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Proyecto Capablanca: iniciación del ajedrez en la infancia preescolar

Capablanca Project: initiation of chess in preschool children

 

Profesor de Educación Física

Didáctica de Educación Física Preescolar y Ajedrez

Universidad de Camagüey

Ignacio Agramonte Loynaz

MSc. Luis Enrique Pérez Peña

enrique.perez@reduc.edu.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Se pretende crear las condiciones y ofrecer procedimientos metodológicos para la iniciación del ajedrez en la infancia preescolar. Se fundamenta la pertinencia del ajedrez a partir de las peculiaridades psicológicas de esta etapa, que significa el valor del juego para el desarrollo, así como las características de la actividad cognitiva y afectiva que enfatizan en la utilización de la modelación como procedimiento fundamental atendiendo a su carácter icónico, verbal y motriz que permiten revelar los elementos de este juego. El resultado principal es una metodología que considera las décimas didácticas, como recurso que propicia imágenes estéticas capaces de modelar el movimiento de las piezas por el tablero, su función y significación; de este modo devienen medios de enseñanza que incluyen además atributos y piezas confeccionadas a un tamaño que permite su utilización en espacios amplios y garantiza la visualización y dramatización de diversas situaciones. Se implementa mediante la actividad extensionista.

          Palabras claves: Ajedrez. Educación. Niños de preescolar. Desarrollo intelectual. Modelación.

 

Abstract

          It is sought to create the conditions and to offer methodological procedures for the initiation of chess in preschool childhood. The relevancy of chess is based starting from psychological peculiarities of this stage that it means the value of game for the development, as well as the characteristics of cognitive and affective activity that emphasize in the use of the model like fundamental procedure assisting to its character iconic, verbal and motive that allow to reveal the elements of this game. The main result is a methodology that considers the tenth didactic, as resource that propitiates aesthetic images able to model the movement of the pieces for the board, its function and significance; this way teaching means that also include attributes and pieces made to a size that allows their use in wide spaces become and it guarantees the visualization and dramatization of diverse situations. It is implemented by means of extensions activity.

          Keywords: Chess. Education. Preschools children. Intellectual development. Model.

 

Recepción: 15/11/2015 - Aceptación: 07/03/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 21 - Nº 216 - Mayo de 2016. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La preparación del hombre para la vida constituye una prioridad que debe ser atendida desde la primera infancia, periodo de notable transformación y de gran vulnerabilidad. En este sentido resultan muy valiosas las interacciones que se establecen entre la familia, la institución y la sociedad; así como el conocimiento de las vías, métodos y herramientas disponibles para actuar sobre ellas en función de elevar la calidad de la educación, con el fin de lograr el máximo desarrollo integral de cada niño, objetivo de la Educación Preescolar cubana, declarado en sus documentos rectores.

    El ajedrez puede contribuir al desarrollo integral en la primera infancia pero, para lograr este propósito, es necesario proporcionar las herramientas necesarias a los agentes educativos que dirigen el proceso, entiéndase como tales a las educadoras de círculos infantiles, las maestras de preescolar, así como a promotores y ejecutores del programa “Educa a tu Hijo”. Además se requiere implementar acciones de preparación a la familia para que esta, al tiempo que crece culturalmente, adquiera los procedimientos adecuados para desarrollar con éxito durante el proceso educativo la aproximación de sus hijos al ajedrez. Por tanto resulta de vital importancia fundamentar desde la teoría pedagógica la posibilidad de que el niño de edad preescolar se apropie de los contenidos del ajedrez considerando las particularidades de su edad.

    El análisis de los contenidos del Programa de Educación Preescolar, tanto institucional como no institucional, así como el reconocimiento de las peculiaridades del desarrollo cognitivo-afectivo del niño y la gran significación del juego; por las posibilidades que brinda para que se puedan expresar con libertad, revelar de forma inconsciente las situaciones a que están expuestos, desarrollar su autonomía, crear su identidad y fortalecer la convivencia con sus coetáneos; permiten afirmar que el ajedrez puede iniciarse desde las primeras edades, como una actividad lúdica capaz de propiciar el cumplimiento del fin de este subsistema educacional y con ello contribuir al desarrollo intelectual.

    En el Proyecto Capablanca se abordan las particularidades del desarrollo intelectual de los niños de cuatro a cinco años de vida, y, desde esa base se relacionan los beneficios que proporciona la práctica del ajedrez, así como las potencialidades que presenta el proceso educativo en preescolar como factores que constituyen fundamentos importantes para iniciar el ajedrez en estas edades, y al mismo tiempo utilizarlo como una vía para favorecer el desarrollo intelectual de la niñez. Se trabaja desde el componente extensionista: estudiantes las carreras de Pedagogía-Psicología y de Educación Preescolar, quienes forman parte de la Cátedra de ajedrez, se preparan en la metodología, construyen los medios de enseñanza y desarrollan actividades en las comunidades; diez futuras licenciadas en Educación Preescolar crean las condiciones para el ajedrez durante la actividad independiente y ejecutan la propuesta en círculos infantiles y grupos de preescolar.

