Exigencias para la estimulación intelectual de los estudiantes en la carrera Cultura Física Requirements for intellectual stimulation of students in the Physical Culture formation |
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*Prof. Auxiliar. Máster en Investigación Educativa **Prof. Auxiliar. Máster en Investigación Educativa Universidad de Guantánamo Facultad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (Cuba) |
MSc. Fausto López Barroso* MSc. Elinser Acosta Taquechel** |
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Resumen En el nuevo milenio el deporte se caracteriza por el profesionalismo y la comercialización, insertándose en el sistema económico mundial. Sin embargo, la característica que más distingue al deporte y la actividad física en la actualidad es su absoluta y abarcadora relación con la ciencia y la tecnología. Esto hace que en la actividad deportiva y la cultura física, la formación de profesionales debe estar enfocada a una educación científico tecnológica que les permita, a partir de sus conocimientos, independencia y autonomía, la toma de decisiones. Con tales fines, la estimulación intelectual de los estudiantes de esta carrera, constituye una necesidad educativa de primer orden, por lo cual, el objetivo central de este artículo es reflexionar acerca de las exigencias para lograrla. Palabras claves: Desarrollo intelectual. Estimulación del desarrollo intelectual. Inteligencia.
Abstract In the new millennium sports is characterized by professionalism and marketing within the World socioeconomic system. However, it is necessary to point out the influence of science and technology as one of the most relevant characteristic in sports nowadays. Due to this, the formation of sports’ professionals in Physical Culture and Sports activity must be focused on a scientific and technological education which permits the independence and autonomy acquisition while making decisions from their own knowledge. Intellectual stimulation of the students in this career has as a main goal an educative necessity. The objective of this article is to make a deep reflection about the essential requirements to achieve it. Keywords: Intellectual development. Stimulation of intellectual development. Intelligence.
Recepción: 27/10/2015 - Aceptación: 09/01/2016
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 213, Febrero de 2016. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En la actualidad, se precisa de mayor reflexión en torno a los debates sobre el porvenir de la humanidad y uno de los temas acerca del cual se discute con mayor frecuencia, es el futuro de la educación del hombre: cómo organizar la escuela y la enseñanza para que el aprendizaje sea más efectivo, de modo que el resultado educacional responda al desafío de un mundo en rápida evolución.
De esta necesidad que le plantea la vida moderna a la educación surge otra: formar individuos capaces de pensar por sí mismos de forma reflexiva y crítica, para poder autodeterminarse y elaborar planes o proyectos que sitúen su actividad creadora, no sólo en la dimensión del presente, sino también del futuro.
La formación intelectual sólida del hombre ha sido una preocupación social contemporánea con la evolución de la sociedad humana, y con la aparición de las ciencias, constituye el objeto de estudio de varias disciplinas científicas. La primera etapa en torno al estudio sobre desarrollo intelectual, se puede ubicar en la segunda mitad del siglo XIX con los aportes de Galton, en el estudio de las estructuras intelectuales, su origen y de instrumentos metodológicos para medir cualidades intelectuales.
En la primera mitad del siglo XX estos estudios son enriquecidos por los aportes de A. Binet y T. Simón; en esta dirección se encuentran también destacados estudios de C. Spearman con una teoría sobre la inteligencia y los aportes de E. Thorndike y Thomson sobre la estructura multidimensional de la inteligencia; en la década de los ‘70 Guilford y Hoetner aportaron nuevos elementos que han enriquecido los resultados sobre los estudios de la inteligencia y su desarrollo, los que fueron ampliados por H. Gadner con su teoría de las inteligencias múltiples.
Entre los años 20 y 70 del siglo XX la escuela soviética, constituida entonces por P. Blonski, D. Elkonin, P. Galperin, G. Kostiuk, A. Leontiev, A. Luria, N. Menchinskaia, A. Mescheriakov, L.S. Vygotski, A. Zaporozherts, S. L. Rubinstein y otros, hicieron un gran aporte a la elaboración de las bases de la teoría del desarrollo psíquico, al determinar los componentes fundamentales de este desarrollo en su estructura y la interacción entre ellas.
