Planteamiento práctico, desde las clases de Educación
Física, ante la problemática del alcohol

Nuria Mendoza Laiz

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 21 - Mayo 2000

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    Una vez conocida la situación real de la mustra en la cual vamos s trabajar, se puede afirmar que en estos alumnos da igual poseer un nivel socioeconómico u otro, ya que independientemente de la clase en la que estemos situados, los jóvenes adolescentes consumen el mismo porcentaje de alcohol. También hay que comentar, que estos adolescentes salen por el mismo sitio y van a los mismos bares (“El Botellón”), pudiendo ser una variable a tener en cuenta a la hora de presentar los resultados.


Planteamiento práctico de intervención

1. Justificación del estudio realizado.

    Las investigaciones realizadas en el campo de la actividad física en personas drogodependientes no han sido siempre suficientemente rigurosas ni concluyentes (Martínez, 1996). En la mayoría de las ocasiones nos encontramos con estudios preocupados solamente, con el nivel de condición física que presentan las personas con algún tipo de toxicomanía, y muy pocos los que hacen referencia a cómo mejorar su bajo nivel de autoestima, su falta de sentido crítico, etc. que les puede conducir a entrar en el mundo de la toxicomanía.
En los estudios, relacionados con el nivel de condición física, concluyeron que las personas con algún tipo de drogodependencia presentaban un nivel de condición física “precaria” , “deficitaria” o “mala” (García 1985; Valverde, 1994;

    Vanderheyden, 1996). Pero en un último estudio realizado por Pimentel,M.y Giráldez,M.,en Galicia en 1998, demostró que esta afirmación no era cierta.
Se utilizó la Batería de valoración de la condición física saludable en adultos A.F.I.S.A.L.-I.N.E.F.C. (Rodríguez y cols., 1998) y la prueba de velocidad gestual de tren superior de la batería EUROFIT para adultos al considerar que tienen dificultades motrices para coordinar y ejecutar movimientos rápidos (Consejo de Europa, 1995). La muestra fue de 140 individuos (123 hombres y 17 mujeres).

    A continuación se muestran los valores medios alcanzados en cada una de las pruebas realizadas:

Prueba

Hombres

Mujeres

Fuerza prensión bimanual (kg).

97±38,7

53±8,7

Equilibrio (número de intentos)

7±3,6

9,4±3,7

Velocidad gestual del tren superior (s)

11,77±1,42

13,48±1,86

Fuerza resistencia abdominal (repeticiones)

49,9±22,8

34±20,2

Flexibilidad (cm)

31±8

33±8,4

Fuerza explosiva del tren superior (cm)

48,4±7,1

32,9±5,5

Consumo máximo de oxígeno (ml 02/kg/min)

44,45±5,86

32,28±3,77

Valores medios de las capacidades físicas

    En la siguiente gráfica se puede observar la valoración de la condición física según los valores normativos de la batería AFISCAL donde se puede observar que los niveles alcanzados por las personas toxicómanas no son tan inferiores como se pensaba en un principio.

 

1-2: Muy bajo; 2-3: Bajo; 3-4: Medio; 4-5: Alto: 5- :Muy alto. FB: Fuerza bimanual; E: Equilibrio;
FA: Fuerza Abdominal; F: Flexibilidad; S: Salto; CO2: Consumo de oxígeno.

    Los resultados que se obtuvieron fueron los siguientes: En un programa de rehabilitación de carácter residencial, la condición física de los drogodependientes es de tipo medio-alto para los hombres y medio-bajo para las mujeres con respecto a valores normativos de referencia.

    Como conclusión al estudio, manifestaron que os objetivos de la actividad física en esta etapa deberían dirigirse a facilitar la reinserción social, potenciando los factores de socialización, la adherencia a la práctica deportiva y la autogestión adecuada del tiempo libre y menos hacia la mejora de la condición física puesto que se acerca a los valores medios.

    Debido a estas conclusiones, el planteamiento práctico de intervención que se realizó en Cáceres tuvo como objetivo conocer las actitudes de los alumnos de secundaria ante su ingesta de alcohol y hasta que punto son conscientes de sus salidas los fines de semana solamente, pensando en el consumo del alcohol.


Estudio práctico

    El estudio que se realizó se dividió en dos partes. Una primera, que se llevó a cabo dentro de las clases de educación física, para trabajar a través de los temas transversales. Según indica el M.E.C. (1992) uno de los temas transversales está referido a la Educación para la Salud y Educación Sexual y es el que vamos a tomar como punto de partida para el desarrollo de nuestro planteamiento de trabajo. Otra segunda parte, se realizó fuera de la clase de educación física. Planteamos una actividad que consiste en observar si estos alumnos son capaces de reflexionar sobre las diferentes sensaciones, sentimientos, estado de ánimo, emociones, ... que experimentan en dos salidas diferentes, una sin ingerir nada de alcohol y otra tomando la dosis habitual.

    En diferentes estudios se ha afirmado que el ejercicio físico se ha utilizado para mejorar el concepto de uno mismo, elevando la autoestima (Layman, 1974; Sonstroem, 1982-1984) y el autocuidado en general.

    Del ejercicio físico se derivan diversos efectos y sus explicaciones se basan en teorías fisiológicas y psicológicas. Para las primeras, el ejercicio físico produce una serie de alteraciones neurofísicas y bioquímicas que reequilibran las formas de expresión pasivas; mientras que para las segundas, el ejercicio físico produce una gran variedad de experiencias positivas que satisfacen diversas necesidades psicológicas y mejoran el sentimiento de dominio personal.

