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El ajedrez en la estimulación de los procesos de

análisis y síntesis en escolares de 10 a 12 años

Chess in stimulations of analysis and synthesis process in scholars from 10 to 12 years old

 

*Metodólogo de Alto Rendimiento. Profesor de Metodología de la Investigación,

**Metodóloga de Alto Rendimiento. Profesora del Teoría

y Metodología del Entrenamiento Deportivo

***Docente de la Facultad de Cultura Física de la Universidad

Central del Ecuador, Cátedra de Gimnasia

(Cuba)

MsC. Carlos Vladimir Valdés Villalón*

krlosvillalon@gmail.com

MsC. Yuderquis Dorgelis Vivas Sánchez**

michifliqui@gmail.com

MsC. Giovanny Capote Lavandero***

giovannycapote01@yahoo.com

 

 

 

 

Resumen

          En los diferentes subsistemas educacionales se utiliza el Ajedrez como deporte y herramienta educativa, sobre todo en la estimulación de los procesos del pensar. Los escolares de 10-12 años poseen un desarrollo analítico-sintético más objetivo que en edades precedentes: estimular estas cualidades del pensar a través de este deporte les posibilita, a la vez que decidir el camino a seguir en la solución de una situación problémica, valorar la pertinencia de su selección, sus efectos positivos o negativos y los comportamientos que involucra.

          Palabras clave: Ajedrez en las escuelas. Procesos de análisis y síntesis. Escolares 10-12 años.

 

Abstract

          In deferent’s educational systems chess is used as sport and educative resource in the stimulation of the thinking process. The scholars from 10 to 12 years old have an analytics and synthetic development more objective than others. The stimulation of this qualitative of thinking using this sport possibility to decided the way in the solution of a problematic situation, to value the pertinent of the selection , its effects: negative and positive and the behavior its involves.

          Keywords: Chess. Analysis and synthesis. Scholars from 10 to 12 years old.

 

Recepción: 23/06/2015 - Aceptación: 12/09/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 209, Octubre de 2015. http://www.efdeportes.com/

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    En el modelo educativo cubano es de suma importancia la masificación del Ajedrez en las escuelas, por los aportes que puede hacer este deporte a la personalidad del estudiante, y, por extensión, a la formación integral del hombre que espera la Revolución.

Carlos Vladimir Valdés Villalón, Yuderquis Dorgelis Vivas Sánchez y Giovanny Capote Lavandero

    Según Uvencio Blanco (2000), el estudio sistemático del Ajedrez, contribuye a la formación integral del individuo en 10 áreas básicas, cuya opinión comparten los autores del artículo, quedando esquematizadas de la siguiente manera:

Esquema 1. Áreas básicas de formación integral del Ajedrez

1.     Recreativa, por un alto contenido lúdico, y placer obtenido en el desarrollo de partidas, resolución de problemas, posición de estudios o, por el interés que presentan muchas situaciones paradójicas sobre el tablero. Así mismo, por la posibilidad de compartir con otros amantes del Ajedrez, una actividad común. 

2.     Deportiva, por la posibilidad de enfrentar y vencer al contrincante; el protagonismo social derivado al tener la oportunidad de demostrar conocimiento, experiencia y fuerza en la ejecución de la partida como consecuencia de períodos de estudios.

3.     Intelectual, porque se ha demostrado que desarrolla habilidades y procesos del ámbito cognitivo, tales como: atención, razonamiento lógico, inteligencia, análisis, síntesis, y creatividad, entre otras. Este organiza el pensamiento y facilita la expresión numérica y verbal.

4.     Cultural, porque permite conocer su evolución histórica, distribución geográfica, influencia sobre hombres y civilizaciones, y su contribución al adelanto científico y tecnológico de los pueblos. La historia del Ajedrez y su relación con personajes destacados de la historia, como Alejandro Magno, Goethe, Kant, Franklin, Napoleón, Bolívar, José Martí, Máximo Gómez, entre muchos otros, es fascinante para el estudio, y sirve a la vez para el estímulo de las habilidades lectoras.

