efdeportes.com

El diagnóstico de la representación de la técnica deportiva. Primera parte

The diagnosis in the representation of the sporting technique. First part

 

*Profesora Titular de la Facultad de Cultura Física

de la Universidad “Camilo Cienfuegos” de Matanzas

**Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deporte

UCCFD “Manuel Fajardo” La Habana

Dr. C. Norma Sainz de la Torre León*

Dr. C. Rafael Inufio Díaz**

norma.sainz@umcc.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En el presente artículo, en su primera parte, se realiza una valoración de los antecedentes y conceptualización sobre el diagnóstico de la representación de la técnica deportiva, las principales dificultades que se confrontan en el diagnóstico de la representación de la técnica deportiva y se exponen algunas consideraciones sobre la elaboración de batería de pruebas de diagnóstico de la representación de los movimientos deportivos.

          Palabras clave: Representación de la técnica. Técnica deportiva. Pruebas de diagnóstico.

 

Abstract

          In the present article, in its first part, it is made an assessment of predecessors and conceptions about diagnosis in the representation of the sporting technique, and the meaning difficulties that are in confrontation with the diagnosis in the representation of the sporting technique and also there are some considerations about the preparation of a diagnosis tests battery in representation of the sporting movements.

          Keywords: Representation of the technique. Sporting technique. Diagnosis tests.

 

Recepción: 23/02/2015 - Aceptación: 30/03/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 203, Abril de 2015. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

1.     Antecedentes y conceptualización del tema

    En los últimos años, la mayoría de los científicos que se ocupan del estudio del entrenamiento deportivo, sean psicólogos o de otras esferas de las ciencias aplicadas, le prestan una atención cada vez más marcada al fenómeno de las imágenes que se crean en el cerebro del deportista producto de la práctica de sus acciones, las cuales determinan en mucho la eficiencia de las mismas.

    A partir de los años 50, la literatura científica vinculada a la Psicología del Deporte comienza a prestar especial atención a la esfera de la representación motora como elemento indispensable del aprendizaje y perfeccionamiento motor. Resultaba contradictorio, sin embargo, que en las obras publicadas de los autores más destacados de esta ciencia en las décadas de los 70 y 80, tanto europeos como americanos, dedicaran solo breves páginas -en muchas ocasiones solo varios párrafos- a un tema tan esencial para la creación y perfeccionamiento de la técnica deportiva. Esta esfera constituye hoy día el objeto de estudio más importante de la teoría del aprendizaje motor desde el punto de vista psicológico en las más prestigiosas Escuelas de Psicología de la Actividad Física.

    Sainz de la Torre (1985) comenzó el estudio de este componente psicológico en el año 1984. En ese entonces, en nuestro país se habían llevado a cabo varios acercamientos al tema, pero adolecían de grandes lagunas, tanto desde el punto de vista teórico como práctico. Básicamente ningún entrenador y pocos psicólogos tenían claro que la técnica deportiva posee un componente externo (la ejecución en el plano físico) y un componente interno (la representación o imagen del movimiento). No se comprendía, por tanto, que el deportista efectúa su ejecución guiado, no por lo que el entrenador le haya explicado y demostrado y la propia experiencia motriz que el sujeto haya acumulado en la práctica -esas son las fuentes- sino por lo que haya quedado grabado en su cerebro producto de estas informaciones, permitiéndole crear una guía mental contra la cual compara su ejecución, con la cual regula su movimiento, en tanto que le sirve de pauta en su labor.

    Para Wiemeyer (1994: 5) “las representaciones motoras son fenómenos internos, que le permiten al sujeto el control de la ejecución de un movimiento, las cuales no son directamente observables, sino que para acceder a las mismas se debe recurrir al análisis de su conducta motriz o su comunicación verbal. Son procesos y estructuras sensomotoras de la memoria de carácter individual, los cuales directa o indirectamente se encuentran en la base del control de las acciones.”

    La representación motora constituye para Zimmer (1991: 17) “… contenidos de la memoria que posibilitan al practicante llevar a cabo el movimiento atendiendo a su nivel de entrenamiento. Por contenidos de la memoria se debe comprender los estados y procesos grabados en ella, que se encuentran en la base de la regulación de las acciones”.

