Ejercicio intermitente de alta intensidad (HIIT) y pérdida de grasa corporal: una revisión High-intensity intermittent exercise (HIIT) and body fat loss: a review |
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Licenciado en Educación Física ISEF, UDELAR. Montevideo (Uruguay) |
Andrés Parodi |
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Resumen Este trabajo tiene como objetivo la revisión de la literatura científica sobre el efecto del Ejercicio Intermitente de Alta Intensidad (HIIT), sobre la masa grasa corporal. En la actualidad, el HIIT está siendo objeto de múltiples estudios para determinar su efecto sobre la composición corporal. La mayoría de los trabajos analizados evidencian reducción significativa de la masa grasa utilizando HIIT, mayor a la lograda con ejercicio aeróbico continuo de igual frecuencia y duración. Los resultados obtenidos varían significativamente según la duración de la intervención y el protocolo de HIIT utilizado. Palabras clave: Entrenamiento intermitente. Entrenamiento intervalado. Obesidad. Sobrepeso. Grasa corporal.
Abstract The aim of this paper is reviewing the scientific literature about the effect of High-Intensity Intermittent Exercise (HIIT) on body fat mass. Currently, HIIT is subject of multiple studies determine its effect on body composition. Most papers analyzed show significant reduction in fat mass using HIIT, greater than that achieved with continuous aerobic exercise of the same frequency and duration. The results vary significantly depending on the duration of the intervention and HIIT protocol used. Keywords: Intermittent exercise. Interval training. Obesity. Overweight. Body fat.
Recepción: 01/02/2016 - Aceptación: 28/03/2016
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 21, Nº 215, Abril de 2016. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La mayoría de los protocolos diseñados para reducir masa grasa (MG) se focalizan en ejercicio aeróbico continuo (EAC) de intensidad moderada, aproximadamente 30 minutos diarios, 4-6 días/semana (Trapp y cols., 2008), lo que muchas veces deriva en pérdidas insignificantes de MG (Boutcher, 2010; Wu y cols, 2009). Recientemente se ha acumulado evidencia sobre protocolos más efectivos, particularmente en obesos.
El propósito de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica sobre el Ejercicio Intermitente de Alta Intensidad (HIIT) para reducir MG en adultos.
El HIIT se define como “breves explosiones de ejercicio intenso, con una duración inferior a un minuto” (Astrand, 1960) o períodos frecuentes de trabajo intenso seguidos por períodos de recuperación menos intensos (Christmas & Dawson, 1999).
Dada la falta de consistencia en la terminología (Weston y cols., 2013) todos los protocolos englobados dentro de las definiciones mencionadas serán considerados a los propósitos de este trabajo.
La búsqueda bibliográfica se realizó en la base de datos Pubmed, portal Timbó y Google Scholar, con las palabras clave: "Intermittent exercise" OR "Intermittent training" OR "Interval training" AND fat* OR obes* OR overweight. Fueron seleccionados aquellos trabajos que involucraran HIIT como parte principal de su intervención.
Efecto del HIIT en la reducción de masa grasa corporal
La mayoría de los estudios analizados involucran intervenciones de corto o mediano plazo (2-15 semanas). En un estudio realizado por Tremblay, Simoneau y Bouchard (1994), jóvenes de ambos sexos fueron asignados a dos grupos: a) ET (endurance training) realizó un programa de 20 semanas de cicloergómetro por 30-45 minutos, 4-5 veces/semana a 60%-85% de la FC de reserva, y b) HIIT realizó 15 semanas 25-30 minutos de EAC al 70% de la FC de reserva, y adicionalmente 35 sesiones de HIIT de 15 x 30 segundos, o 5 x 90 segundos, con pausa hasta llegar a 130 lpm. El grupo HIIT evidenció un descenso significativo de la MG subcutánea. Corregido por costo energético total, el descenso de MG subcutánea fue nueve veces mayor en el grupo HIIT que en el grupo ET.
