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Educación Líquida: educación centrada en el proceso

Liquid Education: centered education process

 

Estudiante graduado Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Universidad de Alcalá de Henares, Madrid

(España)

Miguel Herranz Llorente

miguerranz@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El sistema educativo se encuentra en un punto de inflexión, la gran cantidad de información a la que tenemos acceso y los ritmos de la sociedad actual se oponen al concepto más clásico de educación. Debemos modificar esa idea y adaptarnos a los cambios del mundo contemporáneo, fuertemente marcado por las nuevas tecnologías y la interconexión, dejando de educar para el “producto” y centrándonos más en el “proceso”. El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman plantea el concepto de Educación para la Modernidad líquida como alternativa a la idea tradicional de educación.

          Palabras clave: Educación Líquida. Modernidad líquida. Zygmunt Bauman.

 

Abstract

          The education system is nowadays in a turning point. The great amount of information that we have access to and the rythms of modern society are opposed to a much more classic concept of education. We need to shift that idea and adapt ourselves to the changes of the contemporary world, strongly marked by new technologies and interconnection. Thereby, we should focus on educating for the “process” instead of educating for the “product”. The Polish sociologist and philosopher Zygmunt Bauman proposes the concept of Education for a Liquid modernity as an alternative to that outdated idea of traditional education.

          Keywords: Liquid Education. Liquid modernity. Zygmunt Bauman.

 

Recepción: 03/02/2016 - Aceptación: 08/03/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 214, Marzo de 2016. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Vivimos en un mundo dinámico, en constante evolución, un mundo acelerado en el que muchas veces el fin justifica los medios, un mundo que tiende al egocentrismo y al materialismo, donde el producto y los logros - logros que se vuelven efímeros - son la principal causa de “éxito” y “bienestar”.

    Muchas veces se deja de lado el proceso, todo es veloz, “fast food”, aplicaciones móviles, Internet, suplementos deportivos… nos sumamos al consumismo y entramos en un ritmo social que cada vez nos pide más y más, ir más “rápido” para alcanzar algo, que una vez alcanzado, nos exigirá todavía un poco más, identificando además el progreso con atajos.

    Pero estos ritmos y cambios que sufre la sociedad, también nos ofrecen oportunidades, nuevos y variados caminos de formación, acceso a una gran cantidad de información y la opción de poder desarrollar distintas facetas tanto profesionales como personales. Más contenido, y al alcance de todos. La clave estará en cómo saber aprovecharlo.

    Aquí entra en juego la educación líquida, concepto acuñado por Zygmunt Bauman para referirse a un tipo de educación que se adapta a los cambios, que tiene en cuenta la gran cantidad de posibilidades que ofrece el mundo contemporáneo, que rompe con la solidez establecida y nos prepara para vivir en un mundo cambiante y lleno de información.

Desarrollo

    Los sólidos son estables, conservan su forma y persisten en el tiempo. En cambio los líquidos tienen la capacidad de, manteniendo un volumen definido, cambiar de forma fácilmente.

    La sociedad ha mutado de una estructura sólida a un estado líquido deforme, fruto de transformaciones socioculturales, políticas y económicas, aceleradas por el impacto de las tecnologías digitales.

    Nos encontramos ante nuevos retos, lo que supone cambios y exigencias en el ámbito de la educación, y ante la oportunidad de pensar lo nuevo para inventar otras maneras de decir y hacer.

    Zygmunt Bauman asume ese reto. Su trabajo aporta al campo pedagógico elementos novedosos para pensar en estos tiempos de pasaje e incertezas (Núñez, 2007). En una breve introducción, Bauman apunta que, de lo que se trata, es de reajustar el significado del tiempo.

    Así, registra la transformación del tiempo lineal en puntillista. La vida pasa a ser el Puro Instante, busca la autenticidad y el ser uno mismo a cada momento, muy difícil para las prácticas ancladas en el tiempo lineal de la Modernidad sólida.

    Recibimos una formación “limitada” y ese conocimiento que hemos conseguido adquiere un valor. Tradicionalmente, se entendía que ese conocimiento, cuanto más duradero más “útil”, y por tanto más valioso. Y con esta idea de que el conocimiento adquirido nos acompañaría siempre, la vida se orientaba rápidamente en una dirección tanto profesional como personal.

    Sin embargo, en el mundo de la modernidad líquida, esa solidez se interpreta como una amenaza. El apetito de conocimiento debería hacerse gradualmente más intenso a lo largo de toda la vida, a fin de que cada individuo continúe creciendo y sea a la vez una persona mejor (Bauman, 2008).

    En la “Modernidad líquida” prevalece la elección en lugar de la obediencia; existen opciones, no normas, y la flexibilidad se ha convertido en el término correcto para llamar a la falta de estructura.

    Bauman explica, en “Los retos de la educación en la modernidad líquida” (2008), que vivimos en una sociedad líquida, en la que el ansia de modernidad propicia que todo esté sometido a una constante renovación y a un proceso de revisión. El ser humano busca satisfacer sus necesidades de forma inmediata o a muy corto plazo y olvida que es necesario un proceso.

    La educación líquida es educación entendida como Proceso; pasa de ser un conocimiento para siempre a un conocimiento de uso instantáneo, desechable o con un carácter finito. Cuando el mundo se encuentra en constante cambio, la educación debería ser lo bastante rápida para agregarse a éste (Bauman, 2008).