    Por su parte Ivry (1994) plantea que las representaciones son los necesarios procesos y estructuras psicológicas del aprendizaje, que permiten potenciar la experiencia individual para el mejoramiento del rendimiento motor, al jugar un papel decisivo en la regulación del movimiento. Este autor hace alusión no solo a la representación cognitiva, sino además a la emocional y la motivacional.

    Se puede abreviar conceptualmente a la representación de la técnica deportiva como la imagen del movimiento, el modelo interno de la acción, el patrón ideal por el cual se guía el deportista en su ejecución. (Sainz de la Torre, 1985). Con fines prácticos, por tanto, se utilizarán como sinónimos en este artículo los términos representación motora, imagen motriz, modelo interno de la acción y patrón ideal.

    A nivel internacional se ha avanzado en la definición de los componentes de la representación de los movimientos deportivos, en la detección de las principales dificultades para su diagnóstico, en la base teórica de la memoria que es la base de este fenómeno, en algunas tareas para su desarrollo y en técnicas de diagnóstico computarizadas para el estudio de la estructura secuencial en el programa mental de acción y la jerarquización de sus elementos estructurales, a nuestro juicio, con pobre efectividad en el trabajo práctico.

    Ya Rodionov en 1987 declaraba que a pesar de constituir la representación motora el modelo interno de la acción, no siempre, en las investigaciones realizadas, coincidía una buena ejecución con una buena imagen, destacando que sin duda esta contradicción estaba dada por la pobre validez de los instrumentos de diagnóstico que se utilizaban para su estudio.

    Si se acepta que los adelantos en la esfera técnica de los deportistas se encuentran estrechamente relacionados con el desarrollo de una mayor maestría de ejecución, apoyada en una representación más completa, clara y adecuada de la acción entrenada, es fácil entender que el proceso de control del estado del dominio técnico de los principales fundamentos en el deporte comprende dos tareas fundamentales:

    El desarrollo acelerado de métodos biomecánicos permitió incorporar al análisis del desempeño técnico de un deportista dado y a través de los mismos se hizo posible precisar amplitud de los ángulos de determinadas zonas del cuerpo, las aceleraciones, tanto en la dinámica de actuación del sujeto, como en los implementos, etc., pero ello solo favorecen el estudio del componente externo de la actividad, quedando pendiente la determinación de las causas que ocasionan las posibles deficiencias que se constaten. Siempre quedaría un campo inexplorado, imprescindible para el análisis y la toma de decisiones en cuanto a las próximas tareas a implementar en las sesiones diarias, relacionado con el verdadero origen de las dificultades.

    Aunque esta tarea constituye contenido específico de los especialistas en Psicología del Deporte, con mayor experiencia y conocimientos en el psicodiagnóstico, si no se cuenta con esta valiosa ayuda ¿es correcto cruzarse de brazos y no intentar enfrentar la tarea? ¿No sería mejor poder contar con la información de las dificultades que se confrontan en el plano interno, en el programa de acción de los deportistas y así tener mayores elementos a la hora de decidir las vías para la solución de las mismas?

    A nuestro juicio, para el trabajo del entrenador es de gran importancia práctica conocer, por ejemplo:

  • ¿Cuáles elementos parciales de la estructura del movimiento presentan mayores dificultades en el plano mental en todo el equipo?

  • ¿Qué fases de la técnica presentan mayores errores en el modelo interno de los deportistas?

  • ¿Existen algunos deportistas que han comprendido la secuencia de dos o más elementos de la acción en forma invertida?

  • En el patrón ideal de la técnica que se controla ¿existen elementos que deben realzarse de forma simultánea y los deportistas los han interiorizado de manera consecutiva?

  • ¿El equipo completo o algunos de sus integrantes no comprenden la relación causa-efecto entre una fase y la siguiente, entre unos elementos y los posteriores?

  • ¿Utilizan mentalmente alguna palabra o conjunto de términos en lenguaje interior, en forma de automandato, para potenciar la regulación de la acción en la práctica o la fuerza explosiva necesaria para un determinado momento de la misma? ¿No incorporan este recurso volitivo o dicha palabra no contribuye en absoluto a un mejor desempeño?