En otro estudio, Trapp y cols. (2008) examinaron los efectos HIIT durante 15 semanas, sobre la MG en mujeres, asignadas a los grupos HIIT, SSE (steady-state exercise) o control. El grupo HIIT realizó 8 segundos de sprint x 12 segundos de pedaleo a baja velocidad, 60 repeticiones/sesión. El grupo SSE se ejercitó en cicloergómetro al 60% de su VO2pico x 40 minutos. El grupo HIIT perdió 2.5kg de MG y descendió su MG abdominal, sin apreciarse diferencias a este respecto en los otros dos grupos, concluyéndose que el HIIT es una manera efectiva y eficiente de controlar la composición corporal en esta población.
Sarah Dunn (2009) utilizó un protocolo de HIIT similar al que utilizaron Trapp y cols. (2008) en 15 mujeres jóvenes con sobrepeso durante 12 semanas, verificándose una reducción de 8% en la MG subcutánea.
Sijie y cols. (2012) también trabajaron con población de mujeres, en este caso jóvenes con sobrepeso asignadas a un grupo HIIT o un grupo MICT (entrenamiento continuo de moderada intensidad), realizando cinco sesiones/semana durante 12 semanas. El grupo HIIT realizó 5 pasadas de carrera x 3 minutos al 85% del VO2máx x 3 minutos de pausa activa, evidenciándose descenso en la MG de 9.9%. El grupo MICT realizó EAC al 50% del VO2máx x 40 minutos, con descenso en la MG de 5.2%. Se concluye que el HIIT es más efectivo para reducir el sobrepeso en mujeres jóvenes.
En otro estudio (Heydari, Freund & Boutcher, 2012), hombres con sobrepeso realizaron, durante 12 semanas, 8 segundos de sprint en cicloergómetro x 12 segundos de recuperación activa durante 20 minutos, 3 veces/semana. La MG disminuyó 6.7%, verificándose un descenso en la MG abdominal de 6.6%.
Boidin y cols. (2015) estudiaron el efecto del HIIT en obesos, comparando el empleo de cicloergómetros convencionales "de tierra" vs. el empleo de cicloergómetros inmersos en agua. La intervención consistió en HIIT en tierra o agua con una frecuencia de 2-3 veces/semana, en dos bloques de 10 minutos de 30 segundos x 30 segundos de pausa x 4 minutos de recuperación entre ambos, seguido por 20 minutos de fuerza-resistencia, constatándose una reducción significativa en el peso, IMC, circunferencia de cintura (CC), MG y MG abdominal, sin diferencias significativas entre ambos grupos.
Otros autores han determinado el efecto del HIIT vs EAC utilizando exclusivamente el medio acuático. En un estudio de Pasetti, Goncálvez y Padovani (2012), mujeres obesas participaron de un programa de 12 semanas, 3 veces/semana, distribuidas en el grupo EC (entrenamiento continuo), que realizó ejercicio de carrera en agua profunda a una intensidad continua entre 65%-85% de la FC de reserva y el grupo HIIT que realizó carrera en agua profunda, en forma de 15 sprints x 15 segundos x 30 segundos de recuperación. Se evidenció una reducción del % de MG del 11% y del 6% en el grupo HIIT y EC respectivamente, determinándose que el entrenamiento de carrera en agua profunda, tanto continuo como HIIT, reduce MG en la población analizada.
En otro estudio (Coquart, 2008) mujeres obesas fueron asignadas a un programa de HIIT, tres veces/semana durante 10 semanas, consistente en 32 minutos en cicloergómetro alternando 2 minutos al 120% del umbral respiratorio y 2 minutos al 80% del mismo, verificándose una reducción mínima del % MG; pero lo más remarcable fue que los sujetos (que previamente habían realizado 32 minutos en cicloergómetro al 100% del umbral) percibieron el HIIT menos intenso que el EAC, a pesar de que la carga fue similar.
En el estudio de Hazell y cols. (2014), mujeres activas completaron un programa de 6 semanas (frecuencia 3/semana), consistente en 6 x 30 segundos de sprint de carrera x 4 minutos de recuperación, verificándose reducción de MG (7.9%), y de CC (3.4%), así como incremento de masa magra (1.3%).
