Visión liminar del entrenamiento en la iniciación deportiva Liminary view of training in the sport initiation |
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Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” Centro de Estudios Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte “Rafael Fortún Chacón”, Camagüey |
Dr. C. José Ignacio Ruiz Sánchez (Cuba) |
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Resumen El estudio de los principiantes que inician la práctica sistemática en determinado deporte, ha sido y es una sensible y obligada temática en constante evolución, por cuanto las regularidades y modificaciones introducidas en los diversos deportes, así como las características distintivas de los niños sustentan lo descrito; es por ello que, a tenor con tales cuestiones se ofrece un acercamiento, desde esta perspectiva, a lo que puede considerarse en lo referido al entrenamiento en la iniciación deportiva, con énfasis en la estructuración del contenido y los correspondientes métodos y medios, según momentos de la preparación. Palabras clave: Entrenamiento. Iniciación al deporte. Contenidos. Métodos. Medios.
Abstract The study of the beginners that begin the systematic practice in certain sport, has been and it is a sensitive and forced thematic in constant evolution, since the regularities and modifications introduced in the diverse sports, as well as the distinctive characteristics of the children sustain that described; it is for it that, to tenor with such questions offers an approach, from this perspective, to what can be considered in that referred to the training in the sport initiation, with emphasis in the structuring of the content and the corresponding methods and means, according to moments of the preparation. Keywords: Training. Sport initiation. Content. Methods. Means
Recepción: 26/11/2014 - Aceptación: 13/03/2015
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 20 - Nº 205 - Junio de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La iniciación deportiva, base de la pirámide de rendimiento deportivo, constituye un tema de amplia complejidad y discusión en la teoría y metodología del entrenamiento deportivo por los múltiples significados que se aluden por entrenadores e investigadores encargados de indagar cada día sobre los fenómenos manifiestos en el citado eslabón de rendimiento durante la práctica deportiva sistemática.
Al analizar las regularidades que hoy día distinguen el deporte de altas marcas se percibe; entre otros, el constante cambio en las formas de preparación y la conducta asumida en cada salida al escenario competitivo por los deportistas, donde, teniendo en cuenta la dinámica competitiva actual, se persigue siempre el alcance y estabilidad de resultados deportivos cualitativamente superiores.
En esta dirección, frecuentemente se piensa en una filosofía adoptada por los entrenadores deportivos: “primero los atletas y segundo ganar”, posición esta fácil de entender pero, difícil llevarla a la práctica, pues al sopesar aspectos como la idea de ganar y respetar el desarrollo adquirido por el deportista según el momento de la preparación, nivel de asimilación y desarrollo, frecuentemente prevalece la primera; lo cierto es, aún ante estas condiciones, habrá que seguir con la misión de formar deportistas creativos e inteligentes, capaces de solucionar con efectividad las situaciones que impone el entrenamiento, para su posterior materialización en las competencias fundamentales, momento en el cual se debe conseguir el anhelado pronóstico deportivo.
Sobre este último aspecto, al valorar los resultados deportivos alcanzados en Juegos Olímpicos se tiene que, generalmente, hasta Barcelona 1992, las marcas máximas fueron obtenidas solo en competencias importantes; en el caso de Beijing 2008, se imponen 134 récord olímpicos, siete récord mundiales juveniles, 45 récord mundiales y 43 récord en Atletismo y muy similar, en los recién concluidos Juegos de Londres 2012, donde se logran entre 116 récord olímpicos, entre 40 récord mundiales y 400 marcas personales.
La actual realidad en la dinámica de los resultados deportivos al más alto nivel, representa un aspecto que merece la atención; por cuanto, hoy día muchos deportistas, evolucionan en torno a sus máximos rendimientos por debajo de las edades científicamente demostradas desde la ciencia que antes podían lograrse, razón que obedece al estudio de las categorías inferiores y valorar si; las formas que se adoptan para organizar el proceso de entrenamiento deportivo con los principiantes, permiten el tránsito exitoso, a las condiciones existentes del deporte de altas marcas.