Desarrollo

    Resulta necesario considerar como basamento del proyecto algunos elementos teóricos y reconocer, en primer lugar, que el desarrollo intelectual del ser humano constituye un factor determinante para mantener el crecimiento material y espiritual de las distintas sociedades. Por tanto, de la atención que se le preste dependerá en grado sumo la conservación y enriquecimiento del legado cultural, así como el incremento de la satisfacción, la variedad de oportunidades para buscar con éxito la felicidad y la preservación de la vida de la humanidad.

    En sentido general el desarrollo intelectual es un proceso donde se produce un crecimiento paulatino de la facultad de conocer y comprender el entorno en un sujeto, a lo largo de su ciclo vital; a partir de mostrarse hábil para vincular sus percepciones, para abstraer, asociar conceptos, tener una percepción evaluativa de sí mismo, que debe implicar una actitud positiva y adecuada hacia las tareas intelectuales y sus actuaciones en general, expresada en un determinado grado de confianza, respeto, consideración, aceptación en función de establecer relaciones satisfactorias con su medio y lograr su crecimiento personal.

    El proceso de desarrollo del niño, según Petrovsky, es complejo y multilateral, por tanto las condiciones pedagógicas que aseguran los diferentes aspectos del desarrollo psicológico son substancialmente distintas. Por tanto el contenido de la enseñanza determina el tipo general y la estructura del desarrollo intelectual del niño. Todas manifestaciones de conducta, las propiedades y capacidades psíquicas propias del hombre, son adquiridas por el niño solo gracias a que en la primera infancia le enseñan a andar, a actuar con los objetos, a ver, observar, escuchar, conocer, recordar, entre otras. Es decir, que solo mediante la actividad y la comunicación que se produce en un ambiente social es posible alcanzar logros importantes en el desarrollo psíquico del niño.

    Al abordar el desarrollo intelectual en la edad preescolar, es preciso; tomando como base las afirmaciones anteriores y las investigaciones realizadas por Venguer (1979-2001), para quien, una tarea muy importante en la educación del niño de edad preescolar es la formación de sus capacidades para el dominio de los diferentes tipos de actividad y para su cumplimiento exitoso; considerar que: (…) la formación de las capacidades cognoscitivas tiene lugar mediante la asimilación, por parte del niño de los patrones sensoriales, es decir, de las cualidades sensoriales de los objetos, que la humanidad distingue durante el proceso de desarrollo histórico y que sirven de modelos durante la percepción de las propiedades concretas de los objetos y mediante el dominio de los procedimientos de comparación de las propiedades de los objetos con estos modelos.

    Al profundizar en las particularidades de los procesos de modelación Venguer considera que para la solución exitosa de una tarea, se debe ante todo, organizar en la mente la representación modelo, la cual refleja de manera determinada la interrelación de los datos de la tarea y distingue entre ellos los elementos más importantes que pueden servir de puntos de referencias en el proceso de solución. A estas representaciones modelos se aplican posteriormente los procedimientos de solución asimilados por el hombre y, si aquí la tarea no puede ser resuelta, tiene lugar la especificación u organización de una nueva representación modelo, que conduce a la búsqueda y aplicación de nuevos procedimientos. Esto da base para suponer que precisamente la habilidad para estructurar modelos mentales y aplicarlos durante la solución de las tareas, constituye el fundamento general de las capacidades intelectuales.

    Es decir la naturaleza psicológica de las capacidades cognoscitivas fundamentales consiste en que la capacidad no es otra cosa que: un elevado nivel de dominio de la aplicación de los patrones sensoriales en las acciones perceptivas y de dominio de la organización, y de la utilización de las representaciones modelos en las acciones intelectuales. En resumen las acciones de comparación de las propiedades de los objetos con los modelos patrones y las acciones de organización y aplicación de los modelos, deben ser estructuradas inicialmente en los niños en forma externa para que en un futuro se conviertan en patrimonio del mundo interno del niño.

    Es por ello que se adopta como definición operativa en este trabajo que el desarrollo intelectual en preescolar consiste en el conjunto de transformaciones cuantitativas y cualitativas que tienen lugar en la actividad cognitiva y afectiva como resultado del enriquecimiento de la experiencia y el dominio de patrones sensoriales que perfeccionan las acciones perceptuales que a su vez constituyen premisas para representar la realidad y comprenderla.