5.     Ética, porque al ser un juego de reglas, genera pautas, las cuales permiten la adquisición y consolidación de una moral autónoma, como consecuencia de las prominentes tomas de decisiones y aplicación de criterios propios durante el desarrollo de la partida. Por ejemplo, al terminar una partida, deberá analizar para verificar lo sucedido, dónde estuvieron las imprecisiones y fallas, para así poder dar explicaciones lógicas, y poder justificar jugadas ante sí mismo, entrenador, o capitán.

6.     Estética, por la distribución armónica de las figuras en el tablero, y los aspectos geométricos de la coincidencia de fuerzas, las expresiones de belleza observadas en la ejecución de partidas de nivel técnico adecuado, la resolución de problemas complejos, la demostración de estudios y finales artísticos.

7.     Instrumental, por su factibilidad en la aplicación a situaciones de ámbito escolar, o de la vida diaria, etcétera. Por ejemplo, el estudio de algunos temas de geometría, álgebra o de probabilidades, utilizando para ello el tablero y las figuras del Ajedrez. Igualmente, muchas de las aplicaciones abarcan la teoría de los juegos, la informática, y la toma de decisiones a nivel gerencial.

8.     Emocional, el aporte del Ajedrez es altamente significativo, debido a que el mismo, al ser una confrontación entre dos voluntades, genera una gran cantidad de sensaciones de diferentes signos: alegría, miedo, temores, frustraciones, optimismo, etcétera. En el escolar que se inicia, el aprender a controlar y administrar este tipo de emociones le conduce paulatinamente al control de otros rasgos de su personalidad.

9.     Preventiva, ha sido utilizado como escudo protector en campañas antidrogas, deserción escolar, y para la estructuración del tiempo de ocio. En el Ajedrez no existe el doping, o uso de sustancias psicotrópicas o prohibidas que estimulen el rendimiento deportivo; ello hace del practicante un individuo sano, sólido y libre de sospechas. Igualmente aquellos niños que lo practican, tienen un bajo nivel de deserción escolar. Probablemente esto se deba a que los practicantes, tienden a tener mayor éxito académico que aquellos que no practican y, actuaría como un aliciente que mantenga al niño más cerca de su escuela.

10.     Salud social, y como consecuencia de lo anteriormente expuesto, permite adquirir salud emocional, a partir de una serie de conductas positivas derivadas del estudio y práctica de este juego. Esta salud emocional individual se traduce en salud para la sociedad, debido a sus efectos colaterales en la familia y la comunidad.

    Los autores de este artículo señalan que el Ajedrez, al tener un alto contenido lúdico o recreativo, permite que sus participantes tiendan a relajarse durante algunos minutos u horas, olvidando (momentáneamente), situaciones estresantes de la vida diaria. Este estado de relajación facilita el que grupos musculares, en los que fuertes tensiones estaban alojadas, se relajen, facilitando la circulación sanguínea, la oxigenación celular, y el flujo nervioso.

    Por otra parte, se ha comprobado que angustias paralizantes, temores infundados, y miedo de diversas naturalezas, ejercen una influencia negativa sobre el sistema nervioso central y el sistema inmunológico de las personas. (Pérez, 2002).

    Así mismo según los autores del artículo refieren que la mayoría de los jugadores de Ajedrez son personas que, debido a la constante reflexión y análisis de los diferentes problemas planteados sobre el tablero, se muestran con un alto grado de seguridad en sus expresiones orales, faciales, y corporales.

    Los inicios de la masificación en Cuba datan del año 1989 debido a que es en este año donde se introduce un plan masificador de Ajedrez, dimensionado a todos los niveles de la enseñanza, comenzando desde la primaria, a impartirse en el segundo y sexto grado, definido por la Circular Ministerial Conjunta INDER-MINED (Nº 2 de 1989), acompañada por las Indicaciones Conjuntas que definen sus precisiones y que responsabilizan al profesor de Educación Física con el desarrollo de las clases de Ajedrez.

    En 1992, como consecuencia de los resultados favorables de la Circular No.2 del 1989, surge la Resolución Ministerial INDER–MINED (Nº 2 del 1992), acompañada por las indicaciones conjuntas que definen sus precisiones, para su aplicación del segundo al sexto grados, excluyendo solamente el primer grado, que posteriormente es incluido en el año 2005. Estos acontecimientos de masificación, permitieron que el Ajedrez ganara un espacio para exponer sus avances.

