efdeportes.com

Abordaje del dolor lumbar de tipo mecánico

Approach of mechanical back pain

 

*Diplomada en Fisioterapia y Terapia Ocupacional por la Universidad de Granada

Experta en Fisioterapia Manual niveles I y II

Máster en Terapia Manual y técnicas de manipulación

**Licenciada en Educación Física por la Universidad de Granada

con Maestría en atletismo y sky

Cristina Mesa Única

Paloma Mesa Única

cri__21@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Introducción: El origen del dolor lumbar puede radicar en variadas estructuras que componen la columna. La prevención es uno de los principios fundamentales de su tratamiento y se basa en tres aspectos fundamentales: normas de higiene postural, ejercicios, y no realizar esfuerzos inadecuadamente. Material y métodos: La búsqueda electrónica de los artículos relacionados con el tema fue llevada a cabo en las bases de datos Pubmed, Medline, Science Direct, Pedro, Scopus, Cochrane. Han sido utilizadas también otras fuentes de información: libros, revistas electrónicas y algunas referencias de los artículos encontrados. Resultados: se podría inferir que de la necesidad de integrar ciertas propuestas que potencien la musculatura lumbo-pélvica, la utilización de alguna de las propuestas provenientes de la Gimnasia Abdominal Hipopresiva pudieran ser utilizadas, pese a lo cual se aboga por seguir investigando en la línea por encontrar evidencias que den mayor sustento a las mismas. Por otro lado se analiza la eficacia de la escuela de columna, ya que se sabe que se puede influenciar en el estado de salud del paciente, no sólo realizando un tratamiento eficaz de la disfunción musculoesquelética, sino también proporcionando recomendaciones específicas para promover su estado de salud. El ejercicio físico controlado tiene un efecto beneficioso sobre el paciente a cualquier nivel, tanto físico como psicológico. Debemos destacar que el papel de los ejercicios terapéuticos es beneficioso en el tratamiento del dolor lumbar subagudo y crónico, y sus efectos no se mantienen a largo plazo si no se continúan ejecutando a lo largo del tiempo. Conclusión: El mantenimiento de una actividad física adecuada y la realización de ejercicios específicos para el mantenimiento del equilibrio muscular del tronco puede ser un método efectivo de prevención y tratamiento del dolor lumbar cuando se combina con el análisis del lugar de trabajo, acondicionamiento del trabajador, entrenamiento postural y físico y adaptación personalizada, por profesionales cualificados del ejercicio y/o métodos utilizados en la prevención y/o tratamiento del dolor lumbar.

          Palabras clave: Abdominal work prevention back pain. Psoas strech prevention back pain. Lumbalgia y ejercicio físico. Escuela de columna. Lower back pain. Rehabilitation low back pain. Bach school.

 

Summary

          Introduction: The origin of low back pain can be due to varied structures that make up the column. Prevention is one of the fundamental principles of his treatment and is based on three fundamental aspects: rules of postural hygiene, exercises, and not make efforts inadequately. Material and methods: The electronic search for articles related to the subject was carried out in the Pubmed database, Medline, Science Direct and Scopus, Pedro, Cochrane. Other sources of information have also been used: books, electronic journals and some references of the records found. Results: it could be inferred that need to integrate certain proposals that promote the lumbo-pelvic musculature, the use of any of the coming proposals of the Abdominal Hipopresiva gymnastics could be used, yet advocating further research online to find evidence that give greater support to the same. On the other hand discusses school of column efficiency, since it is known that it can be influenced in the State of health of the patient, not only when performing an effective treatment of musculoskeletal dysfunction, but also providing specific recommendations to promote their State of health. Controlled physical exercise has a beneficial effect on the patient at any level, both physical and psychological. We must emphasize that the role of therapeutic exercise is beneficial in the treatment of subacute and chronic low-back pain, and its effects are not maintained in the long term if not continue running over time. Conclusion: The maintenance of an adequate physical activity and specific exercises for the maintenance of trunk muscle balance can be an effective method of low back pain prevention and treatment when combined with the analysis of the workplace, and worker conditions, posture and physical training and individual adaptation, by qualified professionals in exercise methods used in prevention and low back pain treatment.

          Keywords: Abdominal work prevention back pain. Psoas stretch back pain prevention. Low back pain and physical exercise. School of column. Lower back pain. Low back pain rehabilitation. Bach school.

 

Recepción: 22/07/2015 - Aceptación: 25/08/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 208, Septiembre de 2015. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    La columna vertebral está integrada por un conjunto de elementos ensamblados que cumplen la función de soportar el peso del cuerpo, proteger las estructuras nerviosas, y permitir la movilidad de este segmento. Tiene estructuras pasivas, como: discos intervertebrales, articulaciones interapofisarias y ligamentos vertebrales; y activas que son los músculos y tendones.