    El juego influye en el desarrollo intelectual, en el juego el niño aprende a generalizar los objetos y acciones, a utilizar el significado generalizado de la palabra; la situación lúdica es condición indispensable para el desarrollo de las diferentes formas de actividad intelectual del niño. En este caso, el objeto elegido interviene, en primer lugar, como soporte para las acciones reales con el propio objeto; y de ese modo, en el juego interpretativo empieza a desarrollarse la capacidad de actuar en el plano mental, esto al inicio ocurre solo con el apoyo de objetos reales. Las acciones reales con los objetos, a los que da nuevas denominaciones y, por consiguiente nuevas acciones que realiza el niño pasan de manera gradual a las acciones interiores propiamente intelectuales.

    Es posible aprovechar desde el preescolar las ventajas lúdicas y reflexivas del ajedrez para favorecer el desarrollo intelectual de los pequeños, pues es un juego atractivo que permite utilizar numerosos recursos pedagógicos a los padres y a los educadores. El ajedrez presenta diversas alternativas de juego, ya sea desde posiciones simplificadas, reduciendo tableros y eliminando piezas o variando las ubicaciones de las figuras. Su aprendizaje puede comenzar desde el final con una o dos piezas. Es importante prestar la mayor atención afectiva y aportar toda la motivación posible durante la actividad, permitir al niño que juegue con las piezas, forme conjuntos con ellas, las seleccione, compare y agrupe; y además represente su movimiento, para que esta sea productiva y logre la satisfacción del niño.

    A partir de los cuatro años la subordinación a las reglas es un elemento primordial en el contenido del juego; además la restricción voluntaria y la disciplina de relaciones pasan a primer plano. En el juego los niños coordinan con mayor facilidad sus acciones, se subordinan y ceden el uno al otro. El juego se convierte en un pretexto para el trato activo, por tanto favorece la formación de hábitos sociales de relaciones.

    Dentro del Proyecto Capablanca se concibieron tres tareas fundamentales, la primera de las cuales responde a la preparación de las condiciones, desde la investigación pedagógica, para la iniciación del ajedrez en la infancia preescolar; la segunda consistió en elaborar la metodología de iniciación ajedrecística mientras la otra, de carácter extensionista, comprendió la elaboración de medios de enseñanza desde la Cátedra de ajedrez, y además estuvo referida al desarrollo de actividades de iniciación de ajedrez a los niños y niñas de la infancia preescolar en las comunidades del distrito Joaquín de Agüero. Estudiantes de cuarto año de la carrera de Educación Preescolar se preparan metodológicamente para implementar el proyecto en círculos infantiles y escuelas primarias.

    Para elaborar la metodología de iniciación del ajedrez en la infancia preescolar, se tuvo en cuenta las características de los niños, sus necesidades, intereses y motivaciones; así como sus potencialidades en relación a la memoria, su poder de generalización, abstracción, imaginación y creatividad. En ese sentido se considera el nivel de conocimientos que posen los niños de acuerdo a las áreas de conocimiento y desarrollo comprendidas para estas edades en el subsistema educacional de Preescolar, de manera que pueden ser de utilidad en el aprendizaje del ajedrez pero a su vez el ajedrez favorecería su desarrollo. Estos elementos constituyen punto de partida y sustento para elaborar la metodología, la cual transita por el diseño y puesta en práctica de medios de enseñanza que permiten una mejor apropiación de los contenidos del ajedrez.

    Para la elaboración de las actividades se adopta la metodología que se muestra a continuación y que recoge el nombre de la actividad, la organización de la misma, su desarrollo y su control y evaluación. Estas son concebidas para ser ejecutadas en cualquiera de las vías de la Educación Preescolar, para lograr el mejor resultado es imprescindible la cooperación del adulto.

    Con el fin de lograr una mejor cooperación se recomienda utilizar canciones y décimas las cuales dinamizan la actividad, y, a la vez que instruyen al adulto, constituyen herramientas para el logro de la atención y la motivación de los niños de edad preescolar.

Metodología de iniciación ajedrecística en la infancia preescolar

Presentar cada una de las piezas (se presentan los personajes)

  1. En primer lugar las figuras tridimensionales: apoyarse en el folleto para la presentación.

    • Familiarizar a los niños con ellas, que las observen, agarren, pasen los dedos por sus contornos, se relacionen con su forma, tamaño, color y sean capaces de describirlas.

    • Los niños tendrán plastilina a su disposición con la que harán sus representaciones de cada una de ellas.

