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La orientación grupal en la actividad deportiva

The group orientation in sporting activities

 

Universidad de Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”

Holguín

(Cuba)

MSc. Lourdes Alvarez Mayáns

lourdes@ucp.ho.rimed.cu

Dr. C. Roberto Pérez Almaguer

robertopa@ucp.ho.rimed.cu

 

 

 

 

Resumen

          Un aspecto de gran importancia en los resultados de los equipos deportivos es su consolidación como grupos. En este sentido, juega un papel esencial la orientación grupal como vía para la atención sistemática a la dinámica del grupo, con el fin de potenciar el desarrollo individual y grupal que favorezca la actividad conjunta. Esta es una de las habilidades profesionales del psicopedagogo para su desempeño en las instituciones educativas. Sin embargo, se han constatado insuficiencias en la formación inicial que limitan su desempeño como orientador grupal. En el presente trabajo se abordan algunos fundamentos referidos a la necesaria preparación del psicopedagogo para la orientación grupal en la actividad deportiva.

          Palabras clave: Orientación educativa. Orientación grupal. Formación del psicopedagogo. Actividad deportiva.

 

Abstract

          One aspect of great importance in the results of sports teams is their consolidation as groups. In this sense, group counseling plays an essential role as a means of systematic attention to group dynamics, since it increases individual and group development which promotes joint activity. Group counseling is one of the professional skills that psychologists should have for their work in educational institutions. However, we have observed shortcomings in their initial training that limit their performance. This paper presents some theoretical elements, related to the necessary preparation of psychologists for group counseling in sports activities.

          Keywords: Educative orientation. Group orientation. Formation of the educational psychologist. Sporting activities.

 

Recepción: 25/02/2015 - Aceptación: 14/05/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 20 - Nº 206 - Julio de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En las últimas décadas en la escuela cubana se presta especial atención al proceso de orientación con la finalidad de estimular las potencialidades de los educandos, prevenir y dar tratamiento psicopedagógico a sus problemas.

    Diversos investigadores han contribuido al desarrollo de la orientación en la esfera educacional aportando elementos esenciales para su comprensión y conceptualización en el contexto educativo en correspondencia con las necesidades y exigencias de la educación en la actualidad. Entre ellos se destacan Bisquerra (2001, 2005), Benavent (2001), Molina (2005), Torres (2005), González Bello (2005, 2006, 2007), quienes conciben la orientación paralela al proceso educativo y la vinculan fundamentalmente al aprendizaje y la orientación profesional.

    En Cuba se destacan los trabajos de Collazo y Puentes (1992), Calviño (1996), Venet (2003), Moncada (2005), Cubela (2005), quienes han contribuido al desarrollo de la orientación en la esfera educacional. Son significativos los trabajos de Del Pino (1999, 2006), Recarey (1998, 2006) y los aportes científicos de investigadores holguineros como García (2001, 2006), Almaguer (2007) y Cuenca (2009), los cuales desde las posiciones de la corriente integrativa conciben la orientación insertada en el proceso educativo.

    La revisión bibliográfica realizada permitió constatar en los trabajos de dichos autores un predomino de la orientación individual en detrimento de la grupal, a pesar de su valor para promover el desarrollo individual y grupal en la esfera educativa. Aunque se utilizan los talleres de orientación para el tratamiento de temas vinculados a la profesión, la familia, la violencia, los proyectos de vida entre otros, solo se promueve el intercambio, la reflexión a partir de la utilización de técnicas de trabajo en grupo y no se aprovechan las potencialidades de la orientación grupal para estimular la función mediadora del grupo en la educación de la personalidad. Además son escasos los fundamentos que sustentan la formación de psicopedagogos como orientadores grupales.

    El valor de la orientación grupal se sustenta en los estudios sobre el papel del grupo en la educación de la personalidad, desde inicios del siglo XX, dada su fuerza movilizadora y el carácter mediador entre las personas y la sociedad. En este sentido constituyen referentes los trabajos de Kurt Lewin y los representantes de la corriente humanista, iniciadores de los estudios de grupo, Mirtha Cucco y Enrique Pichón Rivière

    La orientación grupal se ha fundamentado desde las construcciones teórico-metodológicas para la formación de orientadores y la psicoterapia, menos trabajada en relación con la labor del psicopedagogo. La importancia de la orientación grupal emana de los estudios sobre el papel del grupo en la educación de la personalidad, desde inicios del siglo XX, dada su fuerza movilizadora y el carácter mediador entre las personas y la sociedad.