Un estudio similar (MacPherson y cols., 2011) arrojó resultados comparables, en sujetos de ambos sexos asignados a grupo HIIT (6 pasadas de carrera x 30 segundos sprint x 4 minutos de pausa activa), o grupo EAC (65% del VO2máx x 60 minutos), con una duración de 6 semanas, 3/semana. Se verificó reducción de MG de 12.4% en el grupo HIIT, frente a un 5.8% en el grupo de EAC.
Smith-Ryan, Melvin & Wingfield (2015) compararon el efecto de dos protocolos de HIIT de 3 semanas, 3 sesiones/semana; un grupo de hombres con sobrepeso realizó un bloque de 10 minutos de 1 minutos de sprint x 1min recuperación, mientras que otro grupo realizó un bloque de 10min x 2min sprint x 1 minuto de recuperación. Ninguno evidenció cambios estadísticamente significativos en % MG, aunque se verificó un descenso de 1.13% en el grupo HIIT. Adicionalmente se verificó un incremento en la masa magra de 1.7 Kg y 2.7 Kg en los sujetos que realizaron el protocolo de 1 minuto x 1 minuto y 2 minutos x 1 minutos, respectivamente.
Los efectos beneficiosos del entrenamiento intermitente sobre la reducción de tejido graso se han demostrado aún con esfuerzos de intensidad moderada. En un estudio realizado por Campbell y cols. (2010), mujeres obesas realizaron un programa de 12 semanas de entrenamiento continuo (CONT) o un programa de entrenamiento intermitente (INT). En ambos grupos, el ejercicio consistió en dos bloques de caminatas de 15 minutos: el grupo CONT las realizó al 55% de su VO2pico, mientras que el grupo INT las realizó a razón de 1 minutos al 75% por 2 minutos al 45% de su VO2pico. Se verificó un descenso de 27% y 18% en la MG en los grupos HIIT y CONT, respectivamente.
Efecto del HIIT en la reducción de masa grasa abdominal
En población de mujeres, Hazell y cols. y Trapp y cols. encontraron que 6 y 15 semanas de HIIT, respectivamente, redujeron la grasa abdominal en forma significativa, mientras que Dunn (2009) encontró que 12 semanas de HIIT produjeron un descenso de grasa corporal abdominal de 1.2kg.
Zhang y cols. (2015) estudiaron el efecto de un programa de HIIT de 12 semanas y 4 sesiones/semana vs EAC moderado de similar frecuencia y duración, sobre la MG corporal, abdominal y subcutánea de mujeres con sobrepeso, que fueron divididas en grupos: en el grupo HIIT, realizaron en cinta 4 x 4 minutos al 85-95% de su FCmáx, x 3 minutos de descanso. En el grupo MICT realizaron carrera al 60-70% de su FCmáx, durante aproximadamente 33 minutos, calculado para representar un VO2 similar al grupo HIIT.
Se evidenció descenso en % MG, MG total, y MG subcutánea a nivel abdominal tanto en el grupo HIIT como en el grupo MICT; la reducción en la MG subcutánea a nivel abdominal en el grupo HIIT (19.5%) fue significativamente mayor que en el grupo MICT (11.1%). Solo se verificó una reducción significativa en la grasa abdominal visceral en el grupo HIIT (18.0% en HIIT vs. 8.0% en MICT). Considerando el mismo costo en consumo de oxígeno, se sugiere que el HIIT es más efectivo en reducir la MG abdominal.
Esto también fue demostrado en atletas femeninas participantes de un programa de 4 sesiones/semana durante 6 semanas, consistentes en 5 x 3 de 1000mts corriendo a una velocidad de 3 minutos 30 seg/km x 1.45 minutos de pausa, evidenciándose una reducción de 3.3% en la CC (Farsani & Rezaeimanesh, 2011).
Estudios en hombres han mostrado descensos notoriamente mayores de la MG abdominal luego de protocolos de HIIT, lo que puede ser debido a que la grasa corporal en el sexo masculino tiende a distribuirse en esta región (Boutcher, 2010).
