efdeportes.com

Aportes de Leonardo da Vinci a la Biomecánica

Leonardo da Vinci contributions to Biomechanics

 

Profesor de Educación Física, Deportes y Recreación

Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

(Chile)

Lic. Claudio Muñoz Salinas

claudio.m.salinas@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          La Biomecánica es una ciencia cuyo concepto surge en la literatura en el siglo XX, sin embargo, su aplicación intuitiva existe desde que los hombres se relacionan con el medio, a lo largo de la historia diversas mentes han contribuido a generar las bases de esta disciplina, una de las más significativas es la del Artista e Ingeniero Leonardo da Vinci quien se destacó por estudiar la mecánica de los movimientos del hombre (entre otros animales) en un momento histórico clave para el desarrollo de la ciencia. Sus estudios relacionados con la biomecánica incluían la observación sistemática de la naturaleza y en especial del hombre, disección de cadáveres, antropometría, descripción de los movimientos corporales e interpretaciones de las fuerzas que influían sobre las cosas.

          Palabras clave: Biomecánica. Leonardo da Vinci. Análisis de movimiento.

 

Abstract

          Biomechanics it’s a science concept emerged in the literature in the twentieth century, however it’s application exists since men are related to the environment, throughout history diverse minds have contributed to the foundations of this discipline, one of the most outstanding is the artist and engineer Leonardo da Vinci who was recognized for studying the human movement mechanics, as well as other animals’. Becoming a historical moment for science development. His biomechanics related studies included systematic observation of nature and especially of man, dissecting cadavers, anthropometry, and description of body movements and interpretations of the forces that influenced things.

          Keywords: Biomechanics. Leonardo da Vinci. Motion Analysis.

 

Recepción: 27/11/2015 - Aceptación: 10/01/2016

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 213, Febrero de 2016. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Aparición del concepto Biomecánica

    El avance con respecto al cuerpo humano ha aumentado exponencialmente en los últimos años, una razón de este avance ha sido, según indica Izquierdo (2008), la colaboración de cuatro ramas de la ciencia: la Medicina, la Biología, la Física y la Ingeniería.

    Los aportes de estas ramas no se han generado de forma aislada y cuando consideramos la interacción de la biología y la física (específicamente el área de la mecánica) nos encontramos con el concepto de biomecánica. Una de las definiciones ampliamente conocida y aceptada es la que nos entrega Atwater en 1880 (citado por Aedo y Bustamante, 2012) en la que indica que la biomecánica son los: “Fundamentos y métodos de la mecánica aplicados a la estructura y función de los sistemas biológicos” (p. 64).

Foto 1. Monumento a Leonardo Da Vinci. Piazza della Scala, Milán, Italia. Foto: Colección RG y TG, 2014

    A pesar que en la práctica la aplicación intuitiva de los principios biomecánicos comenzó a utilizarse desde que el ser humano interacciona con el medio (Gutiérrez, 1999). Biomecánica es un concepto moderno que no parece introducirse en la literatura hasta el siglo XX. “La cinesiología supone el antecedente y punto de referencia a partir del cual se ha desarrollado la biomecánica deportiva” (Gutiérrez, 1999, p.24). Y los primeros indicios de la Cinesiología se pueden identificar con Aristóteles (384-322 a.C.) en sus tratados de Análisis de las partes, movimientos y progresión de los animales. Estos dos conceptos, biomecánica y cinesiología, han sido ampliamente estudiados y discutidos respecto de sus orígenes y alcances, mas no nos interesa hacernos parte de esta discusión en esta ocasión.

    Sabemos que durante el siglo XX el concepto de biomecánica comienza a utilizarse, especialmente después de la primera guerra mundial, en estudios orientados a la mejora de prótesis y rehabilitación y posteriormente en aplicaciones orientadas a la actividad física y el deporte (Gutiérrez, 1999).

