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Introducción

    El mundo actual con una marcada tendencia unipolar, está inmerso en una profunda crisis económica, que tiene un gran impacto en lo social, expresándose en la manifestación de determinadas actitudes o conductas propias de la exclusión y de la desatención de las sociedades de consumo.

    Los cambios sociales traen aparejados cambios en la conducta de los individuos, los que se manifiestan de manera negativa o positiva; cuando esta conducta es negativa, la actividad física y el deporte pueden ser un medio para modificarla. De ahí la necesidad de impulsar mediante acciones didácticas desde la escuela, mecanismo para atender el desarrollo del ser humano.

    Dicho modelo de sociedad, se manifiesta en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, CRBV, (1999); la cual establece la necesidad de “…una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural… que consolide los valores de libertad, paz, solidaridad…, asegure el derecho al trabajo, a la vida, a la cultura, a la educación…”. El enfoque planteado en la carta magna deja en evidencia, la necesidad de formar al individuos con sólidos valores, es por ello, que el proceso de enseñanza-aprendizaje representa una herramienta fundamental ya que el docente tiene la oportunidad de orientar al alumno en lo pedagógico, personal y conductual.

    La disminución de las conductas inadecuadas en niños y jóvenes desde la escuela, implica que los docentes y profesores se conviertan en entes activos de esta labor, desde el propio currículo escolar, estableciendo diferentes vías que posibiliten el aprovechamiento de las potencialidades educativas de los contenidos.

    En igual sentido, es oportuno referir, que en la observación realizada en el estudio exploratorio al aula del 4º grado de la Escuela Básica Bolivariana “Batallón Venezuela”, se pudo evidenciar diversas problemáticas que están enmarcadas en el momento actual que vive la sociedad venezolana, caracterizada por problemas familiares y del entorno que repercuten considerablemente en el estudiante, viéndose reflejado en la imitación de roles agresivos influenciados por conductas desadaptadas de la familia que conlleva a una socialización de antivalores desde temprana edad en el hogar.

    Estas manifestaciones de agresión, se visualizan en el alumno en: irrespeto a sus compañeros y docentes, agresiones físicas dentro y fuera del aula por considerarse líder negativo, imposición de ideas por creerse ser el más fuerte, manifestaciones de arrogancia, escasa colaboración y participación cuando sus deseos y caprichos no son tomados en cuenta y aceptados, de igual modo, constantes conflictos generadores de inestabilidad emocional logrando intimar los estudiantes débiles y de conducta adecuada. Todo ello, da origen a un ambiente de aprendizaje permeado de indisciplina y conductas agresivas de los educandos.

    Tomando en consideración lo antes mencionado, cabe señalar, que la presencia de las debilidades en el entorno escolar, se basan en:

1. Insuficientes acciones pedagógicas de los docentes en la clase que tributen al mejoramiento de la conducta de los alumnos.

2. Los alumnos manifiestan conductas agresivas, individualistas y poco cooperativas con sus semejantes.

3. Inexistencia de ambientes socializadores para los alumnos, lo cual limita la comunicación del docente y compañeros del aula, dado a que en oportunidades los educadores imponen normas que impiden la relación interpersonal entre los alumnos.

    Atendiendo a la situación problemática referida, se plantea como objetivo del trabajo: valorar como se muestran las conductas agresivas en los niños y niñas del 4º grado de la Escuela Básica Bolivariana “Batallón Venezuela” partiendo de los referentes teóricos consultados.

Desarrollo

Papel de la educación Física en el proceso formativo de los niños.

    En relación al termino educación física, Ríos (2005) describe la educación física no unívocamente entendida (…) que ha evolucionado de una manera importante en estos últimos años. Una lexía con significados muy distintos en función de: el momento histórico en que se desarrolla; la tradición y el contexto cultural; las escuelas y los métodos utilizados; las ciencias y las teorías que le prestan su apoyo; los diferentes campos de intervención pedagógica (p. 81). Es decir, en la actualidad la educación física es abordada desde varios ámbitos o terminologías dependiendo del contexto donde se desarrolle, todas las definiciones basan su esencia en el movimiento u ejercicio ejecutado mediante la orientación del uso de la didáctica, de allí, la relación del término educación que envuelve el proceso formativo y la física que involucra el movimiento y el accionar del cuerpo.

    A través del tiempo el área de educación física ha sido incorporada como obligatoria en los niveles de educación preescolar, primaria, media, básica, por considerarlo necesario en la formación de un individuo que se enfrenta a cambios y transformaciones en una sociedad cambiante y exigente, dicho de otra manera, esta asignatura facilita la enseñanza-aprendizaje de forma integral. Al respecto, Lagardera (2006, p. 10) expone que: el término educación física, se manifiesta como expresión de una actividad pedagógica que incide de forma tal en la educación del ser (…) se manifiesta como un quehacer pedagógico, renovador y holístico.