  • ¿Considera el deportista que los elementos más importantes de la estructura técnica del ejercicio en cuestión son unos -por lo que les presta toda su atención- y en realidad son otros?

  • ¿Con qué rapidez e intensidad de esfuerzos considera el deportista que se debe llevar a cabo uno o varios elementos parciales, para que resulte perfecto el ritmo interno de la acción? ¿Es adecuado su criterio?

  • ¿Poseen grabados a nivel mental los ángulos correctos de las diferentes articulaciones corporales que permiten realizar la técnica en forma óptima?

    Estas y otras interrogantes deben constituir preocupaciones válidas del entrenador que desee alcanzar la maestría técnica en cada uno de los miembros del equipo y por ello, es necesario utilizar los recursos del diagnóstico, pues – y se desea insistir en esta idea – el control del estado de desarrollo de la técnica deportiva es un problema que abarca ambos planos del movimiento: el externo y el interno. También debe tener en cuenta que, si algunos de los sujetos con los cuales trabaja manifiestan dificultades en determinados aspectos de los mencionados anteriormente, son atribuibles a los mismos, por diversas razones, pero si la gran mayoría o todos los integrantes de su equipo presentan similares errores en sus representaciones, la lógica más elemental indica que son deficiencias metodológicas del propio entrenador, que ha omitido en el proceso de corrección de errores, en sus explicaciones y demostraciones, el insistir en dichos aspectos o que ha transmitido consciente o inconscientemente indicaciones que se apartan de lo que se considera la técnica ideal.

2.     Principales dificultades que se confrontan en el diagnóstico de la representación de la técnica deportiva

    Mientras que la ejecución de una técnica deportiva determinada puede observarse directamente y a través de las repeticiones de la misma – y con mayor efectividad a través del análisis de filmaciones – y ello le facilita al entrenador percibir la armonía coordinativa del movimiento o la falta de fluidez del mismo, las posiciones adecuadas o inadecuadas de las partes del cuerpo, la sincronización de los esfuerzos parciales, la dirección del paso, etc., a los contenidos del movimiento guardados en la memoria del deportista no se puede acceder con la observación directa. Es necesario acceder a ello de varias formas. Este acceso se enfrenta a variadas barreras que impiden conocer en qué medida las explicaciones, demostraciones y la propia experiencia motriz alcanzada por el deportista, a través de la práctica repetida de la acción, han ido creando y “puliendo” el modelo interno de la misma, entre las que se pueden precisar. (Sainz de la Torre, 2008)

  • Existen componentes de la representación que no se pueden explicar fácilmente con palabras.

  • Algunos deportistas presentan dificultades para expresar con coherencia sus pensamientos y conocimientos en lenguaje externo.

  • Los detalles altamente automatizados, grabados de forma inconsciente, no se expresan cuando se solicita a un deportista que describa el movimiento. En la medida en que este alcanza mayor experiencia práctica en el proceso de aprendizaje y perfeccionamiento del mismo, son más los elementos de su estructura que se encuentran grabados en la imagen motriz del sujeto, sin que este les preste especial atención, por lo que no recordar aspectos durante la descripción del mismo por parte de un deportista de altos rendimiento no significa necesariamente desconocimiento o lagunas de representación.

  • La verbalización se relaciona con determinado contexto. El deportista, fuera del ambiente real de su ejecución, puede no expresar elementos que domina perfectamente.

  • Las preguntas que se formulan, cuando no son sabiamente elegidas, pueden conducir a respuestas incorrectas, que no pertenecen a la imagen de los movimientos, sino a interpretaciones que ha hecho el sujeto en ese momento, originadas por las propias preguntas inadecuadas, poco precisas o que comprendan términos ambiguos o desconocidos por el deportista. Es necesario comprender que existen palabras que poseen connotaciones diferentes en cada persona. Por eso es tan importante preguntar siempre al deportista “¿Has comprendido la pregunta? De lo contrario la formulo de otra forma”

  • La integridad de la representación puede perderse durante la descripción, pues la vivencia directa de la acción no está presente.

  • No existe la seguridad de que los estados subjetivos –que pertenecen también a la representación– puedan ser exactamente verbalizados.

