El método pilates y el dolor en la zona lumbar The pilates method and the low-back pain |
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*Diplomada en Fisioterapia y Terapia Ocupacional Experta en Terapia Manual **Licenciada en Ciencias de la Actividad Física con maestría en atletismo y esquí |
Cristina Mesa Única* Paloma Mesa Única** (España) |
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Resumen Objetivo: valorar la eficacia del método Pilates en la prevención y tratamiento del dolor en la zona lumbar. Material y métodos: La búsqueda electrónica fue llevada a cabo en las bases de datos Pubmed, Medline, Science Direct, Pedro, Scopus, Cochcrane. Han sido utilizadas también otras fuentes de información: libros, revistas electrónicas (efdeportes.com), tesis doctorales y, sobre todo, referencias de los artículos encontrados. Los criterios de inclusión fueron todos aquellos artículos relacionados con el método pilates en la prevención y tratamiento del dolor lumbar. Resultados: Pilates es hoy día un ejercicio de cuerpo-mente ganando popularidad y aceptación en el mundo del fitness y la rehabilitación, ya que es definido por muchos como un método de ejercicio beneficioso para la población adulta. Un total de 30 estudios analizados, obteniendo como resultado: mejoras estadísticamente significativas en ganancia de fuerza de la musculatura extensora de la espalda tras un programa de entrenamiento con Pilates, reducción del dolor lumbar y de la incapacidad asociada a éste, mejorar la flexibilidad, la movilidad y el control de la musculatura del tronco y pelvis, incluyendo una mejora de la percepción de salud y calidad de vida. Conclusiones: La mayoría de los autores consideran al método pilates como tratamiento de rehabilitación para pacientes que sufren de dolor de espalda baja, y trae otros beneficios, tanto en el equilibrio estático y dinámico, la flexibilidad y la capacidad funcional de los pacientes, aunque insisten en la necesidad de adaptar estos ejercicios a cada sujeto y patología. Palabras clave: Pilates. Dolor lumbar. Lumbalgia.
Abstract Objective: assess the effectiveness of the Pilates method in the prevention and treatment of pain in the lumbar region. Material and methods: the electronic search was carried out in the Pubmed database, Medline, Science Direct, Scopus, Pedro, Cochrane. Other sources of information have also been used: books, journals electronic (efdeportes. com), doctoral thesis and, above all, references of the records found. The inclusion criteria were all those articles with the pilates method in the prevention and treatment of low back pain. Results: Pilates is today a mind-body exercise gaining popularity and acceptance in the world of fitness and rehabilitation, since it is defined by many as a method of exercise beneficial to the adult population. A total of 32 analyzed studies, obtaining as a result: statistically significant gain in strength of the extensor muscles of the back after a training program with Pilates, reducing back pain and associated disability associated, improve flexibility, mobility and control of the muscles of the trunk and pelvis, including an improvement in the perception of health and quality of life improvements. Conclusions: The majority of the authors considered pilates as a rehabilitation method for patients who suffer from low back pain, and brings other benefits, both in static and dynamic balance, flexibility and the functional capacity of patients, although they insist on the need to adapt these exercises to each subject, and pathology. Keywords: Pilates method. Low back pain.
Recepción: 09/09/2015 - Aceptación: 10/10/2015
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 209, Octubre de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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1. Introducción
1.1. Principios del Método Pilates
El método pilates se fundamenta en unos principios que dan sentido a su finalidad y al cumplimentarse, permiten disfrutar de las excelencias de dicha técnica de trabajo. La concentración, el control, la centralización, la respiración, la precisión y la fluidez de movimiento son los seis principios básicos de la técnica Pilates y nos sirve para armonizar la atención mental de nuestro cuerpo con el movimiento (Cárceles et al., 2009).
La concentración es la clave para conectar la mente y el cuerpo. Joseph Pilates creía que la concentración llevaría al dominio de los ejercicios, él decía “hay que concentrarse en los movimientos correctos cada vez que se realiza el ejercicio; si se hace de forma inadecuada, se pierden todos los beneficios vitales de su labor”.
