Fundamentos psicopedagógicos del entrenamiento deportivo Psychopedagogical principles of sport training |
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*Profesor Titular. Doctor en Ciencias de La Cultura Física en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte de Ciudad Habana Magíster en actividad Física Comunitaria. Especialista en Psicología Pedagógica de la Universidad de Ciencias Pedagógicas de La Habana Licenciado en Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica de Holguín Licenciado en Psicología y Pedagogía en la Universidad Pedagógica de Holguín **Licenciatura en Educación Especialidad Pedagogía-Psicología Especialista de Postgrado en Docencia en Psicopedagogía. Profesor Asistente Universidad de Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”. Holguín |
Dr.C. José Rafael Proenza Pupo* MsC. Alberto Alejandro Peña Anasco** (Cuba) |
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Resumen En el artículo se aborda la educación de la personalidad dentro del proceso del entrenamiento deportivo, el cual constituye un problema de gran necesidad y de sistemática atención, por lo que delimitar el uso y función de los principios pedagógicos en este contexto es una tarea científica y profesional de todos los docentes que se encargan del proceso de formación de los deportistas cubanos en este momento histórico como parte de los esfuerzos que se realizan en todas las sociedades modernas por perfeccionar el proceso pedagógico en la formación de las nuevas generaciones. Se relacionan los principales principios y se dan sugerencias concretas para llevarlos a la práctica en el marco del proceso pedagógico del entrenamiento deportivo. Palabras clave: Principios psicopedagógicos. Personalidad. Entrenamiento deportivo.
Abstract In this article, it observed the education of personality in sport training process, which one constitute a big problem and need an systematically attention, to delimitated the use and function of the pedagogical principles in this context is a very important scientifically and professional task of all teachers who have in their hands the personality formation of Cuban sports younger in this historical moment as a part of efforts coming in all modern society to perfection the pedagogical process in the formation of a new generation. We explain the principals principles and give concretes suggestion to carry on to the practice inside of sport training as pedagogical process. Keywords: Psychopedagogical principles. Personality. Sport training.
Recepción: 17/02/2015 - Aceptación: 02/06/2015
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 207, Agosto de 2015. http://www.efdeportes.com |
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Introducción
Cuando hablamos de categorías pedagógicas, siempre se hace desde una epistemología partidista, ya que cada autor interpreta los mismos, sobre la base de cómo concibe a la Pedagogía como ciencia, si el análisis se hace desde una pedagogía tradicional, lógicamente que la reflexión irá matizada de una concepción academicista, intelectualizada y de alguna manera formal, pero si el análisis se hace desde una posición histórico cultural, indudablemente que la reflexión irá matizada por una concepción desarrolladora del proceso, sobre la base de la contextualización histórica donde se produce y valorando la enorme importancia de lograr estimular el carácter desarrollador de los procesos de enseñanza y aprendizaje, es por eso que hablar de principios pedagógicos es siempre complejo y entre otras cosas se debe a que los diferentes investigadores y teóricos del tema no han encontrado aún, una unidad o criterio teórico único sobre el papel de los mismos en la formación y desarrollo de la personalidad, pero si brindan un acercamiento científico al problema y coinciden en varios aspectos que son necesarios, comunes y esenciales de tener en cuenta a la hora de desarrollar este proceso, máximo en el marco del proceso pedagógico del entrenamiento deportivo, donde el estudiante atleta no sólo se ve inmiscuido en su formación general, sino además lleva al unísono una formación deportiva que exige tanto o más que la propia formación general, por lo que el conocimiento, uso y aplicación por parte de los docentes académicos y deportivos de estos principios es vital para lograr el éxito formativo de estos estudiantes.
Con este articulo queremos proponer un análisis, sólo sobre tres principios, que consideramos rectores, para la educación de la personalidad de los alumnos atletas mediante sus recomendaciones prácticas de aplicación en las escuelas deportivas y centros de entrenamiento deportivo, sin pretender normar todo el trabajo del maestro y entrenador, el cual, por su esencia, debe ser creador en la búsqueda constante de la mejor contextualización de su trabajo para lograr con ello, originalidad y novedad.
Desarrollo
Los principios educativos, denominación con la cual procedemos a reflexionar al respecto, no siempre se denominan por los diferentes investigadores y teóricos de la misma manera, en la literatura pedagógica y psicológica se pueden encontrar denominados indistintamente como principios de la educación, principios pedagógicos, exigencias para una educación efectiva, fundamentos psicológicos del proceso docente educativo entre otros.
Como se puede apreciar hay diferentes denominaciones, que no sólo se limitan al mero hecho de la nominación o bautizo de la categoría, sino que de alguna manera en el plano teórico refieren diferencias desde perspectivas sociológicas, semánticas, psicológicas y pedagógicas, pero que por ello no niegan las principales regularidades que en la interpretación materialista dialéctica de la formación y desarrollo de la personalidad en el marco de las escuelas, son necesarias e imprescindibles.
En el caso que nos ocupa, la escuela deportiva en Cuba, resulta en ocasiones difícil conceptualizar o reflexionar sobre la temática, ya que se ven inmersos principios no sólo pedagógicos, sino además, principios didácticos, principios del entrenamiento deportivo, que aunque todos convergen en una dirección y su intencionalidad es la de lograr una formación integral de los alumnos atletas, armonizar los mismos, utilizarlos de manera científico profesional, no resulta fácil y mucho menos cuando el personal docente no está lo suficientemente preparado en el orden pedagógico para enfrentar el proceso.
Hay que partir de un presupuesto esencial en la contextualización de estos principios en la escuela deportiva y es que separar o diferenciar los principios en el orden teórico, no implica abstraerlos de su relación sistémica en la práctica ya que de hecho provocaría una fisura o resentimiento en la generalidad y rigurosidad científica con lo que se deben aplicar en la formación de los nuevos deportistas.
En nuestro análisis partimos de un principio de la lógica formal que nos indica la necesaria razón suficiente sobre lo que se explica por lo que lo primero es formular científicamente y con profundidad lo que se conceptualiza y define como principios para la educación de la personalidad.
Este análisis se puede hacer en el sentido epistemológico desde perspectivas filosóficas, sociológicas, lógicas, psicológicas y pedagógicas.
Desde la perspectiva filosófica la mayoría de los autores coinciden en señalar su raíz latina principium que significa lo primero, lo que rige, lo que manda, punto de partida, idea central o determinante.
En la lógica los principios tienen una caracterización teórica muy importante, y se vinculan directamente a la teoría de los sistemas, extraída de la realidad y aplicable a ella misma.
En la pedagogía y la psicología su uso y contextualización son muy diversos enmarcándose en el proceso psicopedagógico como especie de ley que organiza y orienta el desarrollo de la conducta desde la interpretación de la investigación científica o una norma general de la acción o el pensamiento o como hipótesis que puede explicar acertadamente casos verificados.
Lo anteriormente analizado nos permite sintetizar que los principios para la educación de la personalidad del hombre son normas y procedimientos que en manos de los profesores y maestros, constituyen herramientas fundamentales para conducir científicamente el proceso a partir de la información y orientación que brindan como tesis básicas en la teoría psicopedagógica, de igual manera son postulados teóricos que en el orden conceptual y práctico constituyen guías para el maestro que los llevan por caminos seguros en el cumplimiento de sus funciones y a la vez los alertan en que su violación provocaría fallas irremediables en el proceso formativo de sus discípulos.
Los principios para la educación de la personalidad constituyen leyes en las cuales se expresan y revelan nuevos nexos, vínculos y relaciones de los factores y partes componentes del proceso psicopedagógico como un sistema y en esta dirección son base de la selección y organización del contenido, los métodos, y los procedimientos para la labor educativa del maestro, orientándolos en el que, el cómo, el por qué y el para qué de la labor que desempeñan
Los principios para la educación de la personalidad son generales porque se manifiestan y verifican a través de las situaciones pedagógicas particulares y cotidianas, pero en el caso de la escuela deportiva y de la formación de la personalidad de los deportistas atletas, adquieren una singularidad y esencialidad muy propias ya que la actividad ( la propiamente deportiva ) y la comunicación ( también la deportiva ) son rasgos distintivos de este proceso que se organizan y ejecutan de manera muy propia y con características muy distintivas, ya que por ejemplo las emociones que se producen en una competencia, en la discusión de un título individual o colectivo, no se da en la formación general educacional de la escuela cubana.
Los principios para la educación de la personalidad en la escuela deportiva cubana
A nuestro criterio consideramos que los principios más importantes son:
I. Principio de la personalidad y su desarrollo en el entrenamiento deportivo
Este principio valora en el orden teórico y metodológico el carácter individual, propio, singular e irrepetible de la personalidad como producto de las relaciones sociales, de la actividad social, de la práctica y de la comunicación, donde se convierte en una configuración psicológica de una estructura y función determinada donde se integran, conocimientos más o menos profundos en dependencia de la edad, la socialización, el nivel de acceso a la enseñanza y la educación entre otros, motivaciones consolidadas y generalizadas de carácter estable, que orientan el comportamiento del sujeto de manera efectiva y útil hacia los roles fundamentales que desempeña, confiere un enfoque personológico a la educación revelando el carácter activo de la personalidad donde el alumno mantiene una interactividad entre la actividad y la comunicación que se genera en su entorno y que en este caso es configurado por las influencias pedagógicas de la escuela deportiva, la familia, la comunidad, los maestros y entrenadores deportivos, los coetáneos deportistas miembros de los grupos o quipos deportivos, o simplemente deportistas de la práctica de alguna modalidad individual, entre otros.
Son muchos los autores que han teorizado sobre la categoría personalidad y en muchos países, pero como estamos analizando la formación de la personalidad de los deportistas cubanos en la escuela deportiva cubana, retomamos lo planteado por importantes psicólogos cubanos como Fernando González e Hiram Valdés (1994) quienes plantean que la personalidad constituye el nivel regulador más elevado del comportamiento humano en cualquier rol que este desempeñe y González y Mitjáns (1989) quienes enfatizan la necesidad de personalizar el proceso de enseñanza, destacando las regularidades que desde la perspectiva psicopedagógica se pueden dar en este proceso donde se hace necesario evitar los procedimientos generales y si atender la individualidad, la diversidad en el marco de la atención diferenciada que debe hacer el maestro, tratando de diferenciar las acciones que se acometen sobre la base de las características de los sujetos ya sean niños, adolescentes, jóvenes o adultos, así como desarrollar una comunicación efectiva, asertiva, donde se forme un clima comunicativo favorecedor y se tenga conciencia de la importancia decisiva de este proceso en los resultados efectivos sobre la formación y desarrollo de la personalidad, que esta comunicación además sea sana y personalizada entre todos los participantes del acto comunicacional en la creatividad de los alumnos. Es por ello que se hace necesario que los profesores de las escuela deportivas cubanas tengan bien presente y dominen con amplitud las exigencias y características psicopedagógicas del deporte que enseñan y personalicen este proceso sobre la base las potencialidades y características particulares y únicas de cada atleta, orientando el enfoque de su trabajo no solo al rendimiento deportivo, sino a la formación de ese deportista hacia la vida en general, procurando que los mismos obtengan los mejores resultados de los roles que desempeñan ( sean académicos o deportivos ) y así lograr confianza, seguridad, optimismo y una concientización real de las potencialidades de cada uno, lo que indudablemente repercutirá de manera muy positiva en el desarrollo y educación de su personalidad.
El proceso pedagógico-deportivo está dirigido a alumnos atleta en diferentes etapas de su desarrollo evolutivo, por tanto, hay que partir de las características psicológicas de cada una de estas etapas, de las regularidades que en este orden rigen el desarrollo, pero siempre sobre la base del reconocimiento de la diversidad y la individualidad de la personalidad para educar, y a la vez, el resultado de este proceso es contribuir a su conformación y desarrollo, es decir, que la personalidad es el sujeto-objeto de la educación y por lo tanto su punto de partida y su máxima aspiración, por lo que es objetivo y prudente aceptar este principio como uno de los fundamentales en la educación del alumno deportista.
Este principio tiene un gran valor teórico y carácter metodológico, permite explicar científicamente como se produce la formación y desarrollo de la personalidad a partir de la influencia de la actividad, la comunicación, la incorporación a los grupos sociales y a las diferentes actividades, así como a la situación social del desarrollo que seamos capaces de organizar como maestros en el entorno de los alumnos atletas, por lo que el maestro deportivo debe garantizar el cumplimiento del mismo en cualquier medio donde se encuentre su discípulo escolar atleta, ya sea en medios sociales, escolares, extraescolares o puramente deportivos, decisivos en el desarrollo del ser individual y social de estos alumnos atletas.
¿Cómo aplicarlos en la escuela deportiva cubana? Lo primero es tener la rigurosidad necesaria y el nivel científico pedagógico que exige esta práctica y sobre la base de ello:
Diagnosticar a profundidad para poder conocer los rasgos generales y esenciales de la personalidad de los alumnos-atletas de manera objetiva, evitando las valoraciones subjetivas y tratar de identificar a plenitud las potencialidades de sus alumnos, tanto en el orden académico como deportivo, resaltando las mismas y siguiendo el principio vigostkiano de trabajar desde estas potencialidades para eliminando las dificultades que se puedan encontrar en los alumnos-atletas.
De manera sistemática lograr la estimulación, la aparición y el desarrollo de diferentes rasgos y cualidades de la personalidad en sus relaciones y condicionamiento mutuos desde las características del deporte que practica, la imagen social que proporciona el mismo, las cualidades que contribuye a desarrollar y los beneficios en el orden físico, estético, ético, social y hasta económico.
Procurar un desarrollo de la orientación activa y transformadora en los alumnos atletas desde el deporte y la cultura física, haciendo valer los cambios que en el orden de la salud, de la imagen social y del conocimiento provoca la practica sistemática y sana del deporte y la cultura física.
Respetar la personalidad de los alumnos-atletas desde lo físico, lo moral, lo intelectual y lograr el equilibrio valorativo, dado los roles académicos y deportivos de estos alumnos que exigen de una consagración total y que los limita de muchas actividades propias y cotidianas de sus coetáneos que no practican una modalidad deportiva de alto rendimiento.
Sistematizar el trabajo educativo con estos atletas desde las actividades que resulten novedosas y diferentes, que los saquen de las rutinas del entrenamiento pero que a la vez refuercen los objetivos físicos y de preparación para las competencias y evitando desde luego el alcohol, las noches trasnochadas o el incumplimiento del horario de sueño y recuperación, ya que esto puede traer muy malas consecuencias en el rendimiento deportivo, tanto en el entrenamiento como en las competencias.
Mediante los juicios valorativos que haga el entrenador y todos los factores, conformar una objetividad a partir de los resultados docentes, del entrenamiento y de la competencia para desarrollar síntesis reguladoras más complejas en la personalidad, tales como la autovaloración, los ideales, las intenciones profesionales, sobre todo desde la perspectiva de la Educación física, la salud y el bienestar.
II. Principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo en la escuela deportiva cubana
El hombre adopta una posición activa siempre ante los fenómenos y objetos de la realidad y hacia sí mismo. Por la propia esencia humana todos los elementos que se integran en la personalidad conforman un sistema que es la propia personalidad donde necesariamente se da la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, reforzamos “ la unidad “ y no da la identidad ya que existe una independencia relativa entre uno y otro por ser, precisamente el hombre, el único ser vivo consciente, capaz en un momento determinado de pensar de una manera, sentir de otra y actuar de manera diferente, es imposible delimitar un hecho o fenómeno psicológico puramente afectivo o puramente cognitivo en el funcionamiento normal del hombre, a decir de Fernando González y Albertina Mitjáns.
Este principio también permite dilucidar el hecho de que la obtención simple del conocimiento no implica automáticamente su manifestación conductual, por eso es importante que el profesor deportivo tenga siempre presente que en la preparación deportiva no solamente es suficiente el conocimiento por parte del atleta de los aspectos teóricos del deporte, la estrategia a seguir y los conocimientos que sobre el contrario se tenga, igualmente es necesario que el atleta concientice, tenga motivos suficientemente estables y una voluntad bien desarrollada para lograr los objetivos propuestos, pero que desde luego esto se logra solo en un entrenamiento sistemático, confiable, donde el maestro tenga un papel esencial en su conducción y sea capaz de lograr los esfuerzos volitivos que el atleta necesita. Por eso las operaciones cognitivas en la escuela deportiva tienen que ser portadoras de un contenido emocional favorable para poder cumplir los objetivos educativos.
Sugerencias de aplicación en la escuela deportiva
Durante el proceso de enseñanza aprendizaje de la práctica deportiva en el proceso de entrenamiento deportivo las actividades docentes, extra docentes, escolares y extraescolares deben fomentar un clima socio-psicológico favorable y participativo con los alumnos, proclive al aprendizaje y a la interacción.
El maestro debe diagnosticar de forma acertada el nivel motivacional de los alumnos, saber la estructura motivacional de cada uno de sus atletas en los referidos a los motivos de rendimiento, los directos e indirectos, la motivación de logro y la dinámica que se da entre los mismos.
Constatar cómo los conocimientos referidos al deporte, a la competencia, a la preparación táctica, etc., trasmitidos a los alumnos se van personalizando progresivamente e influyen en la regulación de su conducta, al convertirse en motivos estables, actuantes de la regulación de la actividad deportiva
Todas las actividades programadas en el entrenamiento deportivo deben despertar emociones y sentimientos positivos en los alumnos-atletas.
Tener en cuenta los gustos, intereses, motivos y necesidades de los alumnos-atletas al planificarse las diferentes actividades del entrenamiento deportivo.
Favorecer y estimular los éxitos individuales y colectivos de los estudiantes-atletas en el marco del entrenamiento, las competencias no solo a partir del resultado, sino del progreso deportivo, de la entrega y la valentía demostrada en estas actividades.
Incentivar a los alumnos-atletas para que apliquen sus conocimientos en la solución de problemas que se pueden presentar en el entrenamiento y en la competencia, en función de desarrollar la creatividad de las acciones motoras y lograr así altos resultados deportivos.
III. Principio de la unidad de la actividad y la comunicación en el entrenamiento deportivo
La actividad y la comunicación son dos fenómenos psicológicos no identificables, pero muy vinculados en el desarrollo de la personalidad. La realización de actividades programadas en el entrenamiento deportivo, condiciona obligatoriamente, la necesidad de la comunicación entre los atletas, entre los atletas y el entrenador y si es un deporte colectivo, entre todos los participantes y en la medida que sea mayor y más eficiente esa comunicación, mejor se cumplen los objetivos de la actividad. Es decir que en la actividad deportiva se condiciona la comunicación deportiva y esta a su vez garantiza que el proceso pedagógico del entrenamiento deportivo, fluya con más calidad y mejores resultados.
El desarrollo de la personalidad de los alumnos atletas exige de una adecuada y armónica unidad entre las actividades que realiza en el marco del entrenamiento deportivo y la comunicación que establece con los demás atletas o con sus entrenadores. Una de las condiciones para el éxito de la labor pedagógica deportiva radica en la calidad de las actividades que realizan los alumnos-atletas junto con el maestro deportivo y la fluida comunicación que establezcan ambos como también los alumnos-atletas entre sí.
Cuando hablamos de equipos deportivos, este principio adquiere mayor relevancia, ya que los resultados de un equipo deportivo, dependen esencialmente de las relaciones que sus miembros establecen, ya que ellas son la garantía de un clima psicológico favorable, de una cohesión grupal determinante a la hora de crear situaciones de juego y acciones tanto técnicas como tácticas, por lo que hacer cumplir este principio en el proceso de enseñanza aprendizaje deportiva, no solo resulta determinante para los resultados en las competencias, sino lo más importante, para la formación integral y armónica de los atletas.
¿Cómo aplicarlo en la escuela deportiva cubana?
Al igual que los principios analizados anteriormente, la aplicación de este en el proceso de enseñanza aprendizaje deportivo, tiene sus exigencias y particularidades que se pueden resumir en:
Planificar y ejecutar en el marco del entrenamiento deportivo un conjunto de actividades que propicien la comunicación interpersonal entre los alumnos-atletas y con los maestros deportivos, siempre sobre la base de las características y exigencias del deporte que se practica y las cualidades de la personalidad que queremos formar en el atleta socialista, como es la ayuda mutua entre ellos, la rivalidad deportiva pero no la agresividad o el juego sucio entre otros.
Garantizar que los alumnos-atletas y maestros-deportivos ocupen siempre la doble posición de emisores y receptores de la comunicación, es decir, que siempre se tenga presente que la comunicación en el deporte es un acto de relación sujeto-sujeto, en el proceso de aprendizaje y desarrollo de las habilidades y hábitos deportivos, de un funcional pensamiento táctico para llegar a la maestría deportiva.
Lograr una comunicación asertiva, plurimotivada e ininterrumpida con los estudiantes-atletas dentro y fuera del lugar donde se lleva a cabo el entrenamiento deportivo mediante temas de conversación disímiles, pero que sean de interés de ellos, que sean temas que promuevan la reflexión, y que su contenido siempre este vinculado con valores universales que hay que tener en el comportamiento humano y que de su práctica, también dependen los resultados deportivos, ya que un atleta sin disciplina, sin valentía, sin perseverancia en el entrenamiento, sin decisiones acertadas, sin auto confianza, sin seguridad en sí mismo, nunca podrá tener resultados relevantes aunque tenga un gran talento deportivo.
Eliminar las posibles barreras de la comunicación que pueden estar limitando el proceso pedagógico del entrenamiento deportivo, mediante un acertado diagnóstico, una observación sistemática y un espíritu crítico de análisis y valoración, tratando de superar las subjetividades e interpretaciones meramente empíricas.el maestro deportivo debe ser flexible, estar atento a las reacciones emocionales de sus pupilos, mirarlos siempre de frente, con limpieza en la mirada, con honestidad, plantear las cosas con sencillez y firmeza, que el atleta las recepcione cargadas de sinceridad y de afecto, esto en gran medida permite un clima muy favorable en la comunicación y con ello, un fluir efectivo del proceso de enseñanza aprendizaje deportivo.
No evadir con los alumnos deportistas ningún tema de conversación y conferirle el enfoque educativo necesario, brindando confianza y seguridad en ellos, pero para ello hay que saber dirigir los objetivos propuestos, hay que estar preparados y hay que ser empatitos, dulces, evitar en todo momento la agresividad comunicativa y mucha más la humillación o la burla.
Propiciar la crítica, reflexión, análisis y polémica, a partir de la confrontación de diferentes puntos de vista en la búsqueda de soluciones a los problemas tanto deportivos como familiares y personales.
Utilizar métodos procedimientos y técnicas por parte del docente dentro del proceso pedagógico del entrenamiento deportivo que sean novedosos, acorde a las características de los alumnos, a sus intereses y sobre todo a las exigencias psicológicas del deporte, que estimulen la interacción grupal, su dinámica y el cambio de roles en los estudiantes atletas.
No utilizar frases o palabras que lesionen la personalidad de los alumnos-atletas, que los hieran, que los abochornen y sobre todo que disminuyan su autoestima, ya que esto puede traer consecuencias muy negativas en la necesaria valentía y agresividad que hay que tener en el deporte
Estar siempre abierto al diálogo con los alumnos-atletas, sobre todo si se tratan de temas relacionados con sus resultados deportivos, con la planificación del entrenamiento deportivo, con las lesiones, etc., para que el alumno tenga confianza con el entrenador y los problemas se puedan solucionar a tiempo.
No prejuiciarse con ningún alumno-atleta ni establecer posibles resultados deportivos de manera superficial y sin la profundidad necesaria sobre la base del contrario y lo conseguido en el entrenamiento.
No perder el control emocional con los estudiantes-atletas y mucho menos agredirlos ni física ni psicológicamente, ya que en el deporte es muy usual, formas no educativas de comunicación que a la larga perjudican los resultados y la formación de ese atleta.
Conclusiones
Corresponde a los maestros deportivos, dentro de la escuela deportiva hacer notar el valor de estos principios en una práctica rigurosa, difícil, pero que a la vez tiene grandes potenciales educativas.
Formar atletas en los más altos valores, en los más importantes principios y en su plena dignidad, es responsabilidad de maestros deportivos y en estos principios tienen la suficiente y necesaria herramienta para lograrlo, la tarea es sencillamente, ponerlos en práctica con inteligencia y sistematización, conscientes de que en la humildad está el conocimiento y en el conocimiento está el poder.
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