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Actividad física regular y calidad del sueño en escolares y adolescentes

Regular physical activity and sleep in children and adolescents

 

*Diplomado en Magisterio de Educación Física por la Universidad de Murcia

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física

y el Deporte por la Universidad de Alicante

**Diplomada en Magisterio de Educación Física

por la Universidad de Murcia

Alfonso Ros Fuster*

alfonso.7a@hotmail.com

Arantxa García Gutiérrez**

aran_gym@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo centra su atención en la evidencia científica, relacionada con la práctica de actividad física regular y su repercusión sobre el sueño y descanso. Este análisis permitirá una reflexión acerca de los hábitos de práctica físico-deportiva del escolar y adolescente, estableciéndose como herramienta para alcanzar una mejor calidad del sueño.

          Palabras clave: Actividad física. Sueño. Descanso. Deporte. Estudiantes.

 

Abstract

          This article focuses on the scientific evidence related to the practice of regular physical activity and its impact on sleep and rest. This analysis will allow a reflection on habits of physical-sports students, becoming a tool to achieve a better quality of sleep.

          Keywords: Physical activity. Sleep. Rest. Sport. Students.

 

Recepción: 27/11/2015 - Aceptación: 18/03/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 21, Nº 215, Abril de 2016. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    Los beneficios de la práctica regular de actividad física son numerosos y tienen su influencia en diferentes áreas: cognitiva, motor, social, fisiológica y psicológica. Es por ello que no debe ser motivo de sorpresa si afirmamos que una práctica regular de actividad físico-deportiva puede mejorar nuestra calidad y cantidad de sueño.

    Hoy en día son numerosos los estímulos que recibimos a través de las nuevas tecnologías: redes sociales, horario, citas, llamadas, música, vídeos, etc. Este es un aspecto que se debe tratar con especial atención hacia el alumno, pues no solo hay que moderar su uso en cuanto a cantidad (tiempo total dedicado), sino también en cuanto a calidad (qué uso se le da).

    Por lo tanto, y debido a que un uso excesivo puede perjudicar el rendimiento del alumno (y conllevar la aparición del sedentarismo, factor influyente de riesgos identificados), es necesario que el docente intervenga desde su área para determinar hábitos adecuados para el escolar o adolescente. Uno de ellos es la práctica de actividad físico-deportiva regular, que como veremos a continuación, tiene una gran repercusión en el descanso.

2.     Influencia de la actividad física regular en el sueño

    Actividad física es, según los autores Devís y cols. (2000), cualquier movimiento corporal, realizado con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal que nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea.

    En las dos últimas décadas se han llevado a cabo estudios científicos que demuestran los beneficios producidos en la salud por la práctica de actividad física regular, considerando la propia inactividad como un factor de riesgo (Tercedor, 2001).

    Sin embargo, el estilo de vida de los adolescentes españoles es eminentemente sedentario, lo que se considera como un factor de riesgo de patologías y alteraciones tales como alteraciones cardiovasculares, enfermedades metabólicas como la obesidad, aterosclerosis, broncopatías crónicas, problemas en el aparato locomotor, afecciones psíquicas, etc. (Casimiro, 1999).

    Conocer los beneficios que aporta la práctica regular de actividad física no es suficiente para establecer unos niveles de práctica mínimos para alcanzar y mantener un buen estado de salud. Debido a esto, es necesario generar hábitos de práctica en etapas tempranas como la infancia y adolescencia para que persistan en la edad adulta.

    El hecho de que una persona reconozca como adecuada la práctica de actividad física para la salud no constituye un factor decisivo para que realice la misma, tal y como demuestran los estudios sociológicos realizados en adolescentes, los cuales relacionan la práctica de actividad física con una mejor salud, pero la mayoría son sedentarios (Casimiro, 1999; Mendoza, 2000).

