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Rol orientador que ejerce el docente de Educación 

Física ante el fenómeno social maltrato infantil

Guiding role exerted by the teaching of physical education at the social phenomenon child abuse

 

Doctor en Educación (UPEL-UNEXPO-UCLA, 2014)

Magister en Recreación y Deporte Participativo (LUZ, 1999)

Especialista en Recreación y Deporte Participativo (LUZ, 1995)

Profesor de Educación Física (UPEL-IPB, 1990)

Docente de la UPTAEB (2001-Actual)

Universidad Politécnica Territorial “Andrés Eloy Blanco”

Oswaldo José Arráez Rodríguez

oswaldoarraez13@hotmail.com

(Venezuela)

 

 

 

 

Resumen

          La presente investigación tuvo como objetivo analizar el rol orientador que ejerce el docente de Educación Física ante el fenómeno social maltrato infantil, que se evidencian entre los niños y niñas en las diferentes instituciones educativas del estado Lara, Venezuela. Para determinar el fenómeno se realizó una investigación de campo de carácter descriptiva, cuyo propósito fue determinar la influencia que tienen los docentes de Educación Física sobre los niños y niñas que les permita la detección y canalización de posibles situaciones de maltrato infantil. Se aspira que el presente sea un aporte que permita enfrentar el fenómeno social maltrato infantil, el cual se ha venido acentuando en los últimos años.

          Palabras clave: Docente de educación física. Rol orientador. Fenómeno social. Maltrato infantil.

 

Abstract

          This research aimed to analyze the guiding role played by the physical education teacher to the child abuse social phenomenon, demonstrated among children in different educational institutions of Lara, Venezuela. To determine the phenomenon field research of descriptive character, whose purpose was to determine the influence of the physical education teachers about children that allows them to detect and channeling of possible situations of child abuse was made. It is hoped that this is a contribution that allows to face the social phenomenon child abuse, which has been accentuated in recent years.

          Keywords: Teaching physical education. Guiding role. Social phenomenon. Child abuse.

 

Recepción: 27/09/2015 - Aceptación: 03/11/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 210, Noviembre de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En los últimos años es común oír hablar de maltrato infantil, el cual es considerado un problema social, que está presente en todos los sectores y clases sociales, producido por un sin número de causas que afectan de forma directa el desarrollo integral del niño y la niña, comprometiendo su educación y consecuentemente su desenvolvimiento escolar, colocando en riesgo su socialización y por lo tanto el sano desarrollo de su personalidad.

    En consideración a lo expuesto, durante las últimas décadas se han realizado diferentes estudios estadísticos, en los cuales los resultados, acerca del maltrato infantil son abismantes, los mismos estiman que cientos de miles de niños han recibido abuso y maltrato de parte de sus padres, representantes, parientes, entre otros.

    Entre estos estudios tenemos, a Kempe y Kempe (1979), la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) (2014), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) (2014), el Consejo Nacional de Derechos del Niño y el Adolescente (CNDNA) (2013) y el Consejo Estadal del Derecho del Niño y el Adolescente (CEDNA) (2012). Los resultados arrojados en los estudios estadísticos reseñados, llaman a la reflexión, y es en este punto donde la educación, juega un papel determinante, en la detección y canalización de situaciones de maltrato infantil.

    En este mismo orden de ideas, se hace necesaria la intervención de los docentes de educación física y asuman su rol orientador para buscar medidas y herramientas para que aporten respuestas dentro del contexto escolar. Esto se debe a la cercanía existente entre los niños y las niñas con los docentes de educación física, además la confianza que los estudiantes depositan en estos profesionales, por consiguiente, la escuela como sistema de protección social y como lugar de encuentro es un ámbito adecuado en el que no solo se puede detectar situaciones de riesgo, además se puede canalizarlas y de esta manera establecer una educación integral en los niños y niñas en la búsqueda del pleno desarrollo de su personalidad.

El problema

    Sin duda alguna que el fenómeno social maltrato infantil se percibe, entre los más serios y complejos problemas de la sociedad moderna, y es por ello que la calidad de vida de niños y niñas se encuentra profundamente deteriorada por los malos tratos que experimentan en el entorno familiar, escolar y social, cuyas consecuencias pueden repercutir seriamente en el desarrollo físico y psicosocial del niño y la niña. De acuerdo con estudios en psicología infantil destacan que los daños emocionales como consecuencia del maltrato infantil pueden, perdurar durante el resto de la vida, limitando seriamente la capacidad del adulto para el ajuste personal y social. En ese sentido, es importante resaltar que el problema del maltrato infantil no es de una zona, estado o país, es un problema mundial que repercute de forma negativa en la sociedad presente y futura, tal como lo demuestran las estadísticas que se presentan seguidamente.

