Fundamentación teórica general acerca de la violencia Theoretical general basis about violence |
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*Lic. en Psicología General, Profesora Instructor, Profesora Psicología **Lic. en Educación Primaria, Profesora Asistente, Departamento Metodológico ***Lic. en Lengua Inglesa, Profesor Asistente, Departamento Metodológico ****Lic. en Psicología General, Profesora Instructor, Profesora Psicología Universidad Ciencias Médicas Camagüey Filial Nuevitas (Cuba) |
Yailin Noa Castillo* Diana Rosa Fojo Manresa* Silvia de la Caridad Rodríguez Selpa** Edmundo Pesante López*** Haydée Nery Lezcano Merino**** |
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Resumen Se presenta un artículo con el objetivo de realizar una fundamentación teórica general acerca de la violencia, tema que adquiere gran significación en la actualidad. Existen diferentes modelos y clasificaciones que explican los diferentes modos de actuación relacionados con la misma; este es un fenómeno que expresado en cualquiera de sus formas, tiene consecuencias negativas para las familias y comunidades, por lo que los Ministerios de Salud en relación con otras Instituciones de la sociedad deben proyectar estrategias para su tratamiento. Palabras clave: Violencia. Familia.
Abstract An article is showed aimed to make a theoretical general basis about violence, theme that has gained great importance nowadays. There are different types and classifications which explain the different ways of acting related to it; violence is a phenomenon that in any of its manifestations has negative consequences to families and communities, that is why, the educational departments and other social institutions should bring some strategies to treat it. Keywords: Violence. Family.
Recepción: 19/07/2015 - Aceptación: 26/09/2015
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 208, Septiembre de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La violencia es un tema que, en la actualidad, goza de gran interés social pues su origen data desde el surgimiento de la humanidad misma, constituyendo la familia uno de los principales espacios de expresión y materialización de sus manifestaciones. El término violencia ha sido parte de las diferentes sociedades, familias e individuos desde el principio de la historia de la humanidad hasta nuestros días. Los mitos griegos, romanos, aztecas, los estilos de recreación utilizados por estas sociedades, estuvieron llenos de agresión, suicidio, asesinatos. La lucha de poder con aprobación familiar ha convertido a sus miembros en agresores y/o agredidos.
Los diferentes grados, niveles y concepciones de la violencia están en correspondencia con los valores, normas y creencias de cada país, época y clase social. La familia como célula fundamental de la sociedad no está exenta de la práctica de violencia y la violencia intrafamiliar es considerada como una forma de violencia social en tanto es una expresión de las relaciones sociales que acontecen a nivel particular (Almenares, 1999).
El término violencia proviene del latín violentilla, y ha sido definida como cualquier relación, proceso o condición por la cual un individuo o grupo social viola la integridad física, psicológica o social a otra persona. Es una forma de relación social que tiene implícito el ejercicio del poder, cuyo objetivo es la dominación, implica un arriba y un debajo de roles reales con gran carga simbólica, traducido en padre-hijo, profesor-alumno, hombre-mujer, joven-anciano. Atenta contra la integridad biopsicosocial del individuo que la padece, así como de las personas con quienes interactúan (Espín, 2008).
La violencia ha alcanzado una magnitud muy preocupante en todo el mundo, sobre todo después de la segunda guerra mundial , cuando su frecuencia comenzó a aumentar de forma notable y dejó de ser un asunto de dimensión política y sociológica, para convertirse en un reto para la salud pública, por lo que la Organización Mundial de Salud (OMS) y el Banco Mundial han estimado que los actos de violencia contribuyen al 15% de la carga mundial de enfermedad, se ha declarado el 25 de noviembre “Día de la no violencia” (Gorguet, 2006). El objetivo del trabajo es realizar una fundamentación teórica general acerca de la violencia.
Desarrollo
La violencia es una de las afectaciones más severas que ha venido azotando a la humanidad. El 2% del total de la población mundial está discapacitada como resultado de lesiones ocasionadas por accidentes o violencia. Una de las regiones más afectadas por este problema es América Latina y el Caribe. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), nuestra región es la zona más violenta del mundo (Gorguet, 2006).
