Incidencia del estudio
independiente en el rendimiento académico de los estudiantes de la
Universidad Nacional Incidence of independent study in
academic achievement in students |
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*Magíster en Educación a Distancia Universidad Nacional de Chimborazo **Magíster en Informática Educativa Universidad Nacional de Chimborazo (Ecuador) |
Tania María Guffante Naranjo* Virginia Barragán Erazo* Fernando Rafael Guffante Naranjo** |
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Resumen El presente trabajo investigativo se realizó con el propósito de conocer la incidencia del estudio independiente en el rendimiento académico de los estudiantes de la Universidad Nacional de Chimborazo, modalidad semi presencial, procediendo en primera instancia a la revisión bibliográfica que posibilitó tener la claridad científica y pedagógica necesaria sobre la relación existente entre estas dos variables; luego, sobre la base del método científico y con el apoyo de métodos lógicos y empíricos, el uso de técnicas e instrumentos de recolección de datos se comprobó que los estudiantes practican escasos hábitos y técnicas de estudio, desconocen sus estilos de aprendizaje, utilizan indiscriminadamente estrategias metodológicas que no garantizan un óptimo rendimiento académico, lo que se expresa en insuficiente desarrollo de conocimientos y habilidades relacionadas a su formación profesional. Palabras clave: Estudio independiente. Rendimiento académico. Habilidades cognitivas. Meta-cognición.
Abstract This research work was performed in order to determine the incidence of independent study in the academic performance of students in Early Childhood Education and the National University of Chimborazo, semi-attendance learning modality, proceeding in the first instance with the bibliographic review that enabled to have the scientific and pedagogical clarity needed on the relationship between these two variables; then, on the basis of the scientific method and with the support of logical and empirical methods, the use of techniques and instruments of data collection, It found that few students practice and study habits, know their learning styles, indiscriminately used methodological strategies that do not guarantee optimal academic performance, which is expressed in insufficient development of knowledge and skills related to their vocational skills. Keywords: Independent study. Academic performance. Cognitive skills. Metacognition.
Recepción: 09/12/2015 - Aceptación: 07/03/2016
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 21, Nº 215, Abril de 2016. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La sociedad actual se caracteriza porque el principal recurso para su desarrollo es el conocimiento (Coraggio, 2004; Arbonies, 2013; Goig, 2013); esto obliga a la población a un proceso de formación y capacitación profesional constante (Molinas, 2000; Gallego y Álvarez, 2013), que permita estar acorde con las demandas del mundo globalizado, para la generación de impactos positivos en la sociedad, que contribuyan al progreso permanente de nuestros pueblos; en este contexto no se puede negar la gran responsabilidad de las instituciones de educación superior quienes tienen el compromiso de crear las condiciones adecuadas para vincular en estos procesos de formación a las personas interesadas en adquirir competencias profesionales y crecimiento personal.
Con este propósito, y aprovechando el aporte que brindan las tecnologías de la información y la comunicación TIC, en la transferencia de información (Ramírez y Burgos, 2010), se han fortalecido modalidades de estudio, a distancia y semi presencial, que rompiendo las barreras de tiempo y espacio ofrecen diversidad de métodos, técnicas y recursos como la radio, televisión, el video, los sistemas informáticos, el software interactivo y el Internet. Estos beneficios permiten que un sector importante de la población a nivel mundial opte por la educación a distancia y semi presencial (García, 2001; Naranjo, 2010), obligando a las instituciones de educación a impulsar proyectos académicos que respondan a las necesidades de los educandos y a las demandas del mundo contemporáneo.
Para lograr el éxito en estas modalidades de estudio, se requiere que las personas relacionadas con dicha modalidad de estudio, sea a distancia o semi presencial, cuenten con habilidades para estudiar de forma independiente, que significa, tener capacidades cognoscitivas y meta cognitivas para alcanzar aprendizajes significativos y la consecución de sus metas académicas y profesionales.
Lamentablemente, aún existen docentes que no se interesan en desarrollar habilidades para el trabajo autónomo; en algunos casos, porque consideran que su principal función es la transmisión de conocimientos y en otros porque utilizan estrategias de enseñanza poco creativas e innovadoras, opacando el rol del estudiante en el aprendizaje. Esto, sin duda, afecta al educando en el momento en que se involucran en modalidades semi-presenciales o a distancia por encontrar dificultades al auto regular y organizar su formación.
Por lo anotado, se consideró importante investigar sobre el estudio independiente y su incidencia en el rendimiento académico de los estudiantes de la Universidad Nacional de Chimborazo, modalidad semi presencial, para a través de la investigación empírica detectar los problemas que se presentan en el aprendizaje con respecto al trabajo autónomo o independiente y establecer sus repercusiones en el rendimiento académico.