    Con respecto a lo planteado, en un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) (2014), manifiesta que para ese año, en América Latina, dieciocho millones (18.000.000) de niños y niñas son objeto de agresiones severas y doscientos ochenta mil (280.000) mueren cada año producto de los malos tratos recibidos por sus propios padres.

    Así mismo, en Venezuela, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) a través de la Oficina Nacional de Denuncias del Niño Maltratado (2014), en su informe anual registró veinte mil setenta (20.070) denuncias de lesiones contra la integridad física de niños, niñas y adolescentes en ese año, y casos extremos de muertes violentas de niños, niñas y adolescentes, correspondientes a sesenta y dos (62) niños, niñas y adolescentes asesinados cada mes, lo que equivale a la matrícula de dos salones de clases.

    En este contexto, en el estado Lara, el Consejo Estadal del Derecho del Niño y el Adolescente (CEDNA) (2012), en su informe de gestión anual plantea que el setenta 75 % de los niños y adolescentes del estado Lara sufren de maltratos en el hogar y en las escuelas. Esta estadística engloba desde un tipo de maltrato de menor impacto como lo son gritos, empujones, pellizcos, entre otros, hasta casos de mayor impacto como palizas, violaciones, abandonos, entre otros.

    De acuerdo con la problemática planteada, se debe considerar que Venezuela cuenta con un marco legal nacional e internacional, además de contar con instituciones en todo el territorio que resguardan los derechos de los niños, niñas y adolescentes; entre las más importantes se pueden nombrar: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), la Ley Orgánica de Protección al Niño y del Adolescente (LOPNA) (2000) y la Ley sobre Violencia Contra la Mujer y la Familia (1998). Así mismo, existen otros organismos que incorporan los compromisos suscritos en los diferentes eventos internacionales como la Convención de los Derechos del Niño (2007), Declaración Universal de Derechos Humanos (1998), Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (Cairo, 1994) y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995).

    La cantidad de organismos citados, cuyo propósito es velar por la integridad física y emocional del niño y la niña, son señales de que el maltrato infantil es una situación alarmante en nuestro país y el mundo. Por todo lo expuesto, es que el fenómeno social maltrato infantil debe ser tomado en consideración como objetivo principal en la educación formal, principalmente en la Escuela Primaria, ya que durante este período se puede corregir o modificar la actitud de un niño o niña para que no repercuta en su adolescencia y posteriormente en su edad adulta.

    Sin embargo a pesar de los esfuerzos realizados, existe la necesidad de más planes y replantear los programas de estudio e instrumentos que le faciliten al docente herramientas para ejercer el rol de orientador en forma eficaz para abordar este tipo de situaciones dentro del ámbito escolar, considerando que en ese mismo ambiente se evidencian escenarios de conflictos, confrontaciones, enfrentamientos y agresiones entre los protagonistas del proceso educativo, llegando al extremo que el maltrato físico y psicológico, en los niños y niñas es considerado a veces hasta normal, cuando sólo se atacan los problemas que se consideran como casos extremos.

    En atención a lo anteriormente, la escuela, los docentes integrales y sobre todo los docentes de educación física deben cumplir con el rol de orientadores tanto de alumnos como de la comunidad en general. Además, el hecho de que sea la escuela la única institución a la que acuden diariamente todos los niños y niñas, además, aunado a la cotidianeidad y cercanía en las relaciones entre docentes de educación física y alumnos, los convierte en un observatorio privilegiado para comparar y diferenciar aquellos niños y niñas con un desarrollo adecuado, de aquellos que tienen problemas, pudiendo observarse situaciones socio familiares en las que no se están cubriendo adecuadamente las necesidades básicas de la infancia o en algunos casos se está atentando contra su integridad física, psíquica, social y hasta moral.

Objetivos

General

  • Analizar el rol orientador del docente de educación física ante el fenómeno social maltrato infantil en las Escuelas y Liceos del Estado Lara.

Específicos

  • Determinar las herramientas que deben utilizar los docentes de educación física para detectar posibles situaciones de maltrato infantil.

  • Orientar al personal docente de educación física sobre el manejo de situaciones irregulares ante posibles hechos de maltrato infantil de niños y niñas en las instituciones educativas.