    Se puede indicar que una de las primeras publicaciones del área de la cinesiología y biomecánica “orientada hacia la actividad física fue el libro the Special Kinesiology of Educational Gymnastic, escrito por Posse a finales del siglo XIX”. (Gutiérrez, 1999, p.26). Luego de este, y hasta nuestros días son bien conocidos los textos cada vez más especializados en la materia. No es el objeto de este artículo mencionarlos.

    Sin embargo, existen aplicaciones de la biomecánica desarrolladas incluso antes de que el concepto mismo se materializara, estas suponen los primeros antecedentes del área, y sabemos que en este proceso han participado diversas mentes que desde distintas veredas del conocimiento han realizado valiosos aportes.

    Los estudios de estos personajes han significado los cimientos para el conocimiento actual. Siendo uno de estos: Leonardo da Vinci (1452-1519) al cual se le atribuyen las primeras observaciones sistemáticas y científicas sobre anatomía y movimiento humano, entre otros fascinantes estudios vinculados al arte, ingeniería, guerra, y arquitectura (Bachs, 2003).

Los tiempos de Leonardo

    Leonardo da Vinci (1452-1519): Nace en Vinci, Italia el 15 de abril de 1452, no pertenece a una familia acomodada y gracias a su talento en el dibujo y a los contactos de su padre, es enviado como aprendiz al prestigioso taller del pintor Andrea del Verrocchio en Florencia. Desde los comienzos el joven talentoso se caracteriza por su virtuosismo, pero también por su interés en diversas áreas (Zöllner, 2004).

    Los aportes de Leonardo aparecen en el renacimiento, periodo en el que se recuperan los valores de la antigüedad clásica, y en que se rompe con las ideas de la realidad como reflejo de la divinidad, “la diferencia esencial respecto al periodo medieval es la nueva concepción de la realidad como referente analizable científicamente” (Bachs, 2003, p.70). Esta diferencia supone el primer acercamiento a la biomecánica, si observamos la definición de Zatsiorski (1988) (citado por Aedo y Bustamante, 2012) en que indica: “La biomecánica es la ciencia de las leyes del movimiento mecánico en los sistemas vivos” (p. 64). Nos damos cuenta de que es incompatible con una cosmovisión teocéntrica, y por ello el renacimiento es en muchos aspectos la puerta hacia el mundo científico, donde la perspectiva humanista es la llave hacia los conocimientos.

Foto 2. Il Vitruvio. Muestra Il Genio di Leonardo Da Vinci. Asís, Italia. Foto: Colección RG y TG, 2014

    La relevancia que adquiere el hombre, es fundamental para que hoy comprendamos la vida de la forma en que lo hacemos. Leonardo fue protagonista de este proceso que es imposible de dimensionar para nosotros. En el renacimiento cambia el centro del mundo, de lo divino hacia el hombre, es un proceso de incertidumbre, inexplorado, en el que aparece un nuevo tipo de individuo cuyo poder no está sujeto a las regulaciones y rangos de la sociedad antigua si no que depende de la función que cumple en la sociedad (Villoro, 2010).

    Leonardo comprendía esto y dedicó sus esfuerzos al estudio de áreas diversas y en especial de los movimientos humanos para aplicarlos en sus propias áreas de estudio (arte, ingeniería, arquitectura) Y formarse de este modo un nombre y posición en la sociedad

    Para entregar el valor que corresponde a los estudios de Leonardo es preciso comprender el contexto científico en el que se desenvolvía. A continuación se presenta un esquema temporal con hitos pertinentes a los temas que estudió Leonardo en función de la Biomecánica.

Figura 1. Hitos científicos posteriores a Leonardo da Vinci relacionados a sus aportes biomecánicos

La biomecánica de Leonardo

    Como hemos mencionado Leonardo no es contemporáneo al concepto de biomecánica, sin embargo, podemos identificar varios estudios relacionados con ésta y que representan aportes significativos al área.

    Para reflexionar sobre sus trabajos es preciso analizar sus manuscritos y códices, en los cuales es posible encontrar ideas acabadas y otras que no lograron término. Analizaremos, desde la perspectiva de la biomecánica moderna, algunos de los proyectos ideados por Leonardo, la mayoría de los cuales nunca se llevaron a cabo.

