Propuesta educativa fundacional
del INEF Gral. Belgrano de San Fernando:
entre ideales arcaicos y renacentistas

Guillermo Galantini
galantini@ssdfe.com.ar
(Argentina)

Profesor de Educación Física. Docente en el ISEF de Santa Fe.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 21 - Mayo 2000

1 / 4

Introducción

Pulsar para ver imagen ampliada     Cuando nos disponemos a recorrer la historia con el sentido de encontrar explicaciones en hechos pasados y así reinterpretar nuestro presente, surge, de manera movilizante y dinámica la presencia de una fuerte puja entre dos perspectivas: por un lado, la Teoría Anacrónica, que implica el estudio de la ciencia del pasado a la luz de los conocimientos que en la actualidad se poseen. Es una manera de intervenir en el pasado pero con los conocimientos que el historiador tenga del presente debido a su situación posterior en el tiempo. Otra corriente notable es la Historia Diacrónica, que procura estudiar la ciencia del pasado a la luz de lo que realmente ocurría en ese pasado. Desprecia todos los acontecimientos posteriores que no pudieron tener injerencia en el hecho en cuestión, así mismo, los que no eran conocidos en esa época también se presentan como si no existieran. El historiador aquí se presenta como un observador que está en el pasado y no simplemente observador del pasado.

    Un debate no menos inquietante, y en torno a niveles y significados, es el que se presenta cuando del uso de los términos "Historia" y "Ciencia" se trabaja en historia de la ciencia. De esta forma se verifican -según Helge Kragh- dos alcances: "H1", que es la descripción de los fenómenos o hechos concretos del pasado. Este nivel pretende afondar a la historia en un anclaje meramente temporal y/o espacial, haciendo con que el interés por fenómenos; corrientes; estructuras; se vea omitido. Esto escamotea la presencia del sujeto en la historia y con ello se produce un aislamiento de los puntos de vista sociológicos, psicológicos, y también económicos.

    En el segundo nivel: "H2" -que es la utilizada en historia de la ciencia-, se analiza la realidad histórica haciendo de la historia (H1) su propio objeto de estudio. Podemos también encontrar una segunda distinción para "H2", la cual comúnmente es empleada con el término historiografía, y donde ésta puede estar refiriéndose:

  1. Un escrito profesional acerca de la historia.

  2. Puede también estar tratando acerca de teoría o filosofía de la historia. En este caso ya sería una metadisciplina donde el objeto de estudio sería "H2".

    La otra dimensión de esta polémica y que, ha modo de cartografiado pretendo repasar para ubicar el sentido de este trabajo, es acerca del término "Ciencia", donde también se observan dos niveles -siempre siguiendo a Helge Kragh- que en forma relacional son coincidentes con el anterior; por un lado vemos una ciencia (C1) como el ámbito donde se dan expresiones empíricas y formales, donde se producen datos y resultados relevantes, donde se manifiesta cuál es el conocimiento aceptado. Esta es una ciencia donde vuelve a estar ausente el sujeto, de allí que muchas veces no interese al historiador. Del otro lado, tenemos (C2) que refiere a las actividades o comportamientos de los científicos y los múltiples factores que atraviesan sus trabajos científicos. Esta abarca al anterior, pero normalmente no es la que se encuentra en los textos, sino que se debe ir conformando mediante el uso de fuentes históricas. Si se hace historia de la ciencia (c1) en su sentido estricto, el análisis técnico de sus contenidos será la prioridad. Si en cambio se produce una historia de la ciencia en cuanto comportamiento humano, la prioridad recaerá sobre C2. Digamos que con ésta tensión se desnuda: Historia de la ciencia con orientación científica (la primera) e historia de la ciencia con orientación histórica (la segunda). Kuhn y Williams, son algunos de los historiadores que plantean que ambos aspectos no tienen porqué excluirse.