De esta manera y ante esta situación el autor se aventura en el tema pues, sin el ánimo de ser absoluto, en la actualidad, en muchos deportes, sucede lo contrario. Se preparan a los atletas, generalmente, para alcanzar objetivos a corto y mediano plazo y no se es consciente que precisamente la concepción del entrenamiento en este importante momento, es resultado del conocimiento a profundidad de las características individuales del principiante, para el aprovechamiento y posterior reproducción de sus potencialidades atléticas, a las demandas y exigencias de la actividad competitiva del deporte donde se especializan.
Desarrollo
Los criterios que se expondrán en el presente, tienen su génesis en las numerosas entrevistas y comunicaciones personales con diversos entrenadores deportivos, los que en disímiles ocasiones opinan en síntesis: el tiempo de preparación que disponen y la forma utilizada para organizar el proceso de entrenamiento, limita el alcance de la disposición deportiva deseada (teniendo en cuenta los objetivos de la iniciación deportiva) para los propósitos de la competencia fundamental.
Lo anterior se explica porque en cada uno momentos por donde transita la preparación, los deportistas deben satisfacer favorablemente las demandas de sus componentes en tanto exista una adecuada planificación, organización, distribución, control y evaluación de la carga de entrenamiento, con su correspondientes métodos; los cuales condicionan el carácter y magnitud de su contenido con vista al incremento de la capacidad de trabajo funcional, el desarrollo, adquisición, estabilidad y mantenimiento de la forma deportiva para la consecución de altos y estables resultados deportivos, creándose así las condiciones para en el nuevo ciclo se logren otros cualitativamente superiores, dado el estadio adquirido por los deportistas.
A tenor con lo expuesto, no se puede perder de vista que quien recibe y ejecuta todo el contenido de entrenamiento, es un ser humano, que merece una atención personalizada y diferenciada, pues el mismo, aún cuando es considerado un ser social, es factible detallar a su vez que representa una unidad bio-psico-social; dados los cambios biofuncionales que se manifiestan en su organismo, como resultado de la aplicación de estímulos de entrenamiento; el aprovechamiento de los procesos mentales del deportista en el aprendizaje continuo de diversos contenidos y finalmente; por la posibilidad de adaptarse a las condiciones del medio durante la práctica diaria y con ello, transformar la realidad brindando así, un mejor espectáculo deportivo.
No obstante a lo descrito, no resulta curioso que muchos entrenadores deportivos, frecuentemente, piensen en cómo concebir el entrenamiento con sus atletas en pos de lograr la meta propuesta, solo que dicho pensamiento gira alrededor de la forma, el modelo o sistema de entrenamiento, aspecto de capital preocupación por ellos; sin embargo poco se han ocupado de la estructuración del contenido, que a criterio del autor del presente, radica en gran medida, el núcleo de la problemática a partir del cual han de centrarse los esfuerzos.
Por ello el hecho consiste desde la ciencia, en propiciar en el proceso formativo del entrenamiento deportivo múltiples actividades y relaciones entre la escuela, la familia, los atletas y los entrenadores deportivos, que posibiliten la producción consciente de conocimientos en torno al proceso pedagógico estudiado desde una perspectiva contextualizada; es decir, se trata de modos de pensar, actuar, y comunicar a partir del establecimiento en un lenguaje pedagógico, de la imagen que se pretende formar en el deportista, independientemente de las manifestaciones individuales que se establecen en coyunturas y contextos concretos.
La articulación coherente y ordenada de los componentes no personológicos del proceso pedagógico es una tarea pendiente para los entrenadores deportivos, pues la dinámica de evolución del desarrollo ontogénico del individuo, las tendencias contemporáneas del deporte de altas marcas; así como las exigencias y demandas técnico-tácticas y de la actividad competitiva, constituyen sobradas razones; no obstante, se analizará el contenido y desde este se ofrecerán nociones para el abordaje de los restantes.