    Según Nieto (1982) (citado por Aedo y Bustamante, 2012, p.64) la biomecánica: “se ocupa de los sistemas biológicos, en particular del ser humano, utilizando conceptos, métodos y leyes procedentes de la mecánica” (p.64). Por esta y otras definiciones modernas en las que se enfatiza el concepto de la mecánica, es que comenzaremos analizando los aportes a la mecánica realizados por Da Vinci, describiendo algunas de las maquinas creadas por él, ya que “fue el primero en concebir el diseño de máquinas como un refinado instrumento de análisis y de investigación (…) simulando a través de imágenes estáticas la transmisión concatenada de los movimientos a través de los diversos componentes mecánicos” (Laurenza, Taddei y Zanon, 2006, p.9).

    Máquinas para volar: para lleva a cabo esta ambiciosa empresa Leonado realiza un proceso metódico de observación del movimiento de las alas de las aves y de sus trayectorias, describiendo y dibujando sus conclusiones, este proceso de observación sistemática, se repetirá a lo largo de los trabajos de da Vinci y representa un nexo importantísimo con la medición de variables en biomecánica, Izquierdo (2008) indica que: “una de las primeras operaciones que se deben realizar en una disciplina como la Biomecánica de la actividad física y el deporte es el proceso de observación y descripción del cuerpo humano” (p. 56). Leonardo no se limitó solo a las aves en su estudio para entender la mecánica del vuelo, sus proyectos se sustentan en la anatomía humana y sus proporciones, también en el comportamiento de los pesos y las características dinámicas y cinemáticas del movimiento, ya que los proyectos siempre contemplaron pilotos.

Foto 3. Autorretrato. Muestra Il Genio di Leonardo Da Vinci. Asís, Italia. Foto: Colección RG y TG, 2014

    Estudió los potenciales dinámicos del cuerpo humano, representando distintas posturas y situaciones espaciales, a fin de descubrir cuáles eran los mecanismos más eficientes para generar fuerza. En unas de sus máquinas, el ornitóptero, Leonardo ideo un complejo sistema para aprovechar la fuerza del piloto que debía desarrollarse con los brazos, los pies y la cabeza (Laurenza et al., 2006).

    Es posible desprender de lo indicado por Laurenza et al. (2006) Que los diseños de máquinas voladoras pueden clasificarse en tres, los que imitan el movimiento del batir de las alas de los animales y para lo cual la fuerza aplicada por el piloto es el motor de movimiento, las que se basan en planear usando las corrientes de aire y para lo cual Leonardo estudio las fuerzas que aplican a este modelo afirmando que: “un objeto ofrece tanta resistencia al aire como el aire lo hace al objeto” (Gutiérrez, 1999, p.6). Y los que dependían de hélices, que son consideradas por muchos como los primeros prototipos de helicóptero, dependían teóricamente del esfuerzo combinado de varios sujetos.

    Los proyectos de máquinas voladoras de Leonardo, no fueron nunca llevados a cabo por este, a pesar de que en sus manuscritos hay evidencia de la planificación de las circunstancias en la que se desarrollaría la prueba de vuelo. El aspecto más relevante para la biomecánica es la forma en que Leonardo se acerca a las ideas de los potenciales dinámicos del hombre y a las característica físicas del aire (Laurenza et al., 2006).

    Es muy probable que Leonardo fuese consciente de lo fantasioso que parecía la idea de volar, o de los problemas técnicos que representaban estas máquinas, sin embargo, lo asombroso (como siempre) era lo adelantado que estaba para su época (Zöllner, 2004).