Es indudable el aumento de la frecuencia de hechos violentos en familias y grupos donde predominan conductas distorsionadas y las relaciones interpersonales son malas. A esto debemos añadir el factor personalidad. Existen algunas formas o rasgos patológicos del carácter como la explosividad, agresividad y el pobre control de impulsos que indudablemente contribuyen a las conductas violentas de determinados individuos.
La Organización Mundial de Salud (OMS) en su guía para conducir las encuestas sobre lesiones y violencias en el año 2004, define la violencia como el uso intencional de la fuerza o el poder, amenazante o flagrante, contra sí mismo, otra persona, o contra un grupo o comunidad, que resulta en, o tiene alta probabilidad de resultar en lesión, muerte, daño psicológico, mal desarrollo o de privación. (Acosta, 2007).
De acuerdo a este concepto se considera la violencia como una conducta absolutamente humana ya sea a través de una acción u omisión que persigue el objetivo de someter, controlar, humillar a otra persona violando todo tipo de derechos implicando todo ello graves consecuencias no solo en el orden físico sino también psicológico que dejan una huella imborrable en aquellas personas víctimas de la misma.
La violencia tiene lugar, como fenómeno, cuando se produce un desequilibrio, en materia de poder, de las partes que interactúan. El surgimiento de la misma se hará evidente cuando las relaciones de poder-sumisión se fortalezcan cediéndole el paso a la parte dominante para que esta imponga su visión normativa y produzca el cambio deseado en función de la búsqueda de la satisfacción de sus necesidades y de eliminar los elementos en contradicción.
El problema de la violencia está demandando políticas de salud, de educación y de reorientación de los servicios, donde la promoción y prevención permitan enfrentar este fenómeno. Se imponen además, determinadas tareas, ya de índole científico, como son la elaboración de indicadores para la evaluación de la violencia, para la captación de la morbilidad por violencia y ajuste de los indicadores ya existentes y caracterización psicosocial de los grupos o individuos violentos o en riesgo.
La intervención del sector salud en la violencia, debe ser mucho más que el simple registro del caso, lo cual sería una respuesta pasiva al problema. No cabe duda que sea un problema de salud pública y por lo tanto debe tratarse como tal. Esto impone sistematizar la atención y fomentar nuevas actitudes hacia el problema.
Modelos que explican los motivos de la violencia familiar (Medina, 2003)
Modelo teórico psiquiátrico: Sostiene como hipótesis que las personas que ejercen violencia sobre un miembro de la familia, sufren algún trastorno mental. (sado-masoquismo) en este momento se pone a todos los miembros de la familia en el mismo nivel de violencia. Además la utilización muy común de técnicas de mediación resulta tan peligrosa que pueden provocar hasta crímenes.
Este modelo es muy raro de encontrar en la literatura especializada actual, a la luz de las investigaciones realizadas. Se reconoce sin embargo que si bien algunos agresores padecen efectivamente de trastornos psicológicos, la proporción de enfermos mentales no es mayor que entre la población en general. También es conocido como modelo médico porque busca el ´´microbio´´ que explique las causas de la violencia familiar, este microbio puede ser el alcohol, la locura o el comportamiento de la víctima.
Modelo teórico de los recursos: Se sustenta aceptando que el problema de la violencia familiar se origina por la falta de recursos, principalmente los económicos, por lo tanto considerar como respuesta el proporcionar los recursos faltantes resulta un mito.
Modelo teórico cultural: Ha intentado dar respuesta a la interrogante acerca de las causas de la violencia familiar, recurriendo a variables tales como:
la clase social.
el estrés socioeconómico.
la distribución del poder dentro de la sociedad y la familia.
la violencia institucional y política.
Aun cuando no se puede decir que algunos de los factores analizados estén vinculados por completo al fenómeno de la violencia en la familia, ninguno de ellos por sí mismo, puede explicar la totalidad del problema. Los especialistas establecen que hipotéticamente es una subforma de la violencia estructural que existe a nivel macro por el concepto del género. (Sociedad patriarcal).