    Estas palabras se relacionan con la tasa de mayor abandono de práctica deportiva en la etapa adolescente (Isorna, Ruiz y Rial, 2013). Por lo tanto, parece ser que la adolescencia es una etapa difícil para la adhesión a una práctica de actividad físico-deportiva regular.

    Sin embargo los que optan por ella adquieren multitud de beneficios para la salud, y entre ellos puede que se encuentre la mejora de la calidad y duración del sueño que en este artículo se trata.

    Un estudio de los autores Aguilar, Sánchez, Mur, Marenco y Guisado (2013) quiso analizar la relación entre la práctica de actividad física en adolescentes obesos con problemas del sueño, más concretamente con apnea del sueño. Es solo un protocolo de estudio, pero inicia un acercamiento a la hipótesis que en este artículo se persigue, y es la relación entre un plan de actividad física regular y una mejor calidad del sueño.

    La muestra del estudio fueron 60 niños y adolescentes con edades entre los 10 y 18 años que acudieron a la consulta de endocrinología, por tener obesidad, en el Hospital Clínico San Cecilio de Granada durante el período de un año, Septiembre 2012-2013.

    Se llevaron a cabo tres sesiones semanales (dos entre semana y una en fin de semana) independientes de las realizadas en horario lectivo de EF, y eminentemente aeróbicas. La sesión fue dividida en calentamiento, parte principal y vuelta a la calma. Las actividades que se realizaron fueron:

  • Juegos colectivos: serán de tipo aeróbico y con mucho carácter lúdico, se realizarán sobre todo después del calentamiento para subir la intensidad de forma moderada.

  • Deportes colectivos: Realizaremos los deportes de tipo aeróbico que más gusten a los niños, buscando que al ser sus favoritos se motiven más con las tareas.

  • Deportes alternativos: Los realizaremos de forma esporádica para enseñar a los niños algunos juegos y deportes menos habituales pero muy divertidos que poder realizar.

  • Ciclismo: realizaremos rutas en bicicleta por caminos establecidos, estas se realizarán sobre todo los fines de semana.

  • Senderismo: Es una actividad muy recomendada para este tipo de sujetos, ya que la intensidad es baja, se realizarán por rutas establecidas (Aguilar, Sánchez, Mur, Marenco y Guisado, 2013).

    También valoraron la alimentación a través de un cuestionario de frecuencia de consumo alimentario que se pasó antes y después de la intervención. Se llevó a cabo una polisomnografía para conocer las características de la apnea del sueño que sufría cada sujeto, que fue evaluado por un neurofisiólogo. Se les aplicó también la versión española del cuestionario Pediatric Sleep Questionnaire, antes y después del estudio.

    Como se ha comentado, el tipo de actividad física que se realizó a lo largo del estudio, y con los sujetos, fue de tipo aeróbico. Tipo de actividad física que podríamos tener en cuenta a la hora de planificar un plan de actividad física regular en adolescentes para mejorar la duración y calidad del sueño a través de una posible tarea competencial.

    La problemática del trabajo es la ausencia de resultados, que aunque a través de la búsqueda de internet parece ser que fue positiva, no aparecen datos ni conclusiones.

    En otro estudio (Brand, Gerber, Beck, Hatzinger, Pühse y Holsboer-Trachler, 2010) 434 adolescentes con una media de edad de 17,2 años (258 deportistas y 176 del grupo control) fueron analizados para encontrar relación entre el ejercicio de alta intensidad y las mejoras del sueño. Los deportistas reportaron mejores patrones del sueño, así como mayor calidad del sueño, menor cantidad de despertares durante el sueño, menor cansancio y aumento de la concentración durante el día. Menor ansiedad y síntomas depresivos. Las mujeres presentaron menores variaciones del sueño con respecto a los hombres.

    Este estudio apoya la hipótesis de este artículo, confirmando que la práctica de actividad físico-deportiva regular mejora la calidad del sueño en la población adolescente.

