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Programa de actividad física para mujeres con cáncer de mama

Programa de exercícios para as mulheres com câncer de mama

Physical activity program for women with breast cancer

 

Técnico superior en Animación de actividades física y deportivas. I.E.S. La Rosaleda

Grado en Ciencias de la actividad física y el deporte. Universidad de Granada

Máster en profesorado de secundaria, formación profesional y enseñanza de idiomas

Universidad de Málaga

Samuel Alejandro Aragón Bonilla

aragonbonilla@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo, nos presente un programa de actividad física para mujeres con cáncer de 12 semanas de duración, así como los test a realizar antes y durante dicho programa. También presenta un exhaustivo estudio de la bibliografía existente en el cual queda demostrada la importancia de la actividad física en personas que padecen o han padecido dicha patología.

          Palabras clave: Actividad física. Ejercicios. Cáncer. Programación de actividad física.

 

Abstract

          This article introduces a 12-week program of physical activities for women with cancer, as well as the test that should be performed before and during the aforementioned program. It also introduces a comprehensive study of the existing bibliography where the value of physical activities in people who suffer or have suffered the aforementioned disease is shown.

          Keywords: Physical activity. Exercises. Cancer. Physical activity program.

 

Recepción: 24/09/2015 - Aceptación: 28/10/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 210, Noviembre de 2015. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    En el presente artículo, vamos a demostrar la importancia que tiene la actividad física en mujeres que padecen o han padecido cáncer de mama, así como el ejemplo de un programa de ejercicios a realizar con ellas, durante el transcurso de la enfermedad, y que supondrá una mejoría en su salud y estado de ánimo, lo que nos va a conllevar a una mejor calidad de vida.

    Es importante conocer este programa de ejercicio, así como una variedad de entrenamientos para personas que sufren esta enfermedad debida a que cada vez más y por desgracia son más las que la sufren. Según la SOEM (Sociedad española oncología médica), las personas que sufrían cáncer en 2012 eran 215.534.

    Las personas que sufren cáncer en 2015, son: 227.076.

    Por lo que encontramos una creciente años tras año.

    Para culminar en este artículo presentaremos una revisión bibliográfica detallada en el cual nos muestra la importancia de la actividad física en personas con esta patología y la mejoría que conlleva la práctica de actividad física, así como un programa de ejercicios, para la mejoría de dicha población.

2.     Fundamentación bibliográfica

    En la bibliografía existente, podemos encontrar múltiple información, sobre la mejoría que conlleva la práctica de actividad física cuando se sufren algún tipo de cáncer, así como los programas de ejercicios más adecuados que se pueden realizar. A continuación encontramos la bibliografía más relevante sobre este tema, y que demuestran la importancia de la actividad física en esta población:

    Kauhanen et al. (2014), demostraron que un programa de actividad física con una duración de 8 semanas, realizando sesiones diarias de 30 minutos, tiene un efecto positivo en la motivación y en el estado de ánimo en enfermos de cáncer, frente a los pacientes que no realizaban este tipo de programas.

    Lewis, Xun, He (2014), demostraron que un programa de actividad física, con una duración de 24 meses, produce un aumento en la calidad de vida en enfermos de cáncer, frente a los que no han practicado dicha actividad.

    Arbane et al. (2014) realizaron un estudio en el cual los pacientes eran sometidos a un programa de ejercicios con una duración de 4 semanas, justo después de ser intervenidos quirúrgicamente. Tras estas 4 semanas los pacientes del programa alcanzaban los niveles de fuerza y tolerancia al ejercicio que tenían antes de la operación, frente a los que no seguían el programa de ejercicios

    Wall et al. (2014) demostraron en un estudio que no hay ningún problema para la salud de los pacientes que sufren cáncer realizar una prueba de esfuerzo, tal y como si ni tuvieran este tipo de patología.