    La región lumbar soporta el peso corporal suprayacente y es la última zona movible. La articulación lumbosacra, que soporta el mayor peso y fuerza cizallante, en flexión o extensión, es parecido a un vástago que se mueve hacia adelante, atrás, lateralmente y en rotación, sobre el punto de apoyo lumbosacro que tiene la mayor movilidad, 75 % de la flexión total de la columna lumbar (solo 5 a 10 % entre L1 y L4) lo que determina que la mayor exigencia y cantidad de enfermedades lumbares se generen entre L4 - L5 y L5 - S1.

    La fuerza cizallante del ángulo lumbosacro se encuentra contrarrestada por la musculatura lumbar posterior, las estructuras óseas, disco intervertebral, ligamentos y articulaciones interapofisiarias posteriores, que impiden su desplazamiento anterior. Además, existe un equilibrio entre la musculatura abdominal anterior y vertebral posterior que, como si fuese una rienda, sujeta la columna en su virtual desplazamiento hacia adelante, fuerza que debe ser aumentada cada vez que la musculatura abdominal anterior se relaja; que incrementa la hiperlordosis, y de nuevo produce un mecanismo de generación permanente del dolor lumbar, especialmente en personas sedentarias.

    Entre las mayores causas del dolor lumbar se encuentra el levantamiento de peso en forma inadecuada. Este fenómeno se explica por una sobrecarga excesiva a nivel lumbosacro generado por un sistema de palancas. Si aumenta el peso, la fuerza que debe desarrollar la musculatura también aumenta en relación al brazo de palanca, y provoca una fuerza compresiva amplificada sobre las estructuras vertebrales y el disco intervertebral; esta fuerte compresión puede formar una protuberancia hacia la parte posterior del núcleo pulposo, y provocar el lumbago agudo, si solo se produce una compresión sobre el ligamento común posterior, o una lumbociática aguda, si además se comprime la raíz nerviosa (habitualmente L5 ó S1).

Sistema estabilizador de la columna lumbar

    La musculatura paraespinal desempeña un papel clave porque proporciona la estabilidad durante las tareas dinámicas, por lo que en presencia de una musculatura estabilizadora débil, otras estructuras producen mayor movilidad, y en rangos extremos, que provoquen lesiones, o incluso cambios degenerativos, producirán dolor.

Musculatura estabilizadora del tronco

    Los estudios que han intentado cuantificar la importancia específica de cada músculo, para permitir la estabilización del tronco, han demostrado que un músculo único no es capaz de asegurar la total estabilidad de la columna lumbar. Esta se logra mediante la coactivación de muchos músculos del tronco, que conserven la capacidad de la columna a tolerar cargas.

Origen anatómico del dolor lumbar

    El origen del dolor lumbar puede radicar en variadas estructuras que componen la columna. Entre las posibles alteraciones se pueden nombrar: inestabilidad mecánica, alteraciones del control motor y postural, y atrofia de la musculatura del tronco, las cuales son condiciones que pueden llegar a modificar la funcionalidad del paciente y con esto producir la aparición de discapacidad. Las principales estructuras que pudieran estar implicadas en la génesis de la lumbalgia son: Disco intervertebral, Articulaciones interapofisarias posteriores, Músculos, Periostio, raíz nerviosa, ganglio posterior y duramadre.

Clasificación de las lumbalgias

    Desde el punto de vista clínico y según las características del dolor, las lumbalgias se clasifican en mecánicas y no mecánicas. En las primeras el dolor aumenta con la actividad física o determinados movimientos, mejora con el reposo, no despierta al paciente durante la noche y se debe a sobrecarga funcional, postural y alteraciones estructurales. En las no mecánicas, el dolor puede ser diurno o nocturno, no cede con el reposo, puede asociarse con alteraciones del sueño y estar relacionado con procesos inflamatorios, tumorales, infecciosos y viscerales.

    La lumbalgias mecánicas representan el 90 % de las lumbalgias; se caracteriza por presentar dolor en la zona vertebral o paravertebral lumbar, con irradiación a la región glútea y cara posterior de ambos muslos hasta su tercio medio, habitualmente tienen un factor desencadenante, el paciente puede haber presentado episodios previos, sin síntomas asociados.

    Por las características del dolor, que puede ser agudo, si el comienzo es brusco e intenso, generalmente relacionado con importantes esfuerzos, se acompaña de contractura muscular paravertebral y rigidez vertebral. Provoca incapacidad parcial o total, sin compromiso neurológico con recuperación, en la mayoría de los casos, en menos de 15 días. Según el tiempo de evolución del dolor se clasifican en agudas, subagudas y crónicas, y son de mayor importancia lumbalgias mecánicas.

  • Aguda: duración, menos de 15 días.