En la actividad cotidiana de la educación diversos autores asocian el contenido solo con el sistema de conocimientos, por otro lado otros lo asocian con el sistema de habilidades y ciertamente a decir de Álvarez de Zayas (1999), ninguno de estos enfoques es correcto, solo un análisis dialéctico puede interpretar certeramente dicho componente; de modo que a ello no escapa el proceso pedagógico del entrenamiento deportivo, con sus regularidades distintivas en cuanto conocimientos y habilidades desde la esencia misma de su contexto.
Es por esta situación y en consonancia con lo anteriormente descrito, respecto a las relaciones que se establecen en el proceso pedagógico estudiado se asumen los criterios de Álvarez de Zayas (1999) al referirse a las tres dimensiones del contenido: “conocimientos, habilidades y valores”, descritas a continuación acorde a las particularidades del entrenamiento deportivo.
Los conocimientos, se relacionan específicamente desde el proceso que se analiza, con el propósito de la iniciación deportiva a propiciar que el principiante domine la mayor cantidad de elementos técnicos propios del deporte, los que a su vez crean las premisas para la adquisición de hábitos motores, caracterizándose por la automatización parcial y progresiva de la regulación de los movimientos; identificados como el dominio de la acción; movimientos estos que parten de las experiencias motoras previas y la capacidad de observación de los deportistas en una primera fase de aprendizaje continuo donde este transita, desde la ejecución brusca e imprecisa hasta la corrección de las características espacio-temporales de la acción, en la medida que se logre una comprensión perfeccionada del gesto técnico a formar.
Las habilidades, el desarrollo de las mismas transita a su vez por diversas manifestaciones que se relacionan con la efectividad, ejecución de movimientos fluidos; así como disminución del gasto energético, ello está dado en los niveles de asimilación tales como: familiarización, reproducción, producción o aplicación y creación; los que propician en el último la solución de las situaciones con una alta estabilidad y efectividad, así como utilizar nuevas formas para la ejecución de las acciones motrices, caracterizadas por la fluidez constante y armónica de los movimientos. Acciones estas que tienen su consecución y antesala en los conocimientos previos de las habilidades motrices básicas, las habilidades motrices deportivas para, en el caso del deporte desarrollar, las habilidades técnico-deportivas.
Para ello en los objetivos y tareas de entrenamiento para su desarrollo resulta indispensable precisar y proyectarlos en torno a los conocimientos previos que posea el deportista, las condiciones de realización de la acción (con una tendencia variable según el nivel de asimilación) y por último el nivel de complejidad que se determina a la ejecución de las acciones, favoreciéndose la simulación y modelación constante de las condiciones manifiestas en la actividad competitiva, los que representan, entre otros, criterios de efectividad, al ser considerada la habilidad como el “saber hacer”.
La manifestación efectiva en la práctica de las habilidades responde además al desarrollo de la condición física del deportista, específicamente a aquellas capacidades condicionales necesarias y accesorias que demande la ejecución de las acciones técnicas en consonancia con las regularidades de la modalidad deportiva y los períodos sensibles para su desarrollo; de ahí la importancia por los entrenadores deportivos de la adecuada caracterización del deporte para favorecer así la disminución y aprovechamiento eficiente del tiempo disponible para la preparación de sus deportistas.
En tanto la dimensión relacionada con los valores, entendidos estos como la significación socialmente positiva de los objetos de la realidad, que en sí mismo tiene tres dimensiones: objetiva: considerada como la expresión real presente en los fenómenos reales, que además incluye lo ideal; subjetiva: interpretación que se hace de la realidad por parte del individuo (sujeto, clase, grupo social) y la institucional: los que establecen las instituciones de acuerdo a su contenido (misión, visión) para que se conviertan en normas.