En un estudio de Boudou y cols. (2003) hombres diabéticos siguieron un programa de tres sesiones/semana de 45 minutos de EAC al 75% del VO2pico 2 veces/semana, y HIIT consistente en cinco ejercicios al 85% del VO2pico x 2 minutos, separado por 3 minutos de ejercicio al 50% del VO2pico una vez por semana, verificándose una disminución de 44% y de 18% en la MG abdominal y MG abdominal subcutánea, respectivamente.
Siguiendo un protocolo similar y de igual duración Mourier y cols. (1997) encontraron una reducción del 48% en la MG visceral y una reducción del 18% en la MG subcutánea abdominal, en ambos sexos.
En un estudio de menor duración (Whyte y cols., 2010), hombres con sobrepeso realizaron 6 sesiones de HIIT, 3 sesiones/semana, consistentes en 6 sprints x 30 segundos en cicloergómetro x 4.5 minutos de pausa. Luego de dos semanas, se verificó una modesta pero significativa reducción de 1.1% en el contorno de cintura y de 1.0% en el contorno de cadera.
Tjønna y cols. (2008) realizaron un estudio de 16 semanas en adultos con síndrome metabólico, que participaron en el grupo CME (ejercicio moderado continuo) o grupo HIIT. El grupo CME realizó EAC por 47 minutos al 70% de su FCmáx; el grupo HIIT realizó trotando 4 x 4 minutos al 90% de la FCmáx x 3 minutos de pausa. En ambos, la frecuencia fue de 3/semana, siendo el gasto calórico similar. Los resultados mostraron reducción de CC de 5.7% y de 4.7% en los grupos CME y HIIT, respectivamente, sugiriendo la efectividad de ambos protocolos.
Evidencias a favor de otros protocolos de entrenamiento
A pesar de la numerosa cantidad de artículos que mencionan un efecto beneficioso del HIIT en reducir la MG, encontramos otros que refutan esta evidencia.
En un estudio de Nybo y cols. (2010) hombres desentrenados fueron asignados a un grupo HIIT, grupo STR (fuerza), grupo MOD (ejercicio continuo moderado) o grupo control.
Durante 12 semanas el grupo HIIT realizó, 2-3 veces/semana, 5 x 2 minutos corriendo al 95% de su FCmáx x 2 minutos de pausa. El grupo MOD realizó con la misma frecuencia, 60 minutos de carrera al 80% de su FCmáx. El grupo STR realizó tres veces/semana 60 minutos de musculación. Únicamente los sujetos de los grupos MOD y STG produjeron cambios significativos en su composición corporal: en el grupo MOD se verificó una reducción significativa en el peso corporal total y % MG, mientras que en el grupo STG se verificó un aumento del peso e incremento en la masa magra, particularmente a nivel de MMII.
Resultados similares encontraron Keating y cols. (2014); en su estudio, adultos con sobrepeso participaron de un programa de 12 semanas, en el que fueron designados al grupo HIIT, grupo CONT o grupo placebo. El primero realizó 3 veces/semana, 6 pasadas de 60 segundos en cicloergómetro al 120% del VO2pico x 120 segundos de pausa, totalizando 20 a 24 minutos de sesión. El grupo CONT realizó con la misma frecuencia, 45 minutos en cicloergómetro al 65% del VO2pico, totalizando 36 a 48 minutos de sesión. El grupo placebo realizó ejercicios suaves de estiramiento y automasajes. Se verificó un descenso de 2.6% en el porcentaje de MG en el grupo CONT pero no en el grupo HIIT. En lo que respecta a MG abdominal, los resultados siguieron la misma tendencia: hubo un descenso (3.1%) en el grupo CONT y un incremento (0.8%) en el grupo HIIT.
Tampoco se observaron cambios en la composición corporal luego de 12 semanas de HIIT en el estudio realizado por Cristian Álvarez y cols. (2012), en el que mujeres con sobrepeso se distribuyeron en los grupos HIIT, entrenamiento con sobrecarga (PS), HIIT más sobrecarga (PI+PS) o control. El grupo HIIT realizó, 3 veces/semana, 7 x 30 segundos de carrera a una intensidad > 85% de su FCmáx, x 120-150 segundos de recuperación. El grupo PS realizó 2 veces/semana ejercicios de fuerza. El grupo PI + PS realizó ambos programas de ejercicio en días no consecutivos. El % MG prácticamente no sufrió variaciones en ninguno de los tres grupos, mientras que la CC mostró una reducción de 2.6% en el grupo HIIT, frente a una reducción de 2.1% en el grupo PS y de 3.8% en el grupo PI + PS.