Como base de la investigación, se establecen algunos antecedentes investigativos en la literatura científica consultada, las cuales servirán como base teórica y comparativa, teniendo presente los factores asociados al rendimiento como los establecidos por Vélez y Natalí (2005) y Repáraz, Tourón y Villanueva (1990), los factores institucionales, psicosociales y sociodemográficos (Díaz, 1988; Rojas, Villalobos, Jeannette, y Bermúdez, 2007), los estilos de aprendizajes y su relación con el desempeño académico (Hinojosa y Laura, 2004), la influencia de la asistencia a clase y su correlación con el rendimiento académico (Rodríguez y Herrera, 2009), el estudio independiente como componente esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Concepción, Díaz, Guerra, Travieso y Madiedo, 2007) y el impacto del maltrato escolar en el rendimiento académico (Espinoza, 2006) entre otros.
Es importante partir del sujeto que aprende ¿quién es, que le caracteriza?; Morin, Ciurana & Motta (2010) reconocen “que todo sujeto es potencialmente, no solo actor sino autor, capaz de cognición, elección y decisión”, lo que significa que el individuo tiene las condiciones necesarias para desarrollarse en cualquier ambiente de aprendizaje, y por ello es necesario que las instituciones de educación superior y los docentes propicien estos ambientes pedagógicos que permitan el fortalecimiento de las capacidades cognitivas y de autocontrol, desarrollando habilidades para estudiar de forma independiente proporcionándoles la oportunidad de enfrentarse a las nuevas formas de organización del conocimiento y de los aprendizajes.
Pero, ¿Qué es el estudio independiente?, autores como Brockett & Hiemstra (1993) definen el valor de la autonomía como: “La capacidad de una persona para elegir lo que es valioso para ella, es decir, para realizar elecciones en sintonía con su autorrealización” (p. 38).
Hiemstra (1994) manifiesta “El aprendizaje auto dirigido es en esencia cualquier forma de estudio en la cual el aprendiz tiene la responsabilidad para planear, implementar y finalmente evaluar el esfuerzo y los resultados del aprendizaje” (p.13).
El Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda (ICESI) define al aprendizaje individual permanente como la capacidad para definir el área o tema de su interés; de buscar la información en diferentes fuentes, de planificar los espacios de estudio y cumplirlos; de extractar los materiales las ideas principales y secundarias; de hacer referencia continuamente a sus propias experiencias dentro de la misma área de estudio, y con otras áreas de conocimiento y de experiencia; de atreverse a solucionar problemas ya formulados en los materiales de estudio que ha seleccionado; de atreverse a formular situaciones hipotéticas de utilización de los contenidos que está aprendiendo; de atreverse a encontrar similitudes o diferencias radicales entre el área de conocimiento (o el tema) que está estudiando y otras áreas del conocimiento; y finalmente, de evaluar los resultados del proceso de aprendizaje (Bahamón & Lozano, 2006).
A partir de estas propuestas, se considera al estudio independiente como un conjunto de habilidades que posee el estudiante, y que se manifiestan en su capacidad para establecer metas y objetivos educativos personales, basados en el reconocimiento de las propias posibilidades, y apoyados en un sistema motivacional que responde a necesidades y expectativas propias según el contexto grupal y social en que se desarrolla.
Esta habilidad implica una toma de conciencia del individuo con el fin de lograr sus objetivos educativos, además de asumir la responsabilidad y el control interno; lo que significa que el sujeto que aprende asume la responsabilidad primaria y el control acerca de las decisiones sobre la planificación, realización y evaluación de la experiencia de aprendizaje.
El fortalecer esta capacidad, mejora el concepto de sí mismo, puesto que avanza a su propio ritmo, aprende a desarrollar pautas personales para el planteamiento y resolución de problemas, organiza sus recursos al tiempo que mejora su confianza y el concepto de sí mismo como estudiantes.
Es decir que el desarrollo de esta habilidad se constituye en un eje transversal en la formación universitaria, que permitirá al estudiante desenvolverse con eficiencia en cualquier modalidad de estudio, y; particularmente en la modalidad a distancia o semi presencial, en donde el compromiso y disposición del estudiante es requisito indispensable para alcanzar el éxito en la formación emprendida.