En torno al estudio de la inteligencia y su desarrollo en Cuba, se han llevado a cabo investigaciones y proyectos de envergadura, fundamentalmente, en la etapa comprendida entre 1992 y el 2006, entre los que se destacan, los trabajos de A. González, J. López, L. Morenza, A. Labarrere, M. Silvestre, J. Zilberstein, M. D. Córdova, P. Rico, C. Matos entre otros, en los proyectos “Técnicas de estimulación del desarrollo intelectual” (TEDI), “Persona reflexiva y creativa” (PRYCREA) y Programa de estimulación intelectual en situaciones de aprendizaje (PEISA).
El autor de este artículo tiene como objetivo: reflexionar acerca de las exigencias para la estimulación del desarrollo intelectual de los estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte.
Desarrollo
En el nuevo milenio la actividad deportiva y la cultura física presentan una naturaleza tecnocientífica y en consecuencia, la formación de profesionales en esta esfera, debe estar enfocada a una educación científico tecnológica, por lo que el licenciado en Cultura Física debe conocer el pensamiento científico-tecnológico, y reflexionar sobre su estilo propio de pensamiento para su imbricación en nuestra sociedad.
Según algunos de los aspectos abordados en el informe de la comisión de la UNESCO sobre la educación para el siglo XXI, dirigido por Jacques Delors (1989):
“(...) asumir el concepto de educación de manera amplia y dinámica, debe ser una construcción constante del ser humano, de su saber y de sus aptitudes (...); pero también de su capacidad de juicio y de acción. Esto puede lograrse si los sistemas educativos se convierten en factores claves del desarrollo; (...) se espera que la educación haga progresar los conocimientos de tal modo que el desarrollo económico se subordine al control responsable del entorno y forme hombres arraigados a sus respectivas culturas pero abiertos también, a las de otros pueblos; dedicados al progreso de la humanidad”.
Todo individuo sano es portador, al nacer, de potencialidades que pueden y deben ser desarrolladas, en este sentido, todo hombre es potencialmente inteligente. Por ello es necesario desarrollar la inteligencia y en consecuencia, asumir conductas inteligentes. Cabría preguntarse entonces, ¿qué bases teóricas sustentan el desarrollo intelectual? y ¿qué exigencias deben tenerse en cuenta para su estimulación?
Durante mucho tiempo se ha discutido en torno a la estimulación y desarrollo intelectual de los estudiantes. Se ha asumido una concepción mucho más amplia sobre la inteligencia humana, en la que figura como un sistema abierto en constante interacción con el medio, sujeta a modificaciones, desarrollo y enriquecimiento, que ocupa un papel esencial en la función reguladora de la personalidad; es importante destacar que con respecto a estos elementos, en Cuba, aún es necesario profundizar en cuanto a investigación se refiere.
En los estudios sobre inteligencia y estimulación del desarrollo intelectual, es importante referirse a los cuatro pilares señalados por la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, de la UNESCO, la cual declara: Aprender a conocer, Aprender a actuar, Aprender a ser y Aprender a vivir juntos.
En este marco adquieren toda su importancia la enseñanza clásica y los enfoques extracurriculares que permitan que los estudiantes tengan acceso a las tres dimensiones de la educación: ética y cultural; científica y tecnológica; económica y social, por lo que es necesario relacionar algunos presupuestos básicos sobre inteligencia, expuestos por M. D. Córdova Llorca:
La inteligencia existe como capacidad potencial del ser humano.I.
La inteligencia se puede expresar en forma cualitativamente distinta en cada sujeto y alcanzar niveles diversos de desarrollo, manifestándose diferencias individuales que se revelan como fuentes y resultado de la propia inteligencia. Se trata aquí de la dialéctica entre lo común, lo general y lo individual (Artemieva, 1985); entre lo potencial y lo actual, entre lo que existe como posibilidad y premisa y la cristalización de las mismas, que tienen lugar tanto en forma de un proceso espontáneo, como de un proceso socialmente dirigido, la educación.
II. La inteligencia como capacidad es una formación psicológica general predominantemente ejecutora.
A partir de este postulado es posible ver el surgimiento de innumerables modelos de estimulación y enriquecimiento de la inteligencia que responden a distintos paradigmas, desde los anclados al paradigma conductista, centrados en mejorar el recuerdo, sin garantizar su transferencia, hasta complejos programas con orientación cognitivista, constructivista y crítico-reflexivo, entre los que podemos mencionar TEDI, PRYCREA y PEISA, entre otros.