Pilates suele describirse como “movimiento que fluye desde un centro fuerte”.
El centro es la parte del cuerpo que comprende la faja abdominal, la zona lumbar y la zona de los glúteos, llamada “mansión del poder”, “centro enérgico” ó “powerhouse”, y la centralización es el control sobre los grupos musculares que la forman.
La respiración es el primer y último acto de la vida, por eso él decía:”lo más importante es aprender a respirar correctamente”. Una respiración correcta oxigena la sangre y es esencial para coordinar los movimientos.
La precisión incrementa el beneficio de cada ejercicio, cada movimiento tiene un propósito, una razón de ser, y cada instrucción es vital para el éxito global del ejercicio. Pilates se sirve de pocas repeticiones, por lo que la calidad prima sobre la cantidad, él decía “la contrología no es un cúmulo de ejercicios al azar diseñados para potenciar los músculos”, en Pilates “nada es azaroso”.
1.2. Pilates, Postura y Movimiento
El método Pilates es un sistema de movimiento con la capacidad de curar. A traves de Pilates, los patrones de movimiento saludables sustituyen a los disfuncionales. Dichos patrones proporcionan un uso óptimo del cuerpo y ayudan a ajustar el cambio de postura, la relación gravitacional y los cambios de superficie.
La postura se define como “la suma total ó expresión estática y dinámica, de estabilidad segmentada y completa”. La postura estática se refiere a la alineación mantenida del cuerpo y sus segmentos en distintas posiciones: de pie, tumbado y sentado. La postura dinámica, que incluye los ejercicios de pilates y otras actividades en movimiento, se refiere al cuerpo o sus segmentos en movimiento.
La buena salud depende de una postura alineada, la respiración completa, el equilibrio alimentario y el pensamiento y sentimiento centrado. La postura corporal es un espejo que refleja el ser interno hacia el mundo exterior, incluido las actitudes, las ideas y los pensamientos.
1.3. Respiración
“Respirar es lo primero y lo último que hacemos” (Pilates).
El método Pilates hace hincapié en la espiración. Se debe a que Pilates creía que para respirar correctamente, debe inspirarse y espirarse por completo, intentando expulsar por todos los medios cualquier partícula de aire impuro de los pulmones.
La respiración que se utiliza en Pilates funciona para favorecer la presión intra-abdominal que ayuda a estabilizar la columna y facilitar los movimientos avanzados. Por eso decimos “inspire al realizar el movimiento”. La presión intra-abdominal va “hacia adentro y hacia arriba” y protege discos que se hallan a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal, ayuda a descargar los discos.
La inspiración reduce la presión de los discos un 40% y facilita la extensión de la columna, mientras que la espiración facilita la flexión (Tinoco, 2012).
1.4. Trabajo del Powerhouse
Probablemente el más importante de todos los conceptos del Método Pilates. El powerhouse hace referencia a todos los músculos estabilizadores del tronco. Según el concepto Pilates, éstos deben tonificarse, buscando siempre calidad en la ejecución y control postural lo que provoca un desarrollo propioceptivo importante que facilitará la reeducación postural. A la vez, la tonificación de la musculatura estabilizadora provocara una descompresión articular disminuyendo la erosión y el stress óseo (Muscolino y Cipriani, 2003) al partir el trabajo desde una postura correcta.
1.5. El dolor lumbar (Soriano, 2011)
La lumbalgia es un síndrome caracterizado por dolor en la región vertebral o para-vertebral de la espalda baja, asociado a una pérdida de funcionalidad en las actividades de la vida cotidiana, afectando a la calidad de vida de quienes la padecen (Forte, 2005).