    Estos atributos nos sirven, además, para ir definiendo el territorio sobre el cual pretendo progresar en este trabajo. En otro plano, y no menos importante, me parece justo y sincero avanzar sobre el criterio de objetividad en la historia, que tan claramente expusiera el autor que estoy analizando:

    "El compromiso subjetivo del historiador se halla siempre presente en toda buena historia. La exigencia de que las opiniones personales del historiador no influyan en su obra es, en cualquier caso, un concepto erróneo, así, quien estudiara el papel de la iglesia católica en el desarrollo de las teorías de Copérnico podrá verse tan comprometido como aquel que estudiara el gobierno de los Institutos de Educación Física durante el período menemista (el subrayado me pertenece)".

    El título sugerido ya nos hace sospechar en cuanto al terreno elegido. Quiero decir que: Para entender las características culturales del período Arcaico griego y del Renacimiento español; luego trasladar esa comprensión al Modelo Fundacional del Instituto de Educación Física "Gral. Belgrano" de San Fernando, Argentina; es sin dudas apropiado un modo de presentación anacrónica. Lo que pretendo valorar es: Cómo, propuestas de momentos determinados se ven reflejadas en teorías o momentos de propuestas más actuales.

    La tarea es, desplazarme por los Ideales de la Grecia Arcaica y el Renacimiento Español como modo de reconocer analogías y orígenes de discursos con/para la propuesta organizativa y educativa del Instituto Nacional de Educación Física "Gral. Belgrano" de la República Argentina durante el período 1938-1948. La obra de Humberto Gilabert "Una escuela ideal inolvidable", será la fuente primaria que permitirá reconocer el dispositivo educativo fundacional del mencionado establecimiento, y donde la atención estará puesta en comparar sus prescripciones con las categorías ya señaladas.

    Para este autor, el INEF Gral. Belgrano, ha sido:

     "Una escuela modelo en su género, proyectada y conducida por maestros argentinos que dedicaron lo mejor de sus vidas para formar docentes de educación física, que integrarán a la vida escolar los valores trascendentales de esta disciplina, hasta constituir un centro de interés fundamental en los establecimientos educacionales del país."


A modo de itinerario organizativo

    La fuente primaria documental para este estudio es el texto de H. Gilabert editado en Rosario durante el año 1991 por la Editorial Escuela de Artes Gráficos. Corresponde mencionar que la citada obra no presenta referencias bibliográficas e incluye un rico material fotográfico y diseños manuales que registran las actividades desempeñadas en la Institución. La obra se compone de 27 capítulos los cuales discurren en torno al Origen, la Experiencia y la Organización del Instituto. Las subcomisiones que conforman el Departamento de Educación Física merecen un desarrollo extensivo. Muy significativo se muestran los capítulos alrededor de la disciplina y el espíritu de trabajo. El libro muestra una reiteración en su desarrollo temático y una desconexión metodológica en el sentido que puede visualizarse la presencia de capítulos como los de "reuniones"; "observaciones" y "horarios" que bien podrían estar comprendidos en el de Disciplina. Diferentes capítulos examinan una serie de rituales y simbologías como: la ceremonia de la bandera, el salón comedor, el coro, el parque, la fiesta de promoción, el anillo del instituto, la presentación de alumnos y las tribus. La organización familiar era fuertemente simbolizada por los capítulos de "Correspondencia", "La visita de los Padres" y "El campamento". De influyente impacto moral es: "El Decálogo al deportista" y las semblanzas al "Gran Hombre".

    Lo que hasta aquí expuse no pretende ser un rutero metodológico, sino una presentación que procura exponer los aspectos más sobresalientes de la Fuente Primaria, sobre la cual y de manera diferente procuraré encontrar analogías con los ideales de la Grecia Arcaica y las condiciones de la educación física durante el Renacimiento Español. Reconozco, además, que cualquier proceso comparativo puede llevar al peligro de creer que en aquel hecho primero ya estaba toda la historia futura. Entrar por ese lado significaría no reconocer las rupturas y transformaciones de la historia. Sin embargo un hecho notable que permite visualizar el grado de reproducción de hechos pasados es el nivel de posibilidades que existe en el presente para condiciones similares1 . Este hecho deberá llamar nuestra atención, toda vez que resulta sumamente reveladora describir el ámbito de posibilidades que existía en argentina para que el INEF Gral. Belgrano se viera estimulado a reflejar ciertas características de las épocas citadas.


