Proceso educativo preventivo en el contexto de la  Educación Física. Un acercamiento a su conceptualización Preventive educational process in the context of the Physical Education. An approach to their conceptualization
	*Profesora Auxiliar. Máster en Actividad Física en la Comunidad Profesora en la Facultad de Cultura Física de Granma **Profesor Titular. Doctor en Ciencias pedagógicas. Profesor investigador del Centro de Estudios Pedagógicos e Investigaciones de la Cultura Física y el Deporte “Rafael Fortún Chacón” en la Facultad de Cultura Física de Camagüey ***Profesor Titular. Doctor en Ciencias pedagógicas. Metodólogo del Vicedecanato Académico en la Facultad de Cultura Física de Granma ****Profesor Titular. Doctor en Ciencias pedagógicas. Directora provincial del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) en Camagüey	MSc. Yusnely Peña García* Dr. C. Angel Luis Gómez Cardoso** Dr. C. Angel Abel Báez Áreas*** Dra. C. Olga Lidia Nuñez Rodríguez**** yusnelypg@grm.uccfd.cu (Cuba)
	Resumen           El presente artículo forma parte del proyecto de una tesis de doctorado la cual tiene como tema central "La prevención de los trastornos de conductas". En este se hace un análisis detallado acerca de la concepción de diferentes autores acerca del proceso educativo como fenómeno que contribuye en gran medida a la prevención. A partir de las valoraciones realizadas la autora de manera preliminar ofrece un concepto de proceso educativo preventivo contextualizado en la Educación Física.           Palabras clave: Proceso educativo preventivo. Educación Física.   Abstract           This article is part of the project of a doctorate thesis which has like central topic "The prevention of the dysfunctions of behaviors". In this a detailed analysis is made about the conception of different authors about the educational process as phenomenon that contributes in great measure to the prevention. Starting from the carried out valuations the author in a preliminary way offers a concept of process educational preventive contextualized in the Physical Education.           Keywords: Preventive educational process. Physical Education.   Recepción: 22/09/2014 - Aceptación: 12/02/2015
	EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 20 - Nº 204 - Mayo de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El aspecto esencial del proceso educativo en su devenir histórico ha sido el hombre y su formación integral, el mismo ha estado presente en las ideas de grandes investigadores y pedagogos. En el siglo XIX, destacados cubanos de la época asumieron la tarea de formar hombres. En esta dirección se destacan pedagogos como José Agustín Caballero, Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Enrique José Varona, Manuel Valdés Rodríguez, José Martí Pérez, entre otros.

    Ya en el Siglo XXI la educación continúa siendo una de las premisas fundamentales, pues a pesar de formar parte de un mundo cada vez más globalizado continua como una prioridad de la revolución, formar ciudadanos responsables y comprometidos con el desarrollo social, capaces de “aprender a ser” y “aprender a vivir juntos”. Para poder cumplir con este objetivo se precisa de un proceso educativo que contribuya el perfeccionamiento de las particularidades individuales de cada sujeto, consolidando lo mejor, lo esencial para el desarrollo de la sociedad y eliminando los rasgos negativos.

Desarrollo

    El proceso educativo ha sido objeto de estudio en múltiples investigaciones desarrolladas por investigadores como Labarrere Reyes y Valdivia Pairol (1988), Vasallo (1989), Bell Rodríguez (1997), Blanco Pérez (1997), Álvarez de Zayas (1999), Homero Fuentes (2000) y Baxter (2000) entre otros. En sus investigaciones han hecho importantes contribuciones que ayudan a comprender mejor la esencia de este fenómeno en el campo de la pedagogía como ciencia, aportes que sirven como punto de partida en la presente investigación, al concebir este como un proceso organizado, dirigido, sistemático, de formación y desarrollo del hombre elemento de suma importancia en la formación integral del individuo.

    Al referirse al proceso educativo Labarrere Reyes & Valdivia Pairol consideran este proceso como “un conjunto de actividades y procesos específicos que se desarrollan de manera consciente, tomando en consideración las condiciones en que tiene lugar la educación… y se dirigen al logro de objetivos bien delimitados”. De los aspectos abordados en esta definición, la autora quiere resaltar lo relacionado con las condiciones en que tiene lugar la educación, pues para cumplir los objetivos que el educador se proponga debe tener en cuenta las características de cada uno de sus escolares, o sea el proceso educativo se debe desarrollar sobre la base de las potencialidades y necesidades educativas reales de cada individuo que participa en este, además dirigirlo hacia un objetivo específico.

    Según Labarrere y Valdivia, “El proceso educativo suele definirse como proceso pedagógico que contribuye a la formación y desarrollo de la personalidad y del colectivo. Al partir de un objetivo, el proceso educativo debe culminar en un resultado”.. Esta otra definición, amerita también que se tenga en cuenta pues reconoce el proceso educativo como una parte del proceso pedagógico el cual contribuye a la formación de la personalidad, además enfatiza que este debe culminar con un resultado, sin embargo no explícita hacia cuales rasgos de la personalidad debe dirigirse dicho objetivo.