Las lumbalgias, tanto crónicas como agudas, representan el principal problema músculo esquelético. Se estima que el 80% de la población adulta, alguna vez en su vida, sufrirá un episodio de dolor lumbar de la suficiente severidad como para tener que dejar de trabajar temporalmente (Salter, 2001). Sólo, en los Estados Unidos de Norteamérica, se estima que cantidades cercanas al billón de dólares son destinadas a gastos médicos y paramédicos relacionados con las lumbalgias (Luo et al., 2004). Concretamente en España, aproximadamente 4.5 millones de personas sufren lumbalgia aguda, según se recoge en el estudio EPISER (Sociedad Española de Reumatología, s.f.). Más concretamente, el dolor lumbar crónico se ha asociado a una pérdida de fuerza y retraso en la activación de los músculos estabilizadores del tronco (oblicuos, transverso y multífidus principalmente) lo que repercute negativamente en la funcionalidad y por tanto en la productividad de los sujetos aquejados de esta dolencia.
1.6. Papel de la musculatura estabilizadora del tronco en las lumbalgias
La llamada faja abdominal está compuesta por una serie de músculos que trabajando de forma sinérgica condicionan la estabilidad del tronco.
El concepto de faja abdominal y sobre todo, lo relativo a su función, es denominado por Pilates “powerhouse”. El powerhouse está formado por el área comprendida entre el borde inferior de las últimas costillas y la línea media de las caderas, incluyendo la musculatura abdominal, el cuadrado lumbar, el suelo pélvico, los pelvitrocantéreos y los glúteos. El trabajo conjunto de los músculos del powerhouse actúa como un corsé de soporte para el tronco que, estabilizando, sirve de base y partida a los diferentes movimientos corporales.
En la actualidad se considera al músculo transverso abdominal, los oblicuos y el multífidus como los músculos más relevantes para estabilizar el tronco.
En lo referente al tratamiento de las lumbalgias, la bibliografía científica más reciente afirma que uno de los tratamientos más adecuados para la desaparición del dolor en las lumbalgias es una correcta ejecución de ejercicios que tonifiquen la musculatura estabilizadora del tronco, compuesta por transverso y oblicuos, junto a la musculatura del suelo de la pelvis y el multífidus (Donizelli et al., 2006).
Recientes investigaciones ha demostrado que la debilidad y atrofia de los músculos transversos y multífidus son dos características que están normalmente presentes en las personas que refieren lumbalgias crónicas (Barker, Jackson, y Shamley, 2004). Es por ello que varios investigadores, buscando compensar estas debilidades y descompensaciones, han conseguido demostrar que los ejercicios de estabilización lumbopélvicos son efectivos en el tratamiento de la lumbalgia (Arokosko et al., 2004; Goldby et al., 2006; Hides et al., 2001; Lewis et al., 2005; Soriano, 2011).
Investigaciones realizadas han demostrado que ejercicios específicos centrados en el transverso abdominal y en el multífidus contribuyen a aliviar el dolor y a reducir la recurrencia de la lumbalgia (Hydes et al., 2001; O’Sullivan et al., 1997; Soriano, 2011).
2. Material y métodos
La búsqueda electrónica de los artículos relacionados con el tema fue llevada a cabo en las bases de datos Pubmed, Medline, Science Direct, Pedro, Scopus, Cochrane.
Han sido utilizadas también otras fuentes de información: libros, revistas electrónicas (efdeportes.com) y, sobre todo, referencias de los artículos encontrados.
Los criterios de inclusión fueron todos aquellos artículos relacionados con el método pilates en la prevención y tratamiento del dolor lumbar.
Los criterios de exclusión fueron aquellos artículos que reflejaban otros aspectos del método pilates o que no se relacionaban con el dolor lumbar.
En la base de datos medline han sido elegidos 14 artículos utilizando como palabras clave “Pilates”, “Pilates Method” y “Pilates y dolor lumbar”. Estos mismos artículos también se encuentran en las bases de datos Science direct, Pedro, Pubmed y Scopus.