    Existen varios estudios, que demuestran que las personas que tienen mayor posibilidades de caer en algún tipo de drogodependencia, como es el alcohol, suelen presentar unos rasgos u otros en su personalidad. Algunos de estos rasgos son: la baja autoestima, falta de responsabilidad, poco sentido crítico,etc. Teniendo en cuenta la afirmación anterior, que por medio de la actividad física estos valores se pueden mejorar, se van a trabajar cada uno de ellos durante las clases de educación física.


Durante las clases de Educación Física

  • Baja autoestima : plantear actividades acorde a sus características individuales ; valorar no sólo el rendimiento sino también el esfuerzo ; plantear actividades variadas que abarquen todas las inquietudes, aficiones y gustos de los alumnos y permitan que todos puedan tener satisfacción por el desarrollo de alguna tarea.

  • Falta de autonomía : permitir una mayor intervención por parte de los alumnos en la toma de decisiones sobre la práctica ; procurar aprendizajes activos y significativos con los que el alumno sienta que él es el protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje ; hacer partícipes a los alumnos/as de los contenidos y objetivos perseguidos con el desarrollo de la sesión.

  • Falta de responsabilidad : dar responsabilidad en trabajos grupales ; hacerles reponsables del cuidado y respeto del material ; dejar progresivamente en sus manos la responsabilidad de organizar su trabajo.

  • Dificultad para manejar la ansiedad : mantener una actitud tranquila y relajada ante las reacciones agresivas ; controlar las actitudes fruto de la victoria o derrota ; poner en práctica distintas técnicas de relajación y hacer a los alumnos conscientes de su importancia.

  • Escaso sentido crítico : favorecer que ellos puedan evaluar sus tareas ; intentar que intervengan en actividades que requieran el uso de la imaginación y la creatividad ; fomentar los grupos de discusión donde deben exponer ideas propias garantizando un clima excento de censura.

  • Dificultad para tomar decisiones : incrementar progresivamente tanto en número como en importancia las ocasiones en que tienen que tomar decisiones ; asignar tareas en el grupo en las que tengan que tomar decisiones que afecten a todos.


Fuera de las clases de Educación Física

    Se les hizo reflexionar sobre los siguientes aspectos en una encuesta que se les realizó al final de cada salida:

1. ¿Qué expectativas tenían sobre cómo iba a transcurrir cada una de las salidas ?.
Grupo A (alcohol): divertida, emocionante, movida, conocerían gente nueva.
Grupo B (no alcohol):aburrida, envidia a los compañeros, triste, corta.

2. ¿Coincidieron sus expectativas iniciales con lo que realmente ocurrió ?.
Grupo B: sí 10%; no 90%

3. ¿En qué situaciones echaron de menos el alcohol durante la salida sin el mismo ?.

4. ¿Qué diferencias hubo a la mañana siguiente de cada una de las salidas ?.
Grupo A: cansancio, sueño, dolor de cabeza, ganas de volver a salir, no hice nada en todo el día.
Grupo B: como un día normal, nada en especial, despierto.

5. ¿Tuvieron mayores problemas de relación un día que otro ?.
Grupo B: sí 68%; no 32%.

6. ¿El tipo de conversaciones mantenidas eran similares ?.
Grupo A: chicas/os, bebidas, sensaciones que sientes (debido a la bebida).
Grupo B: chicos/as, amistades, estudios, viajes.

7. ¿Qué diferencia apreciaron a nivel económico ?.
Grupo A: Me queda lo justo para salir otro día.
Grupo B: Puedo ahorrar algo para comprarme ropa.

8. ¿Fumaron alguno de los dos días ?.
Grupo A: sí 99%; no 1%
Grupo B: sí 20%; no 80%

 

                             

9. ¿Hasta que hora se quedaron cada una de las noches ?.
Grupo A: 3/ 4 de la mañana
Grupo B: 3/ 4 de la mañana

10 ¿Aspectos positivos y negativos de cada una de las dos salidas ?.
Grupo A: Ha sido como otro fin de semana normal. Diversión, risas, mucho baile. Lo negativo el cansancio del día siguiente, poco dinero, se habla más de la cuenta, se hacen cosas que luego te arrepientes.
Grupo B: Fue un fin de semana distinto, pudimos reflexionar que también sin beber se pasa bien aunque mides más tus palabras y tus acciones que si estuvieras con alguna copa. Ahorras dinero para luego comprarte algún capricho, te despiertas de mejor humor. Ha estado bien pero de vez en cuando también está bien tomarse alguna copilla.


Conclusiones

    Como conclusiones a esta experiencia se puede pensar que ya ha sido todo un éxito el conseguir que un fin de semana un grupo de adolescentes consiguieran pasar un fin de semana sin beber y reflexionando sobre lo que hacen todos los fines de semana, muchas veces por rutina.
Las expectativas que tenían en un principio de esta última salida no coincidieron, en absoluto, en lo que resultó después. Aunque se puede apreciar un porcentaje bastante alto de los jóvenes que echaban de menos el tomar una dosis de alcohol al empezar la noche.
Los problemas de relación durante la noche, tanto de chicos como de chicas, fue alto pero quizás porque pensaban que si no habían bebido algo de alcohol no iban a saber de que hablar. Estamos convencidos que si esta experiencia la volvieran a repetir este dato variaría en su porcentaje.
Un dato muy significativo es la relación que existe entre el fumar y el beber. Pocos sujetos de la muestra fumaban de una forma habitual (20%) pero en el mometo que tomaban una copa relacionaban el alcohol con el tabaco y encendían un cigarrillo, es decir, una droga puede llevarte a otra.

    Al grupo de jóvenes les gustó la experiencia y, por una vez, reflexionaron sobre lo que hacían los fines de semana, algo que antes ni siquiera se habían parado a pensar. Pero la mayoría de ellos comentó que lo saludable era no beber alcohol pero que de vez en cuando tampoco estaba mal “tomarse unas copitas”.


Bibliografía

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