    Mediante la ejecución de la educación física en los primeros niveles de escolaridad se experimentan diversas experiencias entre las que se destacan: socialización, comunicación, empatía, valores, maneras lúdicas y recreativas de aprender, es por ello, que se considera una herramienta educativa de intervención en procesos conductuales pocos asertivos, de igual modo, sirven de mecanismo para vivenciar valores; y formar hábitos, comportamientos en el discente, conduciéndolo a una formación integral.

    Por estar sustentada la educación física en ser un complemento de la salud y el bienestar físico del hombre, se considera aplicable para modelar conductas y comportamientos, por lo que se convierte en una herramienta pedagógica. Aunado a ello, Blázquez (2001) define la educación física como una práctica:

• De intervención escolar, es decir, pretende conseguir unos objetivos educativos.

• De enseñanza, la educación supone aprendizaje de unos contenidos claramente identificados.

• Obligatoria, capaz de contribuir a la educación del alumnado menos dotados y más dotados, motivados y no motivados… (y no siempre satisfacer el gusto de aquellos a los que les gusta el deporte).

• Educación de las conductas motrices y no únicamente la adquisición de técnicas o gestos deportivos.

• Se estructura a través del aprendizaje de conceptos, procedimientos actitudes, valores y normas.

• Logra conseguir unos objetivos y unas competencias regulados por las instrucciones oficiales.

• Utiliza la didáctica específica y no la yuxtaposición de las didácticas deportivas.

• Contribuye al éxito de todo el alumnado.

    Tomando en consideración lo expresado por el autor, la educación física proporciona la oportunidad de accionar sobre el estudiante, utiliza como soporte el contenido, dejando claro, que es la ejecución del participante en las clases de educación física lo fundamental para su desarrollo y que el alumno representa el eje principal, por ser el que ejecuta la acción con el propósito de generar nuevos aprendizajes, habilidades y alcanzar el desarrollo de la personalidad.

    Lo antes citado, deja en evidencia, como la educación física ha permitido el abordaje de los diferentes aspectos que integran el desenvolvimiento del ser humano, al ser un mecanismo de intervención no solo en lo locomotor, de igual modo, interviene en la relación del niño y niña con el ambiente y con el medio donde se desenvuelve. Cada uno de los enfoques descritos, permiten afianzar la utilización de esta asignatura en la atención a alumnos que muestran conductas agresivas.

¿Qué son las Conductas Agresivas?

    Morales (1999), define la agresión como “un ataque no provocado o acto belicoso”, asociado a una conducta hostil o destructiva, siendo “cualquier secuencia de conducta, cuya respuesta de meta es el daño a la persona a la que se dirige”. En el mismo orden de ideas, Feldman (2006, p. 557) refiere que “es la lesión o daño deliberado que se ocasiona a otra persona”. En otras palabras, es el ataque que recibe el agredido, cuando un estudiante de comportamiento agresivo actúa.

    Por su parte, Serrano (2000) puntualiza que las conductas agresivas son un modo de actuar de una persona que reflejan su incomodidad, su insatisfacción, y muchos otros sentimientos que en su mayoría son mal canalizados o mal aprendidos, ya que las reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son desproporcionadas con respecto al problema original, esta desproporción es como ver las cosas en una magnitud demasiado alta como para solucionarlos y la respuesta automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas conductas que se catalogan como violencia física, verbal, psicológica, sexual, entre otras, todas ellas son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.

    Dentro del marco de estas ideas, cabe decir, que los estudiantes desde temprana edad muestran conductas agresivas que se manifiestan de diversas maneras, siendo predominantes las físicas y verbales, esta muestra de conductas es aplicada como mecanismos de solución de conflictos en algunos casos, mientras que en otro, es para generar conflictos.

    En ese sentido, estas características se presentan frecuentemente, tienen una intensidad cada vez mayor y la duración del malestar va también en aumento, es por esto, que en muchas ocasiones, los niños y niñas, empiezan a parecer personas desconocidas, ya que al principio son tranquilos y después son muy diferentes y si no se atienden con el paso del tiempo se van agudizando los síntomas de la conducta agresiva, todo ello, producto de la incorrecta aplicación de medidas que permitan controlar las conductas agresivas desde el inicio de la escolaridad.

Teorías que sustentan las conductas agresivas

    De acuerdo con Ballesteros (2003), las teorías que se han formulado para explicar las conductas agresivas, pueden clasificarse en activas y reactivas, las cuales a continuación se describen:

a.     Teorías activas

    Son aquellas que ponen el origen de la agresión en los impulsos internos, lo cual vendría a significar que la agresividad es innata, por cuanto viene con el individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie humana. Estas teorías son las llamadas teorías biológicas. Pertenecen a este grupo las teorías Psicoanalíticas (Freud) y las Etológicas (Lorenz, Store, Tinbergen, Hinde) principalmente. De ese modo, la teoría psicoanalítica postula que la agresión se produce como un resultado del "instinto", y en ese sentido la agresividad es una manera de dirigir el instinto hacia afuera, hacia los demás, en lugar de dirigirlo hacia uno mismo.