Ha sido seleccionada también en la biblioteca electrónica de la Universidad de Granada una tesis doctoral sobre el Método Pilates, reflejada en la bibliografía.
Los demás artículos seleccionados son referencias de los encontrados en las bases de datos anteriormente citadas. Además se han encontrado también artículos de rigor científico en revistas electrónicas (efdeportes.com, tres artículos seleccionados) y haciendo una búsqueda por internet (tres artículos) con las palabras clave reflejadas.
Todos los demás artículos no seleccionados fueron descartados por no poseer suficiente relevancia, falta de acceso ellos, ser estudios relizados hace más de dos décadas ó porque no se relacionaban con el Método Pilates en la prevención y tratamiento del dolor lumbar.
3. Resultados
Pilates es hoy día un ejercicio de cuerpo-mente ganando popularidad y aceptación en el mundo del fitness y la rehabilitación, ya que es definido por muchos como un método de ejercicio beneficioso para la población adulta (Reyneke, 1993; Labrusciano and Lonergan, 1996; Latey, 2001, 2002; Muscolini and Cipriani, 2003; Smith and Smith, 2004).
Diversas técnicas de imagen han identificado en algunos pacientes con lumbalgia alteraciones de los músculos multífidus y transverso del abdomen (Barker et al., 2004) por eso muchas de las terapias y de los métodos clínicos, naturales o muchos de los llamados “alternativos” tienen como objetivo el fortalecimiento o la tonificación de la musculatura relacionada con la faja abdominal como forma de disminuir el dolor lumbar y prevenir su reaparición. En el caso concreto de personas con lumbalgia cuya etiología era una espondilosis o espondilolistesis un programa de ejercicios dirigidos a fortalecer la musculatura estabilizadora fue el método más eficaz para mejorar el movimiento y aliviar el dolor (O’Sullivan et al., 1997).
En cuanto al método Pilates, objeto de este estudio, se han encontrado mejoras estadísticamente significativas en ganancia de fuerza de la musculatura extensora de la espalda tras un programa en el que 20 sujetos sin patología recibían 25 sesiones de Pilates (Garcia et al., 2004). Otros estudios, en la misma dirección, demuestran que los ejercicios de Pilates son más efectivos que los abdominales clásicos movilizando y contrayendo el transverso del abdomen en sujetos sanos (Herrington y Davis, 2005), elemento fundamental, como se ha comentado con anterioridad, para prevenir las lumbalgias o disminuir la intensidad de su dolor, una vez instaurada.
En la tesis doctoral definida por Anderson (2005) sobre dolor lumbar titulada “Muestra clínica aleatorizada comparando técnicas pasivas en el tratamiento del dolor de espalda baja crónico y recurrente”, la fase experimental se desarrolló durante seis semanas, con dos sesiones semanales, en una muestra de 21 sujetos con dolor de espalda repartidos en dos grupos: unos de terapias activas representado por el método pilates y otro de terapias pasivas representado por masajes. Se midió la limitación en la actividad, la intensidad del dolor, y factores físicos y psicosociales tanto al inicio como al final de la intervención. Se observó un aumento significativo (p<05) en el grupo del método pilates en la fuerza de extensión de la columna y en el estado de salud (p<0.05). En el resto de los parámetros los dos grupos mejoraron excepto en aspectos psicosociales, en el que el grupo pilates mejoró más que el de masajes pero sin diferencias significativas (García, 2009).