  • Atendiendo a los tipos de memoria que se encuentran más o menos desarrolladas en los deportistas, así se obtendrán mejores o peores descripciones de carácter táctil, motor, de análisis verbal sobre los vínculos entre los elementos, etc.

  • El conocimiento de que se está, en alguna medida, siendo objeto de examen de los conocimientos que se poseen sobre todos los aspectos inherentes al contenido de una técnica específica, genera en aquellos deportistas más sensibles o con dificultades de autovaloración reacciones de ansiedad que pueden afectar el resultado del diagnóstico.

  • Los patrones convencionales de la técnica ideal no pueden ser semejantes, en todos sus elementos parciales, en las diferentes categorías deportivas, con excepción de aquellas modalidades, en las cuales la maestría se debe alcanzar en edades tempranas.

  • Todos los autores consultados coinciden en afirmar que la representación motora es multifactorial, por lo que el estudio de uno o varios componentes y no el análisis de los resultados de todos de forma integrada, conduce a interpretaciones erróneas de la relación imagen-acción.

    Se han mencionado algunas de las barreras más comunes que pueden encontrarse en el momento de llevar a cabo el diagnóstico de la representación de los movimientos deportivos. Es necesario tenerlas en cuenta, para que las técnicas empleadas minimicen o superen las mismas, en aras de obtener un resultado preciso y confiable.

    A continuación se exponen varias formas de diagnóstico desarrolladas durante la implementación de un proyecto de investigación llevado a cabo en la Facultad de Cultura Física de Matanzas, constatadas durante largos años de trabajo, donde la colaboración de numerosos entrenadores de 26 deportes que laboran en dicha provincia fue decisiva, tanto para la propia concepción o modificación de las mismas, como para su validación práctica y han constituido instrumentos de numerosas Tesis en opción del título de Licenciado en Cultura Física y de Master en Ciencias en esta esfera, así como también en varios trabajos de doctorado (Alfonso y Cabrera, 2008; Castillo, 2008; Escudero y Sanz, 2004; González, 2011; Sainz de la Torre, 1985 y 2011). Poseen un denominador común: su sencilla aplicación, evaluación e interpretación.

3.     Batería de pruebas de diagnóstico de la representación de los movimientos deportivos

    En el proceso de elaboración del conjunto de pruebas de diagnóstico que se brindan se partió de diversas reflexiones teóricas, producto de la experiencia de Sainz de la Torre (1984) y colaboradores a través de 30 años, así como del estudio de la bibliografía especializada a su acceso en el tema, elaboradas por autores nacionales y extranjeros. Estas consideraciones fueron las siguientes:

  • En la década de los años 80 en Cuba se utilizaba generalmente la descripción escrita de la técnica dada, por fases del movimiento, para acceder al contenido verbalizado de la representación motora del deportista En algunos casos se recurría a descripciones orales. En trabajos investigativos desarrollados en el mencionado proyecto matancero (Sainz de la Torre, 1984) se constató que la descripción escrita presentaba múltiples dificultades, en comparación con la oral, sobre todo porque:

  • El sujeto en ocasiones presentaba dificultades en traducir en palabras escritas su contenido de pensamiento,

  • Cuando este tenía dudas sobre la ortografía de un término o grupo de términos, obviaba toda la idea referida al elemento en cuestión de la técnica estudiada.

  • Por otra parte, la propia descripción oral de la técnica ofrecía un conjunto de elementos parciales del movimiento estudiado, representado por el sujeto, pero se constataba que se obviaban numerosos aspectos que formaban parte de la acción. (Rodionov, 1990)