    La expresión de la agresión se llama catarsis, y la disminución a la tendencia a agredir, como consecuencia de la expresión de la agresión, efecto catártico.

    Por su parte, los etólogos han utilizado sus observaciones y conocimientos sobre la conducta animal y han intentado generalizar sus conclusiones al hombre. Con el conocimiento de que, en los animales, la agresividad es un instinto indispensable para la supervivencia, apoyan la idea de que la agresividad en el hombre es innata y puede darse sin que exista provocación previa, ya que la energía se acumula y suele descargarse de forma regular.

b.     Teorías reactivas

    Son teorías que ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo y conciben a la agresión como una reacción de emergencia frente a los sucesos ambientales. A su vez, las teorías reactivas se pueden clasificar en teorías del Impulso y teoría del Aprendizaje Social. En ese sentido, las teorías del impulso comenzaron con la hipótesis de la frustración-agresión de Dollar y Millar (1939) y posteriormente han sido desarrolladas por Berkoviitz (1962 y Feshbach 1970, citados por Ballesteros, 2003). Según esta hipótesis, la agresión es una respuesta muy probable a una situación frustrante, es la respuesta natural predominante a la frustración.

c.     La Teoría de Aprendizaje Social u Observacional (Aprender imitando)

    Desarrollada por el psicólogo Bandura y colaboradores (1986, citado por Feldman, 2006), destaca que una parte importante del aprendizaje humano consta de aprendizaje observacional, al que definen como una forma de aprendizaje que se da al observar el comportamiento de otra persona, llamada modelo. Según señala Feldman (2006), de acuerdo con Bandura, el aprendizaje observacional se da en cuatro etapas: (1) prestar atención y percibir las características básicas del comportamiento de otra persona, (2) recordar el comportamiento, (3) reproducir la acción, y (4) sentirse motivado a aprender y realizar la conducta en el futuro. Así, en lugar de que el aprendizaje ocurra por ensayo y error, con refuerzos al buen desempeño y castigos por los errores, muchas habilidades muy importantes se aprenden mediante procesos de observación.

    De las teorías abordadas, estos autores consideran como válida la del aprendizaje observacional, o sea las que se van adquiriendo durante el transcurso de la vida, precisamente por considerarse al ser humano una unidad biopsicosocial, el nace con determinado desarrollo biológico estructural y funcionalmente, por ello desde que nace convive en sociedad con la familia, los profesores y maestros en la escuela y las persona de su entorno comunitario y lo que va observando de ellos incide en su desarrollo. El aprendizaje por observación es fundamental en diversos aspectos importantes relacionados con la imitación y el conocimiento, en la medida en que las personas aprenden al observar el comportamiento de los demás y son capaces de reflexionar de si las actuaciones son correctas o no, se logrará su desarrollo adecuado.

Conclusiones

    Los resultados del estudio realizado constatan que existen manifestaciones constantes de agresividad de los estudiantes, la cual afecta considerablemente el clima escolar y la armonía entre el grupo de discentes del aula del 4to. Grado de la Escuela Básica Bolivariana Batallón Venezuela.

    Con el estudio de las teorías abordadas los autores de este trabajo consideran que el hombre se desarrolla en sociedad y mientras más sea su desarrollo, más capaz será de transformar al mundo en que vive hacia un bienestar pleno.

    Es la escuela por tanto la encargada de lograr elevar a plenitud la personalidad de los estudiantes para que emprendan tareas que sean capaces de perfeccionar la sociedad en la cual vive y por ello los autores pondrán en práctica un sistema de acciones educativas que enrolen a la familia y la comunidad para disminuir las conductas agresivas durante las clases educación física y se contribuya a la formación de personalidades sanas físicas y espiritualmente.

Bibliografía

• Álvarez de Zayas, C. (1995) La Escuela en la Vida. Ciudad de La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

• Blázquez, D. (2002) La Educación Física. Barcelona: INDE Publicaciones

• Fernández, J. (2009) La Importancia de la Educación Física en la Escuela. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 13. Nº 130. http://www.efdeportes.com/efd130/la-importancia-de-la-educacion-fisica-en-la-escuela.htm

• Hernández, L. (2001) Pensando en la Personalidad. Tomo 2. Selección de lecturas sobre Sociología y Trabajo Social. La Habana.

• López, A. (2003) El proceso de Enseñanza Aprendizaje en EF. Hacia un enfoque integral educativo. La Habana: Editorial Deporte.

• Pratesi, Ana R. (2003). Niveles e Interacciones en las Redes Comunitarias Cátedra de Sociología Urbana. FADU. UNNE. Instituto de Ciencias Sociales.

• Ríos, M (2005) Manual de Educación Física Adaptada al Alumno con Discapacidad. Barcelona: Editorial Paidotribo.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 205 | Buenos Aires, Junio de 2015   Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2015 Derechos reservados