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¿Que utiliza el preparador físico en el campo: el VO2máx, 

la velocidad aeróbica máxima o la velocidad final alcanzada?

What used trainer in the field: VO2máx, maximal aerobic speed or final speed reached?

 

*Instituto Superior de Formación Docente “Mercedes Tomasa

de San Martín de Balcarce”. San Rafael, Mendoza

San Jorge Rugby Club. San Rafael, Mendoza

**Universidad Adventista del Plata, Profesorado de Educación Física

Libertador San Martín, Entre Ríos

***Centro de Alto rendimiento CARD, Córdoba

****Federación Mendocina de Atletismo, San Rafael, Mendoza

*****Dirección de Deportes de la Provincia de Neuquén

Club Cipolletti, Río Negro

******Universidad Nacional de Catamarca, Facultad Ciencias de la Salud

Licenciatura de Educación Física. Catamarca

Asociación Alumni. Buenos Aires

(Argentina)


Gastón César García*

garciagaston@yahoo.com.ar

Jeremías David Secchi**

secchijere@hotmail.com

Julio Fernando Antonio***

juliofernandoantonio@gmail.com

Nahuel Bua****

nahuel800@hotmail.com

Mauro Santander*****

maurosantander2002@yahoo.com.ar

Carlos Rodolfo Arcuri******

crarcuri@hotmail.com


 

 

 

 

Resumen

          Desde la primera mitad del siglo pasado (Harvard Fatigue Laboratory) comenzó a ser cada vez más habitual medir el Consumo máximo de oxígeno (VO2máx), para valorar el rendimiento deportivo. Esto fue importante ya que se pudo interpretar cuales son las exigencias metabólicas que requerían los diferentes deportes. Entre los ’80 y los ‘90, autores como Brue, Cazorla, Leger y Lacour, definieron otras de las variables de estudio ligadas al VO2máx: el concepto de Velocidad Aeróbica Máxima (VAM). Esto generó algunas ventajas a la hora de interpretar la prestación de los sistemas de energía. Sin embargo, durante todo este tiempo los entrenadores y preparadores físicos se las ingeniaron para dosificar en el campo la carga de trabajo sin la utilización de la tecnología con la que cuentan los diferentes centros de evaluación. Los preparadores físicos durante mucho tiempo y aún hoy en la actualidad seguimos empleando una velocidad de referencia, obtenida a partir desde una prueba indirecta de campo (test). Esta velocidad de referencia ha sido definida como Velocidad Final Alcanzada (VFA). En la actualidad la VFA es utilizada para estimar la VAM. Por todo esto, el objetivo del presente artículo es abordar estos 3 conceptos que si bien son diferentes, esta relacionados: VO2máx, VAM y VFA.

          Palabras clave: Entrenamiento aeróbico. Preparación física. Evaluación de campo. VO2máx. Velocidad aeróbica máxima. Velocidad final alcanzada.

 

Abstract

          Since the first half of the last century (Harvard Fatigue Laboratory) began to be increasingly common measure maximum oxygen consumption (VO2máx), to assess athletic performance. This was important since it could interpret what the metabolic demands requiring different sports. Between the 80s and 90s, authors like Brue, Cazorla, Leger and Lacour, defined other study variables related to VO2máx; the concept of Maximal Aerobic Speed (MAS). This generated some advantages when it comes to interpreting the provision of energy systems. However, during this time the coaches and trainers they managed to meter in the field workload without the use of technology that has different evaluation centers. The trainers for a long time and still today continue to use a reference speed obtained from an indirect test from field. This reference speed has been defined as Final Speed ​​Reached (FSR). At present, the FSR is used to estimate the MAS. For all this, the objective of this article is to address these three concepts which although different, this related: VO2máx, MAS and FSR.

          Keywords: Aerobic training. Physical preparation. Field Test. VO2máx. Maximal Aerobic Speed. Final speed reached.

 

Recepción: 20/06/2015 - Aceptación: 17/07/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 20 - Nº 206 - Julio de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Desde que Hill y Lupton en el año 1923 establecieron que había una relación lineal entre el consumo de oxígeno (VO2) y el trabajo producido por el aumento de la velocidad de carrera, ambas variables han sido tema de investigación. Per Olf Astrand en la década del 50, fue uno de los fisiólogos que más se interesó en la relación entre trabajo y respuesta del VO2. Desde aquí podemos entender por qué el VO2 tomó tanto interés en un principio. La mayoría de los deportistas, independientemente cual fuese su disciplina, debían ser valorados por su rendimiento cardiorrespiratorio, representado por el consumo máximo de oxígeno (VO2máx). En la figura 1, podemos observar imágenes que tienen más de 50 años, en donde se refleja lo expuesto.

Figura 1

    Si bien Hill y Lupton, ya habían establecido en sus ensayos que dos sujetos podían obtener la misma respuesta de VO2, a diferentes velocidades, a la comunidad científica le tomo un par de varios años darse cuenta de la importancia de este detalle en el orden práctico. Otras variables como la frecuencia cardiaca, la velocidad al umbral anaeróbico, la respuesta del ácido láctico entre otras, fueron tenidas en cuenta como objeto de estudio en el laboratorio, dejando por último a la velocidad de campo. Entre finales de la década del ‘70 e inicios de los ‘80, se estableció un nuevo concepto de estudio teniendo en cuenta a la velocidad, denominado Velocidad Aeróbica Máxima (VAM). De todas maneras durante todo este tiempo, el preparador físico siempre utilizó una velocidad de referencia para dosificar la carga de trabajo, debido a que no contaba con las instalaciones y equipamiento para medir el VO2max y/o la VAM. Por este motivo le fue más fácil y económico utilizar una velocidad de referencia, a la cual García y Secchi la denominaron Velocidad final alcanzada (VFA). Por esta razón es habitual observar que el preparador físico mida a sus deportistas con una prueba de campo indirecta para localizar la VFA y posteriormente tabular y/o dosificar la carga de trabajo (García y Secchi 2013; Bua et al; García et al, 2014).

    A simple vista podemos observar que el VO2max, la VAM y la VFA son 3 conceptos diferentes pero están íntimamente relacionados. El propósito principal del presente trabajo es desarrollar y caracterizar los conceptos de VO2max, VAM y VFA.

Consumo máximo de oxígeno (VO2máx)

    Se entiende por VO2máx, la máxima cantidad de oxígeno que el organismo es capaz de absorber, transportar y consumir, por unidad de tiempo ante un esfuerzo máximo (López-Chicharro). Este es obtenido durante una prueba de esfuerzo máximo a través de un analizador de gases como se muestra en la figura 2. Esta prueba se considera la herramienta de oro (Gold Method) para medir el comportamiento del sistema cardiorrespiratorio (Basset y Howley, 1997), en diferentes poblaciones y edades (Secchi, et al, 2013, 2014; Bua et al, 2013).

Figura 2

    Es importante aclarar que si un mismo sujeto es medido en la cinta y en el campo, con el mismo analizador de gases, obtiene el mismo VO2máx. Esto ha podido ser confirmado desde diferentes estudios (Meyer 2003; Borda, Trovo y Peralta 2010).

Velocidad aeróbica máxima (VAM)

    Cuando uno hace referencia de VAM, resulta difícil separar la cinta y el campo, porque originalmente este concepto se inició en el campo. Sin embargo los investigadores trasladaron este concepto al laboratorio. Esto en parte tiene sentido, ya que tiempo atrás no existían aún analizadores de gases portátiles que podían medir el consumo de oxígeno en campo. Entre la década del 80 y 90 varios investigadores se inclinaron a estudiar el costo de energía de la carrera teniendo en cuenta la velocidad, siendo el trabajo más representativo el Leger y Boucher de 1980. En el mismo se plantea la validación de una prueba de campo, denominado UMTT, con más de 3000 ensayos previos. Si bien en este test, aún no estaba desarrollado el concepto de VAM, ellos ya establecían una relación entre velocidad y VO2 para el cálculo del VO2max en campo. A este trabajo debemos sumarle el de Leger y Mercier de 1984. En ambos trabajos estudiaron la relación entre el costo de energía en la cinta y en el campo. Esto fue disparador de varias pruebas de campo, sucesores al UMTT, desarrollando así el concepto de VAM. Entre los conceptos de VAM, el de Billat et al. (1996) es el que más se difundió; “la VAM es la velocidad mínima a la cual se alcanza el VO2máx”.

    Lo interesante de este nuevo concepto, es que tanto fisiólogos como investigadores empezaron a prestarle mayor importancia a la VAM en relación al VO2máx. Esto se debe a lo siguiente:

  • Dos sujetos pueden obtener iguales VO2máx y diferentes VAM, o iguales VAM y diferentes VO2máx. (Lacour et al 1991 ; Billat et al, 1996 ; Millet et al, 2003 ; Cappa et al, 2014).

  • La VAM correlaciona mejor con el rendimiento deportivo (Lacour et al, 1991).

  • En los deportes de conjunto el VO2máx no correlaciona con la VAM (Borda et al, 2010; Cruz et al, 2015).

  • El valor de VO2máx expresado en valores relativos y/o absolutos no le permite al preparador físico dosificar cargas de trabajo para sus deportistas (Cappa, García, Secchi y Maddigan, 2014).

    Por todo esto sin lugar a duda, la VAM resulta ser una variable muchas más práctica en relación al VO2máx. Sin embargo esto no es del todo cierto, ya que la VAM no se desprender del VO2máx. Este punto de discusión es sumamente importante y resulta necesario ampliarlo.

    En la figura 3 presentamos la respuesta del VO2 durante una prueba incremental continua y máxima. El protocolo utilizado es de 1 km·h-1 cada 1 minuto.

Figura 3

    A simple vista podemos observar que el VO2 aumenta de manera proporcional a la velocidad del ejercicio como lo exponía Hill y Lupton hace casi 1 siglo atrás. El sujeto inicia una carrera a 11 km·h-1. Una vez completado el primer minuto la velocidad aumenta a 12 km·h-1, y el VO2 se incrementa nuevamente. Esta relación entre ambas variables se sostiene hasta cierto punto. En la figura 3 este punto límite es alcanzado a 16 km·h-1. Sin embargo el sujeto puedo correr otra etapa más, alcanzado la velocidad de 17 km·h-1, pero la respuesta del VO2 es prácticamente escasa (menor a 2.1 ml·kg·min-1). Este caso en particular se denomina VO2máx meseta. Incluso en algunos sujetos suele disminuir el VO2, una vez alcanzado el VO2máx (Astrand). Si tenemos en cuenta el concepto de Billat, la VAM se alcanza en el mismo momento que se alcanza el VO2máx. Por este motivo, el sujeto de la figura 3, le corresponde una VAM de 16 km·h-1 y no de 17 km·h-1. Este punto es clave para entender el concepto de VAM.

Figura 4

    Por otro lado también puede suceder lo siguiente. En la figura 4 el sujeto finalizó la prueba sin haber visualizado una meseta del VO2. Este fenómeno en particular se denomina VO2pico. En estos casos es necesario contar con otras variables fisiológicas que acompañen el resultado como por ejemplo:

  • El cociente respiratorio sea igual o mayor a 1.1.

  • Alcanzar como mínimo el 90% de la Frecuencia cardíaca máxima teórica.

  • El ácido láctico sea igual o superior a 8 mmol/l.

    Por lo tanto es claro que para medir la VAM hay que medir VO2máx. De todas maneras nos queda un detalle más a aclarar.

    Varias autores están de acuerdo que la VAM no solo tiene relación con el VO2max, sino que también interactúan otras variables como; 1) la eficiencia de locomoción (siendo definida como la eficiencia o la economía de carrera utilizada), 2) la motivación a fin de alcanzar el VO2máx durante una prueba intensa y prolongada y 3) el protocolo empleado. Este último punto (propuesto y discutido por Cazorla), ha sido pasado por alto por la mayoría de los investigadores.

    Cazorla expone que un protocolo demasiado largo puede subestimar la VAM comprometiendo la fatiga, mientras que un protocolo demasiado corto, puede comprometer el componente anaeróbico, sobreestimando la VAM (Cazorla, 1990). Por este motivo el protocolo debe ser tenido en cuenta ya que puede alterar el resultado cuando se localiza la VAM. En la figura 5 exponemos este concepto.

    Supongamos que tenemos 4 protocolos que se incrementa de la misma forma (1 km·h-1), pero que la duración de las etapas varía:

  • Protocolo a: 1 km·h-1 cada 3 minutos.

  • Protocolo b: 1 km·h-1 cada 2 minutos.

  • Protocolo c: 1 km·h-1 cada 1 minuto.

  • Protocolo d: 1 km·h-1 cada 30 segundos.

Figura 5

    En la medida en que la duración de la etapa es menor, la velocidad final del test tiende a ser superior. Por este motivo Cazorla expone la importancia de un protocolo estándar para la obtención de la VAM, ya que el mismo influye en el resultado.

    En la actualidad los protocolos más utilizados para medir la VAM en deportistas de nivel, varían, siendo la duración de las etapas entre 1 y 3 minutos, y la velocidad aumentando entre 0,5 a 1 km. En la figura 6 se exponen diferentes protocolos de VAM extraído de diversos trabajos de investigación producidos desde hace 15 años. Esta diferencia en los protocolos genera el problema de comparar VAM entre los trabajos de investigación.

Figura 6

    Además de que el tipo de protocolo afecta la VAM, debemos sumar que el contexto también influye. La VAM obtenida en la cinta es diferente a la de campo, aun cuando el protocolo sea el mismo. Por lo tanto las velocidades no son intercambiables y tampoco lo son las respuestas fisiológicas esperables (García y Antonio, 2008; Borda, Trovo y Peralta, 2010; Cappa, García, Secchi y Maddigan, 2014). Esta es una de las principales razones por la cual la VAM debería medirse en el campo como lo muestra la figura 7.

Figura 7

Velocidad final alcanzada (VFA)

    Sin lugar a dudas en el plano de la investigación, utilizar un analizador de gases para localizar la VAM es correcto. Sin embargo el preparador físico no puede llevarlo a cabo por los siguientes inconvenientes:

  • Genera costos elevadísimo que los clubes no pueden afrontar económicamente.

  • Se requiere personal capacitado.

  • Consume demasiado tiempo.

  • Solamente se mide 1 sujeto a la vez, por cada analizador de gases.

    Por todos estos motivos (y probablemente otros más) el preparador físico utiliza un test indirecto de campo para localizar la VFA. De acuerdo a la bibliografía existe una gran variedad de test que tienen como objetivo estimar la VAM a partir de la VFA (García y Secchi, 2013). Si los ordenamos de acuerdo a la cronología de construcción contamos con los siguientes test:

  • 1980: UMTT; University Montreal Track Test (Leger y Boucher).

  • 1985: Test UMTT con la variante de Brue (Brue F).

  • 1990: Test BORDEAUX (Cazorla G).

  • 1993: Test VAM-EVAL (Cazorla y Leger).

  • 1996: Test de 5 minutos (Berthon P).

  • 2008: Test UNCa; Test de la Universidad Nacional de Catamarca (Cappa, García y Antonio).

    Aquí nos encontramos con el segundo punto de discusión de suma importancia.

    Muchos preparadores físicos (y también investigadores), confunde el concepto de VAM cuando es estimado desde un test de campo. Aquí surge un error de interpretación.

    Teniendo en cuenta el concepto de Veronic Billat podemos realizarnos la siguiente pregunta;

    ¿Es correcto hablar de VAM cuando no se mide el VO2max?

    Para comprender y discutir este punto, en la figura 8 hemos representado dos ejemplos.

Figura 8

    Cuando se emplea medición directa con un analizador de gases, es correcto hablar de VO2máx y por lo tanto también lo es hablar de VAM, ya que ambas variables se localizan en el mismo momento, con el mismo protocolo de prueba.

    Sin embargo, cuando se utiliza una prueba de campo indirecta (test), el VO2máx es denominado “VO2máx estimado”. Usualmente y de manera errónea esta velocidad también es denominada VAM. García y Secchi diferenciaron ambos conceptos, haciendo solamente referencia a VAM cuando se emplea medición directa, y “velocidad final alcanzada” (VFA) cuando se emplea un test de campo indirecto sin utilizar un analizador de gases. De esta manera el lector puede visualizar rápidamente si se está hablando de VAM directa o estimada a partir de la VFA.

    En varios trabajos de investigación publicados en revista internacionales de gran impacto toman por igual ambos conceptos, cuando en realidad no lo son. Por este motivo es claro que la VAM no es sinónimo de la VFA.

Conclusión

    Creemos que esta pequeña lectura cargada de valiosa información, puede serle útil al preparador físico, el profesor de educación física o cualquier profesional vinculado a las ciencias del ejercicio. A modo de conclusión exponemos lo siguiente:

  1. El preparador físico no utiliza el VO2max.

  2. El preparador físico no utiliza la VAM.

    Esto se debe a que para localizar ambos ambas variables, es necesario utilizar un analizador de gases portátil aplicable al campo.

  1. El preparador físico utiliza la VFA obtenida desde una prueba de campo, con el objetivo de estimar la VAM y dosificar la carga de trabajo.

    Por lo expresado, este es un ejemplo de las distancias que se generan entre el conocimiento científico y su aplicabilidad en el campo del entrenamiento deportivo (García, Secchi y Arcuri, 2015).

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