No obstante a lo anterior, si no se establece una dialéctica entre estas dimensiones se rompe el equilibrio que debe existir en el proceso formativo del valor por cuanto, los valores se forman, transforman y desaparecen de acuerdo a las condiciones históricas en las que existen (contexto); de ahí el carácter de sistema que los distingue en un proceso, pues los mismos se alcanzan por medio y junto con lo instructivo y lo desarrollador, considerándose lo educativo un resultado a largo plazo. De esta manera para cada una de las anteriores dimensiones del contenido se requiere precisar el valor que se pretende alcanzar, para así en tanto transcurra el proceso, se logran las convicciones, entendidas como la manifestación de la aprehensión consciente de los valores.
Las premisas descritas constituyen los puntos de partida para desde el entrenamiento entonces los entrenadores deportivos dispongan, de herramientas para la estructuración del contenido, desde una perspectiva integral y debidamente contextualizada, en tanto se ajuste a las condiciones objetivas del entorno, las características inherentes a los deportistas, las particularidades de modalidad deportiva y las regularidades de los sistemas competitivos.
Para ello el autor del presente artículo señala cuatro momentos de la preparación en la iniciación deportiva, ellos son: inicios de la preparación; preparación cercana a la competencia fundamental, preparación competitiva y preparación poscompetitiva, a continuación se detallan los principales contenidos a tratar desde diferentes aristas.
I. Inicios de la preparación
En este momento se considera propicio para introducir los hábitos motores a dominar por los deportistas, respaldado con las capacidades físicas accesorias; entiéndase, aquellas que originan las exigencias técnico-tácticas del deporte y las características del momento por donde transita la preparación; es decir, las que permiten al deportista soportar por un tiempo prolongado repetir cada tarea de entrenamiento con el propósito de lograr la automatización parcial de las acciones técnico-deportivas, para en los momentos subsiguiente de la preparación reproducirlas con mayor nivel de exigencia y creatividad.
Por lo anterior se sugiere concebir en la selección de las tareas de entrenamiento en esta dirección, las variaciones en las condiciones externas de las tareas; pues las mismas garantizan que el individuo pueda reaccionar ante cualquier modificación de contexto y ejecutar la acción de la manera más acertada; en tal sentido se deben propiciar ejercicios dirigidos a la orientación y direccionalidad del movimiento, modificando el lugar, los objetos auxiliares que se utilizan, variar el espacio, sentido, el tiempo y la dirección de ejecución de los ejercicios y delimitarlos en algunas zonas para propiciar la modificación de los comportamientos motores.
También se precisa, dado el grado y nivel de complejidad que van adoptando las acciones técnico-tácticas planificadas para los deportistas la realización de ejercicios en estado de fatiga, es decir; repetir cada ejecución esencialmente hasta la acumulación de cansancio, a intensidades elevadas o cercanas al límite de las posibilidades del deportista (índice de calidad del ejercicio, ritmo de ejecución), en pos de condicionar en la actividad competitiva, tolerar el cansancio y reproducir con precisión, fluidez, eficiencia, efectividad y consecuentemente con ello calidad; las habilidades técnico-tácticas adquiridas tal y como exige la dinámica del sistema competitivo.
II. Preparación cercana a la competencia
En este momento los contenidos estarán dirigidos a la adquisición y consolidación de las habilidades técnico-tácticas del deporte que se especializa el deportista, basadas en las capacidades físicas esenciales, o sea, aquellas que permitan la simulación de las condiciones y situaciones que se puedan manifestar en la competencia fundamental, condicionándose a su vez la adquisición de un estado óptimo inicial para el alcance del esperado resultado deportivo, apoyado en la eficiencia integral de la ejecución técnico-táctica, basado en la articulación de las capacidades físicas combinadas desde los contenidos técnico-tácticos del deporte en cuestión.
Para ello es factible en la organización y selección de las tareas de entrenamiento, propiciar las variaciones en la ejecución del movimiento, las que permite la adaptación del deportista a la ejecución motora prevista en diversas situaciones, modificándose patrones conocidos, a partir de cambios en la velocidad, fuerza y recorridos espaciales de los segmentos corporales en la ejecución del gesto deportivo, así como la combinación de habilidades específicas ejecutadas dentro del espacio y el tiempo adecuado; en tal sentido se deben propiciar ejercicios dirigidos a la orientación y direccionalidad del movimiento así como, con la ayuda de objetos auxiliares, variar el espacio, sentido, el tiempo y la dirección de ejecución de los ejercicios y delimitarlos en algunas zonas para propiciar la modificación de los comportamientos motores; de manera que se logre construir progresivamente la ejecución de los gestos deportivos ideales, acorde a las características individuales de los deportistas y las demandas de la competencia.