  • Subaguda: más de 15 días y menos de 3 meses.

  • Crónica: más de 3 meses o repetición de 3 episodios al año.

Valoración clínica de las lumbalgias

    Los parámetros que se describen en la exploración clínica son:

Postura en bipedestación. Un desequilibrio pélvico causa una contractura de la musculatura involucrada, hiperlordosis con la consecuente anteversión de la pelvis lo que provoca la contractura de la musculatura posterior. La rectificación dolorosa del segmento lumbar puede ser debida al espasmo de la musculatura erectora de la columna paravertebral.

Dolor. Se interroga al paciente sobre la intensidad y tipo de dolor, si tiene relación con la actividad que desempeña, si persiste incluso durante el reposo en cama, lo que indica la posibilidad de una lumbalgia inflamatoria. Es importante conocer la localización, si está circunscrito a la zona lumbar o también se irradia hacia la parte posterior del muslo, lo que indica una posible ciatalgia.

Contracturas musculares. Se detectarán mediante palpación de la musculatura paravertebral.

Movilidad. Más que la movilidad selectiva del segmento lumbar, se explora de forma global si el paciente es capaz de efectuar la extensión de la columna, si la flexión es armónica (aunque su valor esté mediatizado por la articulación de la cadera), la lateralización y rotación. También se valora la posible existencia de dificultades en la marcha, al sentarse, levantarse, acostarse e incorporarse.

Alteraciones neurológicas. Pueden presentarse en forma de ciatalgias o cruralgias.

    Cuando no existe correlación lineal entre la clínica referida por el paciente y alteración anatómica encontrada mediante técnicas de imagen, solo es posible diagnosticar la causa aproximadamente en el 20 % e incluso 10 % de los casos, lo que permite decir que, entre el 80 y 90 % de los pacientes se presentan lumbalgias inespecíficas.

Prevención

    La prevención del dolor lumbar, es uno de los principios fundamentales de su tratamiento, con el fin de disminuir sus graves repercusiones socioeconómicas, y se basa en tres aspectos fundamentales: normas de higiene postural, ejercicios, y no realizar esfuerzos inadecuadamente.

Material y métodos

    La búsqueda electrónica de los artículos relacionados con el tema fue llevada a cabo en las bases de datos Pubmed, Medline, Science Direct, Pedro, Scopus, Cochrane.

    Han sido utilizadas también otras fuentes de información: libros, revistas electrónicas (EFDeportes.com) y algunas referencias de los artículos encontrados.

    Los criterios de inclusión fueron todos aquellos artículos relacionados con la prevención y tratamiento del dolor bajo de espalda mediante ejercicio físico regular, ejercicios de potenciación de la musculatura abdominal y espinal, ejercicios de flexibilidad y estabilización y ejercicios de estiramiento de los músculos que contribuyen a aumentar la lordosis lumbar.

    Los criterios de exclusión fueron aquellos artículos que reflejaban otros métodos de prevención y tratamiento del dolor lumbar o que versaban sobre otros aspectos de éste.

Resultados

    Actualmente el interés por la aplicación de programas de ejercicio físico orientados hacia la mejora de la condición física saludable y con especial atención al cuidado e higiene de la columna vertebral suscita enorme atención por parte, no solo de los especialistas, sino del total de la sociedad que ve como los problemas asociados a este núcleo articular adquieren connotaciones de problema de salud mundial. El entrenamiento de la musculatura estabilizadora del raquis (CORE) constituye un elemento central.

    En presente artículo abordaremos y analizaremos algunas de las principales tendencias como alternativa metodología para el desarrollo adecuado de la musculatura de la zona media del cuerpo. Nos referimos de forma concreta a lo que se conoce como Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH), las técnicas de fortalecimiento de esta zona (lumbo-abdominal), y otras técnicas de flexibilidad y estabilización junto con la eficacia del mantenimiento de una actividad física adecuada.

Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH)

    Empezaremos haciendo referencia a la Gimnasia Abdominal hipopresiva (GAH), si realmente es efectiva y la utilidad de dichas técnicas para el fortalecimiento de la musculatura estabilizadora del raquis (CORE). La GAH es un conjunto de técnicas posturales a las que se atribuyen un descenso de la presión intraabdominal y una activación refleja de los músculos del suelo pélvico y de los músculos de la faja abdominal.

    Las denominadas Técnicas Hipopresivas, están en auge en la actualidad. El método incluye, según las necesidades del sujeto, la Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH), Técnicas de aspiración Diafragmática, Técnicas de Transferencia Tensional y los Hipopresivos Dinámicos (Reprocesing Soft Fitness) (Caufriez, 2010).