Teoria humanista de Carl Rogers

    Carl Rogers, psicólogo, es el creador y promotor de la terapia centrada en la persona. Rogers parte del hecho de que las personas nacen con tendencias constructivas que necesitan ser expresadas, pero se deben dar las condiciones para ello. La tendencia hacia la actualización es convertirse en lo que se trae al nacer, lo innato de la personalidad, lo que hace a cada persona diferente; si esto no ocurre va a ser por los obstáculos del desarrollo. La base del desarrollo de la personalidad, es el que se basa en las experiencias y por lo mismo es dinámico y cambiante.

    Ante las situaciones planteadas, es en donde la familia y la escuela juegan un papel preponderante en la formación de la autoestima o del auto concepto que los niños y niñas posean sobre sí mismos. Al respecto el mismo Rogers, explica que la incorporación de los valores y patrones de los padres, sí son incoherentes con la propia ex­periencia interna puede perjudicar a los educandos.

    En concordancia con lo planteado, los docentes de educación física como corresponsables en la formación de la personalidad de los alumnos deben tomar en cuenta que los mismos, son personas individuales, únicas diferentes de los demás; personas con iniciativa, con necesidades personales de crecer, con potencialidad para desarrollar actividades y para solucionar problemas creativamente, además que ante estas situaciones incomodas, el docente de educación física es el llamado a cooperar a solventar posibles problemas de maltrato, ello se debe a la confianza que depositan los niños y niñas en esos profesionales, además de la cercanía entre ellos.

Modelo ecológico de Bronfenbrenner

    El profesor Urie Bronfenbrenner, del Departamento de Desarrollo Humano y Estudios sobre la Familia de la Universidad de Cornell en Ithaca (Nueva York) publica en la década de los setenta, su obra titulada “La ecología del desarrollo humano”, allí plantea en su visión ecológica del desarrollo humano, en la que destaca la importancia crucial que da al estudio de los ambientes en los que se desenvuelve el ser humano. Defiende el desarrollo como un cambio perdurable en el modo en el que la persona percibe el ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se relaciona con él.

    En su teoría ecológica Bronfenbrenner (1979), plantea la existencia de cuatro subsistemas, estos son: microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema.

  • Microsistema: Es donde residen las relaciones más próximas e íntimas que una persona tiene con el entorno, la familia es un ejemplo claro de microsistema.

  • Mesosistema: Relación existente entre dos o más sistemas, el ejemplo más claro del mesosistema lo constituye la relación entre la familia y la escuela.

  • Exosistema: Se ubican todas las influencias de agentes externos que tiene la persona, ejemplo, las amistades de los integrantes de la familia (del papá, mamá, hermanos, otros)

  • Macrosistema: se ubican las creencias de una cultura, las leyes que regulan una sociedad, los mitos y los valores.

    Ahora bien, este enfoque ecológico, señala diferentes maneras de comportamientos que van inmersos en los cuatro subsistemas señalados, los mismos están interrelacionados, lo que significa que todos los eventos que ocurran en esos subsistemas serán asimilados por los escolares y traducidos en actitudes favorables o desfavorables en los contextos donde hacen vida activa.

Rol docente como orientador

    Después de expuesto los postulados de la La Teoría Humanista de Carl Rogers y el Modelo Ecológico de Bronfenbrenner, se puede afirmar que el docente de educación física en su rol como orientador, es un guía que debe conducir al niño y la niña por el camino del saber y de su apropiado desarrollo psico-social, sin imposiciones pero con la autoridad suficiente que emana de su experiencia y sobre todo de la confianza que en él han depositado sus alumnos, a partir del establecimiento de relaciones afectivas basadas en la aceptación, el respeto mutuo y la comprensión, además de las relaciones que interactúan a través de las actividades deportivas, recreativas y culturales que les permite socializar constantemente.

    A continuación, se desarrollan las características que debe poseer el docente de educación física en su rol de orientador, ante posibles situaciones de conflictos presentes en los alumnos y alumnas dentro y fuera de los espacios escolares.

    En correspondencia con lo anterior, La UPEL-IPB (1972), cita las funciones que el docente como orientador debe tener:

  • Estimular en los educandos el desarrollo y consolidación de valores relacionados con la familia, escuela y sociedad.

  • Promover en los educandos la autoestima y el desarrollo de sus capacidades e intereses.

  • Participar en la orientación escolar y social.

  • Detectar en los educandos problemas de aprendizaje y de adaptación, proporcionar soluciones a su alcance o remitirlos a los profesionales especializados, cuando sea necesario.

  • Fomentar en los educandos el desarrollo de hábitos de estudio, de trabajo, de salud y del ambiente.

  • Evaluar críticamente sus propias actitudes, convicciones, creencias, valores, ideales y conductas profesionales a la luz de la filosofía, leyes, normativos y políticas educativas del Estado venezolano.