    Bauman identifica y plantea 3 retos a los que se debe enfrentar la educación actual:

1.    Reto de tratar con la gran cantidad de información disponible.

    Internet permite un acceso instantáneo a todo tipo de información, la cual se encuentra almacenada y constantemente disponible para nuestra consulta. Ya no es necesario memorizarla ni reformularla, pero se presenta la dificultad de aprender a distinguir qué información es apropiada y cuál no lo es. Bauman (2008) menciona que: Una de las habilidades de los individuos de la sociedad actual debe ser la de protegerse uno mismo de tanta información.

2.     Convivir con la tiranía del momento (pérdida de la capacidad de pensar a largo plazo); adaptarse a la velocidad de cambio constante de las cosas.

    Hemos perdido la posibilidad de pensar a largo plazo y, paradójicamente, la educación es una inversión a largo plazo. De ahí que sea tan difícil adecuar el sistema educativo a la modernidad de la sociedad. Es impensable hacer un “proyecto de vida” como se solía hacer antes. El mundo líquido lleva un ritmo tan vertiginoso que hay que vivir cada momento por separado: la vida se compone de pequeños episodios y cada uno de los episodios no está necesariamente relacionado con el siguiente (Bauman, 2008). Uno de los objetivos de nuestras vidas debe ser ordenar y unir estos episodios.

    En el ámbito de la educación, debe tenerse muy en cuenta el concepto de aprendizaje permanente, ya que la Modernidad líquida y por tanto la sociedad, exigen una renovación constante del conocimiento y la formación. Así, la función de las universidades debe ser la de fomentar la emancipación de los estudiantes proporcionándoles habilidades y conocimiento así como establecer un nexo de unión con la sociedad adulta.

3.     Armonizar la relación entre maestro y alumno.

    La relación del maestro con su alumno se ha deteriorado. Antiguamente, la única vía de acceso al conocimiento que tenía un alumno era a través de su maestro. El maestro no se limitaba únicamente a hablar o a leer de un libro sino que ayudaba a su discípulo a forjar su carácter y a desarrollar una actitud proactiva basada en el respeto y la confianza. Esa relación ha desaparecido. Ahora el maestro tiene que competir con los medios sociales, y la gran cantidad de información que estos suministran.

    La masa de conocimiento acumulado ha llegado a ser el epítome contemporáneo del desorden y el caos (Bauman, 2008).

    Tras un breve análisis sobre la teoría de Bauman, exponemos a continuación algunos de los cambios necesarios en el proceso enseñanza-aprendizaje, que nos llevarán a perseguir la idea de la Educación líquida.

    La práctica de la docencia se ha visto afectada por los “males” de la sociedad líquida. Por parte de los estudiantes, se espera satisfacer las necesidades formativas de forma inmediata, olvidando que es necesario un tempo y un recorrido madurativo. Por parte de los docentes, se buscan siempre nuevas fórmulas de transmisión de conocimientos que hagan cada vez más competentes a los estudiantes.

    Se produce un cambio del modelo de enseñanza-aprendizaje, desde una priorización de la enseñanza hasta una priorización del aprendizaje. Cuando el énfasis está en la enseñanza, se contabilizan las horas de asistencia mientras que cuando se presta mas atención al aprendizaje, se cuenta el tiempo dedicado a la preparación de la asignatura (Luis-Pascual, 2014). Dicho cambio viene dado, según Fernández March (2006) por la necesidad de adaptarse a un mundo global y a la sociedad del conocimiento.

    El papel del docente cambia de ser un mero transmisor de contenidos de aprendizaje a ser facilitador de los aprendizajes que llevan a cabo los propios estudiantes. Se da más importancia al proceso, y los alumnos se responsabilizan de los propios aprendizajes. Se busca trabajo en grupos heterogéneos para aumentar la riqueza de las propuestas y de los intercambios del propio alumnado.

    El papel del alumno, por tanto, adquiere más autonomía, lo que supone un mayor compromiso y siguiendo a Biggs (2006) ello supone una mayor motivación, lo cual provoca una mejora de la calidad del aprendizaje. Se les prepara para que sean capaces de adaptarse a la Modernidad líquida, donde deben superar el modelo individual buscando apoyarse en comunidades de aprendizaje.

    En cuanto a la metodología, se pasa de modelos pasivos a modelos más activos. Se deja de creer en la exposición teórica como única vía de impartir docencia (pasivo), donde los alumnos no tienen muchas opciones de aportar y opinar, para fortalecer un modelo más abierto (activo) que genera múltiples respuestas y requiere reflexiones, aplicaciones y elaboración de materiales en grupos colaborativos. (Luis-Pascual, 2014).

Conclusión

    Con todo esto, podemos concluir que es necesario repensar el tipo de educación de nuestras sociedades de forma que ésta consiga adaptarse al mundo actual, instantáneo y cambiante, de forma que el valor de la educación recibida pase a ser el del proceso y herramientas de aprendizaje y no lo aprendido en sí.

    El camino hacia el éxito pasa por ser uno mismo, tener ideas nuevas, proyectos originales, primar la calidad sobre la cantidad. Dejarse guiar y fluir, aprender y desaprender, estar dispuesto al cambio y adaptarse a las circunstancias. Convertirnos en sujetos líquidos y moldeables pero con un criterio propio adquirido a través de herramientas como la Educación Líquida.

Bibliografía

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 214 | Buenos Aires, Marzo de 2016
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