Un año más tarde y preocupado por la misma temática que Brent Anderson sobre dolor lumbar, Rydeard et al. (2006) publicaron “Ejercicio terapéutico basado en el método pilates: efecto en sujetos con dolor de espalda inespecífico e incapacidad funcional, una muestra controlada aleatorizada”. Los autores seleccionaron 39 sujetos activos con dolor lumbar crónico divididos en dos grupos: el experimental que practicaron el método pilates, y el control que recibió el tratamiento habitual de consulta con el médico y otros especialistas. La fase experimental duró 4 semanas y el grupo de pilates recibió 3 sesiones semanales con máquinas de pilates y un trabajo de 15 minutos en casa seis días a la semana. El estudio consta de dos partes, en la primera, se observó una reducción significativa tanto en el dolor (p<0.05) como en la incapacidad producida por el mismo (p<0.05) en el grupo experimental. En la segunda parte del estudio, se observó la continuación del efecto del ejercicio hasta tres meses después de la fase experimental y desde los 2 hasta los 12 meses después de completar la fase experimental se mantiene (García, 2009).
Donzelli et al. (2006) llevaron a cabo un estudio donde aplicaron dos técnicas diferentes para el tratamiento de rehabilitación del dolor en la zona lumbar, el método pilates y un tratamiento específico para el dolor de espalda, basado en la escuela de espalda (Back School). Consistió en un ensayo aleatorizado de 10 días donde participaron 53 pacientes, 43 de los cuales completaron el estudio. Las evaluaciones se realizaron al inicio del estudio y 1, 3 y 6 meses después del tratamiento. Se utilizó la escala de Oswestry para valorar la discapacidad y la escala analógica visual para evaluar el dolor. Los resultados para ambos tratamientos fueron positivos con una reducción significativa en la intensidad del dolor y la discapacidad en todos los pacientes. Además, los resultados obtenidos con el método pilates fueron comparables a los alcanzados con el método Back School, sugiriendo su uso como una alternativa dirigida al tratamiento del dolor en la zona lumbar.
Wels et al. (2014) en su revisión concluyen que el ejercicio de Pilates da como resultado mejoras estadísticamente significativas en el dolor y capacidad funcional a corto plazo en comparación con la atención habitual y la actividad física en personas con dolor lumbar crónico.
Paungmali et al. (2010) en su estudio controlado simple ciego al azar, donde cuarenta voluntarios sanos fueron divididos aleatoriamente en dos grupos, uno con formación basada en el método pilates y otro grupo control. El grupo de Pilates asistió a las sesiones de entrenamiento de 45 minutos, 2 veces por semana, durante un período de 8 semanas. El análisis de flexibilidad y estabilidad lumbo-pélvica se determinaron como medidas de resultado, mostrando éste que el grupo de entrenamiento con Pilates mejoró significativamente la flexibilidad. Concluyeron así con que el método Pilates puede ser utilizado como un programa de ejercicio complementario para mejorar la flexibilidad, la movilidad y el control de la musculatura del tronco y pelvis. También puede prevenir y atenuar la predisposición axial a lesiones musculoesqueléticas.
Wels et al. en 2013, en su objetivo por establecer un consenso respecto a la definición y aplicación de Pilates para tratar a las personas con dolor crónico lumbar, seleccionaron a un grupo de fisioterapeutas australianos con experiencia en el tratamiento de personas con dolor lumbar crónico usando ejercicios de Pilates. Fueron encuestados usando la técnica Delphi. Se utilizaron tres cuestionarios electrónicos para recoger opiniones de los encuestados. Los participantes convinieron en que el ejercicio de Pilates requiere de conciencia corporal, respiración, control de movimiento, postura y educación. Se recomendó que gente con dolor lumbar crónico debería llevar a cabo bajo supervisión sesiones de 30 a 60 minutos, dos veces por semana, durante 3 a 6 meses. Los participantes también sugirieron que las personas con dolor lumbar crónico podrían beneficiarse de asesoramiento individualizado, el uso de equipo especializado y de realizar los ejercicios bajo la prescripción y supervisión de profesionales debidamente cualificados, consiguiendo la integración funcional de los mismos.
La Roy et al. 2008, también evidencian resultados positivos tras la aplicación del método Pilates. Los resultados de los estudios analizados en esta revisión demuestran efectos positivos, como la mejora de funciones generales y la reducción del dolor al aplicar el método Pilates en el tratamiento del dolor lumbar inespecífico en adultos. Lo importante a destacar es que los ejercicios prescritos en los estudios se adaptan a la situación del paciente. Por último, critican que deben realizarse más estudios donde las muestras sean más generalizadas con el fin de dar una mayor representación y unos resultados más fiables.