Situando el período arcaico

    El alcance cronológico que corresponde a este período es aquel en donde se destaca la importancia que tuvieron los ejercicios físicos para el arcaismo2 . La creación genuina de la cultura griega se manifiesta desde la Edad arcaica. Sus expresiones culturales y de conocimiento alcanzan un modo brillante y espectacular en Jonia, donde se ubica precisamente la creación de la primer escuela del conocimiento. Se la considera como el ámbito de reflexión filosófica (Sciacca, M. F.). Los debates y discusiones no mantenían separada a la Ciencia de la Filosofía y la Religión. Sin Embargo, y a juzgar por la opinión de Marrou, H. la época más floreciente del arcaísmo fue entre los siglos VIII y VI a. C., teniendo como epicentro a Esparta.

    Muñoz Valle, da cuenta de la "exaltación del individuo y particularidad de una comunidad estructurada de acuerdo con la escala de valores aristocráticos". Supo esta civilización ver en la poesía un elemento de reunión y organización de la vida de sus ciudadanos. Por ella y a través de ella el pueblo podía expresar su sensibilidad y generar un ámbito de efectiva participación plural; tanto es así que existía un poeta de los guerreros y los pobres: Arquíloco. De la aristocracia: Alceo. Del amor: Anacreonte3 . Sin dudas que el período Homérico resultó un posibilitante del período arcaico donde el Héroe simbolizaba la imagen esperada del hombre griego, el cual en el decir de Marrou, H. "no es realmente feliz si no se valora a sí mismo, si no se afirma como el primero, distinto y superior". En la epopeya griega el ideal moral estaba encarnado por Aquiles "el caballero perfecto" y quien debía mantenerse "siempre el mejor y superior a los demás"Acompañando estos procesos, nacen y surgen los juegos deportivos que preconizan la "superioridad física y la manifestación divina". Ejemplo de ello son Peleo, Teseo, Milon Hipostenes, Promaco, Glauco, Heracles entre otros, y que representan dotes sobresalientes y virtuosas para el pueblo griego. A este respecto Jover Ruiz señala que:

    "...bueno y virtuoso era el hombre de carácter firme y equilibrado, de amplio pecho y anchas espaldas, viril, fuerte y esbelto, bronceado por el sol y capaz de vida dura, perseverante".

     Además, estos juegos indicaban la finalización o interrupción de las actividades bélicas entre los pueblos. En cuanto a los ejercicios físicos, la proliferación de guerras incide en un nuevo rumbo que toman los mismos. El hecho de que las acciones bélicas dejan de ser una cuestión de las elites para pasar a ser de todo los hombres, da lugar a la creación de una nueva modalidad de actividad física que es la gimnasia cívica militar. Esparta tiene sus mayores exponentes y Atenas a sus primeros críticos.

     Desde otra perspectiva, Morocho Gayo nos muestra cómo el personalismo y el individualismo eran condiciones destacadas en este período pero signadas por el éxito personal. Por otra parte la base de la estructura social esta fuertemente sustentada por vinculaciones no abstractas. Así, el mito y la simbología alcanzan un peso significativo en cuanto a la configuración y subjetivación de los hombres griegos. Estas contingencias marcarán profundamente las relaciones de poder en dicho período. Así, los lazos están fuertemente atados a las relaciones familiares y de hospitalidad; hecho que determinó, en no pocas oportunidades, que en lugar de la lucha los Nobles intercambiaran obsequios.

    Lasso de la Vega, en una reseña muy importante muestra los comportamientos esperados para los diferentes períodos de la cultura griega. En esa revisión señala distintos tipos humanos como el homo-economicus; homo socialis; homo politicus; homo religiosus. Confluyendo estas características4 en los valores esperados para el hombre arcaico.

    Una consideración singular tiene el uso de la gimnasia que, además de lo concerniente a sus condiciones míticas, religiosas, sorprendentes y fantásticas de su práctica, conlleva una importante carga en la consolidación de la cultura y la conciencia nacional del pueblo griego. Según Jover Ruiz las posibilidades de utilización de un mito se convierte en un paradigma para el ciudadano griego y fundamentalmente para los adolescentes. Este autor cita a Calame, quien expresa que rito y mito son "manifestaciones de un mismo proceso de elaboración intelectual" (de subjetivación, diría yo). Esto da cuenta de las relaciones de poder que se tejen a través de la manipulación de estos simbolismos y que veremos reflejado en el mandato fundacional del INEF Gral. Belgrano.