    Para una información más profunda y detallada se recomienda leer con detenimiento los fundamentos en los que el autor soporta el método y su propuesta de trabajo, los cuales pueden encontrarse en el libro de Marcel Caufriez "Abdominales y periné, mitos y realidades". (Caufriez, 2010)

    Se argumenta que tal propuesta viene a cubrir una serie de objetivos, importantes de cara a suplantar los riesgos intrínsecos a los abdominales clásicos. Con los ejercicios propuestos, se obtienen un descenso de la presión intraabdominal con tonificación, vía refleja, de la faja abdominal y de la musculatura perineal. Teóricamente, también crean una succión sobre las vísceras pélvicas que son favorecidas por el ascenso diafragmático disminuyendo la tensión ligamentosa. (Esparza, 2002)

    En investigaciones realizadas por el autor de la GAH (Caufriez et al., 2007) encuentran una reducción del perímetro de la cintura (8%), aumento del tono muscular del suelo pélvico, incremento del tono de reposo I.T.I. (58%), incremento del tono de esfuerzo S.A.A. (48%), aumento de la fuerza (20%). Señalan también mejoras posturales que logran un reposicionamiento de la proyección del eje de gravedad y una disminución de la flechas lordóticas lumbar (p=99,9%), cervical (p=99,8 %) que van asociadas a disminuciones de la cifosis dorsal (p=99,5%). Además plantean que las desviaciones laterales son menos importantes (p=96%). El sentimiento de "confort postural" de los sujetos también aumentó de forma estadísticamente significativa (mejor movilidad, mayor flexibilidad, menor pesadez, menos dolor) (p=95%).

    Otro de los beneficios que se le otorga a la práctica de GAH es la repercusión esta metodología tiene sobre la flexibilización lumbar. Este aspecto ha sido evaluado por Galindo y Espinoza (2009), al estudiar qué método (Pilates, gimnasia abdominal hipopresiva o programa tradicional) desarrolla más y mejor la fuerza muscular y flexibilidad de columna lumbar y miembros inferiores, en pacientes con lumbalgia mecano-postural. Los autores señalan el interés de utilizar las técnicas hipopresivas para mejorar la flexibilidad de la columna lumbar y de miembros inferiores. Mediante electromiografía parecen demostrar la mejora en el tiempo de activación de músculos como el transverso y el oblicuo interno, debiendo considerarse a este respecto las posibles limitaciones de dicha metodología al respecto (Daube, 2000).

    En conclusión cabe decir que a pesar de la falta de investigación existente, se podría inferir que de la necesidad de integrar ciertas propuestas que potencien la musculatura lumbo-pélvica, la utilización de alguna de las propuestas provenientes de la GAH pudieran ser utilizadas, pese a lo cual se aboga por seguir investigando en la línea por encontrar evidencias que den mayor sustento a las mismas.

Escuela de Columna (EC)

    Como consecuencia de la elevada incidencia de la patología lumbar se han introducido programas de prevención en el ámbito laboral como una tentativa de disminuir su incidencia y a la vez disminuir el absentismo y los costes económicos subsecuentes. Además de la adaptación ergonómica del puesto de trabajo, estos programas de prevención incluyen la educación del individuo para ayudarle a conocer su problema, manejarlo y evitarlo. Estos programas de prevención son muy diversos, e incluyen desde clases teóricas y prácticas, instrucciones de manejo y transporte de cargas, ejercicios, soporte psicológico y una muy variada combinación de todos ellos.

    El objetivo de la EC abarca dos niveles: la prevención primaria y secundaria. La prevención primaria va dirigida a sujetos sanos donde los ámbitos de actuación más significativos son el escolar, deportivo, laboral y actividades cotidianas. La prevención secundaria va dirigida a pacientes con patología raquídea con finalidad terapéutica y de reinserción laboral precoz, evitando además las recaídas.

    Se sabe que tanto los profesionales sanitarios como los prefesionales de la educación física pueden influenciar en el estado de salud del paciente no sólo realizando un tratamiento eficaz de la disfunción musculoesquelética, sino también proporcionando recomendaciones específicas (como la realización de ejercicio físico regular) para promover su estado de salud. Pero deberíamos tener en cuenta cómo se da esta educación, cuando y a quién va dirigida, pues un mal enfoque de dicha educación puede disminuir su eficacia, quedando meramente en una simple información que satisface al paciente, pero no logra cambiar sus hábitos diarios.

    Los objetivos marcados por la Escuela Española de la Espalda (EEDE) son los de impartir conocimientos sobre anatomía y fisiología raquídea a los alumnos, así como conseguir que apliquen las normas de higiene postural a sus actividades cotidianas y conozcan los criterios de fortalecimiento de la musculatura abdominal y paravertebral. Además se intenta prevenir la aparición del dolor de espalda en los individuos sanos, incrementar la autonomía y actividad de los enfermos y mejorar la capacidad de trabajo de sanos y enfermos, disminuyendo a la vez el riesgo de padecer problemas de la columna vertebral. Va dirigida a pacientes sintomáticos y asintomáticos.