    Las investigaciones realizadas sobre orientación educativa, a pesar de centrase en el área personal, escolar, familiar, profesional, revelan una limitada dirección de este proceso desde los referentes de la orientación grupal. La problemática se agudiza en la formación de profesionales de la educación en Pedagogía- Psicología, en los que esta función resulta ser la principal para la atención a directivos de la educación, al profesorado, escolares, a la familia y a agentes de la comunidad implicados en el proceso educativo, lo que favorece el desarrollo de acciones preventivas de manera individual y grupal.

    La orientación grupal adquiere especial significado en el trabajo con los grupos deportivos como vía para la creación de espacios de intercambio y reflexión sobre las metas trazadas, los resultados obtenidos, así como el aporte de cada miembro a dichos resultados. Además se pueden aprovechar estos espacios para discutir acerca de problemáticas que se presenten en el funcionamiento del equipo o que afecten a determinados atletas, lo que les permitirá tomar decisiones y proyectar nuevas estrategias. A nuestro juicio el valor fundamental de la orientación grupal con los equipos deportivos radica en las posibilidades que ofrece para lograr que se conviertan en una formación psicosocial caracterizada por buenas relaciones interpersonales, predominio de intereses colectivos, sentido de pertenencia, unidad de criterios valorativos y acción, capaz de crecer y desarrollarse como grupo y en consecuencia contribuir al crecimiento personal de sus integrantes.

    La presencia de psicopedagogos en las instituciones de los diferentes niveles de educación constituye una fortaleza en el empeño de incidir adecuadamente sobre los grupos deportivos a través de la orientación grupal, sin embargo; la experiencia como profesores de la carrera Pedagogía-Psicología, desde su reapertura en el curso 2008-2009 en la Universidad de Ciencias Pedagógicas, ha permitido constatar dificultades en la preparación del estudiantado para realizar la orientación grupal, lo que afecta la calidad del proceso de formación y el desempeño profesional una vez egresados.

    Las principales limitaciones que en este sentido se presentan en la práctica pedagógica están relacionadas con:

  • Los antecedentes de la formación de psicopedagogos evidencian carencias de una sistematización teórica sobre los presupuestos teóricos, la caracterización y la metodología para el desarrollo de la orientación grupal como un tipo de orientación educativa y menos aún desde la posición de la corriente integrativa de la orientación que se construye en nuestro país

  • A pesar de la importancia de la orientación grupal, esta se realiza desde la extrapolación de la psicoterapia, la orientación psicológica y la posición teórica de J. Moreno con las técnicas de producción psicodramática en educación.

  • Insuficiente tratamiento a los contenidos relacionados con la orientación grupal en los programas de la disciplina orientación educativa.

  • Poco desarrollo de las habilidades y cualidades como orientador, en el profesorado de la carrera y por ende, en el estudiantado.

    Esto revela la necesidad de perfeccionar el proceso de formación del psicopedagogo para la orientación grupal

Desarrollo

    La reapertura de la carrera Pedagogía-Psicología en las Universidades de Ciencias Pedagógicas en el curso 2008-2009 respondió al interés del Ministerio de Educación por fortalecer el trabajo preventivo en las escuelas cubanas. El nuevo modelo del profesional destaca la función de orientación como una de las principales para este profesional, cuyo perfil sobrepasa los límites de la escuela.

    No es casual la inclusión de la disciplina Orientación Educativa en los planes de estudio vigentes desde entonces, con el fin de prepararlos desde el punto de vista teórico y metodológico para realizar la labor de orientación con enfoque preventivo en los contextos escolar, familiar y comunitario. No obstante, resulta insuficiente el tratamiento a los contenidos relacionados con la orientación grupal en los diferentes programas de la misma, lo que limita el desarrollo de las habilidades y cualidades como orientador grupal en el estudiantado.