    La curiosidad lleva al genio, a fines de los años ochenta, a dedicarse de forma exhaustiva y siempre sistemática, al estudio de la anatomía y fisiología humana, lo hace tomando medidas durante meses a dos jóvenes, tratando de entender las relaciones de proporción de sus cuerpos y al mismo tiempo basándose en el único registro de proporcionalidad humana del que se tenía registro: La figura del hombre perfecto de Vitruvio (Zöllner, 2004). Desarrollada por el arquitecto e ingeniero Vitruvio en tiempos del imperio romano, en la cual describe las proporciones de los segmentos del cuerpo inscribiéndolo en una circunferencia y un cuadrado, llegando a conclusiones como que el centro natural del cuerpo humano es el ombligo y que la medida de la talla y la envergadura son iguales (Vitruvio, 2008). Muchos estudiosos intentaron interpretar los escritos de Vitrubio, pero al inscribir a un sujeto en un círculo y un cuadrado concéntricos manos y piernas se desproporcionaban, Leonardo a partir de sus estudios empíricos corrige este error estableciendo la relación correcta entre el cuadrado y círculo, no concéntrica, para que las relaciones anatómicas se mantuvieran perfectamente (González, 1995).

    El estudio de las proporciones corporales queda detallado en su Tratado de pintura, en el que incluye muchísimas notas de este tipo: “El cubito es la cuarta parte de la altura de un hombre y equivale a la anchura máxima de los hombros” (González, 1995, p.286).

    Por supuesto el interés de Leonardo está supeditado al igual que el del resto de los artistas de la época, a utilizar los conocimientos anatómicos para ser aplicados en la pintura, nadie, sin embargo, llego a ser tan riguroso como él, los artistas de la época basaban sus obras en las creencias de la edad media sobre el cuerpo humano, Leonardo al recibir la educación tradicional también lo hacía, pero con forme pasaban los años cuestiono estas ideas, basándose en sus estudios posteriores de cadáveres diseccionados (Zöllner, 2004). E investigando si los músculos se dilatan o contraen por cada actitud o movimiento, haciendo notas como que desde el hombro al codo el brazo aumenta su diámetro si se flexiona, pero que el segmento desde el codo hasta la mano no sufre engrosamiento por la flexión del brazo (González, 1995). En este relato se observa un esbozo de análisis del movimiento de flexión de codo y como la musculatura está relacionada. Leonardo habla probablemente de una contracción isotónica concéntrica del bíceps braquial, con el antebrazo en supinación. Nosotros sabemos que las articulaciones se adaptan a las condiciones mecánicas que les son impuestas por la actividad muscular, y que el cambio en el diámetro muscular depende de cuál es la musculatura agonista en ese movimiento (Gutiérrez, 1999).

    Otro apunte que llama la atención en su tratado de pintura es el siguiente: “cuando el brazo se pliega en ángulo con el codo genera alguna suerte de ángulos, cuanto más agudo sea este ángulo más cortos resultarán los músculos comprendidos en él; aunque los músculos opuestos crecerán en longitud” (González, 1995, p.294). Leonardo se está refiriendo a la musculatura agonista y antagonista del movimiento mencionado.

    Describe los movimientos de la mano clasificándolos en diez: “hacia delante y hacia atrás; a la derecha y a la izquierda; movimiento circular; hacia arriba y hacia abajo; cerrar y abrir, dilatación-restricción de sus dedos” (González, 1995, p.294).

    En estos vemos que considera los movimiento de la articulación de la muñeca y de los dedos (metacarpofalángicas e interfalángicas), Actualmente se han estandarizado los movimientos desde la posición anatómica de referencia, y respecto al estudio de los movimientos de la mano de da Vinci podemos indicar la analogía a los movimientos de la muñeca: flexión, extensión, hiperextensión, flexión radial, flexión ulnar y circunducción; respecto a la metacarpofalángicas: flexión, extensión, hiperextensión, abducción, adducción y circunducción; y respecto a la interfalángicas: : flexión, extensión e hiperextensión (Izquierdo, 2008).