    Los trabajos de Bendix et al en los que compara los resultados de diferentes tipos de abordajes del dolor lumbar crónico demuestran que existe un importante beneficio (tanto humano como económico) de un tratamiento funcional multidisciplinar comparado con programas más breves de entrenamiento físico activo únicamente. Los beneficios de este programa se valoraron en términos de reinserción laboral, uso del sistema sanitario, grado de dolor lumbar, nivel de discapacidad, actividad física y disminución del uso de analgésicos. El autor argumenta que todo programa debe incluir elementos físicos, psicológicos y sociales para poder restablecer la situación total del individuo. Un programa intensivo multidisciplinar es más caro, pero el coste de tener a los pacientes largos períodos de tiempo enfermos es muy superior. Así pues, se demuestra que el 46-48% de los pacientes están antes preparados para la reinserción.

    Resultados de la implantación de este tipo de programas fueron descritos por primera vez por Mayer et al en 1987 seguido después de algunos años por Hazard. Ambos obtuvieron resultados satisfactorios en términos de reincorporación laboral, funcionalidad global, disminución del dolor y otros parámetros en pacientes con dolor lumbar crónico. En cambio otros estudios no mostraron beneficios de este tipo de programas. El miedo al dolor y a la reincidencia son los mayores obstáculos en el tratamiento de este tipo de pacientes, pues piensan que el dolor será mayor si aumentan la actividad física o reinician la actividad laboral, pero se ha demostrado que no existe relación directa entre el aumento de la actividad física y el aumento del dolor.

    Otros autores afirman que la EC por sí sola no es efectiva para disminuir el dolor, aumentar las capacidades funcionales y mejorar la autoestima, sino que además será necesario un programa de recuperación física individualizado. Se observan mejores beneficios cuando la EC incluye clases prácticas con pauta profesional ya que así se facilita el aprendizaje psicomotor por feedback con su educador. Es, pues, una educación a través del ejercicio. Los cambios de hábitos posturales necesitan de tiempo, práctica y repetición, por lo que unas simples clases teóricas sobre higiene postural nunca serán suficientes para cambiar hábitos posturales arraigados desde la infancia. Esto apunta nuevamente al enfoque ergonómico y multidiciplinar del tratamiento del dolor lumbar.

    Aunque es sólo un punto más dentro de todo un programa ergonómico integral, la EC debe ser precoz en su instauración y revisada con el tiempo.

Protocolo de ejercicios en la prevención y tratamiento del dolor lumbar

    Los autores Rodrigo García Romero y Ernesto Casado Acosta hacen una propuesta de trabajo que cumple todos los criterios de efectividad y seguridad basados en la literatura más actual y revisada.

    En su artículo hacen referencia a que todas las regiones de la columna vertebral (cervical, dorsal, lumbar) son zonas que acumulan excesiva tensión a lo largo del día por lo que hay que evitar sobrecargarla aun más con la actividad física, por medio de ejercicios desaconsejados ya estén destinados al fortalecimiento o estiramiento.

    Según su propuesta el músculo Psoas Iliaco tiene tendencia al acortamiento, provocando hiperlordosis y lumbalgias. La hiperextensión lumbar aumenta la presión intradiscal. A éste se le atribuye la función de ser el músculo flexor de la cadera más potente. De esta manera, este músculo no necesitaría un entrenamiento sistemático pues su hipertonicidad crea graves consecuencias para la columna vertebral (Martin, 1996, en Miñarro, 2000). Por lo tanto, no debe recomendarse la intervención de los músculos flexores de la cadera en los ejercicios de fortalecimiento abdominal.

    En un estudio de Ferrer (1998), se valoró la repercusión de la cortedad de la musculatura isquiosural sobre la columna vertebral. En este estudio aparecieron acuñamientos, inversión de espacios discales (pueden dar lugar a hernia de disco) y rectificación lumbar. La musculatura abdominal tiene como funciones destacadas la de estabilizar el raquis dorso-lumbar (descarga presiones) y corregir la anteversión pélvica. Además la contracción de la musculatura abdominal provoca un aumento de la presión intra-abdominal, que interviene como mecanismo de protección del raquis.

    Esta musculatura y la de la espalda han sido muy estudiadas y se conoce cómo trabajarlas correctamente y cuáles son los ejercicios más adecuados. A continuación veremos como trabajarla de forma correcta, bajo criterios saludables.

Programa de higiene postural

    Los aspectos que vamos a trabajar de forma general dentro de un programa de prevención o rehabilitación de personas con problemas de espalda sería el siguiente:

  • Concienciación de partes del cuerpo: cintura pélvica y cintura escapular.