III. La inteligencia como componente fundamental de la personalidad.
No existe inteligencia en abstracto, sino en un individuo concreto, y en un sistema integral que es la personalidad, que condiciona y afecta su desarrollo y expresión; es decir, la inteligencia desempeña un rol activo y central en todo el proceso de autorregulación del individuo y a la vez, ésta se enriquece en la medida que se amplía la esfera inductora de la personalidad. Las más complejas y distintivas particularidades del funcionamiento de la personalidad se encuentran necesariamente vinculadas al desarrollo de la inteligencia.
Desde esta posición ¿qué es la inteligencia?
Son numerosas las definiciones en torno a la misma, dadas por diversos autores entre las que pueden mencionarse:
La inteligencia es capacidad para adquirir capacidades. /La inteligencia es capacidad para dar respuestas ciertas y objetivas. /Es capacidad para solucionar problemas. /La inteligencia se expresa como procesos centrales organizados jerárquicamente, que abarcan las estrategias para el procesamiento de la información y que se desarrollan en el curso de la interacción del sujeto con el ambiente.
Un elemento significativo para la comprensión de la inteligencia, lo constituye, sin duda, la valoración del nivel de desarrollo alcanzado, de su evolución, producción, factores que la determinan, favorecen u obstaculizan.
El desarrollo intelectual, de acuerdo con la concepción de la Dra. M. D. Córdova Llorca, entendido como configuración psicológica, expresa la calidad del funcionamiento cognitivo y están implicados en el mismo todos los procesos de esta esfera de regulación.
A partir de estas consideraciones, el desarrollo intelectual forma parte del desarrollo psicológico general y se establece durante toda la vida con diferentes ritmos; con intervalos de saltos cualitativos (períodos sensitivos). El mismo, aparejado a la zona de desarrollo próximo (ZDP), concepto dado por L. S. Vygostki, debe dirigirse fundamentalmente a la formación de un pensamiento reflexivo y crítico que permita aplicar, desde el punto de vista cognoscitivo, estrategias para aprender por sí mismo, es decir, "enseñar a pensar".
Concretamente, este desarrollo una vez alcanzado, se evidencia, por ejemplo, en la interiorización de las acciones que originalmente se dan en el plano externo hacia un plano interno mental que favorece en el sujeto una mayor independencia en la relación directa con la realidad objetiva.
Todo lo analizado lleva a considerar las premisas y determinantes del desarrollo intelectual, adoptando los principios aportados por lo histórico-cultural sobre la determinación histórico-social de la psiquis humana y sus premisas naturales, la mediación de los procesos psíquicos y su propio rol mediador.
Partiendo de la posición de M. D. Córdova Llorca (1996) y otras reflexiones, se puede plantear que en el desarrollo intelectual en cada momento de la vida humana, funcionan como premisas las condiciones internas, y como factor determinante las condiciones externas en su integración dialéctica y que se pueden resumir como sigue:
Las peculiaridades biológicas del individuo, es decir, el sustrato biológico como soporte material de lo psíquico.
La participación activa y protagónica del sujeto en su propio desarrollo, lo que se concreta en la influencia del nivel de desarrollo cognitivo e intelectual alcanzado.
Y como factor determinante:
Las influencias de las condiciones materiales y sociales de vida y educación, los encuentros ricos, variados, alternativos y emocionalmente significativos con el entorno físico y social-comunicativo humano (escuela-familia-comunidad).
De esto se infiere que en aquellos sujetos con un desarrollo biológico, psicológico y social normal, se puede estimular y maximizar el desarrollo intelectual si el entorno en el que se inserta está dirigido y brinda opciones que promuevan éste.
De esta forma, una operacionalización de la inteligencia, útil tanto para los procesos de su identificación como para una posterior estimulación o enriquecimiento de la misma, podría incluir las dimensiones e indicadores que se proponen a continuación:
Calidad procesal: expresa la caracterización cualitativa de las acciones intelectuales, por ende, de los procesos sobre cuya base estas transcurren. Para su estudio se proponen los siguientes indicadores: independencia, fluidez, flexibilidad, originalidad, elaboración, logicidad, profundidad, productividad y economía de recursos.