Sin embargo, no se puede desconocer la importancia que tienen los materiales didácticos, las estrategias metodológicas, el asesoramiento del docente, los recursos tecnológicos y el uso de diversos medios de comunicación en el proceso de aprendizaje como elementos complementarios y que deben estar articulados, necesariamente, en el quehacer educativo para lograr el fortalecimiento de habilidades intelectuales para la construcción ininterrumpida de conocimientos.
Las dimensiones fundamentales para lograr el estudio independiente están relacionadas con el conocimiento y el control que tiene cada persona sobre la manera de pensar y de aprender, siendo este aspecto un eje fundamental para estudiar diversos escenarios estratégicos mediante la relación de variables interrelacionadas (Calero y Fernández, 2007; Calero, Fernández y Fernández, 2008) y la toma de decisiones mediante la implementación de acciones eficientes y evaluaciones exantes, durante y al finalizar el proceso, tal y como afirma Iglesias, Calero y Fernández (2012) y Barroso, Calero y Sánchez (2015). Con el desarrollo de operaciones y actividades mentales que facilitan y potencializan los diversos procesos de aprendizaje y estrategias de administración y; con el manejo de los recursos didácticos, planificación del tiempo de aprendizaje y el control del esfuerzo y la atención.
Comprender el conocimiento sobre la propia cognición implica dos aspectos: primero, ser capaz de tomar conciencia sobre la manera de aprender y asimilar el conocimiento (estilos de aprendizaje), así como comprender los factores que explican por qué en algunos casos los resultados de una actividad de aprendizaje son positivos y en otros negativos; y por otro lado, estar en capacidad de autorregular y controlar las actividades que realiza durante el aprendizaje.
Conocimiento sobre la propia cognición
El desarrollo de este conocimiento se alcanza mediante la comprensión y el desarrollo de un conjunto de habilidades y conocimientos: es muy importante tener un conocimiento de sí mismo en su estilo de aprendizaje es así que se considera que “Nuestro estilo de aprendizaje está directamente relacionado con las estrategias que utilizamos para aprender algo” (Ministerio de Educación, 2010), en tal virtud los estudiantes que logran conocer y mejorar sus estilos de aprendizaje están en capacidad de controlar su propio aprendizaje; diagnosticar sus fortalezas y debilidades; describir sus estilos de aprendizaje; conocer en qué condiciones aprenden mejor; superar las dificultades que se les presentan en este proceso y aprender de la experiencia de cada día.
La comprensión de sus estilos de aprendizaje por parte de los estudiantes es uno de los factores claves para la capacidad de aprender a aprender, por lo tanto, es importante destacar aspectos del proceso de descubrimiento y conocimiento de los estilos de aprendizaje:
Los estilos de aprendizaje no son inamovibles, “Todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles, tenemos varias formas de conocer y analizar situaciones con diversos enfoques, lo mismo sucede en el modo de aprender”. Es decir, los estudiantes a medida que realizan este ejercicio descubren nuevas formas de hacerlo; por lo tanto, van a modificar su estilo; siendo susceptible de mejora e innovación. Ningún estilo durará toda la vida, y conforme avance en su propio proceso irán descubriendo cómo mejorar su aprendizaje.
Autorregulación y control de los procesos de aprendizaje
”La autorregulación del aprendizaje no es una capacidad mental, como la inteligencia, o una habilidad como la lectura, sino un proceso autodirigido a través del cual los aprendices transforman sus capacidades mentales en habilidades académicas”. De ahí la importancia de proporcionar a los estudiantes condiciones personales, sociales y ambientales que permitan el logro de esta capacidad, siendo necesario desarrollar un conjunto de habilidades importantes de planeación, selección, conexión, monitoreo y habilidades de revisión, evaluación y auto evaluación, siendo fundamental el desarrollo de hábitos y técnicas de estudio como conductas o estrategias que permitan el desarrollo de dichas habilidades.
Lograr desarrollar en los estudiantes las capacidades indicadas contribuye a mejorar su rendimiento académico; pero ¿qué es el rendimiento académico?; se define como una medida de las capacidades indicativas que manifiestan, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de instrucción o formación; es la capacidad para responder a estímulos educativos, susceptibles de ser interpretados según objetivos o propósitos educativos pre-establecidos.
El rendimiento académico está relacionado, también con el desempeño del estudiante en el proceso educativo y con los resultados o logros de aprendizaje que es “lo que se espera que el estudiante deba saber, comprender y/o sea capaz de demostrar una vez terminado un proceso de aprendizaje.
Entonces, hablar de rendimiento académico es referirse a un proceso técnico pedagógico que juzga los logros académicos de acuerdo al nivel de progreso de las materias objeto de aprendizaje y en función de los objetivos o, metas educativas. También podemos decir que determina el éxito o fracaso en el estudio.