El modelo ecológico: aborda el problema de la violencia desde la interrelación dinámica y permanente de diferentes subsistemas:
El macrosistema: se refiere a las creencias culturales que sustentan una sociedad donde tienen lugar las relaciones de poder y subordinación.
El ecosistema: son las instituciones de educación, labores jurídicas, políticas, etc. a través de las cuales se transmiten los valores culturales. Mediante estos entornos se legitima socialmente la violencia, se reproducen los estilos autoritarios de relación, para estos fines se utilizan los medios masivos de comunicación, etc.
El microsistema: aquí entran los elementos estructurales de la dinámica familiar. En familias donde existe violencia predominan las estructuras de corte autoritario, los estereotipos sociales marcan el proceso educativo y están presentes las relaciones de poder y subordinación entre los miembros de esta. Estas características no se manifiestan al exterior de la familia para mantener una imagen socialmente aceptada, sino que son parte de su imagen privada.
La familia es la unidad fundamental sobre la cual está construida la sociedad y una de sus funciones principales es la creación de un ambiente armonioso de funcionamiento que brinde apoyo y seguridad a sus integrantes. Constituye el núcleo más primario del ser humano, en ella el hombre inscribe sus primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora las principales pautas de comportamiento.
Las familias que incurren en abandono o maltrato se caracterizan como grupo, en correspondencia con otros factores de proclividad a la agresión, por experimentar sus miembros un mayor estrés vital, depresión, sentimientos de soledad y a hacer un pobre uso de la ayuda social.
Las familias de los sujetos violentos presentan peculiaridades como desorganización familiar, maltrato físico o psicológico entre sus miembros, patrones de consumo de sustancias tóxicas, etc.; por lo que el medio familiar puede condicionar algunos factores individuales en la aparición de la violencia como el alcoholismo y la drogadicción, aprendizaje por modelación de conductas violentas, pobre capacidad para la relación interpersonal, entre otros.
El nivel individual: se divide en cuatro dimensiones (conductual, cognitiva, interaccional y psicodinámica), ya que las personas sometidas a condiciones crónicas de violencia presentan un debilitamiento gradual de sus defensas físicas y psicológicas, disminuyen su rendimiento intelectual; los adolescentes que son víctimas o testigos de violencia presentan dificultades en el aprendizaje de modelos de relación violentos que tienden a reproducirse en otras situaciones.
Es válido destacar que para abordar el estudio de la violencia resultan importantes los planteamientos del Modelo Ecológico; desde esta perspectiva se refleja la multicausalidad de la violencia, en la cual están interactuando cuatro subsistemas: la sociedad, las instituciones, la familia y el individuo, por lo que para un análisis profundo de este fenómeno no se deben excluir en el estudio ninguno de los factores anteriores, además de tomar en cuenta las interacciones que establece el individuo con los diferentes subsistemas.
El ciclo de la violencia presenta tres partes:
Acumulación de tensión: enojo, discusiones, acusaciones, maldiciones.
Explosión de la violencia: golpes, quemaduras, heridas, abuso sexual y abuso verbal.
Período de calma, conocido también de luna de miel o de reconciliación: el hombre niega la violencia, pone pretextos, se disculpa y promete que no va a volver a suceder.
Tipos o formas de violencia
En la actualidad encontramos diferentes tipos o formas de violencia de las que hemos sido o podemos ser objeto.
La violencia ha adoptado muchas formas para su manifestación. El carácter físico, psicológico y sexual que puede presentar la violencia intrafamiliar, constituyen los tres componentes básicos que los expertos toman en consideración para identificar los diferentes tipos de violencia que se ponen de manifiesto en el contexto familiar.
Violencia física: el control se ejerce mediante el uso de la fuerza física que puede incluir cualquier tipo de golpes en donde el agresor utiliza su propio cuerpo, armas u objetos para hacer daño; el paralizar, abandonar en lugares peligrosos o negar ayuda cuando el otro está enfermo o herido.