  • Sainz de la Torre y Sardinas (1997) demostraron en una investigación llevada a cabo con jugadores escolares de balonmano de Matanzas (15-16 años), que el resultado de la aplicación de cuatro formas distintas del diagnóstico del contenido de la representación (descripción escrita, gráfica, oral, y oral con estimulación verbal) permitía acceder a diferentes valores porcentuales de elementos parciales (correctos o incorrectos) de la estructura de la técnica de los movimientos en dichos sujetos, siendo la descripción escrita y la gráfica la que ofrecía menor cantidad de datos. La descripción oral de los cuatro fundamentos técnico-tácticos de ese deporte permitió valorar alrededor del 60% de la estructura del movimiento de cada uno de ellos, mientras que si unido a dicha descripción oral, se formulaban preguntas directas por partes del investigador sobre aquellos aspectos que el sujeto no hubiera descrito, ello permitió obtener el 94% de la estructura del movimiento que se encontraba grabado a nivel mental, ya fuera a partir de una descripción adecuada o errónea, por la cual se evidenció que la descripción oral con estimulación verbal (DOEV), como forma de diagnóstico del contenido verbalizado de la imagen de los movimientos deportivos, del grado de conocimiento de su estructura por fases era superior y mucho más útil que la sola descripción oral. A partir de este momento, esta forma de diagnóstico se convirtió para el colectivo de estudio de la representación motora de esta provincia en el primero de los instrumentos utilizados, cuando se pretendía determinar el dominio del deportista de los elementos pertenecientes a la estructura de dicha imagen. (Sainz de la Torre, 1985)

  • En investigaciones realizadas por esta autora con niños de 10-11 años, que se encontraban aprendiendo la arrancada baja de la carrera, se constató que los dibujos realizados por estos de las fases “a sus marcas”, “listos”, “fuera” a través de la descripción gráfica brindó muchos más datos sobre la comprensión de los elementos parciales grabados a nivel de representación de la acción, que los ofrecidos por la descripción escrita y la oral, no así de los obtenidos con la descripción la oral con estimulación verbal, con la cual se obtuvieron los mejores resultados.

  • En el propio análisis del contenido verbalizado de cada uno de los elementos parciales que constituyen la estructura por fases del movimiento que se estudiaba condujo a la consideración de la necesidad de tener en cuenta la diferenciación de los niveles de conciencia en los cuales se encuentran grabados dichos elementos parciales en la memoria, o en otras palabras, a cuáles de los mismos el deportista dirigía mayor o menor atención, estos últimos posiblemente grabados en su modelo interno de forma semiautomatizada o totalmente automática, sin participación activa de la conciencia. Este aspecto poseía una interesante connotación, pues si su contenido era correcto, no existía dificultad alguna, pero si era equivocado, ello alargaba innecesariamente el proceso de corrección de errores, en aras de la consecución de un mejor desempeño en la práctica, según el criterio de los propios entrenadores. (Rodionov, 1990)

  • Para el análisis del componente lógico-verbal del modelo interno de la acción se llegó a la conclusión de que se requería, no solo precisar qué conoce el deportista de los elementos que comprenden las diferentes fases del movimiento, expresado verbalmente, sino también constatar la existencia o no de palabras en lenguaje interior (automandatos) que se evocan durante la acción, su adecuación o inadecuación, atendiendo a sus indicadores básicos, las cuales forma parte de la representación motora, y que hasta el momento eran motivo de estudio por separado, vinculado a la esfera volitiva. (Sainz de la Torre, 2007)

  • También se reflexionó en la importancia de que el proceso de diagnóstico del modelo interno de la acción comprendiera – utilizando instrumentos extras - los contenidos que poseen grabados los deportistas en la memoria sobre la dirección y amplitud de los movimientos, los elementos más importantes dentro de la estructura técnica y la relación causa – efecto de sus principales gestos motores parciales, aspectos vinculados a los parámetros básicos de la acción, los cuales, cuando no aparecen claramente grabados, son causa de errores de ejecución. (Sainz de la Torre y Sardinas, 1997; Sainz de la Torre, 2003, 2005, 2008).

Bibliografía

  • Alfonso, Y., Cabrera, Y. (2008). Pruebas para el diagnóstico integral de la representación motora en función de la calidad de ejecución técnica en remeros juveniles matanceros. Ponencia en el Forum Nacional de Estudiantes de Cultura Física. Premio Relevante. UCCFD - Facultad de Matanzas.

  • Castillo, Y. (2008). Determinación de la calidad del componente lógico-verbal de la representación motora y la concentración de la atención en pesistas categoría 13-14 años de la EIDE de Matanzas. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciado en Cultura Física. UCCFD. Facultad de Matanzas.

  • Escudero, Sanz, D. (2004). Caracterización de los componentes de la representación motora de los eventos seleccionados del área de velocidad en el equipo nacional de Atletismo. Trabajo de Diploma en opción al título de Licenciado en Cultura Física. Facultad de Cultura Física. UCCFD, Facultad de Matanzas.