III. Preparación competitiva
En este caso se proyecta el trabajo en función de optimizar las habilidades técnico-tácticas antes desarrolladas, desde la modelación de las situaciones y condiciones objetivas y subjetivas que puedan presentarse en la competencia fundamental, para ello el mantenimiento de las capacidades físicas esenciales antes desarrolladas ha de basarse en los contenidos técnico-tácticos, dominados a plenitud por los principiantes, de ahí la especificidad del contenido centrado en los objetivos que se persiguen en la competencia fundamental con las regularidades que la distinguen.
Resulta menester en este momento, en torno a la reproducción con creatividad de las habilidades técnico-tácticas adquiridas por los deportistas, en la sistematización de las tareas de entrenamiento concebidas propiciar las variaciones en las condiciones temporales de la ejecución, las que pueden ir dirigidas a la ejecución de acciones a diferentes velocidades, a la modificación parcial del ritmo proponiendo diferentes velocidades en la propia ejecución de un mismo movimiento, en aras de corregir determinados errores técnicos, así como buscar precisión con énfasis en aquellos aspectos de la realización del gesto técnico que definen su efectividad.
Otro elemento importante radica en la creación de alternativas rítmicas y la transformación de la tarea manteniendo un mismo ritmo, basados en el empleo del gasto energético adecuado, la amplitud, ritmos motores racionales, la coordinación y sincronización en los movimientos; de manera que el deportista centre su atención en aquellos detalles técnicos que afecten de modo significativo la estructura integral de la acción y la armonía de los movimientos por las condiciones cambiantes del entorno competitivo; por cuanto se trata, en este momento de la preparación, ser eficiente durante la ejecución íntegra de las habilidades técnico-deportivas.
IV. Preparación poscompetitiva
Se ha querido destacar este momento en la iniciación deportiva por cuanto, una vez culminada la competencia fundamental, la preparación no acaba sino que por el contrario debe continuar hasta el fin de la totalidad de semanas previstas para vencer así todos los objetivos pedagógicos previstos para el año, aspecto importante en el aprendizaje continuo de las habilidades técnico-tácticas, por una parte consolidación de las aprendidas e introducción de nuevas asociaciones técnicas con vistas al próximo año. Las tareas de entrenamiento para este momento han de concebirse desde una perspectiva constante, continua y variable en la dinámica de parámetros espacio-temporales, para la ejecución por los deportistas, por cuanto ello favorece la búsqueda de respuesta cualitativamente superiores dada la adaptación a tales condiciones.
Por lo anterior, se precisa para el desarrollo de la condición física, combinar anteriores variantes dados los cambios significativos en cuanto a ritmo de ejecución, secuencia, cadencia motora, fluidez y armonía de movimientos que, en sentido general, experimentarán los deportistas durante el aprendizaje continuo de las habilidades técnico-tácticas.
En tal sentido es propicia la combinación de movimientos, donde se debe garantizar la combinación de habilidades básicas del mismo grupo, la combinación de estas con otras diferentes y la combinación además de habilidades específicas de determinado deporte, las que sirven de base para en el nuevo ciclo de entrenamiento se aproveche mejor el tiempo en sistematizar contenidos con mayor complejidad, a partir del nivel de preparación y entrenamiento adquirido por los deportistas.
Lo anterior se complementa con el empleo de medios de entrenamiento, según la clasificación dada por Matveév, L. (1983) según las características distintivas en cada momento del ciclo de entrenamiento dado el nivel de significación y los objetivos que se persiguen, a inicios de la preparación se emplean fundamentalmente los ejercicios de preparación general para el desarrollo de la condición física en esta dirección, como sustento esencial para la repetir tareas de entrenamiento con orientación técnico-táctica en pos de la formación de hábitos motores relativos al deporte objeto de especialización.