No se trata únicamente de determinar cuánto memoriza el educando sino cuanto de ello incorpora realmente a su conducta, manifestándolo en su manera de sentir, de resolver los problemas y utilizar los conocimientos adquiridos, por lo tanto deberá reflejar el conjunto de transformaciones operadas en el educando.
En el caso de las carreras de Educación de la UNACH en la modalidad semi presencial, el rendimiento académico de los estudiantes depende de los desempeños alcanzados en relación con el perfil de egreso y perfil profesional.
Los objetivos de esta investigación son conocer el nivel de hábitos y
técnicas de estudio que practican los estudiantes de esta modalidad; determinar
su conciencia con respecto a los estilos de aprendizaje que prevalecen en ellos
y finalmente, determinar su rendimiento académico.
Se procedió a la revisión de material bibliográfico a fin de contar con el respaldo científico y teórico, a la vez que mediante la investigación descriptiva y la utilización de diversos métodos y técnicas de recolección de información se procedió a conocer dimensiones cognitivas como la forma en que estudian o lo que se denomina estilos de aprendizaje1, aplicación y práctica de hábitos2 y técnicas de estudio3, categorías relacionadas con la dimensión meta cognitiva y que articuladas determinan la capacidad de los educandos para estudiar independientemente; posteriormente, se procedió a recoger información para conocer el rendimiento académico de los estudiantes, reflejado en los logros de aprendizaje alcanzados en relación con el perfil de egreso.
Metodología
Un trabajo investigativo parte de diferentes preocupaciones científicas, en el presente caso, surgió al identificar mediante el análisis FODA, algunas debilidades que se observaban en estudiantes universitarios de modalidad semi presencial particularmente relacionadas al desarrollo de habilidades para el estudio independiente.
El estudio se realiza en la Universidad Nacional de Chimborazo, Facultad de Ciencias de la Educación Humanas y Tecnologías, con una muestra de 134 estudiantes y 11 docentes.
Para el estudio descriptivo se consideraron tres dimensiones: la cognoscitiva que se relaciona con la forma de aprender o los estilos de aprendizaje, la meta cognitiva que se expresa en la práctica de hábitos y técnicas de estudio, y; estás en relación con la dimensión rendimiento académico.
A docentes y estudiantes se aplicaron encuestas para determinar el rendimiento estudiantil, y dos cuestionarios relacionados a los hábitos y técnicas de estudio que practican los estudiantes y el Cuestionario Honey - Alonso de Estilos de Aprendizaje (CHAEA) instrumento creado por Peter Honey y Alan Mumford en 1988.
Resultados
De acuerdo a los datos obtenidos luego de la aplicación de encuestas a docentes se obtuvo los siguientes resultados:
Los estudiantes planifican las actividades, el 45,45% de docentes consideran que lo hacen con mediana frecuencia y el 36,36% poco satisfactoria.
Con respecto al nivel de eficiencia en los trabajos realizados, el 54,55% de docentes consideran que es medio y el 18,18% bajo.
En cuanto a la habilidad para extraer información de las diversas fuentes de información, los docentes creen que es poco satisfactorio en un 63,64%. Y un 9,09% insatisfactorio.
En cuanto se refiere a la habilidad para representar contenidos o unidades de información en organizadores gráficos como mapas mentales y otros, los docentes califican en un 63,64% como poco satisfactoria.
Para fortalecer esta información es necesario conocer el criterio de los estudiantes con respecto a la aplicabilidad de hábitos y técnicas de estudio, a lo que se obtuvo los siguientes resultados.
En relación al tiempo que asignan para el estudio, el 58,96% de estudiantes, indican que es un promedio de 1 hora diaria, mientras el 21,64% reconocen que dedican menos de una hora al día debido a las diferentes actividades que realizan.
Frecuencia con que organizan sus actividades, el 54,48% de estudiantes señalan que las organizan horas antes y un 24,63% improvisan sus tareas.
A la interrogante, con qué frecuencia seleccionan un lugar apropiado para estudiar, el 58,96% indican que rara vez y un 21,64% a menudo; es decir, la mayoría no tiene establecido un lugar que reúna las condiciones de comodidad, buena iluminación y ventilación para cumplir con sus actividades académicas.
Tienen fácil acceso a recursos bibliográficos, equipos de cómputo e Internet el 51,49% indican que a menudo y el 39,55% siempre; esto es una fortaleza que debemos aprovecharlas para generar mecanismos de apoyo a los estudiantes de forma virtual y que cuenten con el material de estudio necesario para capacitarse.