    Otra cuestión que cobra gran significación en esta definición, es que todo proceso educativo tiene un objetivo, por su parte la Educación Física como proceso pedagógico también debe cumplir este requerimiento, sin embargo, se ha comprobado que este componente se cumple solo en la planificación de las clases, pues en la práctica, se potencia la dimensión instructiva, haciendo énfasis en el desarrollo de habilidades y capacidades, en cuanto a la dimensión educativa, no se precisa como evaluar los resultados de los objetivos planificados en este sentido en cada una de las clases, cuestión esta que a consideración de la autora de la presente investigación, limita el accionar del profesor en este sentido.

    De manera general la investigadora considera que estas dos definiciones aunque abordan cuestiones diferentes al referir por un lado elementos relacionadas con los contenidos del proceso educativo y por otro al objetivo que persigue el mismo, tienen como punto coincidente el de afirmar que este es un proceso de naturaleza pedagógica, donde debe existir una estrecha relación entre el educador y los educandos, por tal razón el primero debe conocer las características y particularidades de cada uno de sus escolares, solo de esta manera obtendrá éxitos en el proceso educativo.

    Por su parte Bell Rodríguez refiere que este proceso “...abarca todas las actividades y acontecimientos de la escuela, todos los momentos de la vida escolar...”. En este sentido la autora considera que es algo reduccionista pues solo lo enmarca en el ámbito de la escuela, a su juicio este abarca mucho más, pues a decir de Homero Fuentes “…el proceso educativo transciende los muros de las instituciones escolares formales y se esté consciente o no, se quiera o no, las acciones, criterios, estilos de personas, grupos e instituciones sociales (no escolarizadas) influyen sobre la población, formando parte del proceso educativo”.

    En esta definición el autor hace referencia a dos categorías: educación en sentido amplio: “Cuando participan instituciones como la escuela, la familia o la sociedad en su conjunto, mediante las organizaciones políticas, de masas, religiosas, etc.”. y educación en sentido estrecho: “…si en este proceso solo participa la escuela la cual tiene la misión fundamental de educar las nuevas generaciones”.

    A pesar de esta clasificación la autora considera que hay que tener presente el objetivo educativo que se persigue, porque si se pretende prevenir trastornos de la conducta, la labor educativa de los escolares no se puede ver solo como algo que le compete a la escuela, en este sentido todo el sistema el sistema de influencias del menor juegan su papel, máximo cuando se habla de escolares que presentan alteraciones en el comportamiento, los cuales son propensos a internalizarlos y convertirse en menores con trastornos en la conducta, por lo que se requiere de un trabajo de conjunto donde participen todos los entes que rodean al menor.

    Las definiciones abordadas hasta este momento han aportado elementos sumamente importantes que permiten comprender la esencia del proceso educativo, sin embargo la autora asume la ofrecida por Álvarez de Zayas, el cual plantea que es “… un proceso donde su resultado es el de formar en los hombres su espíritu: sentimientos, convicciones, voluntad, valores, vinculado además a su instrucción y capacitación”. Pues incorpora en su definición dos dimensiones las cuales a juicio de la autora deben verse como una unidad indisoluble, que son la instrucción y la capacitación, pues visto desde esta posición es que realmente se puede formar un escolar integral, pues lo prepara para la vida futura.

    En este sentido Álvarez de Zayas al referirse al proceso educativo lo valora como una de las dimensiones del proceso formativo, acompañado de las dimensiones instructiva y desarrolladora, elemento este que corrobora que no se puede separar la educación de la instrucción y de lo desarrollador, pues visto desde esta posición, es que realmente se puede cumplir con uno de los fines de la Educación Física: “Contribuir al desarrollo multilateral y armónico de la personalidad de niños y jóvenes”.

    Las valoraciones realizadas hasta el momento apuntan hacia la generalidad del proceso educativo, el cual lo enmarcan en un contexto netamente pedagógico, y resulta de gran importancia pues para obtener éxitos en el mismo, se requiere, que este se desarrolle de manera sistemática, en un vínculo estrecho entre instrucción, educación y desarrollo, precisando además la participación de todos los agentes socializadores.

    A juicio de la autora todas estas definiciones tienen un valor extraordinario al considerar el proceso educativo como la principal vía para contribuir a la formación integral de los escolares, formación que incluye, conocimiento, desarrollo de habilidades y capacidades para enfrentar y solucionar los diferentes problemas que se presentan, así como buenos hábitos de conducta. Todo esto se logra a través de las acciones que se planifican desde la escuela hasta la comunidad. No obstante se debe señalar que estas concepciones como se ha planteado anteriormente son demasiado generales, pues no se explícita cómo se puede lograr este objetivo desde los diferentes procesos pedagógicos en especial la Educación Física.