Psicología en el Ajedrez escolar

    Dentro de los elementos que se han atendido con interés progresivo en la enseñanza, se destaca el desarrollo del pensamiento del escolar. Comúnmente se asume la solución de problemas como el elemento de máxima capacidad potenciadora del pensamiento.

    No obstante, desarrollarlo es más que “enseñar a los alumnos a resolver problemas”: es desarrollar las cualidades del proceso del pensar en su relación con los procesos valorativos, de manera que el alumno pueda, a la vez decidir el camino a seguir en la solución de una situación problémica, valorar la pertinencia de su selección y los efectos positivos o negativos de éste, y los comportamientos que involucra, acorde con los valores de la sociedad cubana.

    Sin embargo, las cualidades que se han aceptado como operaciones del proceso del pensamiento, no han sido suficientemente atendidas, explícitamente, en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje en la Educación. (Navas, 2007).

    A este argumento no escapa el entrenamiento deportivo del Ajedrez en la etapa escolar. En este deporte pueden presentarse múltiples posiciones (problemas) cuya esencia o solución no es accesible directamente y sólo a través del pensamiento, el individuo es capaz de estructurar los procedimientos de solución de las mismas. Ello presupone no sólo el análisis exhaustivo profundo de los elementos de la situación (posición y número de piezas, etc.), sino también su integración.

    A partir de esto, puede llegar a un criterio de evaluación de su posición, recursos y posibilidades de solución que posee, sobre la base de principios tácticos y estratégicos generalizados en su experiencia. Al analizar las variantes o posibilidades de solución, necesita continuamente abstraerse e imaginar las posiciones intermedias y finales resultantes o posibles y posteriormente, realizar la toma de decisión de la solución a ejecutar.

    Básicamente el Ajedrez es un esfuerzo intelectual que condiciona en el individuo una forma secuencial y lógica de resolución de los problemas que permite ejercitar su pensamiento e imaginación. Para realizar un cálculo de jugadas adecuado, se necesita imaginar las variadas posiciones resultantes, así el análisis de estas variantes desarrolla gradualmente su imaginación. Cuando el jugador se acostumbra a ejecutar tareas cada vez más difíciles que requieren mayor independencia e iniciativa, se van fortaleciendo sus cualidades volitivas indispensables y la confianza en sí mismo. Es por ello que varios países lo contemplan en sus programas educacionales.

    Tanto en el Ajedrez como en la vida diaria, en la medida en que se formulan los pensamientos y según el modo en que el sujeto resuelva reiteradamente determinados problemas, se van formando los mecanismos, aprenden a funcionar y se independizan; se trata de automatismos y hábitos mentales que empiezan a determinar el proceso mental, los cuales siguen desarrollándose en dependencia del curso de la actividad mental.

    Se asume lo expuesto por Rubinstein (1981), quien plantea que cuando en un proceso mental orientado hacia la solución de problemas se produce una situación problémica, es señal de que el entorno inicial no ha quedado reflejado adecuadamente en la representación del sujeto, sino que es vista en un aspecto causal y con una vinculación intrascendente.

    Ante esto y para poder resolver un problema mediante un proceso mental debe haberse llegado a un adecuado conocimiento.

    “El pensamiento se dirige hacia esta finalidad recurriendo a múltiples operaciones, que forman varios aspectos del proceso mental vinculados entre sí y que se funden uno en otro. Tales operaciones son la comparación, el análisis, la síntesis, la abstracción y la generalización. Todas ellas son diversas facetas de la operación mental fundamental que es la mediación, es decir, el descubrimiento de nexos y relaciones cada vez más objetivos”. (Rubinstein, 1981: 34)

    El sistema de operaciones que determina la estructura de la actividad mental y su curso se condiciona, forma, modifica y determina a sí mismo dentro del proceso de esta actividad.

Procesos de análisis y síntesis en el Ajedrez escolar

    El juego ha tenido una evolución que denota la complejización del pensamiento a través del transcurrir del tiempo, de aquí su belleza y perdurabilidad. En este sentido un importante estudio sobre el talento ajedrecístico lo aporta De Groot, criterios que aparecen recogidos en la de Thought and Choise in Chess, publicada en 1965, en la cual profundizaron en la relación del pensamiento productivo con la experiencia adquirida por el sujeto, considerando que esta última se forma por la construcción gradual y diferenciada de métodos de resolución tanto para lograr una capacidad de reacción como un sistema de operaciones inmediatamente aprovechables.