En lo adelante los ejercicios de preparación y especial, pues permiten la simulación de las condiciones y situaciones que se manifiestan en la actividad competitiva y sobre esa base contribuir al desarrollo de la condición física especial, toda vez que los deportistas hayan dominado los elementos técnicos propios del deporte, pues se toman como medio esencial para propiciar el desarrollo de la condición física especial.
El uso de los ejercicios competitivos, permiten la modelación del contexto competitivo dada la sistematización que ha de establecerse de las habilidades técnico-tácticas y el mantenimiento del nivel de desarrollo de la condición física especial, como base necesaria para que el deportista logre resistir las altas intensidades de los ejercicios en cuanto a potencia y nivel de complejidad de los mismos desde la propia esencia y particularidad de la actividad competitiva.
Una vez culminada la competencia fundamental, continua el proceso de entrenamiento a partir de las deficiencias detectadas en la misma, con la visión de introducir nuevas habilidades técnico-tácticas, perfeccionar las ya adquiridas a partir de la variabilidad de los contenidos y el empleo de diversos sistemas de ejercicios, tanto en condiciones de entrenamiento como de competencia de forma tal que se contribuya a la creación en los deportistas de un amplio arsenal de conocimientos, en pos de una mejor comprensión del juego o la actividad competitiva en sí misma cualquiera que sea su manifestación.
El éxito de todo lo anteriormente expuesto se complementa con el uso de métodos, los que radican en un trabajo consciente por los entrenadores deportivos en función de fomentar la relación objeto-objeto, en el cual el deportista representan un agente activo, dinámico y participativo de su propio aprendizaje, sustentado en las formas que se utilizan para organizar su actividad cognoscitiva en el escenario de entrenamiento, considerando que la esencia del proceso no ha de ser, cómo el profesor guía u orienta la actividad del atleta; sino, más importante es cómo el atleta aprende y ejecuta las tareas de entrenamiento y para ello resulta una constante la búsqueda por los entrenadores deportivos de métodos racionales y eficaces en función del contenido predominante según el momento por donde transita la preparación.
Un aspecto importante radica en el uso indistinto de métodos tanto para el desarrollo de la condición física como el aprendizaje continuo de las habilidades técnico-tácticas, donde para el caso de los juegos deportivos se asocia dicho aprendizaje en el contexto real de juego desde el primer momento de la preparación y para deportes individuales, a partir de sistemas o complejos de habilidades que pueden crearse con el propósito un aprendizaje basado en el descubrimiento y fundamentado en las experiencias motrices que posea el deportista; así es reconocido que se logra una adecuada comprensión del juego y las diversas habilidades técnico-tácticas a emplear en las condiciones competitivas, estimulándose la creatividad de los deportistas a partir de la interactividad que se establece entre ambos componentes de la preparación.
Todo lo anterior parte de la premisa que, en la iniciación deportiva han de integrarse los contenidos esenciales que determinan del proceso a este nivel, en correspondencia con los objetivos, en tanto se logre una sinergia, desde los inicios de la preparación, de los componentes técnico-tácticos y el desarrollo de la condición física del principiante que sirva de base para ir construyendo de modo eficiente el estado ideal o disposición para enfrentar la regularidades de las competencias.
Consideraciones finales
El complejo proceso de entrenamiento en la iniciación al deporte, constituye un tema medular hoy día, dado los avances y los altos resultados que alcanzan día a día los deportistas de alto nivel, de ahí la constante necesidad de buscar cuáles y cómo han de organizarse los contenidos de la preparación en los deportes para los principiantes, por cuanto el tiempo disponible para su preparación y las formas adoptadas para estructurar dicho contenido, unido a la celeridad en el aprendizaje técnico-táctico, así lo exigen.
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