  • Esparza, D.Y. y Larue, J. (2008). Interacciones cognitivo-motoras: el papel de la representación motora. Revista Neurología de la Conducta. Año 46 (219-224).

  • González, O. J. (2010). Conjunto de acciones para favorecer el desarrollo del desempeño técnico a partir del perfeccionamiento del modelo interno en deportista de la especialidad de Canoa. Tesis en opción al título de Máster en Ciencias de la Educación Física, el Deporte y la Recreación. UCCFD, Facultad de Matanzas.

  • Ivry, R. (1994). Repräsentationen beim motorischen Lernen. Phänomenen und Theorien (Representaciones en el aprendizaje motor. Fenómenos y teorías). Revista Psychomotorik. Göttingen. 7, 2 (11-16).

  • Rodionov, A. B. (1990). Psicología del Deporte de altas marcas. Moscú: VIPO Vneshtorgizdat.

  • Sainz de la Torre, N. (1985). Representación motora. Dificultades de su diagnóstico. Artículo en el CEMA, Nº 6 pp. 23-28). Matanzas.

  • Sainz de la Torre, N. y Sardinas, M. (1997). Estudio de la representación motora en jugadores de Balonmano de la ESPA de Matanzas. Tesis en opción al título de Master en Ciencias y Juegos Deportivos. Facultad de Cultura Física de Matazas.

  • Sainz de la Torre, N. (2003). La llave del éxito. Preparación psicológica para el triunfo deportivo. BUAP – UJED. Puebla: Editorial Siena.

  • Sainz de la Torre, N. (2004). Representación de los movimientos deportivos. Caracterización, diagnóstico y tareas para su desarrollo. Monografía. Matanzas: Biblioteca Virtual UMCC.

  • Sainz de la Torre, N. (2005). Informe a los entrenadores de los resultados en el área psicológica del servicio multidisciplinario científico-técnico a la Selección Nacional de Remo de Cuba. Facultad de Cultura Física de Matanzas.

  • Sainz de la Torre, N. (2006). Modelo interno. Base psicorreguladora esencial de la técnica deportiva. Monografía en CDROM “Ciencias de la actividad física”. Matanzas: Biblioteca Virtual de la UMCC.

  • Sainz de la Torre, N. (2007). Informe al colectivo técnico del equipo Nacional de Atletismo de los resultados en el área psicológica del servicio multidisciplinario científico-técnico aplicado a los atletas seleccionados para este estudio, dentro de la etapa de preparación para el Mundial de París. Facultad de Cultura Física de Matanzas.

  • Sainz de la Torre, N. (2008). Representación de los movimientos deportivos. Caracterización, diagnóstico y tareas para su desarrollo. Monografía en CDROM “Ciencias de la actividad física”. Matanzas: Biblioteca virtual UMCC.

  • Sainz de la Torre, N. (2009). Dificultades y vías para el diagnóstico de la representación motora con deportistas. Memorias Congreso Internacional AFIDE. UMCC. La Habana.

  • Sainz de la Torre, N., Pupo, Yanniel (2009, 2010, 2011, 2012, 2013). Informe de los resultados alcanzados en el control psicológico a la selección primera categoría de Béisbol a la Comisión Provincial. Facultad de Cultura Física de Matanzas.

  • Sainz de la Torre, N. (2011). Psicopedagogía de la Educación Física y el deporte escolar. La Habana: Editorial Deportes.

  • Schack, T. (2010). Interne Struktur der inneres Model der technichen sportlichen Bewegungen (Estructura interna del modelo interno de la técnica de los movimientos deportivos). Kohln: Editora BPS.

  • Wiemeyer, J. (1994). Interne Bewegungsrepräsentation. Grundlagen, Problemen y Perspektiven (Representación interna del movimiento. Fundamentos, problemas y perspectivas). Kohln: Editora BPS.

  • Zimmer, A. C. (1991). Kognitiven Repräsentation und Techniktraining (Representaciones cognitivas y entrenamiento técnico). Schondorf: Editora Hoffmann.

Otros artículos sobre Educación Física

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 203 | Buenos Aires, Abril de 2015
Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2015 Derechos reservados