Violencia psicológica - emocional: puede darse antes, después o durante la violencia física o incluso sin ella. Consiste en hostilidad verbal (insultos, gritos, críticas, amenazas), aislamiento, humillación, ignorar, mentir, etc.
Violencia económica: el control del dinero, propiedades y todos los recursos de la familia con el fin de hacer totalmente dependientes a los miembros de la familia.
Violencia sexual: cualquier tipo de sexo forzado o degradación sexual.
Destrucción de las propiedades o mascotas: no es más que aquella que incluye arrojar objetos contra la pared, romper plantas, vajillas, destruir vidrios de ventanas, patear la puerta, romper el televisor, romper objetos con significación afectiva, matar a una mascota, ser negligente con una mascota (Corsi, 1997, citado en Lorenzo, 2006).
Consecuencias de la violencia
En el plano de salud física, se encuentran consecuencias tales como:
Enfermedades ginecológicas: dolor crónico pelviano, flujo vaginal persistente, sangrado genital de origen disfuncional.
Abuso y dependencia de alcohol y sustancias.
Enfermedades de transmisión sexual (ETS) y SIDA.
Daños corporales (lesiones con arma blanca) y daños más permanentes como quemaduras, mordidas o hematomas.
Quejas somáticas poco definidas (cefalea crónica, dolor abdominal, pélvico y muscular, fatiga crónica).
Cambios repentinos de peso.
Durante el embarazo: aumento del tabaquismo, aborto, control prenatal tardío, retardo de crecimiento, hemorragias del feto, muerte fetal y muerte materna.
En relación con el ámbito psicológico, la violencia tiene consecuencias como:
Problemas de salud mental: trastornos del ánimo, depresiones severas, trastornos obsesivos-compulsivos, trastornos por conversión, trastornos de pánico, trastornos en la conducta alimentaria, trastornos en el sueño, episodios psicóticos, entre otros.
Síndrome de estrés post-traumático (STPT).
Miedo y ansiedad.
Sentimientos de vergüenza.
Conducta extremadamente dependiente.
Enuresis y encopresis.
Suicidio.
En el plano sexual:
Embarazos no deseados.
Disfunciones sexuales.
Obligación ejercida por parte del varón de la práctica de aborto.
Prohibición del uso de anticonceptivos.
Daños físicos y psicológicos en específico en el plano sexual.
Abuso, acoso y violaciones.
Fobias sexuales y de la sexualidad en general.
Conclusiones
La violencia rompe el equilibrio normal de relación entre los individuos; existen diferentes modelos y clasificaciones que explican los diferentes modos de actuación relacionados con la misma; este es un fenómeno que expresado en cualquiera de sus formas, tiene consecuencias negativas para las familias y comunidades en el plano de la salud física, psicológica y sexual como costos sociales y económicos, por lo que los Ministerios de Salud en relación con otras Instituciones de la sociedad deben proyectar estrategias para su tratamiento.
Bibliografía
Acosta, N. (2007). Maltrato Infantil. Prevención. La Habana: Editorial Científico – Técnica.
Almenares, M. (1999). Comportamiento de la violencia intrafamiliar. Extraído 26, febrero, 2009 de http://bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol15-3-99/mgi11399htm.
Espín, J. L. (2008). La violencia, un problema de salud. Extraído 26, febrero, 2009 de http://bvs.sld.cu/revistas/mgi.vol24-4-08/mgi09408.htm.
Gorguet, M. (2006). Violencia, sexualidad y drogas. Santiago de Cuba: Editorial Oriente.
Lorenzo, L. (2006). Violencia intrafamiliar: un estudio en escolares y sus padres de zonas urbanas y semirurales en Artemisa. Rodríguez, M. E., Tutor. Trabajo de Diploma. Facultad de Psicología. La Habana. UH.
Medina, S. C. (2003). Violencia de género. Una mirada desde la masculinidad. Rojas, R., Tutor. Trabajo de Diploma. Facultad de Psicología. La Habana.
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