Tabla 1. Efecto de diferentes protocolos de HIIT sobre Grasa Subcutánea, Grasa Abdominal, Circunferencia de Cintura y % de Grasa Corporal Total
Estudio |
Sujetos |
Grasa S/C |
Grasa abdominal |
C/C |
Grasa Corporal (%) |
Protocolo HIIT utilizado |
Frec: |
Duración del Programa |
Álvarez el al. (2012) |
12 |
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|
-2.6% |
0.0% |
7 x 20-30seg x 120-150seg R carrera |
3/sem |
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Boidin y cols. (2015) |
95 adultos obesos (♀ ♂) |
|
-2.6% (gt) -2.4% (ga) |
-5.8% (gt)
-4.3% (ga) |
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2 x 10min x 15-30seg / 15-30seg R cicloergómetro |
2-3/sem |
9 meses |
Boudou y cols. (2003) |
8 diabéticos tipo 2 obesos o con sobrepeso (♂) |
-18% |
-44% |
|
|
5 x 2min x 3min R cicloergómetro |
1/sem + EC 2/sem |
8 semanas |
Campbell y cols. (2010) |
44 obesos (♀) |
|
|
|
-27% |
2 x (15min x 1min al 75%VO2max x 2min al 45% VO2max) Caminata |
5/sem |
12 semanas |
Coquart (2008) |
|
|
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-0.6 |
2min x 2min R Cicloergómetro |
3/sem |
10 semanas |
Dunn (2009) |
15 jóvenes (♀) |
|
-1.2Kg |
|
-8 |
8seg x 12 seg R Cicloergómetro |
3/sem |
12 semanas |
Farsani y cols. (2011) |
15 atletas universitarias (♀) |
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-3.3% |
|
|
4/sem |
6 semanas |
Hazell y cols. (2014) |
15 sujetos activos (♀) |
|
|
-3.5% |
-7.9% |
4-6 x 30seg x 4min R Carrera |
3/sem |
6 semanas |
Heydari y cols. (2012) |
46 adultos inactivos con sobrepeso (♂) |
|
-6.6% |
|
-6.7% |
20min x 8seg x 12seg R Cicloergómetro |
3/sem |
12 semanas |
Keating y cols. (2014) |
38 adultos con sobrepeso (♀ ♂) |
|
+0.8 |
|
+0.3 |
6 x 60seg x 120seg R Cicloergómetro |
3/sem |
12 semanas |
MacPherson y cols. (2011) |
10 adultos activos (♀ ♂) |
|
|
|
-12.4% |
4-6 x 30seg x 4min R carrera |
3/sem |
6 semanas |
Mourier y cols. (1997) |
12 adultos diabéticos tipo II obesos |
-18% |
-48% |
-1% |
|
5 x 2min x 3min R Cicloergómetro |
1/sem + EC 2/sem |
8 semanas |
Nybo y cols. (2010) |
36 adultos desentrenados (♂) |
|
-0.5% |
|
|
2min x 2min R Carrera |
2-3/sem |
12 semanas |
Pasetti y cols. (2012) |
18 adultos obesos hipocinéticos (♀) |
-14% |
|
|
-11% |
2-3 x (8-15 x 15 seg x 30 seg R) carrera en agua profunda |
3/sem |
12 semanas |
Tjønna y cols. (2008) |
12 adultos con síndrome metabólico |
|
|
-4.7% |
|
4 x 4min x 3min R Carrera |
3/sem |
16 semanas |
Smith-Ryan y cols. (2015) |
20 adultos con sobrepeso (♂) |
|
|
|
-1.13 |
G 1: 10min x 1min x 1min R G2: 10min x 2min x 1min R Cicloergómetro |
3/sem |
3 semanas |
Trapp y cols. (2008) |
45 adultos jóvenes (♀) |
|
-0.15Kg |
|
-14.7 |
60 x 8 x 12seg R Cicloergómetro |
3/sem |
15 semanas |
Sijie y cols. (2012) |
17 jóvenes con sobrepeso (♀) |
|
|
|
-9.9% |
5 x 3min x 3min R Carrera |
5/sem |
12 semanas |
Tremblay y cols. (1994) |
27 adultos jóvenes (♀ ♂) |
-15% |
-12% |
|
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15 x 15seg 5 x 90seg Cicloergómetro |
4-5/sem |
20 semanas |
Whyte y cols. (2010) |
10 adultos obesos (♂) |
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-1.1% |