    Durante la búsqueda bibliográfica de artículos científicos se encontró uno de los autores Baekeland y Lasky (1966) de hace casi 50 años. Estos autores, ya en su momento, comenzaron a interesarse por la relación entre los parámetros del sueño y el deporte, en este caso con atletas adolescentes.

    Baekeland y Lasky (1966) realizaron el estudio en adolescentes de 10 colegios de atletas, investigando la hipótesis de que el sueño en las noches posteriores a un ejercicio físico-deportivo extenuante tenía una mejor calidad que los días sin ejercicio físico-deportivo. Participaron en actividades como atletismo, natación, baloncesto, etc. al menos tres veces por semana. Se establecieron tres grupos: uno que realizaba su práctica habitual por la tarde, otro la noche antes de analizar el sueño y otro que no realizaba práctica antes del estudio.

    Se les instruyó para no ingerir medicamento alguno durante el estudio, al igual que con el alcohol o drogas. Continuaron con sus cantidades habituales de sueño las noches anteriores a la práctica físico-deportiva y además fue grabado un electroencefalograma (EEG) durante la noche estudiada.

    Los resultados obtenidos indicaron una mayor calidad del sueño (40’1%) en el grupo de práctica físico-deportiva por la tarde, en relación al grupo que la realizó por la noche (35’4%) o que no realizó el día del análisis (32’5%). Por los resultados del estudio, la hipótesis de estos autores estaba equivocada, ya que los que mayor calidad del sueño tuvieron fueron los adolescentes que practicaron deporte por la tarde y no por la noche, momentos antes de dormir.

    En cuanto a la relación de actividad física, sedentarismo y cantidad de grasa en los adolescentes, un estudio de los autores Ekelund, Hildebrand y Collings (2014) evidenció que los comportamientos sedentarios, tales como ver la televisión, parecen mostrar asociaciones positivas con la grasa corporal en la juventud, independientemente del nivel de actividad física.

    En relación al tiempo sedentario, otro estudio analizó que los adolescentes pasan una media de seis horas diarias y duermen alrededor de ocho horas al día (Ekelund et al., 2015).

    Como se observa, existe una relación entre el descanso en cuanto a su duración y calidad, con respecto a la actividad físico-deportiva regular que se practica. Por este motivo, como docentes, debemos fomentar la práctica de actividad física y deportes en el alumnado, dotando a los alumnos de autonomía para su realización en el ocio y tiempo libre.

Bibliografía

  • Aguilar, M. J., Sánchez, A.M., Mur, N., Sánchez, A. y Guisado, R. (2013). Influencia de un programa de actividad física en niños y adolescentes obesos con apnea del sueño; protocolo de estudio. Nutrición Hospitalaria, 28(3), 701-704.

  • Baekeland, F. y Lasky, R. (1966). Exercise and sleep patterns in college athletes. Percept Motor Skills. 23(3), 1203-7.

  • Brand, S., Gerber, M., Beck, J., Hatzinger, M., Pühse, U. y Holsboer-Trachsler, E. (2010). High Exercise Levels Are Related to Favorable Sleep Patterns and Psychological Functioning in Adolescents: A Comparison of Athletes and Controls. Society for Adolescent Medicine, 46(2), 133-41.

  • Casimiro, A.J. (1999). Comparación, evolución y relación de hábitos saludables y nivel de condición física-salud en escolares, desde final de primaria (12 años) hasta final de secundaria obligatoria (16 años). Tesis doctoral. Universidad de Granada.

  • Devís, J. y cols. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: INDE.

  • Ekelund, U., Hildebrand, M. y Collings, P.J. (2014). Physical activity, sedentary time and adiposity during the first two decades of life. Proc Nutr Soc, 73, 319-29.

  • Isorna, M., Ruiz, F. y Rial, A. (2013). Variables predictoras del abandono de la práctica físico-deportiva en adolescentes. Cultura, ciencia y deporte, 8(23), 93-102.

  • Tercedor, P. (2001). Actividad física, condición física y salud. Sevilla: Edit. Wanceulen.

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