    Hasta aquí se han aportado elementos significativos que resulta necesario tener en cuenta en la presente investigación, sin embargo, es insuficiente la sistematización del proceso educativo en el ámbito de la Educación Física, a pesar de este constituir un proceso pedagógico de gran importancia en la formación integral de los escolares. No obstante se encuentran referencias de autores como López Rodríguez (2002, 2006), Ruiz Aguilera (2010), Calderón Jorrín (2001), Lagardera, (1999) y Dorta Sasco (1985), que han incursionado en el tema.

    Lagardera, (1999, p. 127) al referirse a la Educación Física plantea “… es la disciplina normativa que formando parte de las ciencias de la educación, se ocupa de llevar a cabo un proyecto educativo a través de contenidos y estrategias específicas, y que tiene en la corporalidad su referente”. En esta concepción se corrobora que esta asignatura como proceso pedagógico encierra la dimensión educativa, cuestión que a juicio de la autora está dirigida a la educación a través de las actividades físicas que se desarrollan y que constituyen los contenidos fundamentales en el proceso docente educativo que se realiza en las instituciones escolares.

    En este sentido López Rodríguez (2006, p. 1) corrobora lo planteado por Lagardera (1999) al afirmar que: “La Educación Física representa una dimensión particular del proceso educativo, conformada por una unidad semántica compuesta por el sustantivo educación y el adjetivo calificativo física”, esto evidencia además, que la Educación Física en sí misma encierra la dimensión educativa, cuestión indispensable en el desarrollo integral de la personalidad, que abarca, las tareas de la educación intelectual, política, ideológica, laboral, moral, estética y física, de tal forma que estimule la formación de un hombre de profundas convicciones, que se incorpore activamente a las transformaciones sociales.

    Otros autores como Dorta Sasco (1985) y Calderón Jorrín conciben la Educación Física como el espacio ideal para contribuir a la formación integral de la personalidad aprovechando para ello la dimensión educativa de conjunto con la dimensión instructiva, o sea, estas ideas están en consonancia con lo planteado por Álvarez de Zayas (1999).

    En las valoraciones realizadas, se aprecia que la Educación Física es concebida como un proceso pedagógico, el cual constituye un espacio ideal para educar a las nuevas generaciones, por las características de sus contenidos, sus consideraciones se limitan a referirla como una dimensión del proceso educativo de manera general. Por tal razón la autora considera el proceso educativo contextualizado en el ámbito de la Educación Física como “un proceso pedagógico donde participa la escuela, la familia y la sociedad en general, el cual se desarrolla con un carácter sistemático, individualizado y contextualizado que se apoya en las actividades físico deportiva para contribuir a la formación integral, multilateral y armónica de los escolares” (Peña García, 2013).

    No obstante, resulta pertinente destacar que los autores referidos, coinciden en plantear que el proceso educativo tiene como fin la formación integral de los escolares de manera general, sin embargo, no se precisa cómo se puede contribuir a esa formación integral teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de los escolares, pues resulta indispensable conocer las necesidades educativas de estos para poder dirigirlo en esa dirección, es por ello que cuando se trabaja con escolares que presentan alteraciones en el comportamiento el trabajo educativo debe dirigirse hacia la prevención, con el fin de evitar que estas se internalicen.

    La educación con fines preventivos ha sido objeto de estudio en múltiples investigaciones. Autores como Díaz Cantillo (2001), Ortega Rodríguez (2001), Sablón (2002), Becoña (2003), Recarey (2004), Caballero Rodríguez (2005), Chang (2006), Briñas (2007), Regueira (2008), Santiesteban (2009), Sánchez (2011) conciben la prevención consustancial a la educación o como función de esta. Por su parte Blanco (2002), González (2005) y Pérez Hill (2010) consideran que la prevención tiene su espacio natural y fundamental en el propio proceso educativo, la asumen como una dimensión esencial de la educación, una expresión del carácter anticipado y reconoce el papel rector de esta respecto al desarrollo.

    Para Calviño (2000), Blanco (2004) y Suárez (2004), la educación es un proceso de orientación y esta a su vez posee un carácter preventivo; es decir, reconocen la existencia de nexos muy sólidos entre ellas.

    Aunque los autores referidos anteriormente, conciben la prevención como una dimensión del proceso educativo, hasta el momento no se han encontrado referencias acerca de cómo podría definirse el Proceso Educativo Preventivo, es por ello que la autora, considera pertinente definirla y en tal sentido lo concibe como: “un proceso pedagógico con carácter sistemático, anticipatorio, multifactorial e individualizado, que tiene como objetivo evitar que las situaciones del medio tanto positivas como negativas influyan en el desarrollo multilateral y armónico de la personalidad” (Peña García, 2013).

Conclusiones

    Las valoraciones realizadas sobre la conceptualización de proceso educativo apuntan hacia una generalidad del proceso. Por lo que se hace necesario direccionarlo hacia diferentes dimensiones, en este sentido la autora lo direcciona hacia la prevención.

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