    Fue la época arcaica un tiempo donde el ejercicio y la gimnasia tenían un carácter marcadamente guerrero y donde no podía visualizarse muy bien la diferencia entre una preparación gimnástica para la guerra o una preparación para la guerra con fundamentos gimnásticos. De esas tensiones y peculiaridades, Esparta fue la ciudad que mejor supo inspirarse para organizar y ordenar su sociedad. Podríamos decir que en este Estado se nota una brecha entre: el ideal caballeresco, y el ideal guerrero de la época. Ya no bastará que una individualidad se alce como héroe de las batallas, ahora se necesita de la infantería, de una visión más colectiva para la guerra. Es en Esparta donde nace, en el decir de Marrou, H.,

    ;"...un profundo sentimiento de solidaridad que une a todos los ciudadanos de una misma ciudad, el ardor con que los individuos se consagran al bienestar de la patria colectiva, dispuestos a sacrificarse como simples mortales, para que ésta sea inmortal".

    Y agrega que:

    "...nos encontramos ante una revolución moral: descubrimos una nueva concepción de la virtud, de la perfección espiritual".5

    Esparta ofrece el escenario para que, en términos de actividad física, dos dimensiones comiencen a sobresalir; la primera será la corriente deportiva que es la continuidad de los ideales caballerescos. Y la segunda, como señalara anteriormente, la gimnasia y su preparación específica por la cual se promueven los nuevos valores guerreros comunitarios. Si bien ambas corrientes pudieron convivir en Esparta durante su período más floreciente, poco a poco la ciudad se inclina hacia una casta de guerreros, renunciando a las artes y los Juegos Olímpicos. Otras ciudades, que incipientemente comienzan a inclinarse hacia formas mas o menos democráticas, no son ejemplo para Esparta que permanece en un Estado de tipo aristocrático y que, al decir de Marrou, H.

    "...se vuelve estrictamente militar; la ciudad se halla en manos de una casta cerrada de guerreros en permanente estado de movilización y crispados hacia una triple actitud impulsiva de defensa nacional, política y social".

    Estas expresiones son reafirmadas por Jover Ruiz cuando dice:

    "La expansión e importancia que el ejercicio alcanzó en los siglos V y IV a.C., como base de la educación del ciudadano, con la influencia remanente de los ideales heroicos de los dos siglos anteriores, no es más que el último destello cegador de una potencia que comienza su agonía. Junto a estas manifestaciones empiezan a resurgir, a finales del siglo IV, los primeros síntomas de la decadencia en la consideración e importancia de los juegos".

    Estas valorizaciones y aspectos destacados del período Arcaico, son descripciones que permitirán al lector situarse en un tiempo y espacio variante y complejo, donde se entrecruzan el arte, la música los juegos y la guerra para conformar un tipo específico de sociedad. Sin embargo, como fuera señalado, este momento no es el de la valorización social como sujeto histórico y autoconciente, capaz de decidir y exigir derechos. Por el contrario, las diferencias y desigualdades entre los hombres de la época no eran entendidas como sociales, culturales e históricas, sino como "naturales". Está claro que estas condiciones de Sujeto solo han sido plasmadas en la Modernidad. De las analogías y comparaciones que seamos capaces de encontrar con la Experiencia Educativa del INEF "Gral. Belgrano" dependerá el grado de asimilación y compromiso ideológico y político que esta Institución haya sido capaz de proyectar.


Ahora, el renacimiento español

    Si en un período de la historia llegáramos a visualizar la importante exaltación de las figuras del Rey, la Nobleza y la Iglesia, no dudaríamos en afirmar que estamos temporalmente en el Siglo XVI.

    El héroe, en el decir de Alvarez Palacio, alcanza un redimensionada glorificación, tanto en versión profana como religiosa.

Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 5 · Nº 21   sigue Ü