuerpo de acuerdo a la distribución de sus integrantes. Si bien el subconjunto SP fue mayor que el OB, a razón de 3 a 1 y llegando a casi al 40% en la población mundial, lo interesante fue que no existieron diferencias significativas entre ambos biotipos medios.
Aunque no fueron fuertes las asociaciones, se vislumbró que a una mayor END le correspondió una gran MES, y cuanto más elevados fueron estos dos elementos fue más baja la ECT. Esto pudo distinguirse fácilmente en la sencilla representación llamada compograma, al observar que las líneas de los valores del somatotipo formaron una figura de “bastón con puño”, o de “ele mayúscula rotada 180º” o de la letra hebrea resh “ר”.
Cuando se compararon los grupos con el IMC, fue la ECT el factor que mejor se asoció, y lo hizo negativamente de manera media a considerable.
Finalmente, estos 31 grupos con SP y OB analizados como unidades tridimensionales fueron distintos estadísticamente a cada caso presentado de desnutrido, de deportivo y de activo.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer por la colaboración recibida a las instituciones educativas donde desempeñan sus roles, siendo estas la Universidad Nacional del Oeste (Argentina), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México), y la Universidad Abierta Interamericana (Argentina). Merece un reconocimiento especial la Lic. Andrea Casareski por su contribución en la redacción del manuscrito. Finalmente se declara que no existe ningún potencial conflicto de interés relacionado con este artículo.
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 21 · N° 221 | Buenos Aires,
Octubre de 2016 |