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4-6 x 30seg all-out x 4.5min R Cicloergómetro |
3/sem |
2 semanas |
Zhang y cols. (2015) |
12 adultos con sobrepeso (♀) |
-19.5% |
-18.0% |
-6.0% |
-3.1% |
4 x 4min x 3min R |
4/sem |
12 semanas |
Referencias: S/C: subcutánea; C/C: cintura/cadera; HIIT: Entrenamiento Intermitente de Alta Intensidad; Frec: Frecuencia; gt: grupo "tierra"; ga: grupo "agua"; R: recuperación
Análisis y conclusiones
Un resumen de los resultados de los estudios mencionados son mostrados en la tabla 1, donde se desprende que incluso intervenciones de HIIT de corta duración redundan en una mejora de las variables analizadas, aunque aquellas que no superaron las tres semanas determinaron cambios mínimos. Estas mejoras se han verificado en ambos sexos, tanto en jóvenes como adultos de mediana edad. No encontramos estudios enfocados en adultos mayores.
En términos generales, los mejores resultados se obtuvieron con intervenciones de 8 semanas o más (Sijie y cols., 2012; Campbell y cols., 2010; Trapp y cols., 2008; Boudou y cols., 2003; Mourier y cols., 1997; Tremblay y cols., 1994) y en sujetos obesos (Boudou y cols., 2003; Mourier y cols., 1997; Campbell, 2010). Todos aquellos programas de intervención cuya frecuencia semanal fue ≥ 4/semana (Zhang y cols. 2015; Sijie y cols., 2012; Farsani & Rezaeimanesh, 2011; Campbell y cols., 2010; Tremblay y cols., 1994) mostraron reducciones de MG significativas a mediano plazo (12-20 semanas).
La mayoría de los estudios evidenciaron que el HIIT más efectivo y eficiente que el EAC en modificar la composición corporal, siendo a la vez mejor tolerado. Protocolos de este tipo demandan mínima cantidad diaria de tiempo, siendo muy bien tolerado con "ningún efecto adverso reportado y 100% de conformidad". Los cambios acaecidos son comparables a aquellos observables luego de 6 a 8 semanas de EAC en sujetos hipocinéticos, sugiriendo al HIIT como una alternativa válida para el trabajo con obesos (Smith-Ryan, 2015).
Adicionalmente el HIIT es muy efectivo para reducir la MG visceral. Acorde con Ohkawara y cols. (2007), serían necesarias 7 sesiones/semana de 60 minutos para lograr el efecto logrado con 3 sesiones/semana de 20 minutos de HIIT sobre este tejido. Es llamativo que los protocolos que lograron mayor reducción de MG visceral (Boudou y cols., 2003; Mourier y cols., 1997) consistieron en una única sesión semanal de HIIT, y dos sesiones adicionales de EAC.
En esta revisión encontramos mucha variabilidad en los protocolos utilizados, y únicamente dos (Mirghani & Yousefi, 2015; Smith-Ryan, 2015) que analizan el efecto sobre la MG de diferentes protocolos de HIIT; en el estudio de Mirghani & Yousefi, se analiza la diferencia entre un protocolo de HIIT de 4 semanas, de 60 segundos x 60 segundos de recuperación vs. 60 segundos x 30 segundos de recuperación, encontrándose que este último es ligeramente más efectivo para reducir MG.
Estos motivos hacen que se haga difícil establecer cuál es el mejor protocolo a aplicar en las distintas poblaciones. Consideramos que más estudios son necesarios.
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 21 · N° 215 | Buenos Aires,
Abril de 2016 |