  • Acondicionamiento (fortalecimiento): por ejemplo: paravertebrales y abdominales en la hiperlordosis o de dorsal ancho, paravertebrales, trapecio, romboides, deltoides y serrato, para la cifosis.

  • Estiramiento: por ejemplo: pectoral e isquiosurales ante cifosis o psoas iliaco ante una hiperlordosis.

    De forma más concreta, para las lumbalgias el programa de ejercicios de prevención o recuperación constaría de los siguientes apartados:

  1. Toma de conciencia y percepción pélvica: con este tipo de ejercicios, pretendemos que el paciente perciba y sea consciente de los movimientos de su espalda, para de esta manera, trasladarlos a acciones de la vida cotidiana. Movimientos de anteversión y retroversión.

  2. Estabilización lumbar y propiocepción: con este ejercicio se pretende crear un equilibrio muscular adecuado entre la musculatura abdominal y lumbar.

    • Según Moon et al (2013) tanto la estabilización lumbar como los ejercicios de fortalecimiento dinámico tonificaron los extensores lumbares y redujeron el dolor lumbar. Sin embargo, el ejercicio de estabilización lumbar fue más eficaz en el fortalecimiento de los extensores lumbares y mejora funcional en los pacientes con dolor lumbar crónico inespecífico.

  3. Flexibilidad: principalmente de la musculatura isquiosural, psoas iliaco y columna. Para realizar adecuadamente los estiramientos es muy importante la disposición de la pelvis y la correcta alienación de la columna (Sullivan y cols., 1992).

  4. Potenciación: musculatura abdominal y paravertebral: el cuadrado lumbar se activa sobre todo para dar estabilidad al raquis. Ejercicios que generen una actividad mioeléctrica muy baja en el psoas y resto de los flexores de la cadera produciendo una mínima compresión lumbar. Parece ser que el entrenamiento óptimo de fuerza debería de estar conformado por series de 8 a 12 repeticiones.

    Según un ensayo controlado aleatorio de Del Pozo-Cruz et al (2013) los participantes fueron asignados al azar a un grupo de intervención (intervención propuesta más la atención estándar) o un grupo de control (sólo la atención habitual). La intervención se basaba en un programa de ejercicios de este tipo, estiramientos y ejercicios para mejorar la estabilidad postural (abdominal, lumbar, la cadera y los músculos del muslo) fuerza, la flexibilidad y la movilidad. Las medidas de resultado fueron el estado de salud percibida (escala visual analógica (EVA) del cuestionario Euroquol-5D) y el estado de salud funcional (cuestionario de discapacidad de Oswestry). A los nueve meses, fueron analizados y comparados los resultados en el grupo control y en el grupo de intervención.

    El estudio sugiere que el dolor lumbar mejora en el grupo de intervención tras el programa de ejercicios frente al grupo control.

    En conclusión cuando se habla de ejercicio terapéutico controlado no nos referimos a la potenciación muscular intensiva únicamente, pues ésta se ha demostrado que no es efectiva en el tratamiento del dolor lumbar. Cuando se realizan ejercicios con la intención de disminuir el dolor lumbar lo que se busca ante todo es una corrección postural, para lo que es preciso la intervención de un profesional cualificado. Partiendo de una buena corrección postural realizaremos potenciación muscular analítica de aquellos músculos debilitados y elastificación de aquellos que lo precisen, manteniendo en todo momento una buena alineación de la columna, disminuyendo las presiones excesivas. Se busca el aumento de la resistencia muscular más que su potencia, pues se ha demostrado que la mayor parte de lesiones de columna se producen por fuerzas submáximas o mínimas debidas a falta de resistencia por parte de los músculos estabilizadores de la columna. Serán ejercicios aeróbicos de poca demanda y más repeticiones. Antes de empezar con la potenciación será imprescindible la elastificación.

Ejercicio Físico

    El ejercicio físico controlado tiene un efecto beneficioso sobre el paciente a cualquier nivel, no sólo físico, sino también psicológico. Debemos destacar que el papel de los ejercicios terapéuticos es beneficioso en el tratamiento del dolor lumbar subagudo y crónico, y sus efectos no se mantienen a largo plazo si no se continúan ejecutando a lo largo del tiempo (Miralles Rull et al, 2001).

    Van Tulder y col. llegaron a la conclusión de que la terapia mediante la realización de ejercicios tampoco supone una ventaja a tener en cuenta en el tratamiento de la lumbalgia aguda. Considerando todo esto, podríamos decir que el ejercicio físico no es de utilidad en procesos agudos de lumbalgia, de tal forma que lo ideal sería empezar en la transición entre agudo y crónico, es decir, entre los 2 y 3 meses de inicio de la baja laboral.

    Hagen y col. comprobaron que una intervención temprana sobre pacientes con lumbalgia subaguda con exploración, información y recomendaciones para mantener y mejorar la actividad física implicaba una reducción en el tiempo de incapacidad laboral de los pacientes con lumbalgia. De tal forma que en el tratamiento de estos pacientes subagudos el ejercicio era eficaz y la combinación de éste con terapia conductual ha demostrado asimismo ser eficaz, aunque hasta el momento ninguna técnica específica de ejercicios ha demostrado ser superior a las demás.

    El ejercicio se encuentra entre los tratamientos más prescritos para las lumbalgias crónicas, pues puede resultar de gran utilidad en estos procesos para retomar la actividad diaria y favorecer la vuelta al trabajo. Prueba de ello es que en una revisión sistemática, teniendo en cuenta toda la información recogida, los autores llegaron a la conclusión de que el ejercicio físico empleado en la lumbalgia crónica es más efectivo que otras terapias utilizadas para este fin. Considerando esta afirmación y añadiendo que es una terapia fisiológica, fácil, barata y sin efectos secundarios, podríamos afirmar que resultaría de elección en los procesos lumbálgicos crónicos.

    Además se acepta que los componentes cognitivos, conductuales, psicológicos y afectivos juegan un papel fundamental en la lumbalgia crónica y su incapacidad asociada. El papel del ejercicio físico sería fundamental pues podría actuar como una herramienta útil de afrontamiento y reorganización de las actitudes, creencias y conductas asociadas al dolor. El ejercicio físico actua favoreciendo la pérdida del miedo hacia el dolor o el daño adicional y mejoraría la autoestima y la confianza en realizar actividades diarias, contribuyendo por tanto en la reducción de los días de baja laboral.

    Krismer et al (2012) afirman en su estudio que los programas de fitness y consejos para mantenerse activo puede reducir el dolor, mejorar la función y pueden prevenir que el dolor lumbar se vuelva crónico. El mantenimiento de la actividad física, evitar el reposo y la terapia manual puede reducir el dolor y mantener y restaurar la función en el dolor lumbar agudo. El tratamiento conductual puede prevenir que el dolor lumbar se vuelva crónico. Programas de tratamiento multidisciplinarios con condición física aeróbica y entrenamiento de resistencia junto con el tratamiento del cambio conductual pueden reducir el dolor y mejorar/mantener la función en el dolor lumbar crónico.

Conclusión

    El mantenimiento de una actividad física adecuada y la realización de ejercicios específicos para el mantenimiento del equilibrio muscular del tronco puede ser un método efectivo de prevención y tratamiento de las personas con dolor de espalda cuando se combina con el análisis del lugar de trabajo, acondicionamiento del trabajador, tratamiento en grupo para el entrenamiento postural y físico y adaptación personalizada por profesionales cualificados del ejercicio y/o métodos utilizados en la prevención o tratamiento del dolor lumbar. O sea, el objetivo es un programa de rehabilitación completo y personalizado.

Bibliografía

  • Akuthota, V., Ferreiro, A., Moore, T. y Fredericson, M. (2008). Core stability exercise principles, Curr Sports Med Rep, Feb;7(1):39-44.

  • Allison, G.T. (2012). Abdominal muscle feedforward activation in patients with chronic low back pain is largely unaffected by 8 weeks of core stability training, J Physiother, 58(3):200.

  • Balthazard, P., de Goumoens, P., Rivier, G., Demeulenaere, P., Ballabeni, P. y Dériaz, O. (2012). Manual therapy followed by specific active exercises versus a placebo followed by specific active exercises on the improvement of functional disability in patients with chronic non specific low back pain: a randomized controlled trial, BMC Musculoskelet Disord, Aug 28;13:162.

  • Bi, X., Zhao, J., Zhao, L., Liu, Z., Zhang, J., Sun, D. et al. (2013). Pelvic floor muscle exercise for chronic low back pain, J Int Med Res, Feb;41(1):146-52.

  • Chon, S.C., You, J.H. y Saliba, S.A. (2012). Cocontraction of ankle dorsiflexors and transversus abdominis function in patients with low back pain, J Athl Train, Jul-Aug;47(4):379-89.

  • Ciriello, V.M., Shaw, W.S., Rivard, A.J. y Woiszwillo, M.J. (2012). Dynamic training of the lumbar musculature to prevent recurrence of acute low back pain: a randomized controlled trial using a daily pain recall for 1 year, Disabil Rehabil, 34(19):1648-56.

  • Del Pozo Cruz, B., Del Pozo Cruz, J., Adsuar, J.C., Parraca, J. y Gusi, N. (2013). Reanalysis of a tailored web-based exercise programme for office workers with sub-acute low back pain: assessing the stage of change in behaviour, Psychol Health Med, 18(6):687-97.

  • García Romero, R. y Casado Acosta, E.J. (2005). El entrenamiento físico en patologías de la espalda: las lumbalgias. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 10 - N° 90 - Noviembre. http://www.efdeportes.com/efd90/espalda.htm

  • Hosseinifar, M., Akbari, M., Behtash, H., Amiri, M. y Sarrafzadeh, J. (2013). The Effects of Stabilization and Mckenzie Exercises on Transverse Abdominis and Multifidus Muscle Thickness, Pain, and Disability: A Randomized Controlled Trial in NonSpecific Chronic Low Back Pain, J Phys Ther Sci, Dec;25(12):1541-5.

  • Jackson, J.A., Banerjee-Guénette, P., Gregory, D.E. y Callaghan, J.P. (2013). Should we be more on the ball? The efficacy of accommodation training on lumbar spine posture, muscle activity, and perceived discomfort during stability ball sitting. Hum Factors, Dec; 55(6):1064-76.

  • Krismer, M. y Van Tulder, M. (2007). Low Back Pain Group of the Bone and Joint Health Strategies for Europe Project, Strategies for prevention and management of musculoskeletal conditions. Low back pain (non-specific), Best Pract Res Clin Rheumatol, Feb;21(1):77-91.

  • Lima, P.O., de Oliveira, R.R., de Moura Filho, A.G., Raposo, M.C., Costa, L.O. y Laurentino, G.E. (2011). Reproducibility of the pressure biofeedback unit in measuring transversus abdominis muscle activity in patients with chronic nonspecific low back pain, J Bodyw Mov Ther, Apr;16(2):251-7.

  • Manek, N.J. y MacGregor, A.J. (2005). Epidemiology of back disorders: prevalence, risk factors, and prognosis. Curr Opin Rheumatol 2005;17:134-40.

  • Mannion, A.F., Caporaso, F., Pulkovski, N. y Sprott, H. (2012). Spine stabilisation exercises in the treatment of chronic low back pain: a good clinical outcome is not associated with improved abdominal muscle function, Eur Spine J. Jul;21(7):1301-10.

  • Miralles Rull, I. y Novell, M. (2001). Effectivity of the back school in the treatment of chronic back pain: a bibliographic review. Elsevier, Vol. 23. Núm. 02. Abril.

  • Moon, H.J., Choi, K.H., Kim, D.H., Kim, H.J., Cho, Y.K., Lee, K.H. et al. (2013), Effect of lumbar stabilization and dynamic lumbar strengthening exercises in patients with chronic low back pain, Ann Rehabil Med. Feb;37(1):110-7.

  • Moral, S., Heredia Elvar, J.R., Donate, F.I., Mata, F. y Da Silva Grigoletto, M.E. (2014). Revisión de Tendencias en el Entrenamiento Saludable de la Musculatura de la Zona Media (CORE): La Gimnasia Abdominal Hipopresiva y el Método Pilates, PubliCE Standard.

  • Moreside, J., Vera-García, F. y Mcgill, S. (2007). Trunk muscle activation patterns, Lumbar Compressive Forces, and Spine Stability When Using the Bodyblade. Physical Therapy, 87 (2): 153-163.

  • Peña, J.l., Brieva, P., Peña, C. y Humbría, A. (2002). Unidades de espalda: un modelo multidisciplinario. Rev Esp Reumatol. 29:499-502.

  • Pérez CastroI, D., Rojas Del Campo, L.H., Hernández Tápanes, S., Bravo Acosta, T. y Bravo Hernández, O. (2011). Actualización sobre lumbalgias mecánicas”, Centro de Investigaciones Clínicas. La Habana, Cuba. http://bvs.sld.cu/revistas/mfr/vol_3_2_11/mrf05311.htm

  • Pérez Guisado, J. (2006). Artículo de revisión: lumbalgia y ejercicio físico, Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte – vol. 6 - número 24 - diciembre- ISSN: 1577-0354.

  • Sauné Castillo, M., Arias Anglada, R., Lleget Maymo, I., Ruiz Bassols, A., Escribà Jordana, J.M. y Gil, M. (2013). Estudio epidemiológico de la lumbalgia. Análisis de factores predictivos de incapacidad. Rehabilitación, 37:3-10.

  • Streicher, H., Mätzold, F., Hamilton, C. y Wagner, P. (2014). Comparison of group motor control training versus individual training for people suffering from back pain, J Bodyw Mov Ther, Jul;18(3):489-96.

  • You, J.H., Kim, S.Y., Oh, D.W. y Chon, S.C. (2014). The effect of a novel core stabilization technique on managing patients with chronic low back pain: a randomized, controlled, experimenter-blinded study, Clin Rehabil. May; 28(5):460-9.

Otros artículos sobre Actividad Física y Salud

www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 208 | Buenos Aires, Septiembre de 2015
Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2015 Derechos reservados