    Como se puede apreciar en lo descrito, que en el rol del docente como orientador, considera que se deben tomar medidas correctivas ante situaciones anormales dentro y fuera del aula, para efecto de la presente investigación es como, a través de indicadores del maltrato infantil, el docente de educación física detecta y canaliza estas situaciones. Por ello, la habilidad de este docente está en percibir la realidad educativa, tal cual como se presenta.

    Sobre la base de lo expresado, el organismo precitado expone que el docente en su rol de orientador, debe poseer varias cualidades y ponerlas en práctica. Las mismas son: “los valores, la autoestima, la empatía, la comunicación” (p. 53).

    La autorreflexión, es indispensable si se aspira generar cambios en la concepción docente, en virtud de que tales creencias relacionadas con la enseñanza, el aprendizaje y la concepción sustentada del estudiante, se proyectan en la práctica pedagógica y no es posible propiciar cambios sin que esto se realice previamente.

    Los valores que son definidos por Mancure (1991), “como un conjunto de creencias que se consideran necesarias “para una óptima convivencia entre los miembros de la familia, la comunidad y en general todas las personas”. (p. 3). Esto quiere decir que los valores, son simplemente un descubrimiento que va apareciendo con el progreso de la cultura, en el ámbito socio cultural del hombre.

    La autoestima es el sentimiento valorativo del ser, de la manera de ser, de quien se es, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran la personalidad. Esta se aprende, cambia y se puede mejorar.

    Se interpreta que la autoestima se genera desde el interior de la persona, la cual nace por la observación que se tiene de sí mismo y de la opinión que los demás tienen sobre él, de esta manera se hace un juicio de valor de las cualidades personales, lo cual ayuda a descubrir quién eres, cómo eres, dándoles de esta manera el sentido de la vida.

    Seguidamente está la empatía, para que la misma se dé, debe existir un diálogo, un encuentro entre personas, una interacción. Esta no sólo se debe ver, como la capacidad de captar el significado de la experiencia ajena, sino también como la capacidad de devolver este significado a quien lo vive, para que él o ella sientan que realmente están siendo comprendidos.

    Finalmente la comunicación, la misma es un proceso de carácter social que comprende todos los actos mediante los cuales los seres vivos se comunican con sus semejantes para transmitir o intercambiar información. Al respecto, Beria (1981), describe como se da el proceso de comunicación: La significación de la comunicación depende de las características de los sujetos implicados en ella; a su vez, las características de los sujetos determinan el proceso de comunicación. (p. 81)

El fenómeno social maltrato infantil

    El maltrato infantil constituye una realidad frente a la cual se debe adoptar una posición adecuada para ayudar a los niños y niñas que estén sufriendo esa circunstancia; una posición de nuestra parte adecuada para escucharlos y en la medida de las posibilidades defenderlos para poderles cambiar esa realidad tan desagradable.

    Al respecto, Martínez y de Paul (1993), definen el maltrato infantil como cualquier acción u omisión no accidental, de parte de los padres o cuidadores, que provoca daño físico y/o psicológico a un niño. Este tipo de maltrato puede asumir la forma de abuso físico (golpes de puño, cachetadas, empujones, quemaduras, agresiones con objetos, heridas con algún tipo de arma, etc.), abuso sexual (uso de la fuerza, con el objeto de tener relaciones sexuales en contra de la voluntad del agredido-a), abuso emocional (descalificaciones, insultos, amenazas de agresión, intimidación, indiferencia, o cualquier otra conducta que tenga la finalidad de afectar la autoestima y valoración del niño objeto de maltrato), abandono físico, abandono emocional e infantes testigos de violencia.

Conclusiones

    Luego del análisis de los distintos documentos y observaciones del problema planteado se obtuvo las siguientes conclusiones:

  • Los docentes no tienen como práctica reflexionar sobre cuál es la actitud que deben asumir ante posibles evidencias de maltrato infantil en sus estudiantes. Así mismo, se pone de manifiesto que los mismos sustentan creencias en las cuales prevalece en su mayoría una perspectiva tradicional académica, al no tomar en cuenta en su autorreflexión personal y profesional, el ambiente familiar y social donde se desenvuelven los niños.

  • Los docentes de educación física en su práctica pedagógica, fomentan el desarrollo personal, la empatía y la consolidación de los valores en sus estudiantes, como ejercicio diario en su desempeño docente. Más del 80 % de los docentes consideran que no tienen las suficientes herramientas para identificar, reconocer y canalizar posibles situaciones de maltrato infantil, de igual manera poseen pocos conocimientos acerca de esta temática y el 100 % están conscientes que necesitan capacitación sobre cómo detectar y canalizar posibles situaciones de maltrato infantil. Los docentes de educación física en su mayoría (75%), en su rol de orientador poseen control sobre sus emociones al saber controlar las mismas ante la conducta disruptiva de un niño o niña.