    Destacan los autores de este artículo que el Ajedrez obliga al hombre a una acción singular, en que cada jugada lo enfrenta a un problema de elección. Esta elección es dependiente de la posición y recorre un amplio espectro de diferencia, en tanto puede ir de la construcción de un plan, en los que puede haber un mayor o menor número de movimientos concatenados, hasta movimientos para los cuales no hay ninguna elección.

    La cadena de operaciones que se realiza en una partida está determinada por el resultado de la posición precedente, proporcionando leyes de articulación diferenciadas para cada posición específica y generalizable solo en un proceso de abstracción, ajeno la mayoría de las veces, al curso de la partida y que dependen de las condiciones de la preparación o experiencia del sujeto.

    La facilidad y rapidez con las cuales cada operación se ejecuta está en proporción directa con la meta que ha concebido el sujeto y que se corresponde con los modelos análogos que en su mente le permiten anticiparla. La ejecución así es productiva, pues las respuestas aprendidas no existen, ya que los modelos conocidos solo aportan aquellos recursos que le permiten clasificar para orientarse en la nueva posición. De este modo el jugador de Ajedrez solo tiene un método para encontrar un recurso. Es en estos aspectos donde los procesos de análisis y síntesis ocupan a juicio de los autores un papel fundamental.

    Según Rubinstein (1981: 394) “el análisis es la descomposición mental de un objeto, fenómeno o de una situación, así como la elaboración de sus elementos, partes, datos o aspectos. Mediante el análisis se abstraen los fenómenos de los nexos fortuitos e intrascendentes, en los que a veces no son dados en la percepción. La síntesis reconstruye el todo desmembrado por el análisis, descubriendo los nexos y relaciones esenciales de los elementos que han sido aislados por el análisis”.

    Resulta evidente cómo el análisis descompone el problema; la síntesis vuelve a reunir cada uno de los datos a los fines de su resolución. Con el análisis y la síntesis, el pensamiento pasa de una representación más o menos vaga de un objeto al concepto o a la idea, en los cuales se sacan analíticamente a la luz sus elementos principales y se descubren sintéticamente los nexos esenciales del todo.

    Durante el proceso de asimilación de los conocimientos ajedrecísticos el escolar debe ejecutar mentalmente las operaciones racionales, sin las cuales no podría comprender el contenido. Por ejemplo, ante un problema el jugador de Ajedrez deberá analizar cada uno de los datos que se le brindan el problema y los elementos que están presentes (análisis), y además de ello comprender cómo se relacionan los datos o elementos del problema integralmente (síntesis).

    Estructuralmente todo el pensamiento constituye una actividad analítico-sintética, por lo que el análisis y la síntesis, en distintos grados, constituyen la base de otras operaciones a un nivel superior de complejidad: la comparación, la abstracción, la generalización y la concreción.

    En el Ajedrez contemporáneo el método analítico, destaca Shereshevsky (1996), prevalece en la elección del plan y en la evaluación de tal o cual posición imprecisa. Cuanto más profunda y exactamente el ajedrecista analiza las posiciones críticas de la apertura o del medio juego tanto más difíciles son las partidas prácticas para sus rivales.

    Con la ayuda del análisis se logra revelar la esencia concreta de una posición y trazar un plan acertado mucho más eficazmente que por medio de la evaluación general de la posición.

    Investigaciones realizadas por De Groot (1965) y Maceira (2003) apuntan a describir la percepción analítico-sintética en la actividad ajedrecística, ambos abogan porque el sujeto al percibir lo hace en grandes complejos como una unidad funcional, enroque, estructura de peones y número de piezas cooperantes. Por su coincidencia en que la posición ajedrecística hace función del todo que tiene diferentes partes y que será descompuesta tras un análisis riguroso de los elementos que la componen, pero aún no es suficiente si no se realiza la reconstrucción de lo descompuesto y se descubren los nexos y relaciones esenciales de los elementos que han sido aislados en el análisis, cuestiones que se comparten.

    El ajedrecista ante una posición percibe una imagen que es transformada en modelo conceptual, todo este proceso según Maceira (2003) exige del ajedrecista planteamientos de hipótesis alternativas, su verificación y evaluación al tomar la decisión, unida a una marcada concentración de la atención que active los esquemas relevantes y estos a su vez orienten el foco de la atención.