Natour et al. (2014) evaluaron la eficacia del método Pilates en pacientes con dolor lumbar crónico inespecífico mediante un ensayo controlado aleatorio llevado a acabo en sesenta pacientes con dicho diagnóstico, asignados aleatoriamente a un grupo experimental (medicación con AINE mas aplicación del método Pilates) y a un grupo control (medicación con AINE). Para la valoración se utilizaron la escala analógica visual (dolor), cuestionario de Roland Morris (funcionalidad), SF-36 (calidad de vida), escala de Likert (satisfacción con el tratamiento), sit y alcance de prueba (flexibilidad). Obtuvieron como resultados que el método pilates puede utilizarse en pacientes con dolor lumbar para mejorar el dolor, la función y los aspectos relacionados con la calidad de vida (capacidad funcional, dolor y vitalidad). Además, este método no tuvo efectos perjudiciales en estos pacientes. A esta conclusión llegaron otros autores como Limba et al. (2009), Miyamoto et al. (2013), Notarnicola et al. (2014), añadiendo además que la inactividad contribuye a empeorar, induciendo un círculo vicioso en el cual dolor e intolerancia suceden a la actividad física.
Martins et al. (2013) llevaron a cabo una revisión sistemática de artículos indexados publicados desde 2002 hasta 2012, llegando a la conclusión de que la mayoría de los autores consideran al método pilates como tratamiento de rehabilitación para pacientes que sufren de dolor crónico de espalda baja, y trae otros beneficios, tanto en el equilibrio estático y dinámico, la flexibilidad y la capacidad funcional de los pacientes.
Aunque resulta evidente que personas sometidas a un programa de ejercicios de Pilates mejoran diferentes capacidades y parámetros funcionales (Jonhson et al., 2007; Segal, Hein y Basford, 2004; Smith y Smith, 2004), se puede afirmar que cualquier programa de fortalecimiento o tonificación muscular va a mejorar estos parámetros en mayor o menor medida, es decir, el trabajo de fortalecimiento, concretamente de la musculatura de la faja abdominal no es una característica exclusiva de Pilates y por tanto los beneficios obtenidos pueden no depender tanto del método en sí mismo, como de las mejoras conseguidas por el trabajo físico realizado (Soriano, 2011; Choon et al., 2011; Rydeard et al., 2006).
4. Conclusiones
La mayoría de los autores consideran al método pilates como tratamiento de rehabilitación para pacientes que sufren de dolor crónico de espalda baja, y trae otros beneficios, tanto en el equilibrio estático y dinámico, la flexibilidad y la capacidad funcional de los pacientes.
Se destaca la necesidad de adaptar los ejercicios del Método Pilates a las diferentes características de sujetos y patologías (Soriano, 2011).
Algo que debe agradecerse al método Pilates, es que haya socializado en lo referente a la práctica deportiva, los principios de concentración, control y precisión. Estos principios no son exclusivos del método, pero el boom del método Pilates ha conseguido extenderlos haciéndolos llegar al público en general, de forma que se ha llegado a ser más consciente de la importancia de una buena colocación a la hora de hacer un determinado ejercicio, de la importancia de la respiración y de la importancia de la concentración, en definitiva, del control a la hora de realizar cualquier movimiento o actividad física. Son estas características las que determinan que un ejercicio tenga efectos beneficiosos sobre el organismo y no la realización de ejercicios de un método determinado, es decir, el fondo y no la forma es lo importante.
"Ocúpate de tu cuerpo con disciplina y fidelidad, el cuerpo es los ojos del alma y si los ojos no ven bien, todo el mundo se verá en tinieblas". Johann Wolfgan Goethe.
Bibliografía
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