  • Con respecto a la planificación de estrategias, se detectó que los docentes en un 60%, toman en cuenta la educación sexual como problema principal en su praxis pedagógica. Pero el mismo se hace como desarrollo de contenidos y no para orientar la problemática como tal.

  • La mayoría de los docentes de educación física en un 85% sólo algunas veces logran identificar cuando un niño se encuentra sufriendo o siendo víctima de diferentes tipos de maltratos, aunque en contraposición con lo planteado, los docentes en su totalidad 100% han podido ser testigos de este tipo de maltrato.

  • Es evidente que existe la necesidad de diseñar un programa para orientar a los docentes de educación física de los Institutos educativos de Educación Primaria del Estado Lara, para detectar y canalizar posibles situaciones del fenómeno social maltrato infantil.

Recomendaciones

    Analizadas las conclusiones, se presentan las recomendaciones:

  • Los Docentes de educación física deben reaccionar e intervenir junto a los Padres y representantes para lograr una educación integral de calidad para los niños y niñas de las instituciones educativas de educación primaria del estado Lara.

  • Es recomendable que las autoridades educativas como el Ministerio del Poder Popular para la Educación, la Dirección de Educación, la Dirección Municipal de Educación y el CEDNA, brinden acompañamiento en el proceso de actuación colectiva en función de atacar el fenómeno social maltrato infantil a nivel de las instituciones educativas.

  • Crear a nivel institucional una escuela para padres, de manera de ayudar a crear conciencia entre los padres y representantes de niños y niñas sobre lo negativo del fenómeno social maltrato infantil y su posible repercusión posterior en la edad adulta.

  • Se recomienda que en cada plantel educativo se elaboren académicamente proyectos de aprendizaje concernientes al tema del fenómeno social maltrato infantil e involucrar a los padres y cuidadores en la planificación y desarrollo de los mismos.

  • Crear en cada institución educativa un equipo de docentes que se aboquen al fenómeno social Maltrato Infantil para que el problema no se encare de manera individual, o sea sólo por el o la docente del grado, sino que intervenga el grupo de docentes que tengan las herramientas necesarias para detectar y canalizar cada problema o situación, en donde el docente de educación física asuma rol protagónico por su cercanía con los niños.

  • Se sugiere dar continuidad al presente trabajo, ejecutando toda propuesta hecha por docentes, padres y representantes con la finalidad de concienciarlos y darles las herramientas necesarias que les permita detectar y canalizar posibles situaciones de maltrato infantil.

Bibliografía

  • Beria, D. (1981). El Proceso de la Comunicación. Buenos Aires.

  • Bronfenbrenner, U. (1979). La ecología del desarrollo humano experimentos en entornos naturales y diseñados. Caracas: Editorial Paidós.

  • Consejo Estadal del Derecho del niño y el Adolecente (CEDNA). (2012). Informe de gestión.

  • Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial Nº 3334. Caracas.

  • Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995). Beijing.

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  • Declaración Universal de los Derechos Humanos. (1998). [Documento en Línea] disponible en: http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm [Consulta: 2015, febrero 11].

  • Kempe y Kempe, F. (1979). Inteligencia múltiple. Argentina: Troquel.

  • Ley Orgánica Para La Protección Del Niño Y Del Adolescente (LOPNA) (2000). Gaceta Oficial N° 5. 266 Extraordinario. Caracas.

  • Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia. (1998). Congreso de la República de Venezuela. [Documento en Línea]. [Consulta: 2015, julio 12].

  • Mancure, E. (2001). Educar en valores, valores para vivir. Caracas, Venezuela: Trillas.

  • Martínez, A. y de Paúl, J. (1993). Maltrato y abandono en la infancia. España: Ediciones Martínez Roca.

  • Ministerio de Educación. Oficina Sectorial de Planificación y Presupuesto (1987). Modelo normativo. Plan de estudio y Evaluación del rendimiento escolar de Educación Básica. Caracas: ME.

  • Ministerio de Educación (1997). Currículo Básico Nacional 4to, 5yo y 6to grados. Caracas, Venezuela: ME.

  • Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). (2014). Estudio comparativo sobre el maltrato infantil. [Documento en Línea]. [Consulta: 2015, julio 7].

  • Universidad Pedagógica Experimental Libertador (1992). Diseño curricular. Vicerrectorado de Investigación y Postgrado. Caracas: Fundaupel.

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