    El plan en las partidas de Ajedrez se basa en el análisis de la posición sobre la base de sus características esenciales. En Estrategia moderna en Ajedrez, Pachman (1963) señala que la elección del plan depende en cada caso de la posición concreta del tablero y, por tanto, debe estar de acuerdo consigo misma.

    El carácter de una posición y sus factores quedan esquematizados en el siguiente esquema.

Esquema 2. Carácter y factores de una posición de Ajedrez

    Los aspectos anteriormente mencionados deben tenerse en cuenta en el proceso del entrenamiento ajedrecístico, pues ello permite que entre tantas opciones posibles el jugador de Ajedrez deba ser capaz de buscar la mejor opción teniendo en cuenta las características de la posición.

    Las posiciones determinadas funcionan de acuerdo con algoritmos y modelos que pueden ser reconocidos y permiten una evaluación concluyente, sin embargo, las indeterminadas se enfrentan a posiciones críticas, que abren un amplio espectro de variantes y subvariantes, y la evaluación y el cálculo de la posición quedan atrapados en un análisis que puede tornarse infinito, lo cual se aprecia si se valora que las computadoras actuales para poder enfrentar al ser humano que ha alcanzado grandes niveles de maestría, calculan, con poderosos hardware alrededor de dos millones de jugadas por minuto, sin despreciar las finezas de sus software.

    El estudio en torno a la elección de la jugada en Ajedrez constituye punto de partida para el análisis de la actividad ajedrecística. Aquí, coincidiendo con Maceira (2003), se da la vivencia de mayor significado, es meta y desafío, exige la actualización de la energía psíquica para expresar el desarrollo de la habilidad alcanzada; expresa la autonomía, independencia, originalidad y limitaciones del individuo.

    Lo anteriormente analizado por los autores y asumido para el desarrollo del artículo en cuanto a los procesos de análisis y síntesis en la actividad ajedrecística cobra valor en la etapa escolar.

    En el aspecto cognoscitivo se logra una percepción objetiva, analítico-sintética y encauzada hacia lo fundamental del aprendizaje. Hay un desarrollo de la capacidad para extraer la esencia de un material o situación y expresarla verbalmente en forma exacta y concisa. A la vez pueden elaborar, interpretar y describir grandes concatenaciones de palabras y de sentidos diversos, tanto de forma oral como escrita, lo que estimula los procesos de análisis y síntesis, aspecto que además favorece la actividad ajedrecística (Blanco, 2003).

    Ello presupone no sólo el análisis exhaustivo y profundo de los elementos de la situación (posición y número de piezas, etc.), sino también su integración en un sistema donde queden valorados dichos elementos y donde los procesos motivacionales afectivos juegan un rol fundamental. (Pérez, 2007).

    Las exigencias que en este sentido plantea la actividad ajedrecística propician el surgimiento de un enfoque sintético que hace posible la organización de los objetos y fenómenos en categorías.

    Se desarrolla la reflexión como una cualidad muy importante del pensamiento que le permite al escolar hacer suposiciones (hipotetizar), así como autorregular su propia actividad, lo cual favorece su desarrollo intelectual si se tienen en cuenta los intereses y las necesidades.

    Este escolar ya no sólo trabaja en el plano concreto sino que opera a nivel de abstracciones, hace deducciones (parte de lo general a lo particular), llega a conclusiones. En relación con esto, es muy importante estimular la búsqueda de soluciones a situaciones problémicas para que pueda ser cada vez más independiente y crítico en lo que analiza y sobre su propia actividad y comportamiento, aspectos que en el entrenamiento ajedrecístico pueden ser favorecidos a través de recursos informáticos por la repercusión que tienen en dicha actividad, y poco sistematizados en esta categoría.

Conclusiones

    El conocimiento de los beneficios del Ajedrez en el desarrollo de los procesos de análisis y síntesis en estas edades, permitirá al profesor o profesional que imparte su enseñanza organizar pedagógicamente, de forma adecuada y con carácter científico el desarrollo de los procesos del pensar a través de ejercicios que permitan su descomposición y la unión de sus elementos esenciales en posiciones ajedrecísticas.

Bibliografía

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