La frecuencia con que utilizan técnicas de lectura: anotaciones marginales, subrayado, organizadores gráficos, esquemas, resúmenes, entre otros; el 44,03% indican que a menudo, pero el 41,04% contestan rara vez; esta es una debilidad pues si no se han constituido en hábitos es muy probable que sean utilizadas de forma inadecuada sin que cumplan sus propósitos; una mayor comprensión de la información.
Con los resultados obtenidos luego de aplicar el cuestionario de estilos de aprendizaje de Honey Alonso que contiene ochenta ítems, se determinó que en el 40% de estudiantes predomina el estilo activo, en el 21% el pragmático, en el 20% el estilo reflexivo y en el 19% el teórico.
Cuando se preguntó a los estudiantes si conocían el estilo de aprendizaje que predomina en ellos, un 76,12% señalaron que no y solo un 23,88% indican que si conocen la forma en que aprenden.
Con respecto al rendimiento académico se consideran las capacidades desarrolladas en su proceso de formación o competencias generales que debe tener un profesional de la educación. Así los resultados demuestran lo siguiente:
Los estudiantes elaboran material didáctico, el 72,73% de docentes y el 60,45% de estudiantes califican como satisfactorio, sin embargo un grupo que representa a 27,61% de educandos creen que esta habilidad se calificaría como poco satisfactoria.
Nivel de expresión oral y escrita de los estudiantes, los docentes, califican como satisfactorio en un 54,54% y poco satisfactorio en un 45,46%; mientras los estudiantes en un 45,52% y 38,81% consideran como una habilidad satisfactoria y muy satisfactoria respectivamente.
Con relación a si los estudiantes relacionan los conocimientos nuevos con los previos el 45,45% de docentes y el 34,33% de estudiantes opinan que es poco satisfactorio, en cambio el 36,36% de docentes y el 38,81% de estudiantes señalan que este proceso lo realizan satisfactoriamente.
En cuanto a la habilidad para solucionar problemas, el 54,55% de docentes y el 44,78% de estudiantes creen que tienen cierto grado de dificultad, y; un 27,27% de profesores como el 37,31% de estudiantes, consideran que no los pueden solucionar.
Participación en actividades grupales, el 72,73% de docentes indican que a veces, pero justifican su respuesta al plantear que la modalidad semi presencial no presta las condiciones para ello; en cambio los estudiantes considera su nivel de participación satisfactorio en un 53,73% y muy satisfactorio en un 36,57%.
En cuanto al nivel de compromisos en trabajos de investigación, el 54,55% de docentes consideran que es satisfactorio y un 36,36% indican como poco satisfactorio, mientras que los estudiantes lo califican como poco satisfactorio en un 51,49% y satisfactorio en un 34,33%.
Conclusiones
Las habilidades necesarias para el estudio independiente están relacionadas directamente con las dimensiones cognitivas (forma de aprender) y metacognitivas (organización del aprendizaje, estrategias de estudio), al ser su desarrollo limitado genera un rendimiento académico poco satisfactorio de los estudiantes de las carreras de educación modalidad semi presencial de la UNACH.
No existe un comportamiento constante que determine la existencia de hábitos de estudios como: forma de estudiar, organización del tiempo, condiciones ambientales para cumplir las tareas, manejo de recursos; tampoco utilizan de forma permanente estrategias o técnicas de estudio que les permita obtener aprendizajes significativos.
El que los estudiantes no conozcan sus estilos de aprendizaje se constituye en una seria debilidad para su formación, pues se limitan las posibilidades de aplicar diversas estrategias que al ser útiles y oportunas, pueden mejorar la forma en que cada estudiante aprende.
Las capacidades desarrolladas en los estudiantes durante su proceso de formación profesional es satisfactorio, sin embargo se llega a la conclusión de que podría ser más destacado si contaran con las habilidades para estudiar de manera autónoma.
Notas
Kolb (1984), menciona dentro de su modelo de aprendizaje el concepto de estilos de aprendizaje y lo describe como “algunas capacidades de aprender que se destacan por encima de otras como resultado del aparato hereditario, de las experiencias vitales propias y de las exigencias del medio ambiente actual.”
Rondón (1991), define hábitos de estudio como conductas que manifiesta el estudiante en forma regular ante el acto de estudiar y que repite constantemente.
Para Abril (2000), "técnicas de estudio", son “formas o maneras de estudiar; es el conjunto de reglas y hábitos más o menos conscientes que el estudiante ha ido adquiriendo a lo largo de su vida”.
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Digital · Año 21 · N° 215 | Buenos Aires,
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