Sistema de acciones intelectuales: comprende un conjunto de operaciones, procedimientos y modos de actuación más o menos dominados, automatizados que, de acuerdo con las circunstancias y problemáticas en que se desenvuelve el sujeto, permiten alcanzar el logro de objetivos y metas determinadas, garantizando la resolución y ejecución concreta de las tareas. Algunas acciones de carácter básico y general que constituyen indicadores son: analizar, relacionar, sintetizar, generalizar, valorar, aplicar, tomar decisiones e hipotetizar.
Base de conocimientos: desempeña un rol en el funcionamiento metacognitivo y, particularmente, en ese tipo de funcionamiento que muchos llaman "inteligente" y que ha sido puesto de relieve con una frecuencia cada vez mayor en las investigaciones de las últimas décadas. Indicadores: volumen, organización y especialización.
Metacognición: capacidad del sujeto para valorar objetiva y críticamente su propio proceso de conocimiento (y el de otros), sus estrategias y posibilidades intelectuales y como desarrollo de un conjunto de acciones y habilidades que permiten controlar el funcionamiento y desempeño cognitivo en la realización de las tareas a un nivel consciente o automatizado, para planificar y proyectar la actividad. Indicadores: metaconocimiento y control ejecutivo.
Las características específicas del proceso de enseñanza-aprendizaje en su propia dinámica, hacen necesario cambiar la imagen del profesor, de un consumidor de orientaciones metodológicas en un productor de estrategias y tácticas prospectivas de acuerdo con situaciones concretas y debe lograrse no un alumno pasivo, sino un constructor de su propia educación.
En este sentido adquiere especial significación la enseñanza desarrolladora, de manera que se organice el proceso de enseñanza-aprendizaje integral, dirigido y centrado en el estudiante; para ello es necesario considerar que el profesor debe satisfacer algunas exigencias previas para dirigir este tipo de enseñanza, de manera que se garantice llevar a la práctica su concepción, desarrollo y evaluación.
Como exigencias para poder dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que estimule adecuadamente el intelecto de los estudiantes, el profesor debe asumir un rol de facilitador, para lo cual debe poseer determinadas cualidades:
Estilo de dirección democrático, auxiliándose de técnicas reflexivas y creativas que le permitan una actuación discreta, motivante o indirecta que provoque suficiente libertad para que el estudiante demuestre su capacidad de pensar y generar ideas.
Explorador permanente de áreas de interés de los estudiantes y facilitador de situaciones variadas y flexibles.
No opinar, enjuiciar, modificar, ignorar o interrumpir las ideas y respuestas de los estudiantes en los momentos de creación y elaboración de las mismas.
Ser cuestionador activo en el sentido de provocar la reflexión con preguntas y situaciones y al mismo tiempo estimular la expresión de ideas claras y frases completas, así como el enriquecimiento del vocabulario.
Actitud adecuada ante las reflexiones y respuestas de los estudiantes: no ostentar criterios de verdad absoluta; saber escuchar y respetar los puntos de vista de los alumnos; atento para corregir o reorientar.
Desarrollar y perfeccionar las técnicas de formulación de diversos tipos de preguntas, con énfasis en las divergentes y evaluativas, y consecuentemente entrenar a los estudiantes en este sentido.
Promover el aprendizaje por descubrimiento e incitar al estudio y autodisciplina.
Las exigencias que se proponen corresponden a diferentes fuentes. Su unidad se sustenta en que todas están dirigidas al entrenamiento intelectual, es decir, cada una propicia que el estudiante desarrolle habilidades, hábitos, capacidades, intereses cognoscitivos, rasgos del carácter y la voluntad, entre otras formaciones psicológicas.
Conclusiones
El desarrollo intelectual debe contribuir al desempeño eficiente de los profesionales de la Cultura Física y esta debe desarrollarse en el pregrado en los marcos del proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de una adecuada dirección de este.
La estimulación del desarrollo intelectual del estudiante de la carrera Cultura Física debe realizarse a partir del estudio de la estructura del intelecto y los elementos psicopedagógicos y metodológicos que sustentan la fundamentación de este proceso, en cuya base deben integrarse los principios de la estimulación intelectual mediante una enseñanza desarrolladora.
La dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje constituye el marco idóneo para organizar de manera científica la estimulación del desarrollo intelectual a partir de concepciones psicopedagógicas adecuadas que garanticen una dirección productiva, dinámica e interactiva de la actividad cognoscitiva del estudiante.
Bibliografía
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 20 · N° 213 | Buenos Aires,
Febrero de 2016 |