    Detalla de la misma forma movimientos del hombro, la cabeza, la espalda y las piernas. También agrega ideas que pueden asociarse al efecto de la gravedad sobre el cuerpo, y como los músculos trabajan en contra de ella o en ocasiones utilizándola, al indicar que el propio peso de la persona basta para moverlo hacia abajo. También describe que el hombre al saltar genera una energía mayor que la que necesita para sostenerse en pie y en oposición al suelo (González, 1995). Podemos desprender de esta idea que Leonardo es capaz de intuir que el peso se comporta como una fuerza y que algo ejerce el suelo sobre el hombre, estas podrían bien ser ideas previas a lo postulado en la tercera ley de Newton (siempre que un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, el segundo ejerce una fuerza sobre el primero de igual magnitud y sentido opuesto (Gutiérrez, 1999). Sin embargo Leonardo no profundizo en este aspecto.

    Otras de sus referencias hacen alusión a los principios de estabilidad, específicamente al hecho que al variar la base de sustentación el centro de gravedad debe modificar su posición para mantener la estabilidad y el equilibrio (Izquierdo, 2008). Como apreciamos en la siguiente nota:

    Cuando la figura se carga sobre un solo pie, este pie se convierte en el centro del peso superpuesto. Siendo así, el centro de los hombros se alza fuera de su línea perpendicular, y esta línea se tuerce en su extremo superior, por encima del pie que soporta el peso del cuerpo. Así, las líneas transversales, forzadas a mantener ángulos iguales, disponen sus extremos más bajos en el lado que reposa. (Gonzáles, 1995, p.297)

    Siguiendo con estas ideas explica también que un hombre no puede ponerse de pie sin usar sus brazos si la parte del cuerpo que está por delante del apoyo del pie pesa menos que la que queda por detrás. (González, 1995). Idea que hace referencia a la ubicación del centro de gravedad con respecto a la base de sustentación.

    Describe distintos desplazamientos concluyendo que el hombre debe inclinar su peso hacia la dirección en la que avanza, y que si lo hiciese de modo contrario frenaría su desplazamiento hasta detenerse si el “ímpetu” conque si inclina hacia atrás, es decir un “ímpetu negativo” iguala la fuerza que lo empuja, anulándose estas fuerzas (González, 1995).

    Otra idea a la que se adelantó Leonardo es el principio cinético de los segmentos unidos, el que indica, en términos generales, que la sumatoria coordinada y de forma secuencial o simultánea de los segmentos corporales resulta en una fuerza aplicable a un objeto externo mayor que la de los segmentos por separado (Izquierdo, 2008). Leonardo denuncia que un golpe será más eficiente si involucra el movimiento de todo el cuerpo, y no solo el del brazo, de esta forma si el sujeto recorre un mayor espacio con la fuerza acumulada de sus segmentos, tanta mayor fuerza ganará frente al objeto que la impide (González, 1995).

    Los estudios de la anatomía humana se interrumpen una y otra vez por los encargos de los mecenas, pero son nuevamente retomados, cada vez con mayor profundidad, lo que se tradujo en una serie de dibujos y bocetos de la musculatura y el sistema óseo, que contienen un gran nivel de detalle, además de análisis de las funciones musculares para entender el aparato locomotor humano como se ha expuesto. “Los estudios de Leonardo fueron durante siglos los dibujos anatómicos más exactos de que se disponía(…) y estaban tan por delante de su tiempo que no encontraron ninguna aplicación concreta en la praxis médica” (Zöllner, 2004, p.86).

    Leonardo logra transferir sus estudios a sus obras, al incluirles dinamismo, esto lo posiciona como uno de los más grandes artistas en su época y de todos los tiempos, un ejemplo de esto es el retrato de Cecilia Gallenari (1488-1490) en la que el giro de la cabeza respecto al tronco y la sutil tonicidad muscular que esto genera es particularmente perceptible (Zöllner, 2004).

    En la actualidad sus estudios siguen siendo analizados en las escuelas de arte, pero no sólo es considerado un aporte a esta área, como hemos visto sus investigaciones ha sido un aporte fundamental a la biomecánica, un concepto que se desarrolló cabalmente siglos después de su muerte, situación que refleja su talento y genialidad.

Bibliografía

Otros artículos sobre Biomecánica

www.efdeportes.com/

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 213 | Buenos Aires, Febrero de 2016
Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2016 Derechos reservados