    • Realizar series de las piezas por su color, tamaño y forma; agrupar los reyes por un lado… agrupar las reinas… agrupar los peones blancos… agrupar los caballos negros, entre otras.

  2. Después las figuras planas

    • Primero la figura como un todo: de manera que la puedan relacionar con formas geométricas conocidas.

    • Colorear la figura, unir con líneas los espacios en blanco (terminar el trazo)

    • Realizar rompecabezas sencillos de la figura en tres o cuatro fragmentos.

  3. A continuación se procede a las dramatizaciones: apoyarse en el folleto para la presentación.

    • Se le muestran al niño las piezas en forma de modelos que se pueden colocar en la cabeza sujetada por una cinta.

    • El niño se coloca en la cabeza la pieza que considere y representa su papel.

    • El niño puede realizar con papel o cartulina la figura que quiera representar.

Presentar el Tablero (donde viven los personajes)

  1. Se presenta el tablero de acuerdo a la cuarteta inicial, luego se muestra un tablero al niño y se recita la décima elaborada con ese fin.

  2. A continuación se trabaja con el niño para que este apoyándose en habilidades conocidas y que deben desarrollar en la etapa que transitan, tal es el caso de doblar, cortar y cuadrar logren hacer su propio tablero: apoyarse en el folleto para la preparación.

    • Pasar los dedos por el lugar donde se dobló del papel utilizando la pinza digital e identificar el la línea resultante al abrir el papel a la diagonal.

    • Doblar tres veces haciendo coincidir los lados, pasar los dedos por los bordes doblados y luego colorear ese borde con crayola o plumón.

    • Identificar las líneas verticales y horizontales.

    • Colorear en un color dejando un cuadradito por medio hasta terminar el tablero.

    • Identificar cada pieza con el apoyo de modelos.

Mostrar como caminan y comen las piezas (cómo viven los personajes)

  1. En este momento se conoce quienes son las piezas y como es el lugar donde van a vivir (el tablero). Por esa razón se describe el movimiento y captura de cada pieza (ver folleto) apoyándose en las décimas y en el Ajedrez gigante.

    • Se recomienda seguir el siguiente orden de presentación: primero la Torre, luego el Alfil, a continuación la Reina, después el Rey, más tarde el Caballo y por último el Peón.

    • Realizar los movimientos con las piezas del ajedrez gigante en un tablero sobredimensionado situado en el piso.

    • Motivar la actividad dramatizando la historia con la ayuda de títeres digitales.

    • Realizar dramatizaciones con los propios niños ocupando el lugar de las piezas (usando las máscaras o diademas elaboradas con ese fin) sobre el tablero situado en el piso.

    • Realizar con los niños las actividades lúdicas contenidas en el folleto.

Juegos de Iniciación

  1. Los niños realizan dramatizaciones de partidas que contienen desde cinco hasta diez movimientos, donde cada tipo de pieza realice al menos un movimiento.

  2. El niño realiza juegos primero con todos los peones para cada jugador (encuentro entre los pequeños).

  3. Se realizan juegos de ajedrez simplificados con tableros reducidos donde intervienen grupos de tres o cuatro piezas.

  4. Se realizan juegos con todas las piezas con el objetivo de capturar todas las posibles.

  5. Se presta atención al desempeño y motivación de los niños y se le explican de forma asequible como dar solución a todas sus preguntas.

Recomendaciones metodológicas generales

  1. Utilizar el folleto de iniciación ajedrecística y las actividades lúdicas.

  2. Lograr que los padres y las educadoras aprendan ajedrez.

  3. Atender la diversidad presente en el grupo de niños.

  4. Construir medios diversos.

  5. Lo más importante para el niño es la comunicación, por tanto, primero se relaciona con la persona y luego con los objetos que porta esa persona.

  6. Motivar al niño con el juego: por tanto resulta necesario planificar que se le dice al niño al presentarle cada pieza, de manera que este se sienta estimulado y despierte su curiosidad.

Conclusiones

    El ajedrez es una actividad pertinente y para los niños de preescolar, donde él juega, se expresa, se divierte, interactúa con la familia y participando se apropia de habilidades que favorecen su máximo desarrollo integral.

    La utilización del ajedrez, durante la actividad independiente en círculos infantiles; y, en la que padres y educadores realizan en el “Programa Educa a tu Hijo” permite el logro de importantes objetivos en las dimensiones social personal, comunicación, motricidad, estética y relaciones con el entorno.

    La concepción de actividades de ajedrez a partir de acciones de modelación como procedimiento, y teniendo en cuenta el carácter activo del niño y lo concreto y sensible de su personalidad, permiten la apropiación de las reglas básicas del juego y por ende contribuyen al desarrollo intelectual en los niños de cuatro a cinco años.

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