    Karvinen, Esposito, Raedeke, Vick, Walker (2014) demostraron que un programa de actividad física con bandas elásticas, durante el tratamiento de quimioterapia, es decir una duración aprox. De 12 semanas, trabajando 3 sesiones a la semana, con una duración de 30-60min, atenúa la disminución de glóbulos blancos frente a los pacientes que no realizan ningún tipo de actividad.

    Niederer et al. (2013) demostraron que un programa de actividad física basado en marcha nórdica durante 16 semanas, mejora la regulación autonómica cardiaca en pacientes con cáncer, frente a los que no realizan dicho programa de actividad física.

    Cantero et al. (2013) demostraron que un programa de actividad física, en el medio acuático, con una duración de 8 semanas, realizando 3 sesiones semanales con una duración de 60 minutos, mejora la fatiga y la fuerza en sobrevivientes de cáncer frente a sobrevivientes que no realizan este programa de ejercicios.

    Braam et al. (2013) realizaron un revisión en la bibliografía existentes, sobre los efectos que tiene un programa de actividad física en personas que padecen cáncer, llegando a la conclusión de que un programa de ejercicio, con una duración de 10 semanas, ya sea durante el tratamiento de quimioterapia o después con una duración de 15-60 minutos de trabajo y 3 sesiones a la semana, produce una mejora tanto en la tolerancia a la fatiga, la ansiedad, la depresión, la auto eficacia y la calidad de vida. Es decir mejora la forma física y el comportamiento social de los pacientes frente a los que no realizan este tipo de programas.

    Keogh y Macleod (2012) hicieron una revisión bibliográfica en la cual buscaban si la actividad física en pacientes con cáncer de próstata, reducían sus síntomas y mejoraban su calidad de vida, llegando a la conclusión de que la actividad física en este tipo de pacientes, hace que mejoran la resistencia aeróbica, la calidad de vida, reduzcan la fatiga, aumenten la masa muscular, mejoren la fuerza, y mejoren el rendimiento funcional, frente a los pacientes que no realizan actividad física.

    Cramp y Byron (2012) hicieron una revisión bibliográfica en la cual llega a la conclusión de que el ejercicio aeróbico puede ser considerado como beneficioso para las personas con fatiga relaciona con el cáncer durante y después de las terapias, y especialmente en personas con tumores sólidos.

    Cantero et al. (2012) demostraron que un programa de ejercicio con una duración de 8 semanas en el centro, y 6 meses con apoyo de DVD en el domicilio particular, mostraban una reducción de la fatiga, y un aumento del estado de ánimo, la resistencia y la fuerza en las personas que realizaron el programa frente a los que no.

    Mishra et al. (2012) realizaron una revisión bibliográfica sobre el efecto que puede realizar actividad física como (caminar, ciclismo, entrenamiento de fuerza y/o resistencia, yoga) en pacientes que padecen cáncer. Llegando a la conclusión que realizar este tipo de actividad durante el transcurso de la enfermedad, tiene mejora en la reducción de la fatiga, ansiedad, depresión y trastornos del sueño, y un aumento de la calidad de vida y del bienestar emocional frente a los pacientes que no realizan ningún tipo de actividad.

    Quist et al. (2012) realizaron un estudio en pacientes con cáncer, en el cual realizan un programa de entrenamiento en el cual incluye entrenamiento de relajación, muscular y cardiovascular, durante 6 semanas, en el cual se realizan sesiones de 1,5 horas 3 veces a la semana. Dicho entrenamiento se realizaba midiendo tanto el consumo de oxigeno, la fuerza muscular y la calidad de vida. Tras realizarse se comprobó un aumento del índice fisiológicos y del bienestar emocional en las pacientes que realizan el programa de ejercicios, frente a los que no realizan ninguna actividad.

    Carolyn et al. (2012) realizaron un estudio en sobrevivientes de cáncer de pulmón, en el cual eran sometidos a un programa de actividad física. Dicho programa tiene una duración de 20 sesiones repartidos en 10 semanas. Tiene como objetivo medir la fuerza muscular, la resistencia, la composición corporal y el funcionamiento físico. Tras la realización se comprobó una mejora en todas las facetas excepto en la composición corporal que se mantuvo igual frente a los que no realizaron ninguna programa.

    Campbell, Stevinson y Crank (2012) demostraron la importancia de mantenerse activos una vez que se ha diagnosticado cáncer y durante el tratamiento de este, debido a la falta de forma física que es debido a los tratamientos, y por consiguiente a la dificultad de realizar tareas de la vida cotidiana, por lo tanto la actividad es de vital importancia para mantener las características funcionales y el bienestar.

    Galiano et al. (2011) nos comenta la importancia que tiene un programa de actividad física en pacientes que han padecido cáncer de mama, puesto que tiene una disminución de la musculatura cervical, lo que le impide realizar tareas cotidianas de manera satisfactorias debido a la reducción de la movilidad, y como con un programa adecuado ayuda a las pacientes a recuperar la movilidad existente antes de la enfermedad.

    Blaney et al. (2010) nos muestra en su estudio que una de las principales causas de la fatiga que sufren los enfermos de cáncer, se debe a la falta de ejercicio física, y por la tanto la importancia de hacer ejercicio, ahora bien también nos muestra que el programa de ejercicio debe de ser adecuado atendiendo a las características individuales de cada uno para que sea totalmente efectivo.

    Torres et al. (2010), nos comentan que un programa de actividad física adecuada con una duración de 3-4 semanas, realizados después de una intervención quirúrgica a pacientes de cáncer de mama, reducen el riesgo de aparición de linfedema, frente q las que no realizan actividad.

    Torres et al. (2009) dice que la actividad física es de vital importancia en mujeres que han padecido cáncer de mama, y ha sido sometidas a un intervención quirúrgica, debido al síndrome web axilar.

    Chen et al. (2009) demostraron que un programa adecuado de ejercicio para personas que padecen cáncer de mama durante 36 meses, con evaluaciones en el inicio, tras los 6 meses, 18 meses y 36 meses, tiene un mejorar calidad de vida y puntuaciones en las pruebas físicas, psicológicas, sociales y de bienestar, frente a las pacientes que no fueran sometidas al programa de ejercicios.

    May et al. (2009) demostraron que un programa de actividad física con una duración de 12 semanas, entrenando 2 sesiones a la semana con una duración de 2 horas cada sesión, en pacientes que padecen cáncer, tiene efectos positivos aumentando su calidad de vida tras las 12 semanas, mayores que los pacientes que no fueron sometidos al programa de actividad física.

    Courneya et al. (2008) realizaron un estudio en el cual, se tomaron pacientes al inicio de quimioterapia, y se le fue sometido un programa de actividad física. Un grupo realizaron entrenamiento aeróbico específico, y otro grupo realizaron entrenamiento aeróbico el cual ellos deseaban. El primer grupo tuvo una mejora tanto en la capacidad aeróbica, fuerza muscular, masa magra y grasa frente al segundo. Ahora bien el segundo grupo tuvo una mejora en la calidad de vida frente al primero.

    Queda más que demostrado bibliográficamente, que la actividad física en personas que padecen cáncer no es que sea buena, si no que es prácticamente necesaria.

3.     Programa de ejercicios

Temporalización

Evaluación

Test

Semana 1-4

Trabajo de autocargas.

2 series x 8-12 repeticiones

30 segundos de descanso.

Evaluación

Test

Semana 4-8

Trabajo bandas elásticas

2 series x 15 repeticiones

45 segundos de descanso.

Evaluación

Test

Semana 8-12

Trabajo con mancuernas

3 series x 15 repeticiones

45 segundos de descanso.

Evaluación

Test

Continuación

Continuación programación en función de las características.

    La temporalización anterior es un programa tipo de 12 semanas de entrenamiento, que se pueden seguir trabajando tras dichas semanas en función de la evolución del mismo. Destacar que el programa consta de 3 días de entrenamiento a la semana con un día de descanso entre sesiones, y una duración de 60-90 minutos por sesión.

Método de trabajo

    En cuanto al método de trabajo destacar que debido a la variedad de características que pueden presentar nuestros pacientes, y las diferentes características de la enfermedad, en el presenta artículo vamos a presentar un ejemplo de cómo sería el método de trabajo que vamos a llevar, teniendo siempre en cuenta que es un ejemplo y que en la realidad puede sufrir variaciones en función de las características del paciente que se nos presente.

    En cuanto a los objetivos que buscamos con una programación de actividad física encontramos:

    En cuanto a la evaluación inicial, a las 4 semanas, a las 8 semanas y la final, realizamos los siguientes test:

Índices corporales

Estado ánimo (POMS)

Piper Fatigue Scale

Fuerza tren inferior

Resistencia muscular

Test flamingo

Capacidad cardiovascular

Test sit and reach

Test Tapping plate

    Tener en cuenta que en cuanto a la evaluación inicial y progresiva, toda la literatura científica nos recomienda hacer baterías de test de las que ya están estipuladas, ejemplos: Batería Alpha, eurofit etc., siempre y cuando el personal sanitario no nos diga lo contrario.

    Ahora vamos a analizar cada uno de los bloques de trabajo en el cual vamos a dividir nuestra programación.

Semana 1-4

Trabajo:

Autocargas; 7 Ejercicios; 8 x 8-12rep.; 30” de descanso.

Intensidad:

Supeditada escala de Borg

Objetivos:

Generales, Acondicionamiento, ↑Tono muscular. Aprendizaje movimientos básicos.

 

Calentamiento. (será el mismo para las 12 semanas)

Parte principal

 

Vuelta a la calma. (será la misma para las 12 semanas)

Estiramientos de los principales músculos que han intervenido en la sesión. 2 repeticiones de cada músculo manteniendo la posición 30 segundos.

Semana 4-8

Trabajo:

Bandas elásticas.7 Ejercicios; 8 x 8-12rep.; 30” de descanso.

Intensidad:

Supeditada escala de Borg

Objetivos:

Generales, ↑Tono muscular. Mejoría condición física

 

Parte principal

 

Semana 8-12

Trabajo:

Mancuernas. 7 Ejercicios; 8 x 8-12rep.; 30” de descanso.

Intensidad:

Supeditada escala de Borg

Objetivos:

Generales, Acondicionamiento, ↑Tono muscular. Aprendizaje movimientos básicos.

 

Parte principal

    Destacar que en todo momento el paciente debe ir midiendo en la escala de Borg su fatiga, puesto que se encuentra enfermo y es normal que cuesta mucho trabajo realizar cualquier tipo de programa de ejercicios de cierta intensidad. Aunque nosotros tengamos unas series y/o repeticiones establecidas, el paciente debe trabar sobre 4-5 en la escala de borg, y llegar a un máximo de 6, por lo que nos tenemos que ajustar a sus necesidades.

4.     Conclusión

    Tras la realización del artículo llegamos a la conclusión de la importancia que tiene la realización de actividad física tanto en personas que le han sido detectada la enfermedad, en aquellas que están en tratamiento, como en las que la han superado. Esta actividad física queda demostrada que a la mejora de la condición física cosa innegable, viene acompañada de una mejoría psíquica-emocional, lo que conllevara a una mejor calidad de vida en las personas que la realizan.

    También es cierto que esta programación de actividad física debe de ser adecuada. y realizada de manera minuciosa, ya que estamos trabajando con una población especial y el cuidado que tenemos que gastar es máximo.

    Por último concluir, en que dichas programaciones deben ser siempre realizadas y supervisadas por un oncólogo, para que el resultados de estas sea lo más satisfactorio posible, y nuestro paciente no sufre ningún tipo de anomalía.

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