    El valor de la orientación grupal como tipo de orientación educativa está basado en las potencialidades del grupo como unidad psicosocial para la formación y desarrollo de la personalidad.

    La influencia que ejerce el grupo sobre la personalidad de sus miembros, lo convierten en escenario propicio para estimular transformación social de los sujetos, hecho que tiene gran significación en el proceso educativo. Este valor no desplaza la personalidad en su condición de sujeto de la actividad, por el contrario la refuerza y estimula su carácter creador, independiente y transformador para contribuir al desarrollo del grupo y de sí misma.

    El estudio de los procesos grupales cobra gran importancia en la dirección del proceso educativo, dado el papel que juegan los grupos en la formación y desarrollo de la personalidad. Esto plantea la necesidad de orientarlos en su autorreconocimiento social, en los hábitos de convivencia y en la regulación del comportamiento sobre la base de objetivos sociales. Al respecto Imbert y Reinoso (2012: 57) precisan que “se trata de encauzar, dentro de lo pedagógicamente posible, el sistema de influencias positivas y disminuir aquellas condiciones que resultan negativas a la evolución del grupo, hacia orientaciones que se correspondan con las normas y valores de importancia social”.

    Este propósito redimensiona el papel de la orientación grupal en correspondencia con las particularidades de los grupos escolares. En este trabajo se parte de la definición de Collazo (1992: 170) según la cual “la orientación grupal es aquella vía a través de la cual el orientador ejerce una influencia sobre la personalidad del sujeto y sobre la propia agrupación a través de la interacción que se produce entre sus miembros en el marco de la búsqueda de solución a problemas que se derivan de las relaciones humanas, teniendo como método básico la discusión de grupo”. En ella se revelan rasgos esenciales que diferencian a la orientación individual de la grupal como:

  • supone la interacción entre los miembros del grupo,

  • se basa en la discusión grupal para la búsqueda de soluciones a un problema,

  • permite ejercer influencia sobre la personalidad de los sujetos y sobre el grupo como formación socio-psicológica.

    La orientación grupal permite brindar ayuda sistemática al grupo, a sus procesos internos, a través de los cuales se puede estimular el desarrollo de las potencialidades de sus miembros en una acción conjunta, lo que incide favorablemente en el crecimiento individual y grupal. En ella el orientador asume un papel mediador de las interacciones de los miembros del grupo.

    En el proceso pedagógico, el educador a partir de sus conocimientos y experiencias moviliza los recursos y posibilidades necesarios para que la interacción grupal sea efectiva. La orientación grupal contribuye al fortalecimiento de las relaciones sociales. Esta puede combinarse con la orientación individual precediéndola o alternándose con ella. El desarrollo de la orientación grupal y el aprovechamiento de sus potencialidades requieren de la profundización teórica y metodológica de sus contenidos y del desarrollo de habilidades.

    Uno de los problemas profesionales que debe enfrentar el psicopedagogo es la orientación educativa al interactuar con directivos, profesores, familias, estudiantes y grupos de estudiantes, así como agentes comunitarios en aras del trabajo preventivo. En este sentido es de gran valor la utilización de la orientación grupal como vía para promover el debate, la reflexión, el intercambio de vivencias, conocimientos, experiencias y como consecuencia, provocar cambios en los sujetos y en la dinámica interna de los propios grupos. Sin embargo, ha constatado que no se garantiza la preparación de este profesional para la orientación de tipo grupal, desde el proceso de formación inicial.

    La formación es adquisición de conocimientos, métodos y tecnologías, así como también, el desarrollo de las habilidades, destrezas y características personales, que adquiere un individuo como consecuencia de la interacción que se da en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Marín, Rodríguez y Goretty, citado por Novoa, 2011). Por tal razón, el proceso de formación del psicopedagogo debe contribuir al desarrollo de competencias y la habilitación para el ejercicio de la orientación dirigida a los grupos.

    En este sentido se requiere el dominio de los referentes relacionados con:

  • la orientación educativa,

  • la función orientadora del psicopedagogo,

  • las relaciones profesionales de ayuda pedagógica en el trabajo con los grupos,

  • la orientación grupal como tipo de orientación educativa,

  • los métodos y técnicas de la orientación grupal,

  • la comunicación educativa y sus vínculos con la orientación grupal,

  • las relaciones facilitador- grupo en el proceso de orientación,

  • Ellos a partir de la sistematización de los conocimientos adquiridos y el desarrollo de las habilidades profesionales inherentes al proceso de orientación grupal.

    Por su parte se prepara al profesional en formación para identificar, mediante el diagnóstico, los contenidos orientacionales, a trabajar en el grupo objeto de su actividad laboral e investigativa, diseñar alternativas de orientación grupal que condicionen la transformación del grupo y el crecimiento personal de sus integrantes. Además le permite desarrollar las habilidades que se requieren para desarrollar el proceso de orientación grupal. Se ha constatado que no se aprovechan las potencialidades de la práctica laboral e investigativa para estimular el desarrollo de las habilidades para la orientación grupal durante la formación inicial de los estudiantes, realización y valoración de actividades prácticas que contribuirán a su entrenamiento.

    Entre las habilidades que debe desarrollar el psicopedagogo en formación inicial se consideran necesarias las siguientes:

  • diagnosticar al grupo y los sujetos que lo integran,

  • determinar los contenidos orientacionales en correspondencia con el diagnóstico,

  • establecer relaciones de ayuda profesional pedagógica con los grupos de directivos, profesores, representantes de la comunidad y estudiantes que así lo requieran,

  • diseñar las acciones de orientación grupal a realizar desde el desempeño del rol profesional,

  • conducir las sesiones de orientación grupal,

  • evaluar el desarrollo alcanzado por el grupo y sus miembros.

    Las relaciones entre los componentes del proceso de formación, determinan la dinámica de la preparación del psicopedagogo para la orientación grupal. A su vez demanda de análisis de los espacios de formación en los que se inserta la preparación del psicopedagogo para el ejercicio de la función orientadora.

    La atención a los espacios de formación del psicopedagogo significa referenciar los aspectos de la orientación grupal a trabajar en cada año de la formación inicial en los más diversos escenarios del proceso educativo: vinculados al gabinete de orientación, al trabajo extensionista en la residencia estudiantil, a las escuelas de práctica laboral, a los proyectos comunitarios, lo cual permitirá la sistematización integrada de este contenido para el desarrollo de las habilidades y cualidades requeridas.

    Las acciones en la práctica laboral investigativa contienen un valor trascendente. Ellas permiten orientar la formación a partir de la identificación de situaciones problémicas en el trabajo de orientación grupal, que movilizan otras nuevas y generan la necesidad de su solución.

    Significa que el estudiante de Pedagogía Psicología se convierte en el propio gestor de su proceso de formación como orientador grupal.

Conclusiones

    Los elementos que se apuntan en las valoraciones realizadas dimensionan el papel del psicopedagogo en la orientación grupal como exigencia en el cumplimiento de su rol profesional, lo que tiene un valor especial en el trabajo con los grupos deportivos. La manera en que se apunta hacia la preparación de este profesional se convierte en una clara evidencia de la necesaria asunción de las concepciones actuales de orientación educativa, con lo que se refuerzan los vínculos que deben caracterizar el proceso de formación, desde los espacios donde se inserta el psicopedagogo para el desempeño de la orientación grupal.

Bibliografía

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  • Collazo, B. y Puentes, M. (1992). La orientación en la actividad pedagógica. La Habana: Editorial Pueblo y Educación

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  • Marín, J. Rodríguez, V. y Goretty, M. (2011). Escuela de Educación. Universidad Central de Venezuela. En Diccionario Latinoamericano de Educación (p. 16), citado por M. C. Novoa.

  • Ministerio de Educación (2010). Modelo del profesional para la carrera Licenciatura en educación Pedagogía- Psicología. La Habana

  • Recarey, S. (2007). La reconceptualización de la orientación educativa: una necesidad impostergable, urgente, prioritaria. Revista Mexicana de Orientación Educativa (11). México.

  • Rey, C., Penalva, M. del C. y Cañizares, G (2012). Formación inicial de psicopedagogos. La indagación como tarea profesional. Universidad de Alicante. Recuperado el 11 de diciembre de 2015 de: www.eduonline.ua.es/jornadas2008/comunicaciones/3G1.pdf

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