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Introducción

    La educación en esencia, tiene la función de humanizar, por consiguiente todo proceso al que llamemos “educativo”, debe ir más allá de promover saberes y conocimientos disciplinarios, para centrarse en el desarrollo del carácter, siendo este un medio para alcanzar sociedades más civilizadas y comprometidas con su desarrollo moral (Camps, 1994).

    Hemos centrado nuestra atención en el deporte, siendo este, un contenido propio de la Educación Física, el que no está exento de dilemas al plantearse su enseñanza dentro del contexto educativo, puesto que ha de configurarse en función de aportar al desarrollo integral del alumnado, dando mayor protagonismo a los contenidos actitudinales en desmedro de aquellos que tienen un enfoque mecanicista centrados en el rendimiento deportivo (Castejón, 2001; Contreras, De la Torre, Velázquez, 2001). Así bien, se trata de educar en valores “en y a través” del deporte (Seriul.lo, 1995; Castejón, 2001; Contreras, De La Torre, Velázquez, 2001), lo que demanda, una orientación clara y definida de los profesores, siendo ellos los que dan la intencionalidad al hecho educativo.

    Las disposiciones que debe tener el deporte como contenido y actividad de aprendizaje en el contexto escolar chileno, se ponen de manifiesto en las bases curriculares, de acuerdo a la legislación educativa del país; por consiguiente, se torna necesario hacer un análisis de los planteamientos de distintos autores en contraste con lo que declaran las bases curriculares, a fin de ofrecer a los profesionales de la Educación Física, estructuras y directrices de desarrollo de los contenidos deportivos a nivel escolar, tanto en la enseñanza básica, como en la enseñanza media.

    Por consiguiente el objetivo de este trabajo es generar instancias de reflexión por parte del profesorado respecto al abordaje de los valores a través del deporte, en la asignatura de Educación Física y Salud, considerando la orientación que este contenido posee de acuerdo a los referentes teóricos y las bases curriculares de la asignatura en Chile; todo ello con el propósito de avanzar hacia el deporte como un contenido educativo, sustentado en valores ético-morales que favorezcan la formación integral de los estudiantes en el contexto escolar.

1.    La enseñanza deportiva como facilitadora de valores

    El deporte tiene una alta influencia en cuanto a la educación de la juventud (Escámez, 1986), por tanto es necesario que la educación formal del deporte que reciban los alumnos en las clases de Educación Física, pretenda una iniciación en valores mediante experiencias que propicien el alcance de autonomía y libertad en cuanto a las diversas manifestaciones del deporte, favoreciendo el alcance de un sentido crítico ante la realidad social del deporte.

    Debemos señalar primeramente que, existe una amplia divergencia en cuanto al valor educativo del deporte, y por consiguiente los valores que se promueven mediante su práctica, estos desde una perspectiva educativa, deben ser abordados de manera cuidadosa en búsqueda de un carácter educativo del deporte, puesto que el deporte no posee un valor en sí mismo (Jeu, 1998), ni tampoco promueve valores por sí solo, ya no posee una virtud mágica, que haga despertar el sentido de cooperación, habiendo posibilidades tanto educativas como no educativas que favorecen tanto el sentido de respeto hacia las normas, como también permiten fomentar conductas antideportivas (Parlebas,1969).

    Arnold (2000) señala que el deporte bien utilizado puede estimular el sentimiento del juego limpio y respeto por las reglas, mediante la subordinación de los intereses personales, en función de esfuerzos coordinados de un grupo, sin embargo estas prácticas mal utilizadas podrían estimular la vanidad personal y grupal, fomentando un deseo codicioso de victoria y de odio a los rivales.

    Dado que las posibilidades educativas del deporte, indican que este puede ser utilizado como un medio para favorecer la formación valórica del alumnado, es imprescindible que exista una intencionalidad clara y precisa por parte del profesor, por otro lado, es importante considerar que “la mera participación no garantiza la adquisición de valores educativos” (Fraile, 1996, p.3).

    Aunque las posibilidades de favorecer el alcance de valores morales, en las prácticas deportivas desde un enfoque educativo son altas, no necesariamente, son de exclusiva susceptibilidad en este medio, en este sentido Maraj (1965) manifiesta que “no existen en la vida cotidiana muchas situaciones que proporcionen como el deporte, el tipo o número de oportunidades que susciten las cualidades consideradas deseables” (p.107).

    Trasladándonos desde una concepción teórica a una más práctica, referida a los valores que deberían promoverse en la educación deportiva, Seriul.lo (1995) realiza un análisis del valor educativo del deporte considerando tres características consideradas como parte de la esencia deporte, siendo estas el valor agónico, lúdico y hedonístico, los cuales deben converger en un buen tratamiento educativo que favorezca el desarrollo de la personalidad del alumnado mediante la práctica deportiva.

    Jiménez (2005) por su parte, señala que la enseñanza deportiva debe abordar valores tales como: la autonomía, la responsabilidad, la creatividad, la deportividad, el desarrollo personal, la igualdad, la educación para la paz, la libertad, la motivación y la socialización, teniendo que ser abordados estos valores a través de tareas de aprendizaje durante las sesiones de clases.

    Otro aspecto importante que está ligado indisolublemente al deporte, es la competición, el cual también ha sido motivo de polémicas en cuanto a los valores que se fomentan en la realización de estas prácticas, desde un punto de vista educativo, entendemos que el buen uso de la competencia puede fomentar el compañerismo y la cooperación, en función de favorecer el afianzamiento de aspectos tácticos de la práctica deportiva, utilizándose de esta manera como un medio formativo (Blázquez, 1995); ahora bien desde una perspectiva moral, existe una gran divergencia en cuanto al valor de estas prácticas competitivas, existiendo tendencias tanto positivas como negativas (Arnold, 2000); desde una posición negativa se postula que la competición es considerada como una práctica inmoral, que provoca y refuerza valores y conductas indeseables, al contrario desde una posición positiva se fomenta el compañerismo, cuestión que está más ligado a la amistad, con el fin de examinarse y esforzarse juntos por un bien común.

1.1.     El rol del profesor en la enseñanza deportiva en valores

    Beregui y Garcés (2007) señalan que el profesor tiene una responsabilidad pública, dado que su trabajo consiste en trasmitir unos conocimientos, como también una forma de vida, lo que constituye la base para que los niños, a quienes se está educando aprendan a desenvolverse adecuadamente en la sociedad, además se aspira a que contribuyan a mejorarla. Por otro lado, Gutiérrez (1995) pone énfasis en la dependencia que tienen los resultados conseguidos con ciertos objetivos, en los jóvenes deportistas, cuestión que está en directa relación con las orientaciones que posean los profesores al plantearse y llevar a efecto procesos educativos de enseñanza deportiva.

    Respecto del rol que les compete a los profesores, frente a una educación en valores a través del deporte, Jiménez (2005) indica ciertas conductas que los profesores deben manifestar para el alcance de tales objetivos, entre ellas se destacan las siguientes:

• Actuar como orientadores de los aprendizajes de los alumnos.

• Mantener un trato cercano con todos los alumnos, sin discriminar por motivos de actitud, género o competencia u otras.

• Tener una visión más “humanizadora de la enseñanza del deporte”, en relación a la concreción de actividades y contenidos que favorezcan una educación integral de los alumnos.

• Dedicar tiempo a la planificación de clases innovadoras y creativas, realizando variaciones cada año en las planificaciones de aula.

• Reflexionar con los alumnos durante y después de cada sesión de clase, respecto a los objetivos propuestos.

• Adoptar hábitos de vida saludable.

• Buscar alternativas de formación y perfeccionamiento continuo

• Creer en las posibilidades educativas de la educación física, con la intencionalidad de promover valores en el alumnado.

    En definitiva, el profesor posee una vasta influencia al momento de otorgar un valor hacia la práctica deportiva, elementos que serán trasmitidos tanto implícita como explícitamente, mediante las intervenciones realizadas en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

1.2.     Estrategias para incorporar los valores en la enseñanza deportiva

    Guerra y Pintor (2002) señalan que la forma en que el profesor presenta y trata los contenidos deportivos en el área de Educación Física, influye significativamente en la promoción y el desarrollo de valores.

    Gómez (2005) hace alusión a la utilización de las diversas estrategias, estilos y técnicas de enseñanza en pro del desarrollo de valores en la enseñanza deportiva, hemos de considerar por tanto, que existen algunas más adecuadas de acuerdo a los valores que deseamos inculcar en nuestros alumnos, por ejemplo es posible trabajar el respeto a través de organizaciones que supongan la espera en la participación de alguna tarea o también fomentar la cooperación a través de juegos que prescindan de ella.

    Dentro de aquellas alternativas metodológicas, para el trabajo de contenidos de orden socioafectivo, como es el caso de los valores en Educación Física, destacamos de acuerdo a Prat (2001) el dialogo y la reflexión, siendo estas adecuadas según las finalidades que se plantee el profesor; Gairín y Roure (1996) sostienen que lo importante no es debatir y reflexionar sobre las valores, sino vivir aplicándolos. Por consiguiente, si nuestra clase de enseñanza deportiva se desarrolla en el patio donde el alumno está constantemente ejecutando diversas acciones, es necesario generar de instancias en las cuales el alumnado pueda aplicar los valores en situaciones reales, como también reflexionar sobre dichas acciones.

    Destacamos por tanto que en aquellos procesos de reflexión, el profesor tiene un rol fundamental (Gómez, 2005), fomentando este, un discurso realizado en forma interrogativa, con el propósito de hacer reflexionar al alumno sobre su actuación en las diversas tareas motrices desarrolladas, tanto en relación a su comportamiento, como a las consecuencias que derivan de su actuación.

    A modo de ofrecer una visión más esclarecedora respecto al tratamiento metodológico de los valores en el contexto escolar, Jiménez y Gómez (s. f), generan un resumen de aquellas finalidades y recursos que manifiestas diversos autores (Puig, 1995; Buxarrais, 1997; Martin y Puig, 1998; Guitart, 2002) en relación a la formación valórica desde una perspectiva general, como también de una perspectiva específica, donde Prat y Soler (2003) y Gutiérrez (2003), dan a conocer propuestas que han sido aplicadas en la Educación Física.

    Hemos de tener en consideración que el escenario donde acontece la clase de Educación Física es el patio de la escuela y/o colegio, a diferencia del resto de las asignaturas que se desarrollan en el aula; no obstante, Gairín y Roure (1996) sostienen que dado el contexto en el que se desarrolla nuestra asignatura, existe mayor significación en la aplicación de los valores, yendo más allá de la mera reflexión de ellos.

2.     La legislación educativa en Chile y la concepción de los valores

    La ley general de educación en Chile (LGE), regula los deberes y derechos de los integrantes de la comunidad educativa, fijando los requisitos mínimos que deben exigirse para cada nivel de educación, esta ley define la educación como:

    Proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar un desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas (LGE, Art N°2, p. 2).

    Cabe rescatar por tanto que los valores ocupan una posición importante en la educación chilena, contribuyendo en primera instancia a la formación integral del alumnado, como también a la mejora de la sociedad (LGE, 2009).

    Las bases curriculares de la asignatura de Educación Física y Salud en Chile, contemplan la iniciación deportiva dentro de los seis énfasis temáticos en la enseñanza básica, referente a estos contenidos se declara lo siguiente:

    […] incorporan los patrones motrices y los fundamentos técnicos necesarios para el desarrollo de dicha actividad. Desde 3º básico, los alumnos practicarán juegos pre-deportivos que impliquen la aplicación de principios y el cumplimiento de reglas. En tanto, desde quinto básico se establece la iniciación de los deportes individuales y colectivos, con reglas y estrategias más específicas. Los estudiantes deben aprender que la competencia tiene valor en sí misma, que involucra una serie de beneficios, independientemente de los ganadores o perdedores. Por ejemplo, en la competencia deportiva se potencian valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, la perseverancia, el esfuerzo y el trabajo en torno a metas específicas (MINEDUC, 2013a, p. 163).

    En relación a los ejes que aborda las bases curriculares, se destaca en enseñanza básica el eje de: Seguridad, juego limpio y liderazgo, el cual hace alusión a la implicancia del alumnado de bajo los siguientes lineamientos:

1. Cumplimiento de reglas y desempeño de distintos roles en el juego.

2. Enfrentar adecuadamente las distintas situaciones provocadas en el juego, principalmente en la toma de decisiones, respeto hacia sus compañeros (mostrar lealtad), aceptar resultados y ser respetuosos en el triunfo.

3. Importancia del comportamiento seguro, tanto en relación a la preparación fisiológica para involucrarse en las actividades (calentamiento), como en el trato hacia sus pares y a los implementos e infraestructura que se utilizan para el desarrollo de los juegos.

    En la enseñanza media, se hace alusión al Deporte, declarándose este contenido como uno de los seis énfasis de la asignatura, respecto a su concepción, las bases curriculares declaran lo siguiente:

    […] promueven el desarrollo de las habilidades motrices mediante el aprendizaje de deportes individuales, de oposición, de colaboración y de oposición/colaboración. El manejo de tácticas y estrategias individuales y grupales, y el uso de reglamentos les permitirán desarrollar la creatividad, la capacidad de tomar decisiones y la ejecución en un ambiente normado; estas habilidades de nivel superior se pueden transferir a la vida cotidiana y a otras actividades deportivas que escojan en el futuro (MINEDUC, 2013b, p. 291).

    Así también dentro de los tres 3 ejes que aborda la asignatura, uno de los que más se relaciona con la enseñanza deportiva es el eje de Responsabilidad personal y social en el deporte y la actividad física, los aprendizajes dentro de este eje buscan que el alumnado sea capaz de:

1. Promover y organizar actividades físicas en su comunidad, en búsqueda del compromiso con la comunidad escolar, el entorno social y el contexto donde se encuentra inserto.

2. Promover estilos de vida activos y saludables, a partir de la generación de espacios y encuentros para la implicación y participación de actividades físicas y deportivas de todas las personas sin exclusión alguna.

3. Adquirir un sentido de responsabilidad social y personal, fortalecer su identidad, el sentido de pertenencia y el respeto por sí mismo y por los demás, a través del desarrollo de actividades físicas y deportivas

    Respecto al rol del profesorado las bases curriculares destacan la necesidad de generar ambientes inclusivos, derribando toda barrera de exclusión frente a la participación y aprendizajes del alumnado, implicándolo en la práctica regular de actividades físicas y deportes; a partir de esta forma de trabajo se espera que se estimule en el alumnado la autoestima, el compromiso personal con una vida activa, con el propósito de que descubra sus potencialidades y limitaciones y frente a ello tenga la posibilidad de tomar decisiones saludables (MINEDUC, 2013b).

3.     Discusión

    Tal como lo señala Arnold (2000) el deporte bien utilizado, puede estimular el sentimiento e juego limpio y el respeto por las reglas, lo que se ve manifestado en la concepción del juego y el deporte en las bases curriculares de la asignatura de Educación Física y Salud, en las cuales se fomenta el cumplimiento de las reglas, el respeto, la responsabilidad, el juego limpio y la seguridad entre otros valores, cuestiones que se ven reflejadas incluso en el nombre que poseen los ejes temáticos referidos al juego y el deporte, tanto en enseñanza básica, como en enseñanza media.

    El enfoque del deporte en las bases curriculares ostenta gradualidad en torno al logro de los aprendizajes considerando los niveles educativos, el desarrollo psicomotor del alumnado y el desarrollo de aspectos cognoscitivos y psicosociales, teniendo como fin último que el alumnado se involucre en la organización y gestión de eventos deportivos hacia la comunidad educativa y su entorno próximo, cuestión que amplía los objetivos que posee el deporte como promotor de valores; considerando que no basta con la mera participación e implicación del alumnado en la actividad deportiva para garantizar el alcance de valores (Fraile,1996).

    Dado el carácter que posee el juego y el deporte en la asignatura de Educación Física y Salud, son susceptibles a alcanzarse valores tales como el respeto, la responsabilidad, la lealtad y el trabajo en equipo (Arnold, 2000; Gutiérrez, 2003), entre otros; los cuales han de ser transferidos a la vida cotidiana, en las distintas actividades que se vea involucrado el alumnado.

    El concepto de competencia es abordado en las bases curriculares, promoviéndose la aceptación por los resultados obtenidos y el respeto por el triunfo; aspecto que es primordial de abordar en el deporte, puesto que podría llevar a promover y facilitar el alcance de otros valores tales como el compañerismo y la cooperación, afianzándose aspectos tácticos del deporte como tal, utilizando este recurso como un medio formativo (Blázquez, 1995).

    Aunque las bases curriculares no hacen una descripción detallada del rol del docente en el desarrollo de los contenidos deportivos de la asignatura, si promueve la implicación de este en el desarrollo de ambientes inclusivos, generando espacios para la participación y aprendizajes de todos sin exclusión alguna, por ende, se entiende que el rol del docente debiera promover valores tales como el trabajo en equipo, la aceptación por las diferencias y atención a la diversidad, el desempeño e implicación de distintos roles del alumnado en las actividades físicas y deportivas que comprende la asignatura de Educación Física y Salud.

    En relación a otros aspectos de la enseñanza de valores a partir de los contenidos deportivos, es necesario que estos estén presente a lo largo de todo el proceso educativo, no solo implicados en la planificación de los objetivos de aprendizaje y en las actividades llevadas a cabo, sino también en la evaluación, diseñándose instrumentos que valoren los contenidos actitudinales que el alumnado va adquiriendo, a través de la práctica de juegos y deportes.

Conclusiones

• Existe coherencia entre lo manifestado por los teóricos y el planteamiento y orientación que poseen las bases curriculares de la Educación Física y Salud escolar en Chile, respecto a la utilización del deporte como un recurso que permita el desarrollo de valores, éticos y morales en desmedro del rendimiento deportivo y la eficacia en términos tácticos y técnicos.

• Las bases curriculares de la asignatura de Educación Física y Salud, declaran explícitamente el carácter que debe poseer el juego y el deporte, desde el planteamiento que se hace del eje de aprendizaje que los contiene; sea este en enseñanza básica Seguridad, luego limpio y liderazgo y en enseñanza media Responsabilidad personal y social en el deporte y en la actividad física.

• Teniendo en cuenta que el profesor es el diseñador de las propuestas de enseñanza-aprendizaje y que los lineamientos de la legislación educativa de la asignatura en el país tienen una clara tendencia hacia el alcance de valores morales éticos y sociales, es primordial que los profesores puedan crear instancias de razonamiento moral, reflexiones y otros espacios para el desarrollo de valores en el alumnado, a fin de que sean posteriormente transferibles a la vida cotidiana.

• Dado los énfasis que del eje de aprendizaje que considera el deporte y el juego se torna necesario que los docentes trabajen la competición como un recurso que permita el alcance de valores, asegurando un clima de clase participativo e inclusivo, recurriendo a estrategias que permitan generar aprendizajes para que el alumnado pueda disfrutar del triunfo y aceptar la derrota, de manera responsable y respetuosa.

• Los procesos educativos que fomenten el juego y el deporte en la asignatura de Educación Física y Salud deben poseer objetivos de aprendizaje, actividades e instrumentos de evaluación que permitan apreciar el alcance de los valores trabajados por parte del alumnado.

• Finalmente hemos de señalar que en la práctica del hecho educativo, la orientación que posean contenidos deportivos a nivel escolar dependen del conocimiento, experiencias y disposiciones de enseñanza que posea el profesorado, por consiguiente es necesario generar espacios de reflexión entre pares, en los cuales se aborde el deporte como un recurso educativo, que vaya más allá de la mera enseñanza técnica y táctica, sino más bien, aporte hacia el desarrollo de todas las facultades del alumnado, a fin de humanizarlo mediante el refuerzo de valores son promovidos tanto en el ámbito